"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

domingo, 29 de enero de 2012

MANUSCRITOS DE QUMRAN -COMENTARIO A ISAIAS (a) -4Q161(pIs-a)


COMENTARIO A ISAIAS-a
4Q161(pIs-a)
(Qumrán)


Traducción de M. Jiménez–F. Bonhomme




1 Visión de Isaías, hijo de Amós, a propósito de Judá y Jerusalén en tiempo de Ozías,
2 Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá (Is 1,1).
Interpretación de la palabra que
3 Isaías profetizó acerca de [...]
4 a Ozías, rey de Judá.
Oíd, cielos; dame oídos, tierra, porque Yahvé ha dicho (Is 1,2a).
5 Esto se interpreta con referencia a [...]
6 en el día del juicio...

viernes, 27 de enero de 2012

MANUSCRITOS DE QUMRAN -COMENTARIO A SAMUEL -4Q160pSam


COMENTARIO A SAMUEL
-4Q160pSam-
(Qumrán)

Traducción de M. Jiménez–F. Bonhomme



1 Por esto juró a la casa de Elí que ni sacrificio ni expiación expiarán jamás la iniquidad de la casa de Elí (1 Sm 3,14).
2 Samuel oyó las palabras de Dios
3 Samuel se acostó cerca de Elí y después abrió las puertas
4 de la casa de Yahvé. Samuel temía contar la visión a Elí. Pero Elí le
5 preguntó, diciendo a Samuel: «¿Qué es lo que te ha dicho? ¡No me ocultes nada!
6 Que Dios te haga esto y añada esto otro si me ocultas una palabra de lo que te ha dicho».
7 Samuel le contó todo.

Fragm._3–4
1 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
[que se unan], Dios mío, a tu pueblo.
2 Sé tú su ayuda, levántalo.
3 Libra sus pies del pantano, sé tú roca como antes. Ellos son el pueblo de tu alabanza
4 Tu pueblo tenga un refugio [...] en el furor de los que odian tu pueblo. Tú harás brillar tu magnificencia
5 en la tierra y en el mar [...] infundirás temor tu reino en los pueblos de la tierra, que sabrán
6 que tú los has creado.

domingo, 22 de enero de 2012

MANUSCRITOS DE QUMRAN -COMENTARIO SOBRE MELQUISEDEC -2QMelch


COMENTARIO SOBRE MELQUISEDEC
-2QMelch-
(Qumrán)


Traducción de M. Jiménez–F. Bonhomme



1 ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... [...] jamás [...].
2 Y acerca de cuanto ha dicho: En este año jubilar recobraréis cada uno vuestra propiedad (Lev 25,13), y
3 con respecto a lo dicho: Todo acreedor que posea una prenda personal hará remisión de lo que haya prestado a su prójimo
4 no apremiará a su prójimo, ni a su hermano, si se invoca la remisión en honor de Yahvé (Dt 15,2), la interpretación se refiere a los últimos tiempos, a los prisioneros que han caído en cárceles
5 [...] de la herencia de Melquisedec [... es] Melquisedec quien se
6 los restituirá para apelar a la liberación, dejándolos libres y [expiando] su iniquidad [...] esta palabra [...]
7 En el año del último jubileo dirá: Este es el día de la expiación [...] el décimo jubileo
8 para llevar a cabo en él la purificación de todos los hijos de la luz y para los hombres del partido de Melquisedec. Para su [...] .
9 El estableció un año de perdón a causa de Melquisedec [...] y los santos de Dios para la plenitud del juicio. Como está escrito
10 de él en el canto de David, que dice: Elohím preside la asamblea de El, sentencia en medio a los Elohím. Aún dice:
11 Y tú en lo alto vuélvete a ella, Yahvé, juez de los pueblos (Sal 7,8b). Y agrega: ¿Hasta cuándo juzgaréis inicuamente y haréis acepción de los impíos? Selah. (Sal 82,2).
12 Su interpretación se refiere a Belial y a los espíritus de su partido que
13 [...] en el libro de Melquisedec tomará venganza, juicios de Dios, de la mano de Belial y de la mano de los espíritus de su partido.
14 Vendrán en su ayuda todos los espíritus. Esto es justamente lo que ha dicho: Todos los hijos de la fuerza [...] esto. Este será el día del exterminio, del cual pronosticó para los últimos días,
15 por medio del profeta Isaías, que dice: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz,
16 que trae buenas nuevas, que anuncia salvación que dice a Sión: ¡Ya reina tu Dios! (Is 52,7).
17 La interpretación es: los montes [...] sus frutos [...] para cada
18 [...] el mensajero
19 de paz, que anuncia la salvación. Pues de él está escrito, y de él se dice [...]
20 «para consolar los enseñará en el tiempo de la tribulación».
21 [...] verdad [...] para [...]
22 [...]
23 [...]. El se separó de Belial [...]
24 siguiendo los juicios de Dios, según lo escrito sobre él, que dice a Sión: ¡Tu Dios reina! Claramente Sión es [...]
25 los que defienden la Alianza son aquellos que se separaron del camino del vulgo. Tu Dios es [...]
26 [...] por Belial. Como dijo: El séptimo mes, el mes décimo, harás resonar clamor de cuerno (Lv 25,9).

viernes, 20 de enero de 2012

MANUSCRITOS DE QUMRAN -PESHER DE HABACUC- 1QpHab


PESHER DE HABACUC
-1QpHab-
(Qumrán)


Traducción de M. Jiménez–F. Bonhomme



Col. 1
1 Oráculo que vio Habacuc, profeta: ¿Hasta cuándo, ¡oh Yahvé!, te suplicaré sin que oigas? (Hab 1,1–2a).
2 La explicación de esto se refiere a la generación última, en el día en que invoquen la misericordia de Dios sobre ellos.
3 ¿Hasta cuándo gritaré hacia ti: «¡Auxilio!», sin que envíes tu salvación? (Hab 1,2b).
4 La explicación de esto se refiere a los que claman por causa de la violencia.
5 ¿Por qué me haces ver la iniquidad y soportas la vista de la aflicción? (Hab 1,3a).
6 La explicación de esto se refiere a los que levantan sus miradas a Dios al contemplar la infidelidad del pueblo.
7 La opresión y la violencia se hallan ante mí,
8 sólo la querella y la disputa prosperan (Hab 1,3b).
9 La explicación de esto se refiere a los que, perseguidos por la mala voluntad de los malvados, recurren a Dios.
10 Por eso se embota la ley y el derecho no resplandece (Hab 1,4a).
11 La explicación de esto se refiere a los impíos, que desprecian la ley.
12 Sí, el impío asedia al justo (Hab 1,4b).
13 La explicación de esto se refiere al impío, que es el sacerdote perverso, y al justo, que es el Maestro de Justicia.
14 Por ello el derecho se tuerce (Hab 1,4c).
15 La explicación de esto es que la impiedad triunfa y no [la justicia].

