MITOLOGIA - UNA CONSCIENCIA PARA LOS HOMBRES-

MITOLOGIA
Una consciencia para los hombres

Los hombres están ahora dotados de cinco sentidos y un alma. Tienes la capacidad de observar y oír, oler y gustar, tocar y querer.
La tierra les muestra fenómenos maravillosos de fecundidad y fertilidad. El mar es poderoso y rico. El cielo, lleno de luces y astros. Los valles son verdes, y los animales rondan por los bosques, campos y montes, con sus vidas distintas y sus costumbres extrañas.
Pero los hombres vagan como sonámbulos por el planeta, a tientas y sin saber sacar partido de toda la riqueza que se les ofrece.
No conocen el arte de quebrar las piedras y esculpirlas. No saben hacer vasijas de barro, ni cortar la madera para construir casas. Viven en grutas oscuras. No distinguen la primavera del otoño, ni el verano del invierno.
Prometeo decide dar una consciencia a la bella y trágica especie que creara.
Pacientemente, comienza su trabajo de maestro. A la vera del mar explica a los hombres las diferencias entre el nacimiento y la puesta del Sol.
Felices y deslumbradas, las criaturas no pueden creer que la naturaleza se mueva dentro de un orden tan armonioso.
Prometeo los lleva a través de los bosques tupidos. Allí enseña a sus discípulos a domesticar los animales salvajes en su propio beneficio.
Luego los instruye en la cura de muchas enfermedades fatales: cómo disminuir la fiebre, cómo aplacar con aceite los dolores de las heridas, como encontrar raíces y hojas medicinales entre la vegetación y cómo transformarlas en remedios.
Por fin, es hora de que los hombres aprendan a penetrar en obscuro laberinto de sus propias mentes. Prometeo les dice como interpretar los sueños.
Y, para que puedan también comprender sus destinos, aceptando los sufrimientos y conquistando las victorias, el gran sabio les prepara para descifrar los oráculos.
Por último, Prometeo les abre la tierra. Es un momento de espanto y de inmensa alegría. Los hombres descubren que la tierra es rica.
El maestro les enseña el medio preciso para extraer los metales.
Ahora los hombres pueden enseñorearse de la Tierra. Conocen la naturaleza. Se conocen a sí mismos. No se asustan del trueno ni las pesadillas pobladas de fantasmas.
Tienen cinco sentidos y una consciencia. Una voluntad. Una fuerza poderosa.