"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

domingo, 7 de febrero de 2010

EL LIBRO DE JASER -PARTE IV de VI-

Este Libro figura en la lista del Apunte 24 "Los Libros de la Biblia que no están en ella"

El Libro de Yashar/Jaser


Libro de los Justos o Rectos
El Libro de Yashar/Jaser Parte IV de VI
(Capítulos 41 al 49)

Capítulo 41. Amado por su padre Ya'akov
1 Y en el transcurso del año los hijos de Ya'akov viajaron de Shejem y vinieron a Hevron, a su padre Yitzjak, y ellos vivieron allí, pero sus rebaños y manadas ellos alimentaban diariamente en Shejem, porque en esos días había allí buen y jugoso pasto, y Ya'akov y sus hijos y toda su casa vivieron en el valle de Hevron. 2 Y fue en esos días, en ese año, siendo el año 106 de la vida de Ya'akov, en el año décimo de Ya'akov venir de Padam-Aram, que Leah la esposa de Ya'akov murió, ella era de 51 años de edad cuando ella murió en Hevron. 3 Y Ya'akov y sus hijos la sepultaron en la cueva del campo de Majpelah, cual es Hevron, el cual Avraham había comprado de los hijos de Het para posesión de lugar de sepultura. 4 Y los hijos de Ya'akov vivieron con su padre en el valle de Hevron, y todos los habitantes de la tierra conocían de su fuerza y su fama se extendió por toda la tierra. 5 Y Yosef el hijo de Ya'akov, y su hermano Binyamin, los hijos de Rajel, eran aún jóvenes en esos días y no salieron a las batallas con sus hermanos en todas las ciudades de los Emorim. 6 Y cuando Yosef vio la fuerza de sus hermanos, y su grandeza, él los alabó y los encomió, pero él se había clasificado a sí mayor que ellos, y se exaltó a sí mismo delante de ellos; y Ya'akov su padre también lo amaba más que a sus otros hijos, porque él era su hijo de la vejez, y por su amor por él, él le hizo una túnica de muchos colores. 7 Y cuando Yosef vio que su padre lo amaba más que a sus hermanos, él continuó exaltándose a sí mismo por encima de sus hermanos, y él traía a su padre malos reportes referentes a ellos. 8 Y los hijos de Ya'akov, viendo toda la conducta de Yosef hacia ellos, y que su padre lo amaba más que a ninguno de ellos, ellos lo odiaban y no podían hablar con él en una forma de Shalom todos los días. 9 Y Yosef tenía 17 años de edad, y aún se magnificaba a sí mismo por encima de sus hermanos, y pensaba y se ensalzaba por encima de ellos. 10 En ese tiempo él soñó un sueño, y él vino a sus hermanos y les contó el sueño, y él dijo a ellos: Yo soñé un sueño, y he aquí que todos estábamos atando manojos en el campo, y mi manojo se levantó y se paró en tierra, y los manojos de ustedes lo rodearon y se inclinaron a él. 11 Y todos sus hermanos le respondieron, y le dijeron: ¿Qué significa esto que tú sueñas? ¿Te imaginas tú en tu corazón que reinarás y regirás sobre nosotros? 12 Y él aun vino y dijo la cosa a su padre Ya'akov, y Ya'akov besó a Yosef cuando él oyó esas palabras de su boca, y Ya'akov bendijo a Yosef. 13 Y cuando los hijos de Ya'akov vieron que su padre había bendecido a Yosef y lo había besado, y que él lo amaba en extremo, ellos se pusieron celosos de él y lo odiaron aún más. 14 Y después de esto Yosef soñó otro sueño y se lo relató a su padre en la presencia de sus hermanos: He aquí yo he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaron hacia mí. 15 Y su padre oyó las palabras de Yosef y su sueño, y viendo que sus hermanos odiaban a Yosef a causa de este asunto, Ya'akov por lo tanto reprendió a Yosef delante de sus hermanos a causa de esta cosa, diciendo: ¿Qué significa este sueño que tú has soñado , y magnificarte a ti mismo delante de tus hermanos que son mayores que tú? 16 ¿Te imaginas tú en tu corazón que yo y tu madre y tus once hermanos vendremos y nos inclinaremos ante ti, que tú hablas esas cosas? 17 Y sus hermanos estaban celosos de él a causa de sus palabras y sueños, y continuaron odiándolo, y Ya 'akov reservó este sueño en su corazón. 18 Y los hijos de Ya'akov fueron un día a alimentar los rebaños en Shejem, porque ellos aún eran pastores en esos días; y mientras los hijos de Ya'akov estaban ese día alimentando en Shejem y se demoraron, y el tiempo de reunir el ganado había pasado, y ellos no habían regresado. 19 Y Ya'akov vio que sus hijos se habían retrasado en Shejem, y Ya'akov se dijo a sí: Quizás la gente de Shejem se han levantado para pelear contra ellos, por lo tanto se han demorado este día. 20 Y Ya'akov llamó a Yosef su hijo y le ordenó, diciendo: He aquí que tus hermanos están alimentando este día en Shejem, y he aquí que ellos no han regresado; ve ahora por tanto y mira a ver donde están, y trae palabra de regreso referente al bienestar de tus hermanos y el bienestar del rebaño. 21 Y Ya'akov envió a su hijo Yosef al valle de Hevron, y Yosef vino por sus hermanos a Shejem, y no los pudo encontrar, y Yosef fue por el campo alrededor de Shejem, para ver donde sus hermanos estaban, y él perdió el camino en el desierto, y no sabía que senda tomar. 22 Y un malaj de YAHWEH lo encontró vagando por en el camino hacia el campo, y Yosef dijo al malaj de YAHWEH: Yo busco a mis hermanos, ¿has oído dónde están alimentando? Y el malaj de YAHWEH dijo a Yosef: Yo vi a tus hermanos alimentando aquí y los oí decir que iban a alimentar en Dotan. 23 Y Yosef escuchó a la voz del malaj de YAHWEH, y él fue a sus hermanos en Dotan y él los encontró en Dotan alimentando el rebaño. 24 Y Yosef avanzó hacia sus hermanos, y antes de que él llegara cerca de ellos, ellos hacían resuelto matarlo. 25 Y Shimeon dijo a sus hermanos: He aquí que el hombre de los sueños está viniendo a nosotros este día, ahora, por lo tanto, matémosle y lo echamos en uno de los pozos que hay en el desierto, y cuando su padre lo busque de nosotros, diremos que una bestia salvaje lo ha devorado . 26 Y Reuven oyó las palabras de sus hermanos referentes a Yosef, y él dijo a ellos: Ustedes no deben hacer esta cosa, porque ¿cómo podemos levantar la mirada a nuestro padre Ya'akov? Échenlo en este pozo para que muera ahí, pero no extiendan una mano sobre él para derramar sangre; y Reuven dijo esto para liberarlo de sus manos, y traerlo de regreso a su padre. 27 Y cuando Yosef vino a sus hermanos él se sentó delante de ellos, y ellos se levantaron sobre él y lo agarraron y lo golpearon a tierra, y lo despojaron de la túnica de muchos colores que tenía sobre él. 28 Y ellos lo agarraron y lo echaron dentro del pozo, y en el pozo no había agua, sino serpientes y escorpiones. Y Yosef tenía temor de las serpientes y escorpiones que estaban en el pozo, pero ellos no le hicieron daño a Yosef. 29 Y Yosef llamó a sus hermanos desde el pozo, y les dijo a ellos: ¿Qué les he hecho a ustedes, y en qué he pecado? ¿Por qué ustedes no temen a YAHWEH referente a mí? ¿No soy yo sus huesos y sangre? ¿No es Ya'akov su padre, mi padre? ¿Por qué me hacen esta cosa, y cómo levantarán la vista a nuestro padre? 30 Y él continuaba gritando y llamando a sus hermanos desde el pozo, y él dijo: O Yahudáh, Shimeon y Levi, mis hermanos, álcenme de este lugar de oscuridad donde me han puesto, y vengan este día a tener compasión sobre mí, ustedes hijos de YAHWEH, e hijos de Ya'akov mi padre. Y si yo he pecado contra ustedes, ¿no son ustedes los hijos de Avraham, Yitzjak y Ya'akov? ¡Si ellos veían a un huérfano, ellos tenían compasión sobre él, ellos le daban pan para comer, o a uno que tuviera sed, le daban agua para beber, y uno que estuviera desnudo, lo cubrían con atuendos! 31 Y ¡cómo entonces ustedes van a retener la piedad de su hermano, porque yo soy su carne y huesos, y si yo he pecado contra ustedes, ciertamente ustedes harán esto por causa de nuestro padre! 32 Y Yosef habló esas palabras desde el pozo, y sus hermanos no podían escucharlo, ni inclinar sus oídos a las palabras de Yosef, y Yosef estaba llorando y sollozando en el pozo. 33 Y Yosef dijo: O si mi padre supiera, este día, el acto que mis hermanos me han hecho a mí, y las palabras que ellos este día me han hablado a mí. 34 Y todos sus hermanos oyeron sus lloros y gritos en el pozo, y sus hermanos fueron y se removieron del pozo, para que no pudieran oír los lloros de Yosef y sus lamentos en el pozo.