Col. 2
1 Mirad a las naciones y ved. Quedaréis sobrecogidos y estupefactos, pues está para cumplirse en vuestros días una obra que, si os la cantaran, no la creeríais (Hab 1,5).
2 Esto se refiere a los impíos y al hombre de mentira porque ellos no
3 quisieron creer en el Maestro de justicia cuando hablaba en nombre de Dios. Esto concierne a los que traicionan la nueva [Alianza] ,
4 porque no dieron fe en la Alianza de Dios y blasfemaron de su nombre santo.
5 Del mismo modo, esta palabra se debe interpretar como lo que
6 en el final de los días pasará a los traidores. Estos son los violentos, los que no querrán creer
7 cuando oigan todo lo que habrá de suceder a la generación siguiente.
8 [Lo oirán] de la boca del sacerdote que Dios colocó en Judá
9 para explicar todas las palabras de sus servidores los profetas, por medio de los cuales
10 Dios describió todas las cosas que tendrán que suceder a su pueblo.
11 Pues he aquí que voy a suscitar a los kittim, pueblo feroz y arrebatado (Hab 1,6a).
12 La interpretación de esto se refiere a los kittim,
13 que son rápidos y valientes en el combate y capaces de destruir a muchos.
14 Bajo la dominación de los kittim y de los impíos, el pueblo
15 ya no aceptará más los preceptos de [la Alianza].

Col. 3
1 Que marchará por las anchuras de la tierra (Hab 1,6b).
Esto es, directamente avanza para destruir y para saquear
2 las aldeas del país. Por eso dice así:
3 Para apoderarse de moradas ajenas (1,6b).
Es espantoso y terrible.
4 Sus pretensiones y su arrogancia emanan de él mismo (1,7).
La interpretación de esto se refiere a los kittim,
5 los cuales infundirán terror y susto en todos los pueblos. Con premeditación son concebidos todos sus planes para hacer
6 el mal. Con astucias y artimañas tratan a todos los pueblos. Sus caballos son más rápidos que la pantera
7 y más ardientes que los lobos de la noche. Sus caballeros avanzan con insolencia.
8 Vuelan como el águila que se precipita para devorar su presa. Sus rostros ardientes son como el viento
9 abrasador (Hab 1,8).
10 La explicación de esto concierne a los kittim, que pisotean la tierra
11 con sus caballos y los animales que traen de muy lejos, de las islas del mar,
12 para devorar todos los pueblos, como hace el gavilán, que nunca se sacia.
13 Hablan a los pueblos con furor, resoplando con ira por las aletas de su nariz.
14 Por eso se dice: Amontonan cautivos como arena (Hab 1,9).
15 La explicación de esto se refiere a los kittim, que harán cautivos en todas las naciones.

Col. 4
1 Se burla de los reyes, se mofa de los príncipes (Hab 1,10a).
2 La interpretación de esto es que ellos humillan a los grandes y desprecian
3 a los que ocupan altos cargos. Se ríen de los príncipes y se burlan del pueblo numeroso.
4 Desprecia toda plaza fuerte, alza un terraplén y las toma (Hab 1,10b).
5 La explicación de esto se refiere a los jefes de los kittim, que
6 desprecian las plazas fuertes de los países, de los cuales se mofan con
7 palabras burlonas. Las rodean con mucha
8 gente para apoderarse de ellas. Movidas por el terror y por el temor, se entregan en sus manos y ellos (los kittim) acaban por exterminar aun lo que ya estaba en ruinas.
9 Luego el huracán muda de dirección y pasa. ¡El, que hacía de la fuerza su Dios! (Hab 1,11).
10 La explicación de esto se refiere a los jefes de los kittim, que,
11 conforme al parecer de su partido de pecado, se
12 suceden unos a otros. Dominando sin interrupción,
13 vienen para destruir a las naciones. Hace de la fuerza su dios.
14 La explicación de esto se refiere a la pretensión de dominar a todos los pueblos.

Col. 5
1 ¿No eres tú desde antiguo, Yahvé, mi Dios, mi santo, tú que no puedes morir? (Hab 1,12–13a).
Tú, Señor, lo destinaste para el juicio (a los kittim) y lo colocaste como roca para castigar.
2 Puros son tus ojos para ver la iniquidad. No miras el mal (Hab 1,13b).
3 La interpretación de esto es que el Señor no aniquilará a su pueblo por mano de las naciones.
4 Al contrario, por la mano de su elegido juzgará a todas
5 las naciones, Entonces llegará la hora del castigo. Serán castigados todos los impíos de su pueblo. Todos los que se sometieron a
6 las imposiciones [de los invasores] en el día de la tribulación. Todavía queda lo que dice la otra frase: «Puros son tus ojos para ver la iniquidad».
7 La interpretación de esto se refiere a los que no siguieron los deseos perversos
8 de sus ojos en el tiempo de la impiedad. ¿Por qué, pues, miras a los pérfidos y callas mientras el impío devora al que es
9 más justo que él? (Hab 1,13c).
10 La interpretación de esto se refiere a la casa de Absalón y a los hombres de su consejo, que callaron durante la persecución
11 contra el Maestro de Justicia y no fueron capaces de rebelarse
12 contra el hombre de mentira, que había rechazado la ley, en medio de sus juntas.
13 Trataste a los hombres como a los peces del mar. Los dominaste como se domina a un reptil.
14 El los apresa con su anzuelo, los encierra en sus redes, los recoge en sus mallas.
15 Por ello se alegra y se regocija. Por eso ofrece sacrificios a sus mallas, ofrendas humeantes a sus redes. Pues por ellas acrecienta su provisión (Hab 1,14–15).

