MITOS HEBREOS
EL PARAÍSO
POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI
Después de crear al hombre con polvo, Dios plantó un jardín paradisíaco al este de Edén, "e hizo brotar en él de la tierra toda clase de árboles hermosos a la vista y sabrosos al paladar, y el árbol de la vida, y en medio del jardín el árbol de la ciencia del bien y del mal". El río que salía de Edén se dividía luego en cuatro brazos. Pisón riega la tierra de Javilá, donde abundan el oro, el bedelio y el ágata; El Guijón rodea toda la tierra de Cus; el Tigris corre al oriente de Asiria, y el cuarto es el Eufrates. Dios puso a Adán allí y le permitió que asistiese a la Asamblea
Divina.
Después de la expulsión de Adán, Dios designó al querubín, llamado también "la Llama de las Espadas Remolineantes" para que guardara Edén.
Se discute si este Paraíso terrenal se hallaba en un desierto o en la Montaña de Dios, y si al oeste o al norte, más bien que al este de Israel. Cierto rey de Judá se dedicó en una ocasión a descubrirlo. Subió al monte Lebiá, desde la cumbre del cual se podía oír el ruido de la espadas remolineantes en la orilla lejana de un río. Ordenó que varios de sus cortesanos bajasen al valle y les d i j o : "¡Seguid el sonido!" Pero ninguno de ellos volvió.
Edén tiene siete puertas y la más exterior se abre en la cueva de Macpela en Hebrón. Adán la encontró cuando enterraba allí el cadáver de Eva.
Mientras excavaba llegó a su nariz una fragancia divina- Siguió excavando, con la esperanza de volver a su morada perdida, pero una voz ensordecedora gritó:
"¡Alto!" Adán está enterrado en esa cueva; su espíritu sigue guardando la puerta de Edén, a través de la cual brilla una luz celestial. La fragancia de Edén llenó en una ocasión de tal modo el campo vecino que Isaac lo eligió como un lugar de oración. Durante unas veinte generaciones se adhirió también a las vestimentas de piel que Dios le dio a Adán y que luego pasaron a sus descendientes varones de la línea de más edad.
Otros dicen que la puerta más exterior se abre en el monte Sion .
Después de Adán, el primer hombre que entró vivo en el Paraíso fue Enoc, Vio el Árbol de la Vida, a la sombra del cual descansa Dios con frecuencia. Su belleza dorada y carmesí supera a todas las otras cosas creadas; su copa cubre todo el jardín; y cuatro corrientes —de leche, miel, vino y aceite— salen de sus raíces- Un coro de trescientos ángeles cuida ese Paraíso, el que, no obstante, algunos dicen que está situado, no en la Tierra, sino en el Tercer Cielo. Isaac, el
siguiente hombre que lo visitó, estudió allí tres años, y posteriormente fue admitido su hijo Jacob. Pero ninguno de ellos informó acerca de lo que había visto.
Moisés fue llevado a Edén por Shamshiel, su ángel guardián, el que entre otras maravillas le mostró setenta tronos enjoyados hechos para los justos y que tenían patas de oro fino y resplandecían con zafiros y diamantes. En el mayor y más suntuoso se sentaba el padre Abraham.
Después de Moisés ningún mortal fue considerado digno del Paraíso, con excepción de Rabbi Jehoshua ben Levi, maestro de una piedad excepcional que entró en él por medio de la siguiente artimaña. Cuando era muy viejo, Dios ordenó al Ángel de la Muerte que le concediera un último deseo, Jehoshua pidió inmediatamente que se le permitiera ver el lugar que le estaba destinado en el Paraíso, pero antes de ponerse en camino juntos exigió que el ángel le entregara la espada, "para que, por alguna desgracia, no me mates de susto". El ángel le entregó la espada y, cuando llegaron al Paraíso, puso a Jehoshua a horcajadas en la pared limítrofe y le dijo: "¡Mira abajo! Aquel es el lugar que te está destinado".
Entonces Jehoshua saltó de la pared y, aunque el ángel le asió del manto y trató de levantarlo, prometió que se quedaría allí. Cuando los ángeles ayudantes de Dios se quejaron ante É l : "Este hombre ha tomado el Paraíso por asalto", Él respondió: " Id a averiguar si Jehoshua ha violado alguna vez una promesa mientras estaba en el mundo; si no, dejadle que también sea leal con éste". Los ángeles fueron, averiguaron e informaron: "Ha mantenido todas sus promesas". "Entonces, puede quedarse", sentenció Dios.
El Ángel de la Muerte, al ver que Jehoshua había sido más listo que é l , pidió que le devolviera la espada. Pero Jehoshua la retuvo, pues sabía que el ángel no podía entrar en el Paraíso.
Entonces una voz divina gritó: "¡Devuélvele la espada porque la necesita!"
Jehoshua contestó: "Señor, lo haré si él jura que nunca la desenvainará cuando Tú tomas el alma de un hombre. Hasta ahora ha matado a sus víctimas como animales, inclusive a niños que estaban en los pechos de sus madres". El ángel renunció a esa práctica salvaje y Jehoshua le devolvió la espada.
