"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 26 de mayo de 2012

MITOLOGIA INCA -EL DIOS DEL SOL-


MITOLOGIA INCA
EL DIOS DEL SOL


Al igual que los chibchas con Bochica, que los aztecas con Huitzilopchtl, que los quinches con Hun-Apu-Vuch, los quechuas del imperio inca tenían al dios Sol en el primer peldaño del escalafón celeste, con el nombre sagrado e impronunciable de Inti, aunque más tarde fue evolucionando hacia una personalidad más compleja y universal, que terminó por absorber a la divinidad sin nombre de la creación, para dar paso a Ira Cocha, una abreviatura al nombre completo del dios Apu-Kon-Tiki-Uira-Cocha, que es, por antonomasia, la defunción total de su poder omnímodo, puesto que este nombre no es sino la enumeración de sus poderes (supremo ser del agua, la tierra y el fuego) sobre los tres elementos en los que se basó la creación del Universo. Este nuevo y mucho más poderoso dios del Sol no estaba solo en su reino, le acompañaba su esposa -y hermana, como corresponde a un Inca- la Luna le acompañaba en igualdad de rango en la corte celestial, bajo el nombre de Quilla. Al Sol se le representaba con la forma de un elipsoide de oro en el que también podían aparecer los rayos como otro de sus atributos de poder, y la Luna tenía la forma ritual de un disco de plata. El Sol, como creador, era adorado y reverenciado, pero a él también se acudía en busca de su favor y de su ayuda, para resolver los problemas y aliviar las necesidades, ya que sólo él podía hacer nacer las cosechas, curar la enfermedad y dar la seguridad que el ser humano anhela. Naturalmente, a la diosa Quilla estaba adscrito el fervor religioso de las mujeres, y ellas eran quienes formaban el núcleo de sus fieles seguidoras, ya que nadie mejor que la diosa Quilla podía comprender sus deseos y temores, y darles el amparo buscado.

viernes, 25 de mayo de 2012

MITOLOGIA MAYA -LA BODA DE XDZUNUUM-


MITOLOGIA MAYA
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS

LA BODA DE XDZUNUÚM



Una iniciativa de la Universidad de Guadalajara y Fielding Graduate University




Una mañana llena de sol, la colibrí, o xdzunuúm que es su nombre en lengua maya, estaba parada sobre la rama de una ceiba y lloraba al contemplar su pequeño nido a medio hacer. Y es que a pesar de que llevaba días buscando materiales para construir su casa, sólo había encontrado unas cuantas ramas y hojas que no le alcanzaban. La xdzunuúm quería acabar su nido pronto, pues ahí viviría cuando se casara, pero era muy pobre y cada vez le parecía más difícil terminar su hogar y poder organizar su boda.
La xdzunuúm era tan pequeña que su llanto apenas se escuchaba; la única en oírlo fue la xkokolché, quien voló de rama en rama hasta encontrar a la triste pajarita. Al verla, le preguntó:
- ¿Qué te pasa, amiga xdzunuúm?
- ¡Ay! Mi pena es muy grande – sollozó más fuerte la xdzunuúm.
- Cuéntamela, tal vez yo pueda ayudarte – dijo la xkokolché.
- ¡No! Nadie puede remediar mi dolor – chilló la xdzunuúm.
- Ándale, platícame qué tienes – insistió la xkokolché.
- Bueno, – accedió la xdzunuúm – fíjate que me quiero casar, pero mi novio y yo somos tan pobres que no tenemos nido ni podemos hacer la fiesta.
- ¡Uy! Eso sí que es un problema, porque yo soy pobre también respondió la xkokolché.
- ¿Lo ves? Te lo dije, nadie me puede ayudar – gritó la xdzunuúm.
- No llores, espérate, ahorita se me ocurre algo – aseguró la xkokolché.
Las dos aves pensaron un rato; desesperada, la xdzunuúm ya iba a llorar de nuevo, cuando la xkokolché tuvo una idea:
- Mira, tú y yo solas no vamos a poder con la boda. Tenemos que llamar a otros animales para que nos ayuden.
La xkokolché entonó una canción en la cual contaba que una pajarita se quería casar, pero no tenía recursos para hacerlo. Luego repitió la canción; como su voz era tan dulce, algunos animales y hasta el agua y los árboles se acercaron a escucharla. Cuando ella los vio muy atentos a sus palabras, les pidió ayuda y les explicaba: No tiene el collar, no tiene el vestido, no tiene los zapatos, no tiene el peine, no tiene el espejo, no tiene los dulces, no tiene las flores.
Mientras la xkokolché cantaba, la xdzunuúm derramaba gruesos lagrimones. Así, entre las dos lograron que todos los presentes quisieran ayudar. Por un momento, se quedaron callados, luego, se escucharon varias voces:
- Que se haga la boda, yo daré el collar- dijo el ave xomxaníl, dispuesta a prestar el adorno amarillo que tenía en el pecho.
- Que se haga la boda, yo daré el vestido- ofreció la araña y empezó a tejer una tela muy fina para vestir a la novia.
- Que se haga la boda, yo daré los zapatos- aseguró el venado.
- Que se haga la boda, yo daré el peine- prometió la iguana
- Que se haga la boda, yo daré el espejo- afirmó el cenote.
- Que se haga la boda, yo daré los dulces- se comprometió la abeja.
Con eso, ya estaba listo lo necesario para la boda.
La xdzunuúm lloró de nuevo, pero ahora de alegría. Luego, voló a buscar al novio y le dijo que ya podían casarse. A los pocos días, se celebró una gran boda, y por supuesto, la xkokolché fue la madrina. En la fiesta hubo de todo, porque los invitados llevaron muchos regalos. Desde entonces, la xdzunuúm dejó de lamentar su pobreza, pues supo que contaba con grandes amigos en el mundo maya.