Col. 6
1 Todo esto se refiere a los kittim. Ellos reúnen sus riquezas
2 con todas sus rapiñas, como los peces del mar.
3 Y en cuanto a lo que se dice: «Por eso ofrece sacrificios a sus mallas, ofrendas humeantes a sus redes»;
4 la interpretación de esto es que ellos ofrecen sacrificios a sus insignias, y
5 sus armas de guerra son objeto de veneración porque gracias a ellas «óptima es su parte y
6 escogido su manjar». Esto significa que reparten del mismo modo su carga y
7 su tributo, lo que ellos llaman «manjar», sobre todos los pueblos,
8 año por año, devastando muchas tierras.
9 Por eso desenvaina continuamente su espada para masacrar naciones sin tener piedad de ellas (Hab 1,17).
10 La interpretación de esto se refiere a los kittim, que hacen morir a muchos al filo de la espada:
11 jóvenes, adultos, gente de edad avanzada, mujeres,
12 adolescentes y hasta el mismo fruto que está en las entrañas, sin una migaja de piedad. Yo me estaré de pie en mi puesto de guardia,
13 en pie permaneceré sobre la fortaleza.
14 Me mantendré alerta a ver qué me dice y qué responde a mi querella.
15 Yahvé me respondió diciendo: Escribe la visión y grábala en tabletas, de modo que pueda leerse de corrido (Hab 2,1–2).

Col. 7
1 Se dice esto porque Dios mandó a Habacuc escribir todo lo que iba a suceder
2 en la generación final. No le dio a conocer, sin embargo, la plenitud de los tiempos.
3 La razón que dio fue ésta: «de modo que pueda leerse de corrido».
4 La interpretación de esto se refiere al Maestro de Justicia, al cual
5 Dios dio a conocer todos los secretos contenidos en las
6 palabras de sus siervos los profetas. Porque la visión es para tiempo fijado y ciertamente ha de realizarse sin falta (Hab 2,3a).
7 La interpretación de esto es que el último fin tardará, y
8 ultrapasará todo lo que dijeron los profetas, porque los secretos de Dios son maravillosos.
9 Si tarda, espérala, que ciertamente llegará. No faltará (Hab 2,3b).
10 La interpretación de esto concierne a los hombres de verdad
11 a aquellos que practican la ley y cuyas manos no descansarán en el servicio
12 de la verdad, aun cuando el fin de los tiempos parecerá alejarse cada vez más de ellos
13 Porque todos los tiempos de Dios llegarán en el momento preciso
14 como él los determinó, según el secreto designio de su sabiduría. Su alma es soberbia, no es recta (Hab 2,4a).
15 La interpretación es que se duplicarán sobre él los castigos,
16 serán destruidos a la hora del juicio.

Col. 8
1 Mas el justo, por su fe, vivirá (Hab 2,4b).
La interpretación de esto se refiere a todos los que practican la ley en la casa de Judá.
2 Dios los salvará en el juicio a causa de sus sufrimientos y de su fe en el Maestro de Justicia.
3 Sí, ciertamente la riqueza hace perder la cabeza al hombre soberbio.
4 No tendrá sosiego el que abre su boca como el Sheol y es insaciable como la muerte.
5 Se apodera de todas las naciones, amontona en torno a sí todos los pueblos.
6 ¿No habrán de lanzar todos éstos contra él proverbios, burlas, sátiras, diciendo: ¡Ay del
7 que amontona lo que no es suyo!,
8 ¿hasta dónde dejará crecer su deuda? (Hab 2,5–6).
9 La explicación de esto concierne al sacerdote impío, que al comienzo de sus funciones fue llamado con el nombre de la verdad; pero una vez que hubo establecido su
10 dominio en Israel, su corazón se ensoberbeció, y abandonó
11 a Dios y traicionó sus órdenes por causa de la riqueza. Vivió haciendo extorsiones. Amontonó las riquezas de los hombres de violencia, rebeldes contra Dios.
12 Arrancó los haberes de los pueblos, acumulando contra sí las peores iniquidades.
13 Recorrió caminos abominables, manchándose con toda clase de impureza. Se levantarán quienes te pidan cuentas,
14 se despertarán quiénes te persigan. Por haber despojado a muchos,
15 te despojará a ti todo el resto de los pueblos (Hab 2,7–8a).
16 La explicación de esto se refiere al sacerdote que se rebeló contra los preceptos de Dios,
17 y Dios lo entregó en manos de sus enemigos, que cayeron sobre él [para atormentarlo].

Col. 9
1 [El Señor permitió que fueran ellos] quienes le infligiesen los castigos de sus crímenes.
2 Practicaron sobre él horrores, males terribles, ejercitaron venganzas sobre su cuerpo.
3 En cuanto a lo que se dice: «Por haber despojado a muchos países te despojará a ti el resto de los pueblos»
4 su explicación se refiere a los sacerdotes
5 de Jerusalén, en estos últimos tiempos; a los que acumulan riquezas y se [lanzan] sobre el botín,
6 que proviene del pillaje que practican sobre los pueblos. Pero en el futuro sus riquezas y el fruto de sus robos
7 serán entregados a la armada de los kittim.
8 A ellos es a quienes se refiere eso de «el resto de las naciones».
9 Por haber derramado la sangre. Por haber hecho la violencia contra sus países, sus ciudades y sus habitantes (Hab 2,8b). La explicación de esto se refiere al sacerdote impío, el cual, por su mala conducta
10 contra el Maestro de Justicia y contra los miembros de su comunidad,
11 fue entregado por Dios en manos de sus enemigos para ser abatido.
12 Se vio sumergido en una total desesperación, herido con un golpe mortal, por haberse comportado de modo inicuo contra su Elegido.
13 Pobre de quien se enriquece sin escrúpulos para poner en alto su hogar y escapar a las desventuras.
14 Con tu proceder (al derribar muchos pueblos) has hecho caer sentencia de vergüenza para tu casa. Contra ti mismo has pecado.
15 La piedra de tu muro grita contra ti y desde el techo las vigas responden (Hab 2,9b–11).
16 La explicación de esto se refiere al sacerdote impío, que con dinero impuro construyó sus casas para que le sirvieran de protección.