En vista de ello, Elias ordenó a los justos: "¡Abridle paso! ¡Abridle paso!" y Jehoshua avanzó en el Paraíso y vio a Dios sentado entre trece compañías de justos. Dios le preguntó: "Jehoshua ben Levi, ¿has visto alguna vez el arco iris?" Él respondió: "Señor del Universo, ¿a qué persona de mi edad se le ha negado ese gran espectáculo?" Dios sonrió y d i j o : "¿No eres Jehoshua ben Levi?" Pues mientras un solo hombre piadoso viva en la tierra el arco iris no necesita recordar a Dios Su promesa, hecha en la época de Noé, de que nunca volverá a anegar el mundo entero como castigo por su maldad. Dios sabía que Jehoshua, que no había visto un arco iris en toda su vida, había eludido su pregunta para evitar el pecado de presunción.
El Ángel de la Muerte se quejó contra Jehoshua al sabio Gamaliel. Gamaliel dijo: "Jehoshua obró bien. Ahora vuelve y dile que vigile Edén y sus tesorerías y luego me informe. Especialmente deseo saber si hay gentiles en el Paraíso y si hay hijos de Israel en el Infierno".
El Ángel de la Muerte cumplió esa misión y Jehoshua informó a Gamaliel lo siguiente: "El Paraíso tiente siete puertas, cada una de las cuales lleva a la siguiente. La Primera Casa, frente a la entrada, alberga a los conversos que vienen a Dios por su libre albedrío. Sus paredes son de cristal, sus vigas de cedro y Abdías, el profeta justo, gobierna allí.
"La Segunda Casa está construida del mismo modo y alberga a los penitentes de Israel. La gobierna Manases ben Hizkiyahu.
"La Tercera Casa es de plata y oro. Allí se halla el Árbol de la Vida, bajo cuya sombra se sientan Abraham, Isaac y Jacob, los patriarcas de las doce tribus, todos los israelitas que salieron de Egipto y toda la generación del desierto; también el rey David, su hijo Salomón y todos los reyes de Judá, excepto Manases, que se halla en el Infierno. Moisés y Aarón guardan esa casa, que contiene finas vasijas de plata, aceites costosos, lechos, escabeles, baldaquines y candelabros de oro, perlas y piedras preciosas.
"Cuando pregunté: '¿Para quiénes están reservadas?', el rey David respondió: Tara los justos de Israel que viven en el mundo de donde vienes'. Y cuando volví a preguntar: '¿Está aquí alguno de los descendientes de Esaú? contestó: 'No, pues si alguno de ellos realiza una buena acción, Dios le recompensa mientras vive, pero al final hereda el Infierno; en tanto que entre los hijos de Israel todo hombre recibe su castigo mientras vive, pero después consigue un lugar en el
Paraíso, a menos que haga pecar a Israel, como hizo el rey Manases'.
"La Cuarta Casa está hecha de oro, sus vigas son de madera de olivo y alberga a los justos cuya vida fue amarga como la oliva no madura.
"La Quinta Casa, por la que corre el Guijón, está hecha de plata, cristal, oro puro y vidrio. Sus vigas son de oro y plata y la fragancia del Líbano llena todas las salas. Allí vi lechos de plata y oro, especias dulces, paños rojos y purpúreos tejidos por Eva; también hilado escarlata y pelote trenzado por ángeles; y allí viven el Mesías hijo de David y Elias. Cuando el Mesías me preguntó: '¿Cómo pasan el tiempo los hijos de Israel en el mundo de donde vienes?', contesté: 'En constante preparación para tu advenimiento*. Al oír eso lloró.
"La Sexta Casa alberga a los que han muerto mientras cumplían su deber con Dios.
'La Séptima Casa alberga a los que han muerto de pena por los pecados de Israel" .
Algunos dicen que los habitantes del Paraíso se hallan cabeza abajo y caminan con las manos, lo mismo que todos los muertos. Si un hechicero llama al ánima de un muerto mediante el conjuro, siempre aparece invertida, a menos que le llame por orden de un rey, como la hechicera de En-Dor llamó a Samuel a pedido de Saúl, pues entonces aparece de pie para mostrar respeto a la realeza.
Cuando Adán fue expulsado de Edén, Dios le permitió que se llevase ciertas especias, como azafrán, nardo, cálamo aromático y canela, y también unas pocas semillas y cortaduras de árboles frutales del Paraíso, para que las utilizara.
Moisés construyó el Tabernáculo con madera llevada por Adán del Paraíso.
pos lo k hay aqui, es muuuuuuy interesante, me va a ayudar mucho en este trabajo, gracias por tu consideracion a hacer este blog, ya podre morir trankila
ResponderEliminaratte: adan i eba
perdooooon keria poner adàn
ResponderEliminaratte: adàn i eba
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ResponderEliminarSuscribios a TheYelyotOMG
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ResponderEliminarThanks for sharing, nice post! Post really provice useful information!
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