Capítulo 42. El complot de sus hermanos para matar a Yosef
1 Y ellos fueron y se sentaron en la parte opuesta, como la distancia de un tiro de arco, y ellos se sentaron allí para comer pan, y mientras estaban comiendo, ellos tuvieron consejo juntos sobre qué iban a hacer con él, si matarlo o traerlo de regreso a su padre. 2 Ellos estaban teniendo el consejo, cuando ellos levantaron sus ojos y vieron, y he aquí que había una compañía de Yishmaelim viniendo a la distancia por el camino de Gilead, con destino a Mitzrayim. 3 Y Yahudáh dijo a ellos: ¿Qué ganaremos por matar a nuestro hermano? Quizás su Elohim lo requerirá de nosotros; este es, entonces, el consejo propuesto sobre él que ustedes harán a él: He aquí esta compañía de Yishmaelim yendo hacia Mitzrayim. 4 Vengan ahora y vamos a deshacernos de él a las manos de ellos, y que nuestras manos no estén sobre él, y ellos lo llevarán con ellos, y él será perdido entre la gente de la tierra, y nosotros no lo pondremos a muerte con nuestras manos. Y la propuesta complació a sus hermanos y ellos hicieron de acuerdo a la palabra de Yahudáh. 5 Y mientras ellos estaban discutiendo el asunto, y antes que la compañía de Yishmaelim pasara junto a ellos, siete mercaderes de Midyan pasaron junto a ellos, y mientras pasaban estaban sedientos, y ellos levantaron sus ojos y vieron el pozo donde Yosef estaba metido, y ellos vieron, y he aquí que toda especia de ave estaba sobre él. 6 Y esos Midyanim corrieron al pozo para beber agua, porque ellos creían que contenía agua, y al venir al pozo ellos oyeron la voz de Yosef llorando y lamentándose en el pozo, y ellos miraron en el pozo, y he aquí que había un joven de hermosa apariencia y bien favorecido. 7 Y ellos llamaron a él, y dijeron: ¿Quién eres tú y quién te puso ahí, y quién te puso en ese pozo en el desierto? Y todos ellos asistieron en halar a Yosef y ellos lo sacaron fuera del pozo, y lo tomaron y siguieron con su viaje y pasaron junto a sus hermanos. 8 Y ellos les dijeron: ¿Por qué hacen esto, tomar a nuestro sirviente e irse? En verdad nosotros pusimos a este joven en el pozo porque se rebeló contra nosotros, y ustedes vienen y lo sacan y se lo llevan, ahora, dennos de regreso nuestro sirviente. 9 Y los Midyanim respondieron y dijeron a los hijos de Ya'akov: ¿es este sirviente de ustedes o este hombre los atiende? Quizás ustedes todos son sirvientes de él, porque él es más hermoso y mejor favorecido que todos ustedes, ¿por qué todos ustedes nos hablan falsamente? 10 Ahora, por lo tanto, nosotros no escucharemos a sus palabras, ni los atenderemos, porque nosotros encontramos a este joven en un pozo en el desierto, y nosotros lo tomamos, y por lo tanto, seguiremos. 11 Y todos lo hijos de Ya'akov se acercaron a ellos y se levantaron y les dijeron: Dennos a nuestro sirviente y ¿Por qué morirán todos por el filo de la espada? Y los Midyanim gritaron contra ellos y desenfundaron sus espadas, y se acercaron para pelear contra los hijos de Ya'akov. 12 He aquí que Shimeon se levantó de su asiento contra ellos, y saltó en la tierra y se acercó a los Midyanim y les dio un terrible grito delante de ellos, tal que su grito fue oído a la distancia, y la tierra tembló al grito de Shimeon. 13 Y los Midyanim estaban aterrorizados a causa de Shimeon y el ruido de su grito, y ellos cayeron sobre sus rostros, y estaban excesivamente alarmados. 14 Y Shimeon les dijo a ellos, en verdad yo soy Shimeon hijo de Ya'akov el Hebreo, que con mis hermanos destruimos la ciudad de Shejem y las ciudades de los Emorim; así además me haga a mí mi Elohim, que si todos sus hermanos el pueblo de Midyan, y también los reyes de Kenaan, fueran a venir con ustedes, ellos no podrían pelear contra mí. 15 Ahora, por lo tanto, devuélvanos al joven a quien ustedes han tomado, no sea que yo de su carne a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 16 Y los Midyanim estaban más aterrorizados de Shimeon, y ellos se acercaron a los hijos de Ya'akov con terror y miedo, y con palabras patéticas, diciendo: 17 Ciertamente ustedes han dicho que el joven es su sirviente, y que él se rebeló contra ustedes, y por tanto lo pusieron en el pozo; ¿qué, entonces, harás ustedes con un sirviente que se rebela contra su amo? Ahora, por lo tanto, véndanlo a nosotros y nosotros les daremos todo lo que requieran por él; y YAHWEH estaba complacido de hacer esto para que los hijos de Ya'akov no mataran a su hermano. 18 Y los Midyanim vieron que Yosef era de apariencia hermosa, y bien favorecido ; ellos lo deseaban a él en sus corazones y estaban urgidos en comprarlo de sus hermanos. 19 Los hijos de Ya'akov escucharon a los Midyanim y les vendieron a Yosef por 20 piezas de plata, y Reuven su hermano no estaba con ellos, y los Midyanim tomaron a Yosef y continuaron su viaje a Gilead. 20 Ellos iban por el camino y los Midyanim se arrepintieron de lo que habían hecho, en haber comprado al joven, y uno dijo al otro: ¿Qué es esta cosa que hemos hecho, en tomar este joven de los Hebreos, quien es de hermosa apariencia, y bien favorecido? 21 Quizás este joven es robado de la tierra de los Hebreos, ¿y por qué, entonces hemos hecho tal cosa? Y si somos buscados y él es encontrado en nuestras manos, nosotros moriremos por él. 22 Ciertamente fuertes y poderosos hombres lo han vendido a nosotros, la fuerza de uno quien ustedes vieron este día; quizás ellos lo robaron de esta tierra con su fuerza y su brazo poderoso, y ellos lo han vendido a nosotros por el bajo valor cual hemos dado a ellos. 23 Y mientras ellos lo estaban discutiendo, ellos miraron, y he aquí que la compañía de Yishmaelim que estaba viniendo primero, y cual los hijos de Ya'akov vieron, estaba avanzando hacia los Midyanim, y los Midyanim se dijeron uno al otro: Vengan, vamos a vender a esta joven a la compañía de los Yishmaelim que está viniendo hacia nosotros, y tomaremos por él lo poco que dimos por él, y seremos librados de este mal. 24 Y ellos hicieron así, y ellos llegaron a los Yishmaelim, y los Midyanim vendieron a Yosef a los Yishmaelim por las 20 piezas de plata que ellos habían dado por él a sus hermanos. 25 Y los Midyanim siguieron su camino a Gilead, y los Yishmaelim tomaron a Yosef y ellos lo dejaron montar en uno de los camellos, y ellos lo estaban llevando a Mitzrayim. 26 Y Yosef oyó que los Yishmaelim estaba en camino a Mitzrayim, y Yosef se lamentó y lloró por esta cosa que él estaba siendo removido tan lejos de la tierra de Kenaan, de su padre, y él lloró amargamente y él estaba montado sobre el camello, y uno de los hombres lo observó, y lo hizo descender de camello y caminar a pie, y a pesar de esto, Yosef continuó llorando y lamentándose, y él dijo: O padre, O padre. 27 Y uno de los Yishmaelim se levantó y golpeó a Yosef en el cachete, y él aún continuó llorando; y Yosef estaba fatigado en el camino y no podía seguir a causa del amargor de su alma, y ellos todos le pegaron y lo afligieron en el camino, y ellos lo aterrorizaron para que dejara de llorar. 28 Y YAHWEH vio la aflicción de Yosef y su problema, y YAHWEH trajo sobre esos hombres oscuridad y confusión, y la mano de todos los que lo golpearon se marchitó. 29 Y ellos dijeron uno al otro: ¿qué es esta cosa que Elohim nos ha hecho en el camino? Y ellos no sabían que esto les había sobrevenido por causa de Yosef, y los hombres siguieron de camino, y ellos pasaron por el camino de Efrat donde Rajel estaba sepultada. 30 Y Yosef llegó a la sepultura de su madre, y Yosef se apresuró y corrió a la sepultura de su madre, y cayó sobre la sepultura y lloró. 31 Y Yosef clamó a gran voz sobre la sepultura de su madre, él dijo: O madre, mi madre, O tú que me diste a luz, despiértate ahora, levántate y mira a tu hijo, como él ha sido vendido por esclavo, y ni uno se compadece de él. 32 O levántate y llora conmigo a causa de mis aflicciones, y mira los corazones de mis hermanos. 33 Levántate mi madre, levántate, despiértate de tu sueño para mí, dirige tus batallas contra mis hermanos. ¡O cómo ellos me han despojado de mi túnica y me han vendido dos veces como esclavo, y me han separado de mi padre, y no hay uno que tenga piedad! 34 ¡Levántate y pon tu causa contra ellos delante del Elohim, y mira a ver a quién El Elohim justificará en el juicio, y a quién El condenará! 35 ¡Levántate, O mi madre levántate, despiértate de tu sueño y mira a mi padre como su alma está conmigo este día, y confórtalo y consuela su corazón! 36 Y Yosef continuó hablando esas palabras, y Yosef gritó a gran voz y lloró amargamente sobre la sepultura de su madre ; y él cesó de hablar, y de la amargura de su corazón se volvió inerte como piedra sobre la sepultura. 37 Y Yosef oyó una voz que le hablaba a él desde debajo de la tierra, cual le respondió con amargura de corazón, y con una voz de lamento y oración en estas palabras:38 Mi hijo, mi hijo Yosef, yo he oído la voz de tu lloro y la voz de tu lamento, yo he visto tus lágrimas; yo conozco tus aflicciones, mi hijo, y me entristece por amor a ti, y abundante tristeza es añadida a mi tristeza. 