Col. 10
1 Pues las piedras de esas casas se levantan a costa de la opresión [de los débiles] y el maderamen de sus vigas con el producto de la extorsión.
2 En cuanto a lo que se dice: «Con tu proceder (al derribar muchos pueblos) ... contra ti mismo has pecado»,
3 se refiere al tribunal donde Dios establecerá su juicio
4 en medio de muchos pueblos. Allí lo hará comparecer para el juicio
5 en presencia de ellos, será declarado culpable y lo condenará al fuego y azufre.
6 Pobre de quien construye una ciudad con sangre y funda un pueblo con la injusticia.
7 ¿No fue acaso así como el Señor de los ejércitos lo dispuso?
8 Que los pueblos se fatiguen para el fuego y las gentes se agoten para nada (Hab 2,12–13).
9 Esto se refiere al que destila mentira y extravió a muchos para
10 edificar con sangre una ciudad de orgullo y para
11 reunir una comunidad en la mentira, buscando su propia gloria.
12 A todos impuso grandes fatigas para una obra de vanidad, para adiestrarlos en las obras de falsedad.
13 Sin embargo, su trabajo será inútil: con todo esto, lo que hace es prepararse el juicio por el fuego. ¡Ellos que se burlaron de los elegidos y los ultrajaron!
14 Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Yahvé, como las aguas que cubren el mar (Hab 2,14).
15 La explicación de esta palabra es que se convertirán y serán abandonados los caminos

Col. 11
1 de mentira. Luego, en seguida les será revelada
2 la ciencia abundante como las aguas del mar.
3 Pobre del que da de beber a su prójimo en su furor y le añade veneno hasta embriagarlo para examinar sus fiestas (Hab 2,15).
4 La interpretación se refiere al sacerdote impío, que persiguió
5 al Maestro de justicia para aniquilarlo en el transporte de su furor,
6 siguiéndolo hasta el lugar de su exilio.
7 Fue al acabar un Shabbat, en el día de Kippur, cuando se puso a actuar para destruirlos,
8 para que fuesen abatidos en el día de ayuno, en el reposo del sábado.
9 Serás saciado de ignominia en vez de gloria. Bebe ahora hasta embriagarte, hasta que tropieces.
10 Se derrama contra ti la copa que Yahvé tiene en su
11 mano. El echará vergüenza sobre tu gloria (Hab 2,16).
12 La interpretación de esto concierne al sacerdote impío, porque su vergüenza es mayor que su gloria;
13 porque no circuncidó el prepucio de su corazón.
14 Antes al contrario, marchó por las sendas de la embriaguez
15 para poder apagar su sed. Pero dejad: «el cáliz de la ira de Yahvé lo devorará "sin falta»...

Col. 12
1 Porque la violencia ejercida sobre el Líbano caerá sobre ti y el estrago de los animales te aterrará a causa de la sangre urbana derramada y de las violencias
2 que cometiste contra el país y contra todos sus habitantes (Hab 2,17). La explicación de esto
3 se relaciona con el sacerdote impío. Tal será la retribución que le será acordada para pagarle el mal que hizo a los pobres.
4 Porque el Líbano es el consejo de la comunidad y los animales
5 son la gente sencilla de Judá que observa la ley.
6 Dios lo condenará al exterminio, del mismo modo que él había planeado exterminar a los pobres.
7 Como fue dicho: a causa de la sangre urbana derramada y de las violencias que cometiste contra el país.
8 La explicación es: la ciudad es Jerusalén (sangre urbana),
9 en la cual el sacerdote impío manchó y profanó el santuario de Dios; «y de las violencias que cometiste contra el país» se refiere a
10 las ciudades de Judá, en las cuales él robó las pertenencias de los pobres.
11 ¿De qué sirve una estatua que un autor esculpió? ¿De qué sirve una imagen, sus oráculos de mentira?
12 ¿De qué la confianza que su artífice pone en ella al fabricar ídolos mudos? (Hab 2,18).
13 Esta palabra debe ser entendida como referente a todas las imágenes que ellos fabricaron para que les sirvieran
14 de dioses y para prosternarse delante de ellas. Cierto que no les salvarán en el día del juicio.
15 Pobre del que dice al madero: «¡Despierta!», y a la piedra muda: «¡Levántate!». Están, sí, cubiertos de oro y de plata, pero sin un soplo de vida en su interior. Yahvé habita en su templo santo, prostérnese ante él toda la tierra.

Col. 13
1 La explicación se refiere a todas las naciones que sirven a ídolos de piedra y de madera
2 [...], pero, en el día del juicio de Dios, [El Señor] hará desaparecer a todos los que sirven a los ídolos.
3 [...]
4 [...] los impíos de la tierra ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