CICLO POSTERIOR DE ESDRAS -VISION DEL BIENAVENTURADO ESDRAS-


CICLO POSTERIOR DE ESDRAS

Al igual que ocurrió con Henoc, “el séptimo varón después de Adán”, en torno a la prestigiosa figura de Esdras se crearon numerosas leyendas. Algunas de ellas tienen forma de apocalipsis.

VISION DEL BIENAVENTURADO ESDRAS
(fragmento)(1) 




Por Antonio Piñero


El autor es un cristiano que se inspira en otros oráculos apocalípticos atribuidos a Esdras, y tiene interés –al mostrar los terribles castigos del infierno- en resaltar las virtudes que lo evitarán.
La fecha de composición de este apocalipsis es difícil de fijar, ya que su texto carece de referencias históricas. Los comentaristas suelen señalar un lapso que va del siglo IV al VII d. de C. Su lengua original fue sin duda el griego, aunque el texto conservado hasta hoy es solo una traducción latina.

(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así. 
Espero que el lector sepa comprender y valorizar el texto ofrecido. – Sergio (Nuestros Antepasados)


Destino de justos y pecadores
Habiéndose puesto a orar, el bienaventurado Esdras dijo:
-Señor, dame confianza para que no tema al ver los juicios de los pecadores.
Y me fueron dados siete ángeles del Tártaro y me llevaron setenta grados hacia abajo, hacia el infierno. Así vi las puertas de fuego; se pasaba por una llama y a setenta y dos pies hacia fuera de la puerta vi que yacían dos seres como leones; de su boca, de sus orejas y de sus ojos salía como una llama fortísima. Y venían unos varones grandes que pasaban por entre las llamas que no las tocaban. Y pregunté a los ángeles que me conducían:
-¿Quiénes son estos que proceden con tanta alegría?
Me dijeron los ángeles:
-Estos son los justos cuya fama se levanta hasta el cielo. Estos son los que hicieron mucha limosna, vistieron a los desnudos y los calzaron y desearon un buen deseo.
Y venían otros para pasar las puertas y los perros los destrozaban.
Y decía el bienaventurado Esdras al Señor:
-Señor, perdona a los pecadores.
Pero no se compadecía de ellos. Y pregunté a los ángeles que me conducían:
-¿Quiénes son estos que están en una pena tan grande y en tantos tormentos?
Y me dijeron los ángeles:
-Estos son los que negaron al Señor; son los que en el domingo, día del Señor, antes de la misa yacieron con mujeres, y por ello están en un tormento tan grande […]

Castigo de los pecados impuros
Y me llevaron hacia abajo varios grados, hacia el infierno, y vi a unos hombres derribados cabeza abajo. Unos ángeles servían en fuego, otros los golpeaban con palancas de fuego. La tierra los interpelaba diciendo: “Golpead y no los perdonéis, porque cometieron crímenes sobre mi”.
Y preguntó el bienaventurado Esdras a los ángeles:
-¿Quiénes son estos que diariamente están en una pena tan grande?
Y me dijeron:
-Estos son los que yacieron con mujeres casadas. Estas son las mujeres casadas que no se adornaron para sus propios maridos, sino para agradar a otros y desearon un mal deseo […].
Y me llevaron hacia abajo dos veces quinientos grados, y vi un caldero y grandes (recipientes); su altura era de doscientos codos; allí ardía azufre y betún que se movían como la ola del mar. Y vinieron los justos y caminaron en medio de ellas, sobre las olas del fuego alabando el nombre del Señor, como si caminaran sobre el rocío.
Interrogue a los ángeles:
-¿Quiénes son estos que proceden con tanta alegría?
Y me dijeron:
-Estos son los que hicieron muchas limosnas y vistieron a los desnudos […].

El gusano inextinguible
Y caminé y vi en un lugar oscuro al gusano inextinguible; no pude calcular su longitud y su altura que superaba los setenta codos. Y ante su boca había muchos miles de pecadores, y cuando (el gusano) aspiraba su aliento, entraban en su boca como moscas, y cuando lo exhalaba, salían todos con otro color. Y dijo el bienaventurado Esdras a los ángeles:
-¿Quiénes son estos?
Y  me dijeron:
-Estos están llenos de todo mal.

El río de fuego
Y caminé hacia adelante y vi un rio de fuego; y sobre él había una ola muy grande y su extensión podría calcularse como la de setenta pares de bueyes. Y cuando vinieron los justos lo pasaron con alegría y gozo. Y cuando venían los pecadores la ola se volvía estrecha como el hilo de cuerda de un instrumento. Caían a este rio confesando sus pecados y decían:
-Hemos hecho todos los males y ahora somos entregados a esta pena.
Y pedían, pero nadie se compadecía de ellos […].

Castigo del infanticidio y de otros pecados
Y vi asimismo otro horno en un lugar oscurísimo; allí eran enviado muchos. Preguntó el beato Esdras a los ángeles:
-¿Quiénes son estos?
Y dijeron:
-Estas son las que tuvieron hijos fruto del adulterio y los mataron.
Y los mismos niños interpelaban, diciendo:
-Señor, estas arrancaron el alma que tu nos distes.
Y vi a otras mujeres que colgaban del fuego, y unas serpientes chupaban sus pechos.
Y dije a los ángeles:
-¿Quiénes son estas?
Y me dijeron:
-Estas son las que mataron a sus pequeños y no dieron sus pechos a otros huérfanos […].