39 Y por lo tanto mi hijo, Yosef mi hijo, ten esperanza en YAHWEH, y espera en El y no temas, porque YAHWEH está contigo, El te liberará de todos los problemas. 40 Levántate mi hijo y ve a Mitzrayim con tus amos, no temas, porque YAHWEH está contigo, mi hijo. Y ella continuó hablando en esa forma a Yosef, entonces ella se calló. 41 Y Yosef oyó esto y él se quedó grandemente pensativo, y él continuó llorando; y después de esto uno de los Yishmaelim lo observó llorando y lamentándose sobre la sepultura, y su ira fue rebullida contra él, y lo echó de allí, y lo golpeó y lo maldijo. 42 Y Yosef dijo a los hombres: ¿Puedo encontrar misericordia a la vista de ustedes para llevarme de regreso a la casa de mi padre , y él les dará abundancia de riquezas? 43 Y ellos respondieron diciendo: ¿No eres tú el esclavo, y dónde está tu padre? Y si tú tuvieras un padre no hubieras sido vendido dos veces por tan poco dinero; y la ira de ellos aún estaba rebullida contra él, y ellos continuaron golpeándolo y castigándolo. y Yosef lloró amargamente. 44 Y YAHWEH vio la aflicción de Yosef, y YAHWEH de nuevo golpeó a esos hombres, y los castigó, y YAHWEH causó oscuridad que los envolviera sobre la tierra, y relámpagos destellaron y truenos rugieron, y la tierra tembló a la voz de los truenos y del viento poderoso, y los hombres estaban aterrorizados y no sabían a donde ir. 45 Y las bestias y los camellos se pararon inertes, y ellos las guiaban, pero no se movían, ellos las golpearon, y ellas se agacharon en la tierra, y los hombres se dijeron uno al otro; ¿Qué es esto que el Elohim ha hecho a nosotros? ¿Cuáles son nuestras trasgresiones y cuáles son nuestros pecados, que esta cosa ha caído sobre nosotros? 46 Y uno de ellos respondió, y dijo: Quizás por el pecado de afligir a este esclavo, esta cosa nos sucedió este día a nosotros; por lo tanto, imploren de El fuertemente que nos perdone, y entonces sabremos por quién nos ha caído este mal sobre nosotros, y si el Elohim tiene compasión de nosotros, entonces sabremos que esto viene a nosotros por el pecado de afligir a este esclavo. 47 Y los hombres lo hicieron así, y ellos suplicaron a Yosef y lo presionaron para perdonarlos; y ellos dijeron: Hemos pecado a Elohim y a ti, ahora, por lo tanto, concede nuestra petición de tu Elohim que El quite esta muerte de nosotros, porque hemos pecado a El. 48 Y Yosef hizo de acuerdo a sus palabras, y YAHWEH escuchó a Yosef, y YAHWEH quitó la plaga con la cual infligió sobre esos hombres por causa de Yosef, y las bestias se levantaron de la tierra y ellos las condujeron, y ellos siguieron, y la tormenta rugiente se aplacó y la tierra se tranquilizó, y los hombres siguieron en su viaje a Mitzrayim, y los hombres sabían que este mal les había sobrevenido por causa de Yosef. 49 Y ellos se dijeron uno al otro: He aquí, nosotros sabemos que fue por causa de su aflicción que este mal cayó sobre nosotros; ahora, por lo tanto, ¿por qué hemos de traer esta muerte sobre nuestras almas? Vamos a aconsejarnos en qué hacer con este esclavo. 50 Y uno respondió , y dijo: Ciertamente él nos dijo que lo lleváramos de regreso a su padre; ahora por tanto vengan, vamos a llevarlo de regreso y lo llevaremos al lugar que él nos dirá; y tomaremos de su familia el precio que nosotros dimos por él y entonces nos iremos. 51 Y uno respondió de nuevo, y dijo: He aquí este consejo es bueno, pero no lo podemos hacer porque el camino está muy lejos de nosotros, y no podemos salirnos del camino. 52 Y uno más respondió y le dijo a él: Este es el consejo a ser adoptado, no nos desviaremos de él; he aquí, este día nosotros vamos a Mitzrayim, y cuando hayamos llegado a Mitzrayim, lo venderemos a un alto precio, y seremos liberados de su mal. 53 Y esta cosa complació a los hombres, y así lo hicieron, y ellos continuaron su viaje a Mitzrayim con Yosef.

Capítulo 43. Yosef vendido como esclavo
1 Y cuando los hijos de Ya'akov habían vendido a su hermano Yosef a los Midyanim, sus corazones fueron golpeados por causa de él, y ellos se arrepintieron de sus actos, y ellos lo buscaron para traerlo de regreso, pero no lo encontraron. 2 Y Reuven regresó al pozo donde Yosef había sido echado, para poder alzarlo, y restaurarlo a su padre, y Reuven estaba junto al pozo, y no oyó ni una palabra, y él llamó ¡Yosef! ¡Yosef! Y nadie respondió ni pronunció una palabra. 3 Y Reuven dijo: Yosef ha muerto del miedo, o alguna serpiente ha causado su muerte; y Reuven descendió al pozo, y él buscó a Yosef y no lo pudo encontrar en el pozo, y él salió de nuevo. 4 Y Reuven rasgó sus vestiduras y él dijo: El niño no está aquí, ¿y cómo voy a reconciliar a mi padre acerca de él si él está muerto? Y él fue a sus hermanos y los encontró sufriendo a causa de Yosef, y aconsejándose juntos en cómo reconciliar a su padre acerca de él, y Reuven dijo a sus hermanos: Yo vine al pozo y he aquí que Yosef no estaba ahí, ¿qué entonces diremos a nuestro padre? Porque mi padre sólo reclamará al joven de mí. 5 Y sus hermanos le respondieron, diciendo: Tal y tal nosotros hicimos, y nuestros corazones después nos golpeó a causa de este acto, y ahora nos sentamos a buscar un pretexto en cómo reconciliar a nuestro padre con esto. 6 Y Reuven les dijo a ellos: ¿Qué es esto que ustedes han hecho para traer las canas de nuestro padre en tristeza a la sepultura? La cosa no es buena, lo que han hecho. 7 Y Reuven se sentó con ellos, y ellos todos se levantaron y juraron uno al otro no decir esta cosa a Ya'akov, y ellos todos dijeron: El hombre que diga esto a nuestro padre o a su casa, o que reporte esto a cualquiera de los hijos de la tierra, nosotros nos levantaremos contra él y lo mataremos con la espada. 8 Y los hijos de Ya'akov se temían uno al otro en este asunto, desde el menor al mayor, y ni uno habló una palabra, y ellos ocultaron esta cosa en sus corazones. 9 Y ellos se sentaron para determinar e inventar algo que decir a su padre Ya'akov referente a todas estas cosas. 10 Y Yissajar dijo a ellos: Aquí un consejo para ustedes si parece bien a sus ojos hacer esta cosa, tomen la túnica que pertenece a Yosef y la rasgan, y maten un cabrito de los carneros y la mojan con la sangre. 11 Y la envían a nuestro padre y cuando él la vea, él dirá que una bestia malvada ha devorado a Yosef, por lo tanto, rasguen la túnica y he aquí que su sangre estará sobre la túnica, y por hacer esto estaremos libres de las murmuraciones de nuestro padre. 12 Y el consejo de Yissajar les complació, y ellos lo escucharon a él y ellos hicieron de acuerdo a la palabra de Yissajar, con la cual los había aconsejado. 13 Y ellos se apresuraron y tomaron la túnica de Yosef y la rasgaron, y ellos mataron un cabrito de los carneros y mojaron la túnica en la sangre del cabrito, y después la pisotearon en el polvo, y ellos enviaron la túnica a su padre Ya'akov por la mano de Naftali, y ellos le ordenaron decir estas palabras: 14 Nosotros habíamos reunido el ganado, y habíamos venido tan lejos como el camino a Shejem y más lejos; cuando encontramos esta túnica en el camino en el desierto llena de sangre y polvo; ahora reconoce si es la túnica de tu hijo o no. 15 Y Naftali fue y él vino a su padre y le dio la túnica, y le habló todas las palabras que sus hermanos le habían ordenado . 16 Y Ya'akov vio la túnica de Yosef y la reconoció y él cayó con el rostro a tierra, y se volvió tan inerte como una piedra, y después él se levantó y gritó con una gran voz de lamento, y él dijo: ¡Es la túnica de mi hijo Yosef! 17 Y Ya'akov se apresuró y envió uno de sus sirvientes a sus hijos, quien fue a ellos y los encontró viniendo por el camino con el rebaño. 18 Y los hijos de Ya'akov vinieron a su padre cerca del anochecer, y he aquí sus vestiduras estaban rasgadas y había polvo sobre sus cabezas, y ellos encontraron a su padre lamentándose y llorando a gran voz. 19 Y Ya'akov dijo a sus hijos: ¿Díganme verdaderamente qué mal han traído de repente ustedes sobre mí? Y ellos respondieron a su padre Ya'akov, diciendo: Nosotros veníamos este día después que el rebaño había sido reunido, y vinimos tan lejos como la ciudad de Shejem por el camino del desierto, y encontramos esta túnica llena de sangre sobre la tierra, y nosotros la reconocimos y la enviamos a ti para que la reconocieras. 20 Y Ya'akov oyó las palabras de sus hijos, y él gritó en alta voz, y él dijo: Es la túnica de mi hijo, una bestia maldita lo ha devorado; Yosef está rasgado en pedazos, pues yo lo envié este día para saber que todo iba bien con ustedes y bien con los rebaños y que me trajera palabra de ustedes, y él fue como yo le ordené, y esto es lo que la ha sucedido este día mientras yo creía que mi hijo estaba con ustedes. 