domingo, 15 de enero de 2012

MITOS Y LEYENDAS NAHUATL -QUETZALCOATL-


MITOS Y LEYENDAS
NAHUATL

QUETZALCÓATL


ADAPTACIÓN MARKO CASTILLO

Al principio los dioses crearon el cielo y la tierra, pero seguían tristes porque no había nadie que viviera en ella. CITLALINICUE, CITLATÓNAC, APANTECUHTLI, TEPANQUIZQUI, QUETZALCOATL Y TEZCATLIPOCA son los seis dioses de la creación.
Quetzalcóatl se fue al mundo de los muertos que se llama Mictlán. Allá reinan Mictantecuhtli y Mictlancihuatl. Quetzalcóatl les dijo que venía a llevarse los huesos preciosos que guardaban allí. Obviamente, le preguntaron qué pensaba hacer con ellos y Quetzalcóatl les explicó que los necesitaba para que alguien poblara la tierra. Mictlantecuhtli estuvo de acuerdo pero antes, le exigió a Quetzalcóatl que tocara su caracol y que diera 4 vueltas a su círculo precioso.
La dificultad en cuanto a lo primero es que el caracol que le entregaron no tenía agujero y por ello no podía sonar. Quetzalcóatl llamó a los gusanos para hacer el hoyo y luego abejas y abejorros para hacerlo sonar.
Cuando lo oyó, le permitieron tomar los huesos, pero a sus espaldas le dice a sus hombres que le digan que los tiene que dejar.
Cuando Quetzalcóatl vio esto llamó a sus nahuales y mientras decía que los iba a dejar cogió los huesos preciosos y subió.
Los huesos de hombres y mujeres estaban unos al lado de los otros y Quetzalcóatl de ambos. Mictlantecuhtli se dio cuenta y llamó a sus dioses para que hicieran un agujero y efectivamente, a Quetzalcóatl lo asustaron las codornices y murió cuando cayó en el hoyo y los huesos, hechos polvo, se esparcieron por todos lados y algunos se los comieran las codornices. Quetzalcóatl resucita y se da cuenta de lo que le había sucedido y muy triste le pregunta a su nahual qué hacer y éste le dijo que hiciera lo único que podía hacer: recoger lo que había quedado todavía tirado por ahí y llevarlo a Tamoancan.
En cuanto llegaron allá, Quilaztli o Cihuacóatl se los recibió, los molió y los puso en un barreño precioso. Quetzalcóatl se clavó una espina en el pene y con la sangre regó los huesos molidos y en este momento nacieron los macehuales (los merecidos por la penitencia), que son fruto de la penitencia de los dioses.

MITOS HEBREOS -LA EMBRIAGUEZ DE NOE-


MITOS HEBREOS
LA EMBRIAGUEZ DE NOÉ


POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI

Noé, el primer hombre que planta una viña, hizo vino con sus uvas, se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda.
Cam, el padre de Canaan, vio la desnudez de su padre y fue a decírselo a sus hermanos Sem y Jafet. Estos tomaron el manto, se lo pusieron sobre los hombros y, yendo de espaldas, vuelto el rostro, cubrieron, sin verla, la desnudez de su padre. Cuando despertó Noé de su embriaguez supo lo que con él había hecho el menor de sus hijos (sic) y exclamó: "Maldito Canaán, siervo de los siervos de sus hermanos será. Bendito Yahvéh, Dios de Sem. Y sea Canaán siervo suyo. Dilate
Dios a Jafet, y habite éste en las tiendas de Sem y sea Canaán su siervo".
Noé vivió otros trescientos cincuenta años.
Algunos adornan esta fábula y dicen que Noé llevó simiente de uva al arca —o una cepa de Edén— la que plantó en el monte Lubar, una de las cumbres de Ararat. Sus vides dieron fruto ese mismo día y, antes de que anocheciera, recogió las uvas, las prensó, hizo vino y lo bebió en abundancia.
Samael, el ángel caído, fue a ver a Noé esa mañana y le preguntó: "¿Qué haces?" Noé contestó: "Planto vides". "¿Y qué son esas vides?" "El fruto es dulce, ya se lo coma fresco o seco, y produce vino para alegrar el corazón del hombre".
Samael exclamó: "Vamos, compartamos esa viña, pero no traspases los límites de mi mitad para que no te haga daño".
Cuando Noé accedió, Samael mató un cordero y lo enterró bajo una v i d ; luego hizo lo mismo con un león, un cerdo y un mono, de modo que sus vides bebieron la sangre de los cuatro animales. En consecuencia, aunque un hombre sea menos valiente que un cordero antes de probar el vino, después de beber un poco se jactará de ser tan fuerte como un león; y si bebe con exceso se hará como un cerdo y ensuciará sus ropas; y si bebe todavía más se hará como un mono, tambaleará tontamente, perderá el juicio y blasfemará contra Dios. Y eso fue lo que le sucedió a Noé.
Algunos dicen que cuando estaba completamente embriagado se desnudó, y en aquel momento Canaán, el hijo menor de Cam, entró en la tienda, maliciosamente ató una fuerte cuerda alrededor de los órganos genitales de su abuelo, apretó la cuerda y castró a Noé. Luego entró Cam, vio lo que había sucedido y se lo dijo a Sem y Jafet, sonriendo como si fuera una broma de
personas ociosas en la plaza del mercado; pero se ganó sus maldiciones.
Otros dicen que fue Cam quien postergó a Noé, quien, cuando despertó de su embriaguez y se dio cuenta de lo que le habían hecho, exclamó: "¡Ahora no puedo engendrar el cuarto hijo a cuyos hijos habría ordenado que os sirvieran a ti y a tus hermanos! Por consiguiente, tendrá que ser Canaán, tu primogénito, a quien esclavizarán. Y como me has incapacitado para hacer cosas feas en la oscuridad de la noche, los hijos de Canaán nacerán feos y negros. Además, porque volviste la cabeza para ver mi desnudez, el cabello de tus nietos estará ensortijado y sus ojos
enrojecidos; y porque tus labios se burlaron de mi desgracia, los de ellos se hincharán; y porque tú descuidaste mi desnudez, ellos andarán desnudos y sus miembros viriles se alargarán vergonzosamente".
A los hombres de esta raza se los llama negros; su antepasado Canaán les ordenó que amaran el robo y la fornicación, que se unieran en el odio a sus amos y que nunca dijeran la verdad.
Sin embargo, otros exculpan a Cam de ese delito. Dicen que cuando Noé desembarcó en el Ararat el león enfermo mostró una vil ingratitud golpeando sus órganos genitales con la zarpa, de modo que en adelante ya no pudo realizar el acto marital.
Por esta razón Sem ofreció el sacrificio en lugar de Noé, pues a los hombres que han sufrido ese daño les está prohibido servir en el altar de Dios.

