PESHER DE HABACUC
-1QpHab-
(Qumrán)
Traducción de M. Jiménez–F. Bonhomme
Col. 1
1 Oráculo que vio Habacuc, profeta: ¿Hasta cuándo, ¡oh Yahvé!, te suplicaré sin que oigas? (Hab 1,1–2a).
2 La explicación de esto se refiere a la generación última, en el día en que invoquen la misericordia de Dios sobre ellos.
3 ¿Hasta cuándo gritaré hacia ti: «¡Auxilio!», sin que envíes tu salvación? (Hab 1,2b).
4 La explicación de esto se refiere a los que claman por causa de la violencia.
5 ¿Por qué me haces ver la iniquidad y soportas la vista de la aflicción? (Hab 1,3a).
6 La explicación de esto se refiere a los que levantan sus miradas a Dios al contemplar la infidelidad del pueblo.
7 La opresión y la violencia se hallan ante mí,
8 sólo la querella y la disputa prosperan (Hab 1,3b).
9 La explicación de esto se refiere a los que, perseguidos por la mala voluntad de los malvados, recurren a Dios.
10 Por eso se embota la ley y el derecho no resplandece (Hab 1,4a).
11 La explicación de esto se refiere a los impíos, que desprecian la ley.
12 Sí, el impío asedia al justo (Hab 1,4b).
13 La explicación de esto se refiere al impío, que es el sacerdote perverso, y al justo, que es el Maestro de Justicia.
14 Por ello el derecho se tuerce (Hab 1,4c).
15 La explicación de esto es que la impiedad triunfa y no [la justicia].
Col. 2
1 Mirad a las naciones y ved. Quedaréis sobrecogidos y estupefactos, pues está para cumplirse en vuestros días una obra que, si os la cantaran, no la creeríais (Hab 1,5).
2 Esto se refiere a los impíos y al hombre de mentira porque ellos no
3 quisieron creer en el Maestro de justicia cuando hablaba en nombre de Dios. Esto concierne a los que traicionan la nueva [Alianza] ,
4 porque no dieron fe en la Alianza de Dios y blasfemaron de su nombre santo.
5 Del mismo modo, esta palabra se debe interpretar como lo que
6 en el final de los días pasará a los traidores. Estos son los violentos, los que no querrán creer
7 cuando oigan todo lo que habrá de suceder a la generación siguiente.
8 [Lo oirán] de la boca del sacerdote que Dios colocó en Judá
9 para explicar todas las palabras de sus servidores los profetas, por medio de los cuales
10 Dios describió todas las cosas que tendrán que suceder a su pueblo.
11 Pues he aquí que voy a suscitar a los kittim, pueblo feroz y arrebatado (Hab 1,6a).
12 La interpretación de esto se refiere a los kittim,
13 que son rápidos y valientes en el combate y capaces de destruir a muchos.
14 Bajo la dominación de los kittim y de los impíos, el pueblo
15 ya no aceptará más los preceptos de [la Alianza].
Col. 3
1 Que marchará por las anchuras de la tierra (Hab 1,6b).
Esto es, directamente avanza para destruir y para saquear
2 las aldeas del país. Por eso dice así:
3 Para apoderarse de moradas ajenas (1,6b).
Es espantoso y terrible.
4 Sus pretensiones y su arrogancia emanan de él mismo (1,7).
La interpretación de esto se refiere a los kittim,
5 los cuales infundirán terror y susto en todos los pueblos. Con premeditación son concebidos todos sus planes para hacer
6 el mal. Con astucias y artimañas tratan a todos los pueblos. Sus caballos son más rápidos que la pantera
7 y más ardientes que los lobos de la noche. Sus caballeros avanzan con insolencia.
8 Vuelan como el águila que se precipita para devorar su presa. Sus rostros ardientes son como el viento
9 abrasador (Hab 1,8).
10 La explicación de esto concierne a los kittim, que pisotean la tierra
11 con sus caballos y los animales que traen de muy lejos, de las islas del mar,
12 para devorar todos los pueblos, como hace el gavilán, que nunca se sacia.
13 Hablan a los pueblos con furor, resoplando con ira por las aletas de su nariz.
14 Por eso se dice: Amontonan cautivos como arena (Hab 1,9).
15 La explicación de esto se refiere a los kittim, que harán cautivos en todas las naciones.
Col. 4
1 Se burla de los reyes, se mofa de los príncipes (Hab 1,10a).
2 La interpretación de esto es que ellos humillan a los grandes y desprecian
3 a los que ocupan altos cargos. Se ríen de los príncipes y se burlan del pueblo numeroso.