21 Y los hijos de Ya'akov respondieron, y dijeron: El no vino a nosotros, ni lo hemos visto desde el momento que salimos de ti hasta ahora. 22 Y cuando Ya'akov oyó sus palabras él de nuevo gritó en alta voz, y él se levantó y rasgó sus vestiduras, y él puso cilicio sobre sus lomos, y él lloró amargamente y él se enlutó y alzó su voz en lamento y dijo estas palabras: 23 Yosef mi hijo, O mi hijo Yosef, Y te envié este día tras el bienestar de tus hermanos, y he aquí que has sido rasgado en pedazos; por mi mano esto ha sucedido a mi hijo. 24 Me entristece por ti; Yosef mi hijo, me entristece por ti, ¡cuán dulce eras tú para mí durante la vida, y ahora cuán extremadamente amarga es tu muerte para mí! 25 ¡O que haya muerto yo en tu lugar Yosef mi hijo, porque me entristece desgraciadamente por ti mi hijo, O mi hijo, mi hijo! Yosef mi hijo, ¿dónde estas y hacia dónde has sido arrastrado? 26 ¡Levántate, levántate de tu lugar, y ven a ver mi tristeza por ti, O mi hijo Yosef. Ven ahora y cuenta las lágrimas que fluyen de mis ojos por mis cachetes, y tráelas delante de YAHWEH, que Su ira se vuelva de mí. 27 ¡O Yosef mi hijo, cómo caíste, por la mano de uno por el cual ni uno ha caído desde el principio del mundo hasta este día; porque tú has sido puesto a muerte por el golpe de un enemigo, infligido con crueldad, pero ciertamente yo sé que esto te ha sucedido a ti, a causa de la multitud de mis pecados. 28 Levántate ahora y mira cuán amarga es mi aflicción por ti mi hijo, a pesar de que yo no te levanté, ni te formé, ni te di el aliento y alma, sino fue Elohim quien te formó e hizo tus huesos y los cubrió con carne, y sopló en tus narices el aliento de vida, y después El te dio a mí. 29 Ahora, en verdad, el Elohim quien te dio a mí, El te ha tomado de mí, y tal ha caído sobre ti. 30 Y Ya'akov continuó hablando como esas palabras referente a Yosef; y él lloró amargamente; y él cayó a tierra y se puso inerte. 31 Y todos los hijos de Ya'akov, viendo la aflicción de su padre, ellos se arrepintieron de lo que habían hecho, ellos también lloraron amargamente. 32 Y Yahudáh se levantó y alzó la cabeza de su padre de la tierra, y él limpió las lágrimas de su padre de sus cachetes, y Yahudáh lloró un extremadamente grande lloro, mientras la cabeza de su padre estaba reclinada en su regazo, inerte como una piedra. 33 Y los hijos de Ya'akov vieron la aflicción de su padre, y ellos alzaron sus voces y continuaron llorando, y Ya'akov aún estaba tendido en la tierra inerte como una piedra . 34 Y todos sus hijos y sus sirvientes y los hijos de sus sirvientes se levantaron y se pusieron alrededor de él para confortarlos, y él rehusó ser confortado. 35 Y toda la casa de Ya'akov se levantó y hicieron luto, un gran luto a causa de Yosef y la aflicción de su padre, y la noticia llegó a Yitzjak, el hijo de Avraham, el padre de Ya'akov, y él lloró amargamente a causa de Yosef, él y toda su casa, y él fue desde el lugar donde él vivía en Hevron, y sus hombres con él, y él confortó a Ya'akov su hijo, y él rehusó ser confortado. 36 Después de esto Ya'akov se levantó de la tierra, y sus lágrimas estaban corriendo por sus cachetes, y él dijo a sus hijos: Levántense y tomen sus espadas y sus arcos, y vayan al campo y busquen y vean si pueden encontrar el cuerpo de mi hijo y tráiganlo a mí que yo pueda sepultarlo. 37 Busquen también, por favor, entre las bestias y las cazan, y esa que venga la primera ante ustedes, esa la agarran y la traen a mí, quizás YAHWEH este día tendrá piedad con mi aflicción, y prepare delante de ustedes eso que rasgó a mi hijo en pedazos, y tráiganlo a mí, y yo vengaré la causa de mi hijo. 38 Y sus hijos hicieron lo que su padre les había ordenado, y ellos se levantaron temprano en la mañana, y cada uno tomó su espada y su arco en mano, y ellos fueron al campo a cazar las bestias. 39 Y Ya'akov aún estaba llorando en alta voz y lamentándose y caminando de aquí para allá en la casa, y golpeando sus manos juntas, diciendo: ¡Yosef mi hijo, Yosef mi hijo! 40 Y los hijos de Ya'akov fueron al desierto para agarrar las bestias , y he aquí que un lobo vino hacia ellos, y ellos lo agarraron y lo trajeron a su padre, y ellos dijeron a él: Este es el primero que hemos encontrado y lo hemos traído a ti como tú has ordenado, y el cuerpo de tu hijo, nosotros no pudimos encontrar. 41 Y Ya'akov tomó a la bestia de las manos de sus hijos, y él gritó con una gran voz de lamento, agarrando la bestia en sus manos, y él habló con corazón amargo a la bestia: ¿Por qué devoraste a mi hijo Yosef, y cómo no tienes temor del Elohim de la tierra, o de mi aflicción por mi hijo Yosef? 42 Y tú devoraste a mi hijo por nada, porque él no cometió violencia, y por tanto me hiciste culpable a causa de él, por lo tanto Elohim requerirá él que es perseguido. 43 Y YAHWEH abrió la boca de la bestia para confortar a Ya'akov con sus palabras, y respondió a Ya'akov y habló estas palabras a él: 44 Como el Elohim vive quien nos creó a nosotros sobre la tierra, y como mi alma vive, mi señor, yo no vi a tu hijo, ni lo rasgué en pedazos, pero desde una tierra distante yo también vine a buscar a mi hijo quien se fue de mí este día, y yo no sé si está vivo o muerto. 45 Y yo vine este día al campo a buscar a mi hijo, y tus hijos me encontraron, y me agarraron y aumentaron mi tristeza, y me han traído este día delante de ti, y ahora he hablado todas mis palabras a ti. 46 Y ahora, por lo tanto, O hijo de hombre, yo estoy en tus manos, y haz a mí este día como parezca bien a tu vista, pero por la vida del Elohim quien me creó, yo no vi a tu hijo, ni lo rasgué en pedazos, ni la carne de hombres ha entrado en mi boca en todos los días de mi vida. 47 Y cuando Ya'akov oyó estas palabras de la bestia él estaba grandemente sorprendido, y soltó la bestia de sus manos, y ella se fue. 48 Y Ya'akov aún estaba llorando en voz alta y lamentándose por Yosef día tras día, y él se lamentó por su hijo muchos días.

Capítulo 44. Yosef vendido como esclavo a Potifar en Mitzrayim [Egipto]
1 Y los hijos de Yishmael que habían comprado a Yosef de los Midyanim, quienes lo habían comprado de sus hermanos, fueron a Mitzrayim con Yosef, y ellos llegaron a la frontera de Mitzrayim, y cuando se acercaron a Mitzrayim, ellos se encontraron a cuatro hombres hijos de Medan, el hijo de Avraham, quienes habían salido de la tierra de Mitzrayim en su viaje. 2 Y los Yishmaelim les dijeron a ellos: ¿Desean ustedes comprar este esclavo de nosotros? Y ellos dijeron: Entrégalo a nosotros, y ellos entregaron a Yosef a ellos, y ellos lo miraron, y él era un hermoso joven, y ellos lo compraron por 20 shekels. 3 Y los Yishmaelim continuaron su viaje a Mitzrayim, y los Medanim dijeron uno al otro : He aquí que hemos oído que Potifar, un oficial de Faraón, capitán de la guardia, busca un buen sirviente quien se pare delante de él para atenderlo, y para hacerlo supervisor de su casa y todo lo perteneciente a él. 4 Vengan, vamos a venderlo a él por lo que deseemos, si él es capaz de darnos a nosotros lo que pidamos por él. 5 Y esos Medanim fueron y llegaron a la casa de Potifar, y dijeron a él: Hemos oído que tú buscas un buen sirviente para que te atienda, mira nosotros tenemos un sirviente que te agradará, si tú puedes darnos eso que deseamos, y lo venderemos a ti. 6 Y Potifar dijo: Tráiganlo delante de mí, y yo lo veré, y si él me place yo les daré eso que ustedes requieran por él. 7 Y los Medanim fueron y trajeron a Yosef y lo pusieron delante de Potifar, y él lo vio, y él lo complació en extremo, y Potifar dijo a ellos: Díganme, ¿qué requieren ustedes por este joven? 8 Y ellos dijeron: 400 piezas de plata deseamos por él, y Potifar les dijo a ellos: Yo lo compraré de ustedes si ustedes me traen el recibo de su compra por ustedes, y me dirán su historia, porque quizás él sea robado, porque este joven no es un esclavo, ni hijo de esclavos, pero yo observo en él la apariencia de una buena y hermosa persona. 9 Y los Medanim fueron y trajeron a los Yishmaelim que les habían vendido a Yosef, y ellos le dijeron. El es un esclavo y nosotros se lo vendimos a ellos. 10 Y Potifar oyó las palabras de los Yishmaelim dando la plata a los Medanim, y los Medanim tomaron la plata y siguieron su camino, y los Yishmaelim también regresaron a casa. 11 Y Potifar tomó a Yosef y lo trajo a su casa para que él le sirviera, y Yosef encontró favor a la vista de Potifar, y él puso su confianza sobre él, y lo hizo supervisor de su casa, y todo lo que pertenecía a él, él lo entregó en sus manos. 12 Y YAHWEH estaba con Yosef y él se convirtió en un hombre próspero, y YAHWEH bendijo la casa de Potifar por amor a Yosef. 13 Y Potifar dejó todo lo que él poseía en las manos de Yosef, y Yosef era el que supervisaba las cosas que entraban y salían, y todo estaba regulado por su deseo en la casa de Potifar. 