domingo, 8 de enero de 2012

MITOS HEBREOS -EL DILUVIO-


MITOS HEBREOS
EL DILUVIO


POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI

Noé se mostraba tan poco dispuesto a perder su inocencia que, aunque le instaban con frecuencia a casarse, esperó hasta que Dios le encontró a Naamá, hija de Enoc, la única mujer desde Istahar que había permanecido casta en aquella generación corrompida.
Sus hijos fueron Sem, Cam y Jafet, y cuando éstos crecieron, Noé los casó con las hijas de Eliakím, hijo de Matusalén.
Advertido por Dios de que se acercaba el Diluvio, Noé difundió la noticia entre la humanidad, y predicaba el arrepentimiento a dondequiera que iba. Aunque sus palabras quemaban como antorchas, la gente se burlaba de é l : "¿Qué es ese diluvio? Si es un diluvio de fuego, tenemos alitha (¿amianto?) que es inmune a é l ; si es un diluvio de agua, tenemos láminas de hierro para contener cualquiera inundación que pueda brotar de la tierra.
Contra el agua del cielo podemos utilizar un aqeb (¿toldo?)" Noé les advirtió entonces: "¡Pero Dios enviará aguas que burbujearán bajo vuestros pies!" Ellos se jactaron: "Por grande que sea ese diluvio, nosotros somos tan altos que el agua no podrá llegarnos al cuello; y si Él abriese las compuertas de Tehom nosotros las cerraremos con las plantas de nuestros pies".
Dios ordenó a Noé: "Hazte un arca de maderas resinosas, divídela en compartimientos y la calafateas con pez por dentro y por fuera. ,. Entraréis en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. -. De todos los animales puros toma dos setenas, machos y hembras, y de los impuros, dos parejas, machos y hembras. También de las aves puras dos setenas, machos y hembras, para que se salve su prole sobre la haz de la tierra toda". También debía proporcionarles alimentos de toda clase. Noé pasó cincuenta y dos años construyendo el arca; trabajaba lentamente con la esperanza de demorar la venganza de Dios.
Dios mismo diseñó el arca, la que tenía trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta de alto. "Harás en ella un tragaluz, y a un codo sobre éste acabarás el arca por arriba; la puerta la haces a un costado; harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso". Cada piso estaba dividido en centenares de compartimientos; el primer piso alojaría a todos los animales salvajes y domesticados; el segundo a todas las aves; y el tercero a todos los reptiles y además a la familia de Noé.
Ciertas ánimas errantes entraron también en el arca y se salvaron. Un par de monstruos demasiado grandes para cualquier compartimiento sobrevivieron, sin embargo: el búfalo, que nadaba detrás, con el hocico apoyado en la popa, y el gigante Og. Este era hijo de Hiya y de la mujer que luego se casó con Cam y que suplicó a Noé que mantuviera la cabeza de Og fuera del agua dejándole que se asiese a una escala de cuerdas. En agradecimiento, Og juró que sería esclavo de Noé, pero aunque Noé lo alimentó compasivamente a través de una portañola,
reanudó luego sus maldades.
Cuando Noé comenzó a reunir a los animales se sintió desanimado por su tarea y preguntó: "Señor del Universo, ¿cómo voy a realizar esta gran cosa?"
Inmediatamente el ángel guardián de cada clase descendió del Cielo y, llevando una canasta llena de pienso, todos los animales fueron conducidos al arca de modo que cada uno pareció haber ido guiado por su propia inteligencia natural.
Llegaron el mismo día en que murió Matusalén a la edad de novecientos setenta años, una semana antes que comenzara el Diluvio; y Dios designó ese tiempo de aflicción como un tiempo de gracia durante el cual la humanidad todavía podía arrepentirse.
Luego ordenó a Noé que se sentara junto a la puerta del arca y observara a cada criatura cuando se dirigía hacia é l . Los que se agachaban en su presencia debían ser admitidos y los que permanecían erguidos debían ser excluidos. Algunos autores dicen que, de acuerdo con las órdenes de Dios, si el macho dominaba a la hembra de su especie, ambos eran admitidos, pero no en el caso contrario- Y que Él dio esas órdenes porque ya no eran sólo los hombres los que cometían bestialidad. Los animales mismos rechazaban a sus hembras: el caballo semental
montaba a la asna, el asno a la yegua, el perro a la loba, la serpiente a la tortuga, etcétera; además las hembras dominaban con frecuencia a los machos. Dios había decidido destruir a todas las criaturas, excepto a las que obedecían Su voluntad.
La tierra se estremeció, sus cimientos temblaron, el sol se oscureció, comenzó a relampaguear y a tronar y una voz ensordecedora, otra igual a la cual nunca se había oído hasta entonces, rodó a través de las montañas y las llanuras.
Así trató Dios de aterrorizar a los malhechores para que se arrepintieran, pero sin conseguirlo. Eligió el agua más bien que el fuego como el castigo apropiado para sus vicios execrables y abrió las compuertas del Cielo separando a dos Pléyades; así dejó que las Aguas de Arriba y las de Abajo —los elementos masculino y femenino de Tehom, que había separado en los días de la Creación— se reunieran y destruyeran el mundo en un abrazo cósmico.
El Diluvio comenzó en el día decimoséptimo del segundo mes, cuando Noé tenía seiscientos años de edad. Él y su familia entraron en el arca y Dios mismo cerró la puerta tras ellos. Pero ni siquiera Noé podía creer todavía que Dios iba a destruir una obra tan magnífica y en consecuencia había esperado hasta que las olas le cubrieron los tobillos.
Las aguas cubrieron rápidamente toda la tierra. Setecientos mil malhechores se reunieron alrededor del arca y gritaban: "¡Abre la puerta, Noé, y déjanos entrar!" Noé les gritó desde dentro: "¿No os insté a que os arrepintieseis durante los últimos cientos veinte años y no quisisteis escucharme?" "Ahora nos arrepentimos", contestaron. "Es demasiado tarde", dijo é l.
Los otros trataron de derribar la puerta, y habrían volcado el arca si una manada de lobos, leones y osos rechazados que trataban también de entrar no hubieran despedazado a centenares de ellos y dispersado a los demás- Cuando las Aguas de Abajo de Tehom se elevaron, los malhechores primeramente arrojaron los niños a los manantiales con la esperanza de obstruir su corriente y luego subieron a los árboles y colinas. Siguió lloviendo torrencialmente y pronto la creciente levantó el arca, hasta que por fin quedó flotando a quince codos sobre las cumbres más altas, pero tan zarandeada por las olas que todo lo que contenía era lanzado de un
lado a otro como las habichuelas en una olla hirviente. Algunos dicen que Dios calentó el diluvio en las llamas del abismo y castigó la lujuria vehemente con agua escaldante; o hizo que lloviera fuego sobre los perversos; o dejó que las aves que se alimentan de carroña les arrancaran los ojos cuando nadaban.