4 Desprecia toda plaza fuerte, alza un terraplén y las toma (Hab 1,10b).
5 La explicación de esto se refiere a los jefes de los kittim, que
6 desprecian las plazas fuertes de los países, de los cuales se mofan con
7 palabras burlonas. Las rodean con mucha
8 gente para apoderarse de ellas. Movidas por el terror y por el temor, se entregan en sus manos y ellos (los kittim) acaban por exterminar aun lo que ya estaba en ruinas.
9 Luego el huracán muda de dirección y pasa. ¡El, que hacía de la fuerza su Dios! (Hab 1,11).
10 La explicación de esto se refiere a los jefes de los kittim, que,
11 conforme al parecer de su partido de pecado, se
12 suceden unos a otros. Dominando sin interrupción,
13 vienen para destruir a las naciones. Hace de la fuerza su dios.
14 La explicación de esto se refiere a la pretensión de dominar a todos los pueblos.
Col. 5
1 ¿No eres tú desde antiguo, Yahvé, mi Dios, mi santo, tú que no puedes morir? (Hab 1,12–13a).
Tú, Señor, lo destinaste para el juicio (a los kittim) y lo colocaste como roca para castigar.
2 Puros son tus ojos para ver la iniquidad. No miras el mal (Hab 1,13b).
3 La interpretación de esto es que el Señor no aniquilará a su pueblo por mano de las naciones.
4 Al contrario, por la mano de su elegido juzgará a todas
5 las naciones, Entonces llegará la hora del castigo. Serán castigados todos los impíos de su pueblo. Todos los que se sometieron a
6 las imposiciones [de los invasores] en el día de la tribulación. Todavía queda lo que dice la otra frase: «Puros son tus ojos para ver la iniquidad».
7 La interpretación de esto se refiere a los que no siguieron los deseos perversos
8 de sus ojos en el tiempo de la impiedad. ¿Por qué, pues, miras a los pérfidos y callas mientras el impío devora al que es
9 más justo que él? (Hab 1,13c).
10 La interpretación de esto se refiere a la casa de Absalón y a los hombres de su consejo, que callaron durante la persecución
11 contra el Maestro de Justicia y no fueron capaces de rebelarse
12 contra el hombre de mentira, que había rechazado la ley, en medio de sus juntas.
13 Trataste a los hombres como a los peces del mar. Los dominaste como se domina a un reptil.
14 El los apresa con su anzuelo, los encierra en sus redes, los recoge en sus mallas.
15 Por ello se alegra y se regocija. Por eso ofrece sacrificios a sus mallas, ofrendas humeantes a sus redes. Pues por ellas acrecienta su provisión (Hab 1,14–15).
Col. 6
1 Todo esto se refiere a los kittim. Ellos reúnen sus riquezas
2 con todas sus rapiñas, como los peces del mar.
3 Y en cuanto a lo que se dice: «Por eso ofrece sacrificios a sus mallas, ofrendas humeantes a sus redes»;
4 la interpretación de esto es que ellos ofrecen sacrificios a sus insignias, y
5 sus armas de guerra son objeto de veneración porque gracias a ellas «óptima es su parte y
6 escogido su manjar». Esto significa que reparten del mismo modo su carga y
7 su tributo, lo que ellos llaman «manjar», sobre todos los pueblos,
8 año por año, devastando muchas tierras.
9 Por eso desenvaina continuamente su espada para masacrar naciones sin tener piedad de ellas (Hab 1,17).
10 La interpretación de esto se refiere a los kittim, que hacen morir a muchos al filo de la espada:
11 jóvenes, adultos, gente de edad avanzada, mujeres,
12 adolescentes y hasta el mismo fruto que está en las entrañas, sin una migaja de piedad. Yo me estaré de pie en mi puesto de guardia,
13 en pie permaneceré sobre la fortaleza.
14 Me mantendré alerta a ver qué me dice y qué responde a mi querella.
15 Yahvé me respondió diciendo: Escribe la visión y grábala en tabletas, de modo que pueda leerse de corrido (Hab 2,1–2).
Col. 7
1 Se dice esto porque Dios mandó a Habacuc escribir todo lo que iba a suceder
2 en la generación final. No le dio a conocer, sin embargo, la plenitud de los tiempos.
3 La razón que dio fue ésta: «de modo que pueda leerse de corrido».
4 La interpretación de esto se refiere al Maestro de Justicia, al cual
5 Dios dio a conocer todos los secretos contenidos en las
6 palabras de sus siervos los profetas. Porque la visión es para tiempo fijado y ciertamente ha de realizarse sin falta (Hab 2,3a).