14 Y Yosef tenía 18 años de edad, un joven con bellos ojos y hermosa apariencia, y como él no había en toda la tierra de Mitzrayim. 15 En ese tiempo mientras él estaba en la casa de su amo, saliendo y entrando atendiendo a su amo, Zelicah la esposa de su amo, alzó sus ojos hacia Yosef y ella lo miró a él, y mira, él era un joven hermoso y bien favorecido. 16 Y ella codiciaba su belleza en su corazón, y su alma estaba fijada sobre Yosef, y ella lo tentaba día tras día, y Zelicah persuadía a Yosef diariamente, pero Yosef no alzaba sus ojos para mirar a la esposa de su amo. 17 Y Zelicah dijo a él: ¡Qué apuesta es tu apariencia y tu forma! En verdad yo he mirado a todos los esclavos, y no he visto un esclavo tan bello como lo eres tú; y Yosef dijo a ella: Ciertamente El, quien me creó a mí en el vientre de mi madre, creó a toda la humanidad. 18 Y ella le dijo a él: ¡Qué bellos son tus ojos, con lo cuales has deslumbrado a todos los habitantes de Mitzrayim, hombres y mujeres! Y él le dijo a ella: Qué bellos son mientras estamos vivos, pero si los miras en la sepultura, seguro te volverás de ellos. 19 Y ella dijo a él: ¡Qué bellas y placenteras son todas tus palabras! Toma ahora, el arpa que está en la casa, y toca con tus manos y déjanos oír tus palabras. 20 Y él le dijo a ella: ¡Qué bellas y placenteras son mis palabras cuando yo hablo la alabanza de mi Elohim y Su Gloria! Y ella dijo a él: ¡Qué bello es el cabello de tu cabeza! Mira el peine de oro que está en la casa, tómalo por favor, y encrespa los cabellos de tu cabeza. 21 Y él dijo a ella: ¿por cuánto tiempo hablarás estas palabras? Para de hablar esas palabras a mí. Levántate y atiende tus asuntos domésticos. 22 Y ella dijo a él: No hay ni uno en la casa y no hay nada que atender excepto sino tus palabras y tu deseo; aun no obstante esto, ella no pudo traer a Yosef hacia ella, ni él puso sus ojos sobre ella, sino que dirigió su mirada al suelo . 23 Y Zelicah deseaba a Yosef en su corazón, que él se acostara con ella, y en el tiempo que Yosef estaba sentado en la casa haciendo su trabajo, Zelicah vino y se sentó delante de él, y ella lo tentaba diariamente con su discurso que se acostara con ella, o tan siquiera mirarla, pero Yosef no la escuchaba a ella. 24 Y ella dijo a él: Si tú no haces de acuerdo a mis palabras, yo te castigaré con el castigo de muerte, y pondré un yugo de hierro sobre ti. 25 Y Yosef dijo a ella: Ciertamente el Elohim quien creó al hombre suelta los grilletes de los prisioneros, y es El quien me liberará de tu prisión y de tu juicio. 26 Y cuando ella no pudo prevalecer sobre él para persuadirlo, y su alma estando aún fijada en él, su deseo la echó en enfermedad grave. 27 Y todas las mujeres de Mitzrayim vinieron a visitarla, y ellas le dijeron: ¿Por qué estás tú en este estado de decadencia? Tú, que no te falta nada; ciertamente tu esposo es un gran y estimado príncipe a la vista del rey, ¿te falta algo de lo que tu corazón desea? 28 Y Zelicah les respondió a ellas, diciendo: Este día será esto conocido por ustedes, de donde salta este desorden que me acaece en el cual ustedes me ven, y ella ordenó a sus sirvientas preparar comida para todas las mujeres, y ella hizo un banquete para ellas, y todas las mujeres comieron en la casa de Zelicah. 29 Y ella les dio cuchillos para pelar los limones para comérselos, y ella ordenó que vistieran a Yosef en atuendos costosos, y que él debía aparecer frente a ellas, y Yosef vino ante sus ojos y todas las mujeres miraron a Yosef, y no podían quitar sus ojos de él, y ellas todas se cortaron sus manos con los cuchillos que tenían en sus manos, y todos los limones que estaban en sus manos, estaban llenos de sangre. 30 Y ellas no supieron lo que habían hecho, pero continuaron mirando la belleza de Yosef, y no volvieron sus pestañas de él. 31 Y Zelicah vio lo que ellas habían hecho, y ella les dijo: ¿Qué es esta obra que ustedes han hecho? Miren, yo les di limones para comer y todas se han cortado las manos. 32 Y todas las mujeres vieron sus manos, y he aquí que estaban llenas de sangre, y su sangre fluía hasta sus atuendos, y ellas le dijeron: Este esclavo en tu casa nos ha sobrecogido, y no podíamos volver nuestras pestañas de él por causa de su belleza. 33 Y ella les dijo: Seguramente esto sucedió a ustedes en el momento que lo miraron a él; y ustedes no se pudieron contener de él; ¿Cómo puedo yo abstenerme cuando él está constantemente en mi casa, y yo lo veo día tras día entrando y saliendo de la casa? ¿Cómo puedo mantenerme sin decaer o aun de perecer por cuenta de esto? 34 Y ellas le dijeron: Las palabras son verdad, porque ¿quién puede ver esta bella forma en la casa y abstenerse de él, y no es él tu esclavo y supervisor de tu casa, y por qué no le dices eso que está en tu corazón, y sufre tu alma de perecer en esta forma? 35 Y ella les respondió: Yo todos los días intento persuadirlo, y él no consiente a mis deseos, y yo le he prometido todo lo que es bueno, y aun me encuentro con que nada regresa de él; y yo estoy, por lo tanto, en estado de decadencia, como pueden ver. 36 Y Zelicah se puso muy enferma a causa de su deseo hacia Yosef, y ella estaba desesperadamente enferma de amor por causa de él, y toda la gente en la casa de Zelicah y su esposo no sabían nada de este asunto, que Zelicah estaba enferma por causa de su amor por Yosef. 37 Y toda la gente de su casa le preguntaron, diciendo: ¿Por qué estás enferma y en decadencia, y no te falta nada? Y ella les dijo a ellos: Yo no sé de esta cosa que diariamente está aumentando sobre mí. 38 Y todas las mujeres y sus amigas venían diariamente a verla, y ellas hablaron con ella, y ella les dijo: Esto sólo puede ser por mi amor a Yosef; y ellas le dijeron: Sedúcelo y agárralo secretamente, quizás él te escuche, y quite esta muerte de ti. 39 Y Zelicah se empeoró por su amor a Yosef, y ella continuó decayendo, hasta vagamente tenía fueras para pararse. 40 Y en cierto día Yosef estaba haciendo el trabajo de su amo en la casa, y Zelicah vino secretamente y cayó repentinamente sobre él, y Yosef se levantó contra ella, y él era más poderoso que ella, y él la trajo al suelo. 41 Y Zelicah lloró por el deseo en su corazón hacia él, y ella le suplicó con sollozos, y sus lágrimas fluían por sus cachetes, y ella habló con él en una voz de súplica y amargura de alma, diciendo: 42 ¿Has oído tú, o visto, o conocido mujer tan bella como soy yo, o mejor que yo, quien te habla diariamente, y ha caído en decadencia por amor a ti, que ha concedido todo su honor a ti, y aún tú no escuchas a mi voz? 43 Y si es por temor a tu amo no sea que él te castigue, como vive el rey ningún daño vendrá sobre ti de tu amo a causa de esta cosa, ahora, por lo tanto, por favor, escúchame, y consiente por el honor que yo concedido a ti, y quita esta muerte de mí, y ¿por qué he de morir por amor a ti? Y ella cesó de hablar. 44 Y Yosef le respondió, diciendo: Abstente de mí, y deja este asunto a mi amo; he aquí que mi amo no sabe que es lo que hay conmigo en esta casa, porque todo lo que pertenece a él, él lo ha entregado en mi mano, y ¿cómo voy a hacer esas cosas en la casa de mi amo? 45 Porque él también me ha honrado grandemente en esta casa, y él me ha hecho supervisor de su casa, y él me ha exaltado, no hay uno mayor en esta casa que yo, y mi amo no ha retenido nada de mí, excepto a ti que eres su esposa, ¿cómo, pues, puedes tú hablar esas palabras a mí, y cómo puedo yo hacer este gran pecado al Elohim y a tu esposo? 46 Ahora, por lo tanto, abstente de mí, no hables más palabras como esas , porque no escucharé tus palabras. Pero Zelicah no quiso escuchar las palabras de Yosef cuando él habló esas palabras a ella, sino que ella lo seducía diariamente para que la escuchara. 47 Y fue después de esto que el arroyo de Mitzrayim creció sobre sus riberas, y todos los habitantes de Mitzrayim salieron, y también el rey y príncipes salieron con cantos y danzas, porque era un gran regocijo en Mitzrayim, y un día festivo en el tiempo de inundación del mar de Sijor, y ellos fueron allí para regocijarse todo el día. 48 Y cuando lo Mitzrayimim fueron para regocijarse, como era la costumbre, toda la gente de la casa de Faraón fue con ellos, pero Zelicah no quiso ir con ellos, porque ella dijo: Estoy indispuesta; y ella permaneció sola en la casa, y no había otra persona con ella en la casa. 49 Y ella se levantó y ascendió a su templo en la casa, y se vistió en atuendos principescos, y ella puso sobre su cabeza piedras preciosas de ónice incrustadas de plata y oro, y ella embelleció su rostro y su piel con todo tipo de líquidos purificantes femeninos, y ella perfumó el templo y la casa con canela e incienso y ella regó mirra y áloes, y después se sentó a la entrada del templo, y en el pasillo a la casa, por el cual Yosef pasaba para hacer su trabajo, y he aquí que Yosef vino del campo, y entró a la casa para hacer el trabajo de su amo. 50 Y él llegó al lugar por el cual tenía que pasar, y él vio la obra de Zelicah, y él se volvió. 