Una perla que colgaba del techo del arca brillaba tranquilamente sobre Noé y su familia. Cuando su luz palidecía, sabía que había llegado el día; cuando brillaba, sabía que se acercaba la noche, y así nunca perdió la cuenta de los sábados. Algunos dicen, no obstante, que esa luz provenía de un libro sagrado que el arcángel Rafael dio a Noé, encuadernado en zafiro y que contenía todo el conocimiento de los astros, el arte de curar y el dominio de los demonios. Noé legó ese libro a Sem, de quien pasó por medio de Abraham a Jacob, Levi, Moisés, Josué y Salomon.
Durante los doce meses siguientes ni Noé ni sus hijos durmieron, pues estaban continuamente ocupados con sus tareas. Algunos animales estaban acostumbrados a comer a primera hora del día o de la noche; otros en la segunda, tercera o cuarta hora, e inclusive más tarde; y cada uno esperaba el pienso que le correspondía: el camello necesitaba paja; el asno, centeno; el elefante, sarmientos; el avestruz, vidrios rotos- Pero, según un relato, todos los animales, aves y reptiles
y el hombre mismo subsistieron con un solo alimento: pan de higo.
Noé suplicó: "¡Señor del Universo, sácame de esta prisión! Mi alma está cansada del hedor de los leones, los osos y las panteras"!. En lo que respectaba al camaleón, nadie sabía cómo alimentarlo, pero un día Noé abrió una granada y salió de ella un gusano que devoró ese animal hambriento. En vista de ello amasó tallos de espinos de camello, hizo una torta y alimentó al camaleón con los gusanos que criaba. Una fiebre mantuvo a los dos leones enfermos durante todo el tiempo; no atacaban a los otros animales y comían pasto como los bueyes. Al ver que el fénix se hallaba acurrucado en un rincón, Noé le preguntó: "¿Por qué no has pedido comida?" "Señor —contestó— tu familia está ya bastante ocupada y no quiero causarle molestias". Noé bendijo al fénix diciendo: "¡Quiera Dios que nunca mueras!" .
Noé había separado a sus hijos de sus esposas y prohibido los ritos maritales: mientras el mundo era destruido no debían pensar en llenarlo de nuevo.
Prohibió lo mismo a todos los animales, aves y reptiles. Sólo desobedecieron Cam, el perro y el cuervo. Cam pecó para salvar a su esposa de la deshonra: si no se hubiera acostado con ella, Sem y Jafet se habrían enterado de que iba a tener un hijo engendrado por el ángel caído Shemhazai. También castigó al perro uniéndolo vergonzosamente a la perra después de la copulación; y al cuervo haciendo que inseminara a la hembra por el pico.
Cuando pasaron ciento cincuenta —según algunos cuarenta— días Dios cerró las compuertas del Cielo con dos estrellas tomadas de la Osa Mayor. Ésta todavía persigue a las Pléyades por la noche gritando: "¡Devolvedme mis estrellas!"
Luego envió un viento que hizo que las aguas de Tehom se derramaran por el borde de la Tierra y el Diluvio fue disminuyendo lentamente. El día veintisiete del séptimo mes el arca se asentó sobre los montes de Ararat. El día primero del décimo mes aparecieron las cumbres de los montes. Pasados cuarenta días más abrió Noé la ventana que había hecho en el arca y ordenó al cuervo que saliera y trajera noticias del mundo exterior. El cuervo replicó insolentemente: "Dios, tu señor, me odia, y tú también. ¿No fueron sus órdenes: 'Toma siete de todos los animales puros y dos de todos los impuros?' ¿Por qué me elíjes para esta misión peligrosa cuando mi compañera y yo somos solamente dos? ¿Por qué no utilizas a las palomas, que son siete? Si yo muriese de calor o frío el mundo se quedaría sin cuervos. ¿O es que codicias a mi hembra?" Noé exclamo: "¡Oh, malvado! Hasta mi esposa me está prohibida mientras estamos a bordo. ¿Cuánto más tu hembra, criatura que no es de mi clase?" Al oír eso, el cuervo se ocultó- Noé registró el arca con cuidado y al poco tiempo encontró al tunante oculto bajo el ala del águila y le dijo: "¡Malvado! ¿No te ordené que salgas para ver si han bajado las aguas? ¡Sal inmediatamente!" El cuervo replicó con impudencia: "Es lo que pensaba. ¡Codicias a mi compañera!" Noé, airado, exclamó: "¡Qué Dios maldiga el pico que pronunció esa calumnia!" Y todos los animales que le oyeron dijeron: "¡Amén!" Noé abrió la claraboya y el cuervo —que entretanto había empreñado al águila y a otras aves que se alimentan de carroña, depravando así sus naturalezas— salió volando, pero volvió en seguida. Lo envió otra vez y volvió también.
La tercera vez se quedó afuera saciándose en los cadáveres.
Entonces Noé dio la misma orden a una paloma, la que como no hallase donde posar el pie, se volvió al arca, porque las aguas cubrían todavía la superficie de la tierra. Sacó Noé la mano y cogiéndola la metió en el arca. Esperó otros siete días, y al cabo de ellos soltó otra vez la paloma, que volvió a él a la tarde, trayendo en el pico una ramita verde de olivo. Conoció por esto Noé que las aguas no cubrían ya la tierra, pero todavía esperó otros siete días, y volvió a soltar la paloma, que ya no volvió más a é l . El año seiscientos uno, en el primer mes, el día primero de él, comenzó a secarse la superficie de la tierra, y abriendo Noé el techo del arca miró y sólo vio un vasto mar de barro que se extendía hasta las lejanas montañas. Aun la tumba de Adán había desaparecido. El día veintisiete del segundo mes estaba ya seca la tierra y Noé pudo desembarcar.
Tan pronto como sus pies tocaron la tierra tomó piedras y erigió un altar a Yahvéh, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció sobre el altar un holocausto.
Dios aspiró el suave olor y se dijo en su corazón: "No volveré ya más a maldecir a la tierra por el hombre, pues los deseos del corazón humano, desde la adolescencia, tienden al mal; no volveré ya a exterminar todo viviente, como acabo de hacer. Mientras dure la tierra habrá sementera y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche". Bendijo Dios a Noé y sus hijos, diciéndoles: "Procread y multiplicaos y llenad la tierra; que os teman y de vosotros se espanten todas las
fieras de la tierra, y todos los ganados, y todas las aves del cielo, todo cuanto sobre la tierra se arrastra y todos los. peces del mar, los pongo todos en vuestro poder".
También les permitió que comieran carne, con la condición de que antes le quitaran la sangre, y les explicó: "El alma de un animal está en su sangre". E instituyó la pena de muerte para todo hombre o animal que matara. Luego puso el arco iris en el firmamento y dijo: "Cuando cubriere yo de nubes la tierra aparecerá el arco y me acordaré de mi pacto con vosotros'.