Los justos pasan por las llamas hasta el Paraíso. Su recompensa
Y me bajaron hacia abajo catorce grados hacia el infierno y vi allí a leones y camellos que yacían alrededor de la llama del fuego, y venían los justos y pasaban a través de ellos al Paraíso. Y vi muchos miles de justos, y sus moradas eran esplendidas durante todo tiempo. Allí había luz, gozo, alegría y bienestar. Estos son los que hicieron el bien sobre la tierra. No tenían tristeza, los nutria el maná del cielo porque dieron muchas limosnas. Otros muchos hay allí que no dieron limosnas, porque no tenían de donde; se sintieron atribulados a causa de su carencia. Ellos, los pobres, puesto que no tenían de dónde dar limosna, dijeron una palabra buena. Y estos eran más firmes en la piedad que otros que habían hecho muchas obras buenas. Alaban al Señor que amó la justicia. En efecto, es agradable la limosna generosa que está en torno a Él […].
Y preguntó el bienaventurado Esdras:
-Señor, ¿Qué hicieron los justos para no recibir castigo?
Dijo el Señor:
-El siervo que sirve bien a su dueño recibe la libertad; así los justos están en el reino de los cielos. Amén.

Traducción del latín de Domingo Muñoz León.

domingo, 20 de mayo de 2012

CICLO POSTERIOR DE ESDRAS -APOCALIPSIS GRIEGO DE ESDRAS-


CICLO POSTERIOR DE ESDRAS

Al igual que ocurrió con Henoc, “el séptimo varón después de Adán”, en torno a la prestigiosa figura de Esdras se crearon numerosas leyendas. Algunas de ellas tienen forma de apocalipsis.

APOCALIPSIS GRIEGO DE ESDRAS
(fragmento)(1) 

Por Antonio Piñero



El tema de fondo de todo el escrito es fundamentalmente las dudas acerca de por qué Dios ha creado al hombre para destinarlo a la perdición. La respuesta divina remite al pecado y a la desobediencia de los hombres a las leyes divinas, actos que son libres y responsables.
El escrito base de este apocalipsis griego es judío, sin duda. Pero ha sido interpolado por manos cristianas, lo que se ve claramente en diversos pasajes, entre otros los que tratan del Anticristo y del anuncio de la resurrección.
La lengua original del escrito es griego, también con toda seguridad, pero el autor deja entrever en algunos lugares que su lengua materna es el hebreo o el arameo. La fecha de composición del texto básico judío ha de situarse después del Libro Cuarto de Esdras, por tanto a partir del siglo II d. de C. Respecto a la fecha de la última redacción cristiana, nada se puede decir con seguridad. Ha de ser bastante tardía: a partir del siglo III o IV en adelante.

(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así. 
Espero que el lector sepa comprender y valorizar el texto ofrecido. – Sergio (Nuestros Antepasados)

Primera visión
Palabra y apocalipsis de Esdras el santo profeta y amado de Dios. Sucedió el año 30 en el día 22 del mes: estaba yo en mi casa y clamé al Altísimo:
-Señor, concédeme la gloria para que vea tus misterios.
Y, llegada la noche, vino un ángel, el arcángel San Miguel, y me dice:
-Retírate a partir de aquí, profeta Esdras, setenta semanas.
Y ayuné según me dijo. Y vino Rafael, el jefe del ejército, y me dio un bastón  de asta de lanza. Y ayuné dos veces setenta semanas. Y vi los misterios de Dios y sus ángeles. Y les dije:
-Quiero pleitear con Dios en relación con la raza de los cristianos: mejor sería al hombre no nacer que venir al mundo.
Fui elevado entonces al cielo y vi en el primer ciclo el gran ejército de los ángeles y me llevaron hacia los lugares de los juicios […]. Entonces comencé a decir:
-¡Ay de los pecadores, porque verán al justo sobre los ángeles, ellos irán a la Gehenna del fuego! […]. Compadécete de las obras de tus manos, oh misericordioso y rico en piedad. Júzgame a mí en lugar de las almas de los pecadores. Pues conviene que uno se pierda y que no vaya todo el mundo a la perdición.
Y dijo Dios:
-Yo haré reposar a los justos en el Paraíso y así soy misericordioso.
Y dijo Esdras:
-Señor, ¿en qué haces gracia a los justos? Pues de la misma manera que el asalariado que ha cumplido su servicio largo tiempo, así el justo obtiene su recompensa en los cielos. Pero compadécete de los pecadores, pues sabemos que eres misericordioso.
Y dijo Dios:
-No veo cómo compadecerme de ellos.
Y dijo Esdras:
-No podrán soportar tu ira.
Y dijo Dios:
-Quiero tenerte como a Pablo y Juan. Dame tú el tesoro sin corrupción e inviolable, la joya de la virginidad, la muralla de los hombres.
Y dijo Esdras:
-Mejor hubiera sido para el hombre no haber nacido […].