7 La interpretación de esto es que el último fin tardará, y
8 ultrapasará todo lo que dijeron los profetas, porque los secretos de Dios son maravillosos.
9 Si tarda, espérala, que ciertamente llegará. No faltará (Hab 2,3b).
10 La interpretación de esto concierne a los hombres de verdad
11 a aquellos que practican la ley y cuyas manos no descansarán en el servicio
12 de la verdad, aun cuando el fin de los tiempos parecerá alejarse cada vez más de ellos
13 Porque todos los tiempos de Dios llegarán en el momento preciso
14 como él los determinó, según el secreto designio de su sabiduría. Su alma es soberbia, no es recta (Hab 2,4a).
15 La interpretación es que se duplicarán sobre él los castigos,
16 serán destruidos a la hora del juicio.
Col. 8
1 Mas el justo, por su fe, vivirá (Hab 2,4b).
La interpretación de esto se refiere a todos los que practican la ley en la casa de Judá.
2 Dios los salvará en el juicio a causa de sus sufrimientos y de su fe en el Maestro de Justicia.
3 Sí, ciertamente la riqueza hace perder la cabeza al hombre soberbio.
4 No tendrá sosiego el que abre su boca como el Sheol y es insaciable como la muerte.
5 Se apodera de todas las naciones, amontona en torno a sí todos los pueblos.
6 ¿No habrán de lanzar todos éstos contra él proverbios, burlas, sátiras, diciendo: ¡Ay del
7 que amontona lo que no es suyo!,
8 ¿hasta dónde dejará crecer su deuda? (Hab 2,5–6).
9 La explicación de esto concierne al sacerdote impío, que al comienzo de sus funciones fue llamado con el nombre de la verdad; pero una vez que hubo establecido su
10 dominio en Israel, su corazón se ensoberbeció, y abandonó
11 a Dios y traicionó sus órdenes por causa de la riqueza. Vivió haciendo extorsiones. Amontonó las riquezas de los hombres de violencia, rebeldes contra Dios.
12 Arrancó los haberes de los pueblos, acumulando contra sí las peores iniquidades.
13 Recorrió caminos abominables, manchándose con toda clase de impureza. Se levantarán quienes te pidan cuentas,
14 se despertarán quiénes te persigan. Por haber despojado a muchos,
15 te despojará a ti todo el resto de los pueblos (Hab 2,7–8a).
16 La explicación de esto se refiere al sacerdote que se rebeló contra los preceptos de Dios,
17 y Dios lo entregó en manos de sus enemigos, que cayeron sobre él [para atormentarlo].
Col. 9
1 [El Señor permitió que fueran ellos] quienes le infligiesen los castigos de sus crímenes.
2 Practicaron sobre él horrores, males terribles, ejercitaron venganzas sobre su cuerpo.
3 En cuanto a lo que se dice: «Por haber despojado a muchos países te despojará a ti el resto de los pueblos»
4 su explicación se refiere a los sacerdotes
5 de Jerusalén, en estos últimos tiempos; a los que acumulan riquezas y se [lanzan] sobre el botín,
6 que proviene del pillaje que practican sobre los pueblos. Pero en el futuro sus riquezas y el fruto de sus robos
7 serán entregados a la armada de los kittim.
8 A ellos es a quienes se refiere eso de «el resto de las naciones».
9 Por haber derramado la sangre. Por haber hecho la violencia contra sus países, sus ciudades y sus habitantes (Hab 2,8b). La explicación de esto se refiere al sacerdote impío, el cual, por su mala conducta
10 contra el Maestro de Justicia y contra los miembros de su comunidad,
11 fue entregado por Dios en manos de sus enemigos para ser abatido.
12 Se vio sumergido en una total desesperación, herido con un golpe mortal, por haberse comportado de modo inicuo contra su Elegido.
13 Pobre de quien se enriquece sin escrúpulos para poner en alto su hogar y escapar a las desventuras.
14 Con tu proceder (al derribar muchos pueblos) has hecho caer sentencia de vergüenza para tu casa. Contra ti mismo has pecado.
15 La piedra de tu muro grita contra ti y desde el techo las vigas responden (Hab 2,9b–11).
16 La explicación de esto se refiere al sacerdote impío, que con dinero impuro construyó sus casas para que le sirvieran de protección.
Col. 10
1 Pues las piedras de esas casas se levantan a costa de la opresión [de los débiles] y el maderamen de sus vigas con el producto de la extorsión.
2 En cuanto a lo que se dice: «Con tu proceder (al derribar muchos pueblos) ... contra ti mismo has pecado»,
3 se refiere al tribunal donde Dios establecerá su juicio
4 en medio de muchos pueblos. Allí lo hará comparecer para el juicio
5 en presencia de ellos, será declarado culpable y lo condenará al fuego y azufre.
6 Pobre de quien construye una ciudad con sangre y funda un pueblo con la injusticia.
7 ¿No fue acaso así como el Señor de los ejércitos lo dispuso?
8 Que los pueblos se fatiguen para el fuego y las gentes se agoten para nada (Hab 2,12–13).
9 Esto se refiere al que destila mentira y extravió a muchos para
10 edificar con sangre una ciudad de orgullo y para
11 reunir una comunidad en la mentira, buscando su propia gloria.
12 A todos impuso grandes fatigas para una obra de vanidad, para adiestrarlos en las obras de falsedad.
13 Sin embargo, su trabajo será inútil: con todo esto, lo que hace es prepararse el juicio por el fuego. ¡Ellos que se burlaron de los elegidos y los ultrajaron!
14 Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Yahvé, como las aguas que cubren el mar (Hab 2,14).
15 La explicación de esta palabra es que se convertirán y serán abandonados los caminos
Col. 11
1 de mentira. Luego, en seguida les será revelada
2 la ciencia abundante como las aguas del mar.
3 Pobre del que da de beber a su prójimo en su furor y le añade veneno hasta embriagarlo para examinar sus fiestas (Hab 2,15).
4 La interpretación se refiere al sacerdote impío, que persiguió
5 al Maestro de justicia para aniquilarlo en el transporte de su furor,
6 siguiéndolo hasta el lugar de su exilio.
7 Fue al acabar un Shabbat, en el día de Kippur, cuando se puso a actuar para destruirlos,
8 para que fuesen abatidos en el día de ayuno, en el reposo del sábado.
9 Serás saciado de ignominia en vez de gloria. Bebe ahora hasta embriagarte, hasta que tropieces.
10 Se derrama contra ti la copa que Yahvé tiene en su
11 mano. El echará vergüenza sobre tu gloria (Hab 2,16).
12 La interpretación de esto concierne al sacerdote impío, porque su vergüenza es mayor que su gloria;
13 porque no circuncidó el prepucio de su corazón.
14 Antes al contrario, marchó por las sendas de la embriaguez
15 para poder apagar su sed. Pero dejad: «el cáliz de la ira de Yahvé lo devorará "sin falta»...
Col. 12
1 Porque la violencia ejercida sobre el Líbano caerá sobre ti y el estrago de los animales te aterrará a causa de la sangre urbana derramada y de las violencias
2 que cometiste contra el país y contra todos sus habitantes (Hab 2,17). La explicación de esto
3 se relaciona con el sacerdote impío. Tal será la retribución que le será acordada para pagarle el mal que hizo a los pobres.
4 Porque el Líbano es el consejo de la comunidad y los animales
5 son la gente sencilla de Judá que observa la ley.
6 Dios lo condenará al exterminio, del mismo modo que él había planeado exterminar a los pobres.
7 Como fue dicho: a causa de la sangre urbana derramada y de las violencias que cometiste contra el país.
8 La explicación es: la ciudad es Jerusalén (sangre urbana),
9 en la cual el sacerdote impío manchó y profanó el santuario de Dios; «y de las violencias que cometiste contra el país» se refiere a
10 las ciudades de Judá, en las cuales él robó las pertenencias de los pobres.
11 ¿De qué sirve una estatua que un autor esculpió? ¿De qué sirve una imagen, sus oráculos de mentira?
12 ¿De qué la confianza que su artífice pone en ella al fabricar ídolos mudos? (Hab 2,18).
13 Esta palabra debe ser entendida como referente a todas las imágenes que ellos fabricaron para que les sirvieran
14 de dioses y para prosternarse delante de ellas. Cierto que no les salvarán en el día del juicio.
15 Pobre del que dice al madero: «¡Despierta!», y a la piedra muda: «¡Levántate!». Están, sí, cubiertos de oro y de plata, pero sin un soplo de vida en su interior. Yahvé habita en su templo santo, prostérnese ante él toda la tierra.
Col. 13
1 La explicación se refiere a todas las naciones que sirven a ídolos de piedra y de madera
2 [...], pero, en el día del juicio de Dios, [El Señor] hará desaparecer a todos los que sirven a los ídolos.
3 [...]
4 [...] los impíos de la tierra ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Me gusta tu blog, continua enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarAgradesco mucho este escrito es el unico sitio donde pude encontrar el comentario a habacuc de Qunram,pues la pabra de Dios debe ser para todos gracias y muchas bendiciones
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