51 Y Zelicah vio a Yosef volviéndose de ella, y ella lo llamó, diciendo: ¿Qué te sucede Yosef? Ven a trabajar, y he aquí que yo haré espacio para ti hasta que hayas pasado a tu asiento. 52 Y Yosef regresó y entró en la casa, pasó de ese lugar hasta el lugar de su asiento, y él se sentó para hacer el trabajo de su amo, como de costumbre, y he aquí que Zelicah vino a él y se paró delante de él en sus atuendos principescos, y la fragancia de su ropa fue difundida a la distancia. 53 Y ella se apresuró y agarró a Yosef y sus vestiduras, y le dijo a él: Como vive el rey, si no haces mi petición tú morirás este día, y rápidamente ella extendió su otra mano y sacó una espada de debajo de sus atuendos, y la puso al cuello de Yosef, y ella dijo: Levántate y cumple con mi petición, y si no, tú mueres este día. 54 Y Yosef estaba temeroso por ella hacer esto, y él se levantó para huir de ella, y ella agarró el frente de su vestidura, y en el terror de su huida la vestidura que Zelicah agarró se rasgó, y Yosef dejó la vestidura en las manos de Zelicah, y huyó y se fue, porque él estaba en temor. 55 Y cuando Zelicah vio que la vestidura de Yosef estaba rasgada, y que él la había dejado en su mano y había huido, ella tuvo miedo por su vida, no fuera que el reporte referente a ella se difundiera, y ella se levantó y actuó con astucia, y se quitó los atuendos que tenía puestos, y se puso sus otros atuendos. 56 Y ella tomó las vestiduras de Yosef y las puso a su lado, y ella fue y se sentó en el lugar donde se había sentado durante su enfermedad, antes de que la gente de la casa salieran al río, y ella llamó a un muchacho que estaba en su casa, y ella le ordenó llamar a la gente de la casa a ella. 57 Y cuando ella los vio, ella dijo a ellos en alta voz de lamento: Miren qué Hebreo su amo ha traído a mí en la casa, porque él vino hoy a acostarse conmigo. 58 Porque cuando ustedes se habían ido él vino a la casa, y viendo que no había ninguna persona en la casa, él vino a mí, y me agarró, con intenciones de acostarse conmigo. 59 Y yo agarré su vestidura y la rasgué y llamé contra él en alta voz, y cuando yo alcé mi voz él tuvo miedo por su vida y él dejó su vestidura delante de mí, y huyó. 60 Y la gente de su casa no habló nada, pero su ira estaba muy rebullida contra Yosef, y ellos fueron a su amo y le dijeron las palabras de su esposa. 61 Y Potifar regresó a casa enfurecido, su esposa gritó a él, diciendo: ¿Qué es esta cosa que me has hecho trayéndome un sirviente Hebreo a la casa, porque él vino este día para retozar conmigo; así me hizo este día. 62 Y Potifar oyó las palabras de su esposa, y él ordenó que Yosef fuera castigado con azotes severos, y así le hicieron a él. 63 Y mientras ellos lo estaban azotando, Yosef clamó a gran voz, y alzó sus ojos al cielo, y dijo: O YAHWEH, el Elohim, Tú sabes que yo soy inocente de todas esas cosas, y ¿por qué he de morir este día por falsedades, a la mano de esos incircuncisos hombres perversos, a quienes Tú conoces? 64 Y mientras los hombres de Potifar estaban golpeando a Yosef, él continuó gritando y llorando, y había allí un niño de once meses de edad, y YAHWEH abrió la boca del niño, y él habló estas palabras delante de los hombres de Potifar, quienes estaban golpeando a Yosef, diciendo: 65 ¿Qué quieren ustedes de este hombre, y por qué le hacen este mal? Mi madre habla falsamente y pronuncia mentiras; así fue la transacción. 66 Y el niño les dijo con precisión todo lo que había sucedido, y todas las palabras de Zelicah a Yosef día tras día él les declaró a ellos. 67 Y todos los hombres oyeron las palabras del niño y estuvieron grandemente pensativos a las palabras del niño, y el niño cesó de hablar y se puso inerte. 68 Y Potifar estaba muy avergonzado a las palabras de su hijo, y él les ordenó a sus hombres a no golpear más a Yosef, y los hombres cesaron de golpear a Yosef. 69 Y Potifar tomó a Yosef y ordenó que fuera traído a justicia delante de los sacerdotes, que eran jueces pertenecientes al rey, para que lo juzgaran referente a este asunto. 70 Y Potifar y Yosef vinieron delante de los sacerdotes que eran los jueces del rey, y él les dijo a ellos: Decidan, pido por favor, cuál juicio es debido a un sirviente, pues así ha hecho él. 71 Y los jueces dijeron a Yosef; ¿Por qué hiciste esto a tu amo? Y Yosef les respondió, diciendo: No es así, mis señores, así fue el asunto; y Potifar dijo a Yosef: En vendad yo te confié en tus manos todo lo que pertenecía a mí, y yo no retuve nada sino a mi esposa, y ¿cómo puedes haber hecho este mal? 72 Y Yosef respondió, diciendo: No es así mi señor, como YAHWEH vive, y como tu alma vive, mi señor, la palabra que oíste de tu esposa no es verdad, porque así fue el asunto este día. 73 Un año me ha transcurrido desde que estoy en tu casa; ¿has visto alguna iniquidad en mí, o cualquier cosa que te cause demandar mi vida? 74 Y los sacerdotes dijeron a Potifar: Envía, por favor, y que ellos traigan la vestidura rasgada de Yosef, y déjanos ver el rasgón en ella , y si el rasgón está en el frente de la vestidura, entonces su rostro tiene que haber estado opuesto a ella, y ella lo debe haber agarrado a él, para que viniera a ella, y con engaño tu esposa hizo todo lo que ella ha hablado. 75 Y ellos trajeron la vestidura de Yosef delante de los sacerdotes que eran jueces, y ellos vieron y he aquí que el rasgón estaba delante de Yosef, y todos los sacerdotes jueces supieron que ella lo presionó, y ellos dijeron: El juicio de muerte no es debido a este esclavo porque él no ha hecho nada, pero su juicio es que sea puesto en la casa de prisión a causa del reporte, cual por medio de él ha salido contra tu esposa. 76 Y Potifar oyó sus palabras y lo puso en la casa de prisión, el lugar donde los prisioneros del rey son recluidos, y Yosef estuvo en la casa de reclusión 12 años. 77 Y a pesar de esto la esposa de su amo no se volvió de él, y no cesó de hablar con él día a día para que el escuchara sus palabras, y al término de tres meses Zelicah continuaba yendo a la casa de reclusión día a día, y ella lo seducía para que le escuchara, y Zelicah dijo a Yosef: ¿Por cuánto tiempo permanecerás en esta casa? Pero escucha a mis palabras y yo te sacaré de esta casa. 78 Y Yosef le respondió a ella, diciendo: Es mejor para mí permanecer en esta casa que escuchar a tus palabras, pecar contra el Elohim; y ella dijo a él: Si tú no haces mi deseo, yo sacaré tus ojos, añadiré grilletes a tus pies, y te entregaré a las manos de aquellos que no conociste antes. 79 Y Yosef respondió a ella, y dijo: He aquí que el Elohim de toda la tierra es capaz para liberarme de todo lo que tú me puedas hacer, porque El abre los ojos de los ciegos, y suelta a aquellos que están atados, y preserva a todos los extranjeros que no están familiarizados con la tierra. 80 Y cuando Zelicah no pudo persuadir a Yosef a escucharla a ella, ella dejó de ir a seducirlo; y Yosef estaba aún recluido en la casa de reclusión. Y Ya'akov y todos sus hermanos que estaban en la tierra de Kenaan aún lloraban y se enlutaban a causa de Yosef, porque Ya'akov rehusó ser confortado por su hijo Yosef, y Ya'akov lloraba en alta voz, y sollozaba y se enlutaba en esos días.

Capítulo 45. La genealogía de las tribus
1 Y fue en aquel tiempo en ese año, cual es el año de Yosef descender a Mitzrayim después que sus hermanos lo habían vendido, que Reuven el hijo de Ya'akov fue a Timnah y tomó para él por esposa a Eliuram, hija de Avi el Kenaani, y él vino a ella. 2 Y Eliuram la esposa de Reuven fue preñada y dio a luz para él a Hanoj, Palu, Hetzron y Carmi, cuatro hijos; y Shimeon su hermano tomó a su hermana Dinah por esposa, y ella dio a luz para él a Memuel, Yamin, Ohad, Yajin y Tzojar, cinco hijos. 3 Y después vino a Bumah la mujer Kenaan, la misma Bumah que Shimeon tomó cautiva de la ciudad de Shejem, y Bumah estaba delante de Dinah y la atendía, y Shimeon vino a ella, y ella dio a luz para él a Shaúl. 4 Y Yahudáh fue en este tiempo a Adulam, y él vino a un hombre de Adulam, y su nombre era Hirah, y Yahudáh vio allí a la hija de un hombre de Kenaan, y su nombre era Aliyat, la hija de Shua, y él la tomó, y vino a ella, y Aliyat dio a luz para Yahudáh a Er, Onan y Shiloh; tres hijos. 5 Y Levi y Yissajar fueron a la tierra del este, y ellos tomaron para sí esposas , las hijas de Yovav el hijo de Yoktan; el hijo de Ever; y Yovav el hijo de Yoktan tenía dos hijas, el nombre de la mayor era Adinah, y el nombre de la menor era Aridah. 6 Y Levi tomó a Adinah y Yissajar tomó a Aridah, y ellos vinieron a la tierra de Kenaan, a la casa de su padre, y Adinah dio a luz para Levi a Gershon, Kehat y Merari; tres hijos. 