lunes, 2 de enero de 2012

MITOS Y LEYENDAS NAHUATL -LOS CUATRO SOLES-


MITOS Y LEYENDAS
NAHUATL

LOS CUATRO SOLES



ADAPTACIÓN MARKO CASTILLO

Cuando los dioses, contentos de haber terminado, revisaron la creación, se dieron cuenta de que el sol no estaba bien, alumbraba poco y sus rayos no calentaban la tierra. Se reunieron para crear otro.
Tezcatlipoca Negro se ofreció a serlo. En la primera era fue el único en alumbrar y calentar la tierra. Quetzalcóatl sintió deseos de brillar. Tiró a Tezcatlipoca Negro al agua y se convirtió en el astro de la segunda era. Tezcatlipoca Negro vuelto tigre de un zarpazo pudo derribarlo y devoró a los gigantes que habían creado. Quetzalcóatl enojado soltó vientos y ciclones. Los hombres se asustaron, lamentaban no ser animales para huir al monte como ellos. Los dioses los transformaron en monos. Se sentaron a ver su creación, sin hombres.
Tláloc dijo que él sería el tercer sol. Pero como era dios de la lluvia, hizo caer fuego, los ríos eran llamas. La gente tuvo miedo y pidió ser pájaro para salvarse. Los dioses convirtieron a la gente en gaviotas zenzontles, águilas, búhos y en muchas otras aves.
Quetzalcóatl le propuso a Chalchiutlicue, diosa del agua, que ella fuera el cuarto sol. Aceptó sin resultado porque produjo lluvias e inundaciones. La gente aterrorizada pedía ser pez para protegerse. Llovió tanto que el cielo se cayó sobre la tierra y Quetzalcóatl y Tezcatlipoca Negro tuvieron que convertirse en árboles para levantarlo. Los dioses se pusieron tristes porque habían fallado en la creación del sol y habían acabado con la raza humana al transformarlos en peces.

MITOS HEBREOS -EL NACIMIENTO DE NOE-


MITOS HEBREOS
EL NACIMIENTO DE NOÉ

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI


Caín murió varias generaciones después a manos de su tataranieto Lamec. Este Lamec era un gran cazador y, como todos los otros descendientes de Caín, se casó con dos esposas. Inclusive cuando estaba ya viejo y ciego seguía cazando, guiado por su hijo Tubal Caín. Siempre que Tubal Caín veía un animal dirigía la puntería de Lamec. Un día le dijo a Lamec: "Veo una cabeza que asoma en aquel cerro". Lamec estiró el arco y Tubal Caín colocó la flecha, que atravesó la cabeza. Pero cuando fue a recoger la caza, exclamó: "¡Padre, has matado a un hombre con un cuerno en la frente!" Lamec contestó: "¡Ay, tiene que ser mi antepasado Caín!", y en su aflicción golpeó sus manos una con otra, con lo que inadvertidamente mató también a Tubal Caín.
Lamec se lamentó durante todo el día junto a los cadáveres, pues la ceguera le impedía encontrar el camino para volver a su casa. AI anochecer lo encontraron sus esposas Ada y Sela. Lamec les d i j o : "Mujeres de Lamec, dad oídos a mis palabras. Por una herida maté a un hombre, y a un joven por un cardenal. Si Caín será vengado siete veces, Lamec lo será setenta veces siete". En ese momento la tierra se abrió y tragó a todos los parientes más próximos de Caín, con excepción de Enoc: o sea a Irad, Mehuyael, Matusalén y sus familias.
Lamec dijo a sus esposas: "¡Entrad en mi lecho y esperadme allí!" Sela contestó: "Has matado a nuestro antepasado Caín y a mi hijo Tubal Caín; por consiguiente ninguna de nosotras se acostará contigo". Lamec replicó: "Esta es la voluntad de Dios.
Siete generaciones, el tiempo concedido a Caín, han transcurrido.
¡Obedecedme!" Pero ellas dijeron: "No, pues todo hijo nacido de esta unión sería condenado"- Lamec, Ada y Sela fueron en busca de Adán, que todavía vivía, y le pidieron que juzgase entre ellos. La primera que habló fue Sela: "Lamec ha matado a tu hijo Caín y también a mi hijo Tubal Caín". Lamec declaró: "Ambas muertes han sido causadas por inadvertencia, pues estoy ciego", Adán dijo a Ada y Sela: "Debéis obedecer a vuestro marido".
Sela le dio a Lamec un hijo ya circunciso, señal de la gracia especial de Dios. Lamec lo llamó Noé, y encontró gran consuelo en él. Las mejillas de Noé eran más blancas que la nieve y más rojas que una rosa; sus ojos como los rayos del sol matinal, su cabello largo y rizado, su rostro fulgurante de luz.
Eso le hizo sospechar que era un bastardo engendrado con Sela por uno de los Veladores o ángeles caídos; pero Sela juró que le había sido fiel. Consultaron con su antepasado Enoc, quien recientemente había sido llevado al Cielo. Su profecía: "¡En vida de Noé hará Dios una cosa nueva en la tierra!", dio a Lamec la seguridad que necesitaba.
Cuando nació Noé, lo que coincidió con la muerte de Adán, el mundo mejoró mucho. Hasta entonces, cuando segaban el trigo, la mitad de las cosechas eran de espinos y abrojos. Entonces Dios levantó su maldición. Y en tanto que hasta entonces todos los trabajos se habían hecho con sólo las manos, Noé enseñó a los hombres a hacer arados, hoces, hachas y otras herramientas.
Pero algunos atribuyen la invención del arte de la forja a Tubal Caín, su hermano difunto.