El día del juicio
Y dijo el profeta:
-Revélame tus querubines y vendremos juntos al juicio y muéstrame el día del juicio, cual será […]. No cesaré de pleitear contigo, antes de que vea el día de la consumación.
Y dijo Dios:
-Cuenta los astros y la arena del mar y, si puedes contar esta, podrás también pleitear conmigo […]. Ningún hombre conocerá aquel día grande y la majestad que viene a juzgar al mundo. En razón de ti. Profeta mío, te he dicho el día, pero no te he dicho la hora.
Y dijo el profeta:
-Señor, dime también los años.
Y dijo Dios:
-Si veo que aumenta la justicia del mundo, tendré benevolencia con ellos, pero en caso contrario extenderé mi mano y tomaré el mundo desde los cuatro costados y congregaré a todos en el valle de Josafat y haré desaparecer la raza de los hombres y no habrá ya mundo […].
Y dijo el profeta:
-Señor, si pensabas esto, ¿Por qué plasmaste al hombre? […]. ¿Dónde está tu promesa?

El Altísimo responde solo indirectamente con los signos de la proximidad del fin
Y dijo Dios:
-En primer lugar haré un terremoto para perdición de los cuadrúpedos y de los hombres. Y cuando veáis que el hermano entrega a muerte al hermano y que los hijos se levantan contra los padres y la mujer abandona al propio marido, y cuando una gente se levante contra otra en guerra, entonces conoceréis que el fin está cercano. Entonces ni el hermano se compadecerá del hermano, ni el hombre de su mujer, ni los hijos de los padres, ni los amigos de los amigos, ni el siervo del dueño. El mismo enemigo del hombre subirá del Tártaro y mostrará muchas señales a los hombres. ¿Qué más te haré, Esdras, y que mas pleiteas conmigo? […].

El Tártaro o infierno
Y dijo el profeta:
-Quiero, Señor, ver también las partes más profundas del Tártaro.
Y me dijo Dios:
-Baja y ve.
Y me dio a Miguel, y Gabriel y otros treinta y cuatro ángeles, y descendí ochenta y cinco escalones y me condujeron hacia abajo quinientos escalones. Vi un trono de fuego y sobre él un viejo sentado y su castigo era sin misericordia.
Y dije a los ángeles:
-¿Quién es este y cuál es su pecado?
Y me dijeron:
-Este es Herodes, el que fue hecho rey por un tiempo y mandó matar a los infantes de dos años y medio para bajo.
Y dije:
-¡Ay de su alma!
Y me bajaron otros treinta escalones y vi allí las brasas de fuego, y en ellos la multitud de los pecadores, y oí sus voces, pero no vi sus figuras y me bajaron muchos escalones más abajo, tantos que no pude contarlos y vi allí a hombres ancianos, y torbellinos ardientes que torturaban sus oídos. Y dije:
-¿Quiénes son estos? Y ¿Cuál es su pecado?
Y me dijeron:
-Estos son los desobedientes.
Y me bajaron de nuevo otros quinientos escalones, y vi allí al gusano que no muere y al fuego que quemaba a los pecadores. Y me bajaron al fondo de la perdición y vi allí las doce plagas del abismo. Y me llevaron hacia el sur y vi allí a un hombre que estaba colgado de los párpados y los ángeles lo azotaban, y pregunté:
-¿Quién es este? Y ¿Cuál es su pecado?
Y me dijo Miguel, el jefe de la milicia:
-Este es el pecador de incesto materno; por un pequeño placer que tuvo, ha sido castigado con este castigo de estar colgado […].
Y vi allí el castigo del aire y el soplo de los vientos y las reservas de los cristales de hielo y los juicios eternos. Y vi allí un hombre colgado del cráneo. Y dije:
-¿Quién este?
Y me dijo:
-Este cambio los mojones de los montes.
Y vi allí grandes tribunales. Y dije al Señor:
-Oh Señor dueño, y ¿Quién es el hombre nacido que no ha pecado?
Y me bajaron más abajo en los Tártaros y vi a todos los que se lamentaban y lloraban y el amargo dolor de los pecadores. Lloré yo viendo castigo de tal manera al género de los hombres […].

El Anticristo
Y me llevaron hacia el norte y vi allí un hombre que estaba sujeto con unas palancas de hierro, y pregunté:
-¿Quién es este?
Y me dijeron:
-Este es el que dice “Yo soy el Hijo de Dios”, y yo soy el hice las piedras pan y el agua vino.
Y dijo el profeta:
-Señor, enséñame cuál es su figura para que lo anuncie a la raza de los hombres, para que no crean en el.
Y me dijo:
-La forma de su rostro es como de animal salvaje; su ojo derecho es como el astro que se levanta a la mañana, y el otro sin movimiento.
Su boca un codo de anchura; sus dientes como palmos, sus dedos como hoz y la horma de sus pies dos palmos y en su frente la inscripción:  Anticristo. Quiso elevarse hasta el cielo, mas descenderá hasta el Hades. Unas veces se hará niño; otras veces viejo.
Y dijo el profeta:
-¿Señor, y cómo dejarás que engañe a la raza de los hombres?
Y dijo Dios:
-Escucha, profeta mío, sea niño o viejo, ninguno lo crea al decir que es el Hijo amado de Dios.

Resurrección, juicio, el paraíso
 Y después de esto sonará la trompeta y se abrirán los sepulcros y los muertos resucitaran inmortales. Entonces el enemigo, oyendo la mala amenaza, se esconderá en las tinieblas exteriores. Entonces el cielo, la tierra y el mar perecerán. Entonces abrasaré al cielo unos ochenta codos y la tierra ochocientos codos […]. Y me condujeron los ángeles hacia el oriente, y vi el árbol de la vida y vi allí a Henoc, Elías, Moisés, Pedro, Pablo, Lucas y Matías y todos los justos y los patriarcas.

Muerte-asunción del alma de Esdras
Tomando, pues, el Señor el ejército numeroso de los ángeles dice al profeta:
-Dame el bien confiado que te entregué. Te está preparada la corona.
Y dijo el profeta:
-Señor, si tomas de mí mi alma, ¿Quién quedará para pleitear contigo a favor de la raza de los hombres? […]
Escúchame a mí que he pleiteado contigo tantas veces y da a todos los que reproduzcan por escrito este libro y lo tengan y se acuerden de mi nombre, y completen mi memoria, dales la bendición del cielo y bendícelos  en todo como bendijiste el final de José y no recuerdes sus iniquidades antiguas en el día de su juicio. Pero cuantos no crean en este libro sean quemados como Sodoma y Gomorra.
Y vino una voz que le decía:
-Esdras, amado mío, cuantas cosas pidas las daré una por una.
Y enseguida entregó su preciosa alma con gran honra en el mes de octubre (el día) dieciséis.

Traducción del griego de Domingo Muñoz León

sábado, 19 de mayo de 2012

MITOLOGIA MAYA -EL MAYAB-


MITOLOGIA MAYA
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS

EL MAYAB

Una iniciativa de la Universidad de Guadalajara y Fielding Graduate University







Para los mayas, el cielo, el día y la noche, fueron creados por el dios Itzán Ná, quien era un dios sabio y bondadoso que creó un lugar en el que todos los seres que lo habitaran fueran los mejores, y le llamó El Mayab, que significa lugar de pocos.
En este lugar existían grandes árboles, flores de color amarillo cuya belleza era inigualable, con aguas transparentes, purificadas y lugares llenos de paz.
Para su cuidado eligió a tres animales los cuales deberían vivir allí por siempre: el venado, el faisán y la serpiente de cascabel.
Los habitantes El Mayab construyeron grandes templos y ciudades, los animales elegidos hacían sus labores de cuidado; el faisán volaba entre los árboles más grandes gritando fuertemente y era escuchado por todos los habitantes de la tierra; el venado con su correr tan ligero como el viento era admirado por su bello pelaje; la serpiente producía música con sus cascabeles.
Un día, los adivinos del pueblo llamaron a todos los habitantes del lugar para contarles que tuvieron un sueño que les causó gran tristeza; revelaron que pronto serían invadidos por extraños hombres que venían de tierras muy lejanas, quienes pelearían con armas contra los habitantes del pueblo para quitarles la tierra, pero El Mayab se perdería.
Cuando oyeron esta noticia, el venado se puso muy triste, lloró tanto que sus ojos le quedaron muy húmedos, dando la impresión de siempre estar triste y las lagrimas que derramó hicieron muchas lagunas.
El faisán dejo de volar, cantar, huyó a la selva y se escondió.
La serpiente se molestó mucho y decidió que en lugar de tocar música crearía un nuevo sonido el cual se produciría al mover la cola antes de atacar.
El sueño que tuvieron los adivinos se cumplió, los hombres extraños lograron la conquista de El Mayab; sin embargo, aún persiste el anuncio de que los animales elegidos deberán cumplir con su misión.
Mientas tanto, los habitantes siguen en la espera de que llegue el día en el cual se reúnan y combatan para recuperar su tierra, sabrán que el momento ha llegado cuando nuevamente vuele el faisán entre los arboles más grandes y su sombra sea vista en todo el lugar.
El venado de un sólo salto logre atravesar esa tierra por la cual pelean. Y la música del cascabel sea nuevamente producida y escuchada en todas partes.


viernes, 18 de mayo de 2012

MITOLOGIA GRIEGA -EL MITO PELASGO DE LA CREACION-


MITOLOGIA GRIEGA
EL MITO PELASGO(1) DE LA CREACIÓN

por ROBERT GRAVES



En el principio Eurínome, la Diosa de Todas las Cosas, surgió desnuda del Caos, pero no encontró nada sólido en qué apoyar los pies y, en consecuencia, separó el mar del firmamento y danzó solitaria sobre sus olas. Danzó hacia el sur y el viento puesto en movimiento tras ella pareció algo nuevo y aparte con que poder empezar una obra de creación. Se dio la vuelta y se apoderó de ese viento norte, lo frotó entre sus manos y he aquí que surgió la gran serpiente Ofión. Eurínome bailó para calentarse, cada vez
más agitadamente, hasta que Ofión se sintió lujurioso, se enroscó alrededor de los miembros divinos y se ayuntó con la diosa. Ahora bien, el Viento Norte, llamado también Bóreas, fertiliza; por ello las yeguas vuelven con frecuencia sus cuartos traseros al viento y paren potros sin ayuda de un semental. Así fue como Eurínome quedó encinta.
Luego asumió la forma de una paloma aclocada en las olas, y a su debido tiempo puso el Huevo Universal. A petición suya Ofión se enroscó siete veces alrededor de ese huevo, hasta que se empolló y dividió en dos. De él salieron todas las cosas que existen, sus hijos: el sol, la luna, los planetas, las estrellas, la tierra con sus montañas y ríos, sus árboles, hierbas y criaturas vivientes.
Eurínome y Ofión establecieron su residencia en el monte Olimpo, donde él irritó a la diosa pretendiendo ser el autor del Universo. Inmediatamente ella se golpeó en la cabeza con el talón le arrancó los dientes de un puntapié y lo desterró a las oscuras cavernas situadas bajo la tierra.
A continuación la diosa creó las siete potencias planetarias y puso una Titánide y un Titán en cada una: Thía e Hiperion para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Dione y Cno para el planeta Marte; Metis y Ceo para el planeta Mercurio: Temis y Eurimedonte para el planeta Júpiter; Tetis y Océano para Venus: Rea y
Crono para el planeta Saturno. Pero el primer hombre fue Pelasgo, progenitor de los pelasgos; surgió del suelo de Arcadia, seguido de algunos otros, a los que enseñó a construir chozas, alimentarse de bellotas y coser túnicas de piel de cerdo como las que la gente pobre lleva todavía en Eubea y Fócida.

***

(1) - El nombre pelasgos fue usado por algunos escritores de la antigua Grecia para aludir a los pueblos predecesores de los helenos como habitantes de Grecia.

MITOLOGIA INCA -EL MITO INCA-


MITOLOGIA INCA
EL MITO INCA


Un día muy lejano, el dios sin nombre se hizo la reflexión de que debía crear un mundo. Tenía la tierra, el agua y el fuego y eso le bastaba para dar forma a cualquier cosa que deseara formar. Así lo hizo, creando tres planos que componían un único Universo. En el de arriba puso a los dioses, que tenían el aspecto brillante del Sol y de la Luna, de las estrellas y de los cometas, y de todo cuanto luce allá en lo alto, sobre nuestras cabezas. Un poco más abajo, pero todavía sobre el segundo mundo, estaban los dioses del rayo, del relámpago y el trueno, del arco iris y de todas las cosas que no tienen más explicación que la que los dioses quieran dar. Ese tercio superior se llamó Janan Pacha. En el segundo mundo, en el de aquí, Cay Pacha, puso el dios creador a los humanos, a los animales y a las plantas, a todo lo vivo, incluidos los espíritus. En el mundo del tercer plano, el mundo interior, Ucu Pacha, quedó el espacio cerrado y reservado para los muertos. Los tres planos estaban intercomunicados, pero eran unas vías muy especiales las que daban acceso a unos y otros. Al de arriba podía acceder el hijo del Sol, el Inca o príncipe, el Intip churín; desde el interior se podía acceder al de aquí, a través de todos los conductos naturales que se abren desde el interior al exterior, conductos por los que brotan las aguas de la tierra, cuevas, grietas y volcanes, pacarinas, que eran las vías primitivas de acceso por las que llegaron los seres que dieron comienzo a la humanidad; los gérmenes que hicieron nacer los animales, y las semillas que dieron vida a todas las plantas que crecen sobre el mundo de aquí. El esquema de este universo inca sería, pues, el siguiente:

JANAN PACHA

Intip churín

CAY PACHA

Pacarina

UCU PACHA

El ciclo se cierra con este flujo hacia arriba, que parte del Ucu Pacha, a través de una Pacarina, para que la penetren los hombres Ayar y, en el mundo de aquí, den nacimiento al imperio inca, con sus fundadores Manco Capac y Mama Ocllo a la cabeza de una humanidad que, con ellos en la cumbre, puede dirigirse al mundo superior, para comunicarse con los dioses de los que ellos, naturalmente, forman parte.



sábado, 12 de mayo de 2012

MITOLOGIA BABILONIA -HIMNO A SHAMASH (III)-


MITOLOGIA BABILONIA 
HIMNO A SHAMASH (III) 

por Federico Lara Peinado



Columna I
Sin Shamash, rey de los cielos y de la tierra, juez del mundo de arriba y del mundo de abajo,
El que dictamina las decisiones, el hombre joven, el rey Shamash,
Anu y Enlil no reúnen la asamblea en los cielos,
No mantienen consejo acerca del país.
5 – Ellos no proporcionan en el verano siega, ni en el invierno roció, niebla (y) hielo,
(Tampoco dan origen al) pasto, a ninguna agua, hierba, espiga (o) verdura.
Refugio, subsistencia para el rebaño de Shakkan (dios del ganado y de los animales salvajes) de todos los países,
Sin, el dios supremo de los cielos, el hijo primogénito de Enlil,
10 – Sinnu, aclamado por los cielos y la tierra,
Que precede a los dioses, sus hermanos, el príncipe cuya orden es invariable,
El dios brillante, resplandeciente, soberano,
[que fija] las medidas del día, del mes y del año,

Sigue una laguna de un número indeterminado de versos

[…] dios sin [igual],
[que tiene firme] en su mano [la brida de los cie]los,
[que posee cornamenta] y cerca[do],
[que da heredero] y buen renombre,
5´- […] el creador de la huma[nidad].
A la salida de Sin los dioses están reunidos;
Los reyes, llevando su ofrenda pura, se humillan.
Para poblar los países (o) dejarlos en el abandono,
Volverlos hostiles, hacerlos combatir,
10´- Ellos están atentos a Sin, luminaria celeste. 
Excepto Sin y Shamash
Ningún otro dios responde “sí” en los cielos.
Sin no une sin Shamash en los cielos.
El cetro, la corona, el trono, el palu, ¿Dónde están?
15´- Al rey y a su país
sin Shamash aquéllos no le son dados.
Sin Shamash, rey de los cielos y de la tierra,

La columna II está perdida y la III es prácticamente inservible para su traducción dado su estado

Columna IV
[…]
[…] Shakkan, el hijo que tú amas,
El pastor puro, el massu de Anu,
Que tiene ante sí el cayado  (de pastor),
Que posee tocado, vestido y manto,
5 – Que lleva un cetro augusto, que está revestido del Kusitu,
Que viste al ganado de la estepa de todos los países,
No trae el manto de primera calidad, el vestido real,
La corona augusta que conviene al señorío.
Al rey y a su país
10 – sin Shamash aquellas cosas no son dadas.
Sin Shamash, el rey de los cielos y de la tierra,
Latarak, rey de la estepa, cuya cabeza es alta entre el ganado,
Que dispone a su gusto de bovinos, carneros, ganado y humanidad,
[su espada no falla], (pero) sin Shamash [ni] Shakkan las bestias de la estepa
15 – no caen en el foso [en la estepa]

domingo, 6 de mayo de 2012

MITOS HEBREOS -CASAMIENTO DE ISAAC-


MITOS HEBREOS 
CASAMIENTO DE ISAAC

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI




Desde Jarán le llegó a Abraham la noticia de que su hermano Najor había sido bendecido con doce hijos, ocho de ellos de su esposa Melca, a saber Us, Buz, Qumuel, Quesed, Jazó, Peídas, Jidlaf y Batuel. Los otros cuatro eran hijos de una concubina, Raumo, a saber Tebai, Gajam, Tajas y Maaca. Najor tenía un nieto, Aram, hijo de Qumuel; y un nieto y una nieta hijos de Batuel: Labán y Rebeca.
Abraham llamó al más antiguo de los siervos de su casa, Eliézer, y le dijo:
"Pon, te ruego, tu mano bajo mi muslo, y júrame por Yahvéh, Dios de los cielos y de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos, en medio de los cuales habito, sino que irás a mi tierra, a mi parentela, a buscar mujer para mi hijo Isaac. Yo soy demasiado viejo para arreglar este asunto personalmente; vete, pues, haz la elección en mi nombre y lleva a la mujer a Hebrón".
Eliézer preguntó: "Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿debe Isaac casarse con ella en Jarán?".
Abraham replicó: "¡Isaac nunca dejará la tierra que Dios nos ha dado! Si ella se niega, quedas liberado de tu juramento- Pero no temas: el ángel de Dios te preparará el camino".
Eliézer prestó el juramento, tomó diez de los camellos de su señor y se puso en camino, llevando consigo de cuanto bueno tenía su señor, y se dirigió a Aram Naharaim, a la ciudad de Najor.
Hizo que los camellos doblaran sus rodillas fuera de la ciudad, junto a un pozo de aguas, ya de tarde, a la hora de salir las que van a coger agua, y d i j o:
"Yahvéh, Dios de mi amo Abraham, haz que me salga ahora buen encuentro, y muéstrate benigno con mi señor Abraham. Voy a ponerme junto al pozo de agua mientras las mujeres de la ciudad vienen a buscar agua; la joven a quien yo dijere:
Inclina tu cántaro, te ruego, para que yo beba; y ella me respondiere: ''Bebe tú y daré de beber también a tus camellos, sea la que destinas a tu siervo Isaac''.
La primera mujer que llegó al pozo era joven, muy hermosa y vestía como una virgen. Bajó al pozo, llenó su cántaro y volvió a subir. Eliézer le pidió que le diera de beber un poco de agua de su cántaro, y ella le contestó: "Bebe, señor mío", y le entregó el cántaro. Eliézer bebió y esperó sus siguientes palabras.
Cuando ella dijo: "También para tus camellos voy a sacar agua" y se apresuró a vaciar el cántaro en el abrevadero, Eliézer comprendió que era la elegida por Dios. Tomó un arillo de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes de diez siclos, también de oro, y después de poner el arillo en su nariz y los brazaletes en sus muñecas, le preguntó: "¿De quién eres hija tú?" Ella contestó: "Soy hija de Batueí, el hijo que Melca dio a Najor. Me llamo Rebeca".
Eliézer volvió a preguntar: "¿Hay lugar en casa de tu padre para pasar allí la noche?" Y ella contestó: "Hay en nuestra casa paja y heno en abundancia y lugar para pernoctar".
Entonces Eliézer se postró y agradeció a Dios que lo hubiera conducido a la casa de los hermanos de su señor.
Rebeca corrió a su casa para anunciar la llegada de Eliézer; y cuando su hermano Labán vio los adornos de oro que llevaba, corrió al pozo y le dijo a Eliézer:
"Ven, bendito de Yahvéh; ¿por qué te estás ahí fuera? Ya he preparado yo la casa y lugar para los camellos". Llevó a Eliézer y sus compañeros a la casa de Batuel, desaparejó a los camellos, dio a éstos paja y heno y agua al hombre y los que lo acompañaban para lavarse los pies, y después les sirvió de comer. Pero Eliézer dijo: "No comeré mientras no diga lo que tengo que decir". Luego habló a Batuel y
Labán de su misión, de las riquezas de Abraham y de su encuentro providencial con Rebeca, y terminó: "Ahora, si queréis hacer gracia y fidelidad a mi señor, decídmelo; si no, decídmelo también".
Batuel y Labán contestaron: "De Yahvéh viene esto; nosotros no podemos decirte ni bien ni mal. Ahí tienes a Rebeca; tómala y vete, y sea la mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Yahvéh".
Cuando el siervo de Abraham hubo oído estas palabras, se postró en tierra ante Yahvéh; y sacando objetos de plata y oro y vestidos, se los dio a Rebeca, e hizo también presentes a su hermano y su madre. Pusiéronse luego a comer y a beber él y los que con él venían, y pasaron la noche. A la mañana, cuando se levantaron, dijo el siervo: "Dejad que me vaya a mi señor". El hermano y la madre de Rebeca dijeron: "Que esté la joven con nosotros todavía algunos días, unos diez, y después partirá". Él les contestó: "No retraséis mi vuelta, ya que Yahvéh ha hecho feliz el éxito de mi viaje; dejadme partir para que vuelva a mi señor". Ellos preguntaron a Rebeca: "¿Quieres partir luego con este hombre?" Cuando ella contestó: "Partiré", la dejaron ir con sus bendiciones. Labán d i j o : "Hermana nuestra eres; que crezcas en millares de millares y se adueñe tu descendencia de las puertas de sus enemigos".
Rebeca, acompañada por su nodriza Débora y sus doncellas, siguió a Eliézer a Canaán. Algunos días después, al ponerse el sol, llegaron al pozo de Atta-El-Roi, donde Dios había consolado a Agar. Rebeca se apeó del camello y preguntó:
"¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?" Eliézer le contestó: "Es el hijo de mi señor", y ella se apresuró a cubrirse el rostro con el velo.
Después de escuchar el relato de Eliézer, Isaac condujo a Rebeca a la tienda que había sido de su madre Sara. Esa noche se acostaron juntos y él se consoló de la muerte de su madre.
Algunos dicen que Abraham se proponía anteriormente elegir la esposa de Isaac entre las hijas de sus amigos Aner, Escol y Mambré, que eran hombres piadosos aunque cananeos. Pero Dios, cuando lo bendijo en el monte Moría, le reveló que la futura esposa sería la nieta recién nacida de su hermano Najor, pues los primos paternos de Isaac tenían el derecho de prioridad para reclamarlo como marido.
Pero como una niña no puede ser dada en matrimonio hasta que tiene por lo menos tres años y un día de edad, Abraham se abstuvo de enviar a Eliézer con su misión hasta que pasó ese tiempo; otros dicen que esperó catorce años, hasta que Rebeca fue nubil.
Cuando Abraham le prohibió que eligiese para Isaac una esposa cananea, Eliézer le ofreció su propia hija, pero Abraham replicó: "Tú, Eliézer,- eres un siervo, e Isaac ha nacido libre: los malditos no pueden unirse con los benditos".
Algunos dicen que entre los árameos un padre podía desflorar a su hija virgen antes de su boda, y que Batuel, al convenir en el casamiento de Rebeca, la habría deshonrado de esa manera si no hubiera muerto súbitamente- Según otros, Batuel, como rey de Jarán, pretendía tener el derecho exclusivo de desflorar a las desposadas y, cuando Rebeca se hizo nubil, los príncipes del país se reunieron y resolvieron: "¡A menos que Batuel trate ahora a su hija como ha tratado a las nuestras, mataremos a ambos!" .
Según otros, Labán, al ver los ricos regalos que Rebeca trajo cuando volvió del pozo, se propuso tender una emboscada a Eliézer, pero el temor de su estatura gigantesca y de sus numerosos acompañantes armados le hizo desistir. En cambio, simuló una gran amistad y puso ante Eliézer una fuente con comida
envenenada.
El arcángel Gabriel entró sin que nadie lo viera y cambió esa fuente por la de Batuel, quien murió instantáneamente. Aunque Labán y su madre querían que Rebeca se quedara en la casa hasta que hubieran llorado a Batuel durante una semana, Eliézer desconfió de Labán y exigió que Rebeca saliera de la casa inmediatamente.
Como era ya huérfana, podía tomar sus propias decisiones y le dijo a Labán:
"¡Iré, aunque sea contra tu voluntad!" Esto obligó a Labán a acceder, y la bendijo con tanta burla que permaneció estéril durante muchos años.
Cuando los viajeros se acercaban a Hebrón, Rebeca vio a Isaac que volvía del Paraíso y andaba cabeza abajo como los muertos. Se asustó, cayó del camello y le hirió el tocón de un arbusto. Abraham, que estaba en la puerta de la tienda, la saludó, pero dijo a Isaac: "Los siervos son capaces de cualquier engaño.
Lleva a esta mujer a tu tienda y examínala para ver si es todavía virgen después de este largo viaje en compañía de Eliézer". Isaac obedeció y, como encontró violada su virginidad, preguntó severamente cómo había sucedido eso.
Ella contestó: "Señor, me asustó tu aparición y caí al suelo, donde el tocón de un arbusto me atravesó los muslos". "¡No, te ha violado Eliézer!", gritó Isaac. Rebeca, jurando por el Dios Vivo que ningún hombre la había tocado, le mostró el tocón todavía humedecido con su sangre virginal, y él le creyó por f i n.
En lo que respecta al fiel Eliézer, que había estado a punto de morir a causa de un supuesto delito, Dios lo llevó vivo al Paraíso

sábado, 5 de mayo de 2012

MITOLOGIA MAYA -EL CONEJO EN LA LUNA-


MITOLOGIA MAYA 
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS 

EL CONEJO EN LA LUNA

Una iniciativa de la Universidad de Guadalajara y Fielding Graduate University



Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, se fue a viajar una vez por el mundo en figura de hombre. Como había caminado todo un día, a la caída de la tarde se sintió fatigado y con hambre.
Pero todavía siguió caminando, caminando, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la luna se asomó a la ventana de los cielos.
Entonces se sentó a la orilla del camino, y estaba allí descansando, cuando vio a un conejito que había salido a cenar.
-¿Qué estás comiendo?, – le preguntó.
-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
-Gracias, pero yo no como zacate.
-¿Qué vas a hacer entonces?
-Morirme tal vez de hambre y de sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo:
-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes hambre, cómeme, estoy aquí.
Entonces el dios acarició al conejito y le dijo:
-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo, para siempre, se ha de acordar de ti.
Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a la tierra y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.