7 Y Aridah dio a luz para Yissajar a Tola, Puvah, Yov y Shomron, cuatro hijos; y Dan fue a la tierra de Moav, y tomó como esposa a Aflalet, la hija de Hamudan el Moavi, y la trajo a la tierra de Kenaan. 8 Y Aflalet era estéril, ella no tenía hijo, y el Elohim después se acordó de Aflalet la esposa de Dan, y ella fue preñada y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Hushim. 9 Y Gad y Naftali fueron a Haran y tomaron de ese lugar las hijas de Amuram el hijo de Uz, el hijo de Nahor por esposas. 10 Y estos son los nombres de las hijas de Amuram, el nombre de la mayor era Merimah, y el nombre de la menor era Uzit; y Naftali tomó a Merimah, y Gad tomó a Uzit; y las trajeron a la tierra de Kenaa n, a casa de su padre. 11 Y Merimah dio a luz para Naftali a Ya jzeel, Guni, Yazer y Shalem, cuatro hijos; y Uzit dio a luz para Gad a Zefion, Hagi, Shuni, Ezbon, Eri, Arodi y Arali, siete hijos. 12 Y Asher salió y tomó a Adon hija de Aflal, hijo de Hadad, el hijo de Yishmael, por esposa, y él la trajo a la tierra de Kenaan. 13 Y Adon la esposa de Asher murió en esos días; ella no tuvo hijos, y fue después de la muerte de Adon que Asher fue al otro lado del río y tomó por esposa a Hadurah la hija de Avimael, el hijo de Ever, el hijo de Shem. 14 Y la joven era de apariencia hermosa, y una mujer con sentido, y ella había sido la esposa de Malkiel, el hijo de Elam, el hijo de Shem. 15 Y Hadurah dio a luz una hija para Malkiel, y él llamó su nombre Seraj, y Malkiel murió después de esto, y Hadurah fue y permaneció en la casa de su padre . 16 Y después de la muerte de la esposa de Asher, él fue y tomó por esposa a Hadurah, y la trajo a la tierra de Kenaan, y a Seraj su hija él también la trajo, y ella tenía tres años de edad, y la doncella fue criada en la casa de Ya'akov. 17 Y la doncella era de hermosa apariencia, y ella caminó en los caminos Kadoshim de los hijos de Ya'akov; a ella no le faltaba nada, y YAHWEH le dio a ella sabiduría y entendimiento. 18 Y Hadurah la esposa de Asher fue preñada y dio a luz para él a Yimnah, Yishvah, Yishvi y Beri yah; cuatro hijos. 19 Y Zevulun fue a Midyan, y tomó por esposa a Merishah la hija de Molad, el hijo de Abida, el hijo de Midyan, y la trajo a la tierra de Kenaan. 20 Y Merishah dio a luz para Zevulun a Sered, Elon y Yajleel; tres hijos. 21 Y Ya'akov envió a Aram el hijo de Tzova, el hijo de Teraj, y él tomó para su hijo Binyamin a Mejalia la hija de Aram, y ella vino a la tierra de Kenaan a la casa de Ya'akov; y Binyamin era de diez años de edad cuando él tomó a Mejaliala hija de Aram por esposa. 22 Y Mejalia fue preñada y dio a luz para Binyamin a Bela, Bejer, Ashbel, Gera y Naaman, cinco hijos; y Binyamin salió después y tomó por esposa a Aribat la hija de Shomron, el hijo de Avraham, además de su primera esposa, y él tenía 18 años de edad, y Aribat dio a luz para Binyamin a Aji, Vosh, Mupim, Hupim, y Ord; cinco hijos. 23 Y en aquellos días Yahudáh fue a la casa de Shem y tomó a Tamar la hija de Elam, el hijo de Shem, para esposa de su primogénito Er. 24 Y Er vino a su esposa Tamar, y ella fue su esposa, y cuando él venía a ella el externamente destruía su zera, y su obra era maldita a la vista de YAHWEH, y YAHWEH lo mató. 25 Y fue después de la muerte de Er, el primogénito de Yahudáh, fue que Yahudáh dijo a Onan: Ve a la esposa de tu hermano y cásate con ella como el pariente cercano, y levanta zera para tu hermano. 26 Y Onan tomó a Tamar por esposa y él vino a ella, y Onan también hizo como la obra de su hermano, y su obra era maldita a la vista de YAHWEH, y El lo mató también. 27 Y cuando Onan murió Yahudáh dijo a Tamar: Permanece en al casa de tu padre hasta que mi hijo Shiloh haya crecido, y Yahudáh no se deleitó en Tamar para darla a Shiloh, porque él dijo: Quizás también muera como sus hermanos. 28 Y Tamar se levantó y permaneció en la casa de su padre, y Tamar estuvo en la casa de su padre por largo tiempo. 29 Y en el transcurso del año , Aliyat la esposa de Yahudáh murió ; y Yahudáh estaba confortado por su esposa, y después de la muerte de Aliyat, Yahudáh fue con su amigo Hirah a Timnah para trasquilar sus ovejas. 30 Y Tamar oyó que Yahudáh había subido a Timnah para trasquilar las ovejas, y que Shiloh había crecido, y Yahudáh no se deleitó en ella. 31 Y Tamar se levantó y se quitó las vestiduras de su viudez, y ella se puso un velo sobre sí, y ella se cubrió completamente, y ella fue y se sentó en la vía pública, que está sobre el camino a Timnah. 32 Y Yahudáh pasó y la vio y la tomó y él vino a ella, y ella fue preñada de él, y al tiempo de dar a luz, he aquí que había gemelos en su vientre, y él llamó el nombre del primero Peretz y el nombre del segundo Zeraj.

Capítulo 46. Los compañeros de prisión de Yosef
1 En esos días Yosef aun estaba recluido en la casa de prisión en la tierra de Mitzrayim. 2 En ese momento los sirvientes de Faraón estaban delante de él, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos que pertenecían al rey de Mitzrayim. 3 Y el copero tomó vino y lo puso delante del rey para beber, y el panadero puso pan delante del rey para comer, y el rey bebió del vino y comió del pan, él y los sirvientes y ministros que comían a la mesa del rey. 4 Y mientras ellos estaban comiendo y bebiendo, el copero y el panadero permanecieron allí, y los ministros de Faraón encontraron muchas moscas en el vino que el copero había traído, y piedras de nitrato en el pan del panadero. 5 Y el capitán de la gua rdia puso a Yosef para atender a los oficiales de Faraón, y los oficiales de Faraón estuvieron recluidos por un año. 6 Y al final de un año, ellos tuvieron sueños en una noche, en el lugar de reclusión donde ellos estaban, y en la mañana Yosef vino a ellos para atenderlos como de costumbre, y él los vio, y he aquí que sus semblantes estaban abatidos y tristes. 7 Y Yosef les preguntó: ¿Por qué están sus semblantes abatidos y tristes este día? Y ellos dijeron a él: Nosotros soñamos un sueño y no hay uno que lo interprete; y Yosef dijo a ellos: Relátenme, por favor, su sueño, y el Elohim les dará una respuesta de Shalom como ustedes desean. 8 Y el copero relató su sueño a Yosef, y él dijo: Yo vi en mi sueño, y he aquí que una gran viña estaba delante de mí, y en la viña yo vi tres ramas, y la viña rápidamente floreció y llegó a gran altura, y sus racimos fueron madurados y se hicieron uvas. 9 Y yo tomé las uvas y las prensé en una copa, y la puse en la mano de Faraón y él bebió. Y Yosef dijo a él: Tres ramas que estaban en la viña son tres días. 10 Aún dentro de tres días el rey ordenará que tú seas sacado y él te restaurará a tu trabajo, y tú darás al rey su vino para beber como antes, cuando eras su copero; pero deja encontrar favor a tu vista, para que me recuerdes a Faraón cuando te vaya bien, y ten bondad conmigo, y que me hagas salir de la prisión, porque yo fui robado de la tierra de Kenaan y vendido como esclavo a este lugar. 11 Y eso que te fue contado referente a la esposa de mi amo es falso, porque ellos me pus ieron en esta mazmorra por nada; y el copero respondió a Yosef diciendo: Si el rey trata conmigo bien como antes, como tú me has interpretado, yo haré todo lo que tu deseas, y te haré sacar de esta mazmorra. 12 Y el panadero, viendo que Yosef interpretó correctamente el sueño del copero, también se acercó, y relató todo su sueño a Yosef. 13 Y él le dijo a Yosef: En mi sueño yo vi, y he aquí tres cestas blancas sobre mi cabeza, y yo miré, y he aquí que en la cesta de más arriba había todo tipo de carnes horneadas para Faraón, y las aves las estaban comiendo de sobre mi cabeza. 14 Y Yosef dijo a él: Las tres cestas que tú viste son tres días, aún dentro de tres días Faraón removerá tu cabeza, y te colgará de un árbol, y las aves comerán la carne tuya, como viste en tu sueño. 15 Y en esos días la reina estaba para dar a luz, y ese día ella dio a luz a un hijo para el rey de Mitzrayim, y ellos proclamaron que el rey había tenido su hijo primogénito, y toda la gente de Mitzrayim y los oficiales y sirvientes se regocijaron grandemente. 16 Y al tercer día de su nacimiento Faraón hizo fiesta para sus oficiales y sirvientes, para los ejércitos de la tierra de Tzoar y la tierra de Mitzrayim. 17 Y toda la gente de Mitzrayim y los sirvientes de Faraón vinieron a comer y beber con el rey en la fiesta de su hijo, y para regocijarse con el regocijo del rey. 18 Y todos los oficiales del rey y sus sirvientes se estaban regocijando en ese tiempo por ocho días en la fiesta, y ellos se alegraron con todo tipo de instrumento musical, con cantos y danzas en la casa del rey por ocho días. 19 Y el copero, a quien Yosef le había interpretado su sueño, se olvidó de Yosef, y él no se lo mencionó al rey como él había prometido, porque esta cosa era de YAHWEH para castigar a Yosef porque había confiado en el hombre. 20 Y Yosef permaneció después de esto en la casa de la prisión por dos años, hasta que hubo completado 12 años.

Capítulo 47. La muerte de Yitzjak
1 Y Yitzjak el hijo de Avraham aún vivía en esos días en la tierra de Kenaan, él estaba muy viejo, 180 años de e dad, y Esav su hijo, el hermano de Ya'akov, estaba en la tierra de Edom, y él y sus hijos tenían posesiones en ella junto con los hijos de Seir. 2 Y Esav oyó que el tiempo de su padre se estaba acercando para morir, y él y sus hijos y su casa vinieron a la tierra de Kenaan, a la casa de su padre, y Ya'akov y sus hijos salieron de la tierra donde ellos vivían en Hevron, y ellos todos vinieron a su padre Yitzjak, y ellos encontraron a Esav y sus hijos en la tienda. 3 Y Ya'akov y sus hijos se sentaron delante de su padre Yitzjak y Ya'akov aún estaba enlutado por su hijo Yosef. 4 Y Yitzjak dijo a Ya'akov: Trae aquí a tus hijos y yo los bendeciré; y Ya'akov trajo a sus once hijos delante de su padre Yitzjak. 5 Y Yitzjak puso sus manos sobre todos los hijos de Ya'akov, y él los tomó y los abrazó, y los besó uno a uno, y Yitzjak los bendijo en ese día, y les dijo a ellos: Que el Elohim de sus padres los bendiga y aumente su zera como las estrellas del cielo por números. 6 Y Yitzjak también bendijo a los hijos de Esav, diciendo: Que el Elohim los cause ser temor y terror a todos los que los contemplen, y a sus enemigos. 7 Y Yitzjak llamó a Ya'akov y a sus hijos, y ellos vinieron y se sentaron delante de Yitzjak, y Yitzjak dijo a Ya'akov: YAHWEH el Elohim de toda la tierra me dijo a mí: A tu zera Yo daré esta tierra por herencia si tus hijos guardan Mis estatutos y Mis caminos, y Yo cumpliré a ellos el Pacto que Yo juré a su padre Avraham. 8 Ahora, por lo tanto, mi hijo, enseña a tus hijos y a los hijos de tus hijos a temer a YAHWEH y a andar en el buen camino que complacerá a YAHWEH tu Elohim, porque si guardas los caminos de YAHWEH y Sus estatutos, YAHWEH también cumplirá a ti Su Pacto con Avraham, y hará bien para ti y tu zera todos lo días. 9 Y cuando Yitzjak había terminado de ordenar a Ya'akov y sus hijos, él entregó su ruaj y murió, y fue reunido con su pueblo. 10 Y Ya'akov y Esav cayeron sobre el rostro de su padre Yitzjak, y ellos lloraron, y Yitzjak era de 180 años de edad cuando él murió en la tierra de Kenaan, en Hevron, y sus hijos lo llevaron a la cueva de Majpelah, cual Avraham había comprado de los hijos de Het para posesión de lugar de sepultura . 11 Y todos los reyes de la tierra de Kenaan fueron con Ya'akov y Esav a sepultar a Yitzjak, y todos los reyes de Kenaan mostraron a Yitzjak gran honor en su muerte. 12 Y los hijos de Ya'akov y los hijos de Esav fueron descalzos de aquí para allá, caminando y llorando hasta que llegaron a Kiryat-Arva. 13 Y Ya'akov y Esav sepultaron a su padre Yitzjak en la cueva de Majpelah, cual está en Kiryat-Arva en Hevron, y ellos lo sepultaron con grande honor, como en funerales de reyes. 14 Y Ya'akov y sus hijos, y Esav y sus hijos, y todos los reyes de Kenaan hicieron un gran y profundo luto, y ellos lo sepultaron y se enlutaron por muchos días. 15 Y a la muerte de Yitzjak, él dejo su ganado, y sus posesiones, y todo lo perteneciente a él a sus hijos; y Esav dijo a Ya'akov: He aquí que te pido por favor, que todo lo que nuestro padre ha dejado lo dividamos en dos, y yo escogeré, y Ya'akov dijo: Nosotros lo haremos. 16 Y Ya'akov tomó todo lo que su padre había dejado en la tierra de Kenaan, el ganado y la propiedad y los puso en dos partes delante de Esav y sus hijos, y él dijo a Esav: He aquí, todo esto está delante de ti, escoge para ti mismo la mitad que tomarás. 17 Y Ya 'akov dijo a Esav: Escucha tú por favor a lo que diré, diciendo: YAHWEH, el Elohim del cielo y la tierra habló con nuestros padres Avraham y Yitzjak, diciendo: A tu zera Yo daré esta tierra como herencia para siempre . 18 Ahora, por lo tanto, todo lo que nuestro padre ha dejado está delante de ti, y he aquí que toda la tierra está delante de ti, escoge tú de ellos lo que desees. 19 Y si tú deseas la tierra, tómala para ti y tus hijos para siempre , y yo tomaré estas riquezas, y si tú de seas las riquezas tómalas para ti, y yo tomaré esta tierra para mí y mis hijos que hereden para siempre. 20 Y Nevayot el hijo de Yishmael estaba entonces en la tierra con sus hijos, y Esav fue en ese día y consultó con él, diciendo: 21 Así Ya'akov me ha hablado, y así me ha respondido, ahora dame tu consejo y nosotros oiremos. 22 Nevayot dijo: ¿Qué es esto que Ya'akov ha hablado a ti? He aquí, todos los hijos de Kenaan están viviendo seguros en su tierra, y Ya'akov dice que él la heredará con su zera todos los días. 23 Ve, por lo tanto, y toma todas las riquezas de tu padre, y deja a Ya'akov tu hermano en la tierra, como él ha hablado. 24 Y Esav se levantó y regresó a Ya'akov, e hizo todo lo que Nevayot el hijo de Yishmael aconsejó, y Esav tomó todas las riquezas que Yitzjak dejó, las almas, las bestias, el ganado y la propiedad, y toda la riqueza, él no dio nada a su hermano Ya'akov; y Ya'akov tomó toda la tierra de Kenaan, desde el arroyo de Mitzrayim hasta el río Eufrates, y él la tomó para posesión para siempre. 25 Y Ya'akov también tomó de su hermano Esav la cueva de Majpelah, cual está en Hevron, cual Avraham había comprado de Efron para posesión de lugar de sepultura para él y su zera para siempre. 26 Y Ya'akov escribió todas esas cosas en el libro de compra, y él lo firmó, y él testificó a esto con cuatro fieles testigos. 27 Y estas son las palabras que Ya'akov escribió en el libro, diciendo: La tierra de Kenaan y todas las ciudades de los Hitti, los Hivi, los Ye vusi, los Emorim, los Perizzi, y los Gergashi, todas las siete naciones desde el río de Mitzrayim hasta el río Eufrates. 28 Y la ciudad de Hevron, Kiryat-Arva, y la cueva que está en ella, todo Ya'akov compró de su hermano Esav por valor, para posesión y para una herencia para su zera después de él para siempre. 29 Y Ya'akov tomó el libro de compra y la firma, el mandamiento, los estatutos, el libro revelado y los puso en una vasija de barro para que ellos perduraran por largo tiempo, y él lo entregó en las manos de sus hijos . 30 Y Esav tomó todo lo que su padre había dejado a su muerte de su hermano Ya'akov, y él tomó toda la propiedad desde hombre hasta bestia, camello y asno, buey y oveja, plata y oro, piedras preciosas, y todas las riquezas que habían pertenecido a Yitzjak el hijo de Avraham; no quedó nada que Esav no tomara para él, de todo eso que Yitzjak había dejado a su muerte. 31 Y Esav tomó todo esto y él y sus hijos fueron a casa a la tierra de Seir el Hori, lejos de su hermano Ya'akov y sus hijos. 32 Y Esav tenía posesiones entre los hijos de Seir, y Esav no regresó a la tierra de Kenaan desde ese día en adelante. 33 Y toda la tierra de Kenaan se convirtió en herencia de los hijos de Yisra'el por herencia eterna, y Esav con todos sus hijos heredaron el monte Seir.

Capítulo 48. El sueño de Faraón
1 En aquellos días, después de la muerte de Yitzjak, YAHWEH ordenó y causó una hambruna sobre toda la tierra . 2 En ese tiempo Faraón rey de Mitzrayim estaba sentado sobre su trono en la tierra de Mitzrayim, y se acostó en su cama y soñó sueños, y Faraón vio en su sueño que él estaba parado junto al río de Mitzrayim. 3 Y mientras estaba parado él vio y he aquí siete gordas y bien favorecidas vacas salieron del río. 4 Y otras siete vacas, flacas y mal favorecidas, salieron después de ellas, y las siete mal favorecidas se comieron a las siete bien favorecidas, y aún su apariencia era mala como al principio. 5 Y él se despertó y él se durmió otra vez y él soñó una segunda vez, y él vio y he aquí siete espigas de grano salieron sobre un manojo, de calidad y buenas, y siete espigas abatidas, golpeadas por en viento del este salieron después de ellas, y las espigas abatidas se tragaron a las de calidad, y Faraón se despertó de su sueño. 6 Y en la mañana el rey se recordó de su sueño, y su ruaj estaba tristemente afligido a causa de sus sueños, y el rey se apresuró y envió y llamó a todos los magos de Mitzrayim, y a los hombres sabios, y ellos vinieron y se pararon delante de Faraón. 7 Y el rey dijo a ellos: Yo he soñado sueños, y no hay nadie que los interprete; y ellos dijeron al rey: Relata los sueños a tus sirvientes y déjanos oírlos. 8 Y el rey relató sus sueños a ellos, y ellos todos respondieron y dijeron con una voz al rey: Viva el rey para siempre, y esta es la interpretación de tu sueño. 9 Las siete buenas vacas que viste significan siete hijas que te nacerán en los días postreros, y las siete vacas que viste saliendo después de ellas, y se las tragaron, son por señal que las hijas que tendrás que las hijas que te nacerán todas morirán en la vida del rey. 10 Y eso que viste en el segundo sueño de sie te espigas buenas y llenas saliendo de un manojo, esta es la interpretación, que tú edificarás en los días postreros siete ciudades en la tierra de Mitzrayim; y eso que viste de las siete espigas abatidas saliendo después de ellas y tragándoselas mientras tú lo contemplabas con tus ojos, es por señal que todas las ciudades que edificarás serán destruidas en los días postreros, en la vida del rey. 11 Y cuando ellos hablaron esas palabras el rey no inclinó sus oídos a sus palabras, ni él fijó su corazón en ellas, porque el rey sabía en su sabiduría que ellos no habían dado correcta interpretación de los sueños; y cuando ellos habían terminado de hablar delante del rey, el rey les respondió, diciendo: ¿Qué es esta cosa que ustedes han hablado a mí? Ciertamente ustedes han pronunciado falsedades y hablado mentiras, ahora, por lo tanto, den la correcta interpretación a mis sueños, no sea que todos mueran. 12 Y el rey ordenó después de esto, y él envió y llamó a otros sabios, y el rey relató sus sueños a ellos, y ellos todos le respondieron de acuerdo a la primera interpretación, y la ira del rey fue rebullida y él estaba muy furioso, y el rey dijo a ellos: Ciertamente ustedes hablan mentiras y pronuncian falsedades en lo que han dicho. 13 Y el rey ordenó que una proclamación fuera hecha por toda la tierra de Mitzrayim, diciendo: Está resuelto por el rey y sus grandes hombres, que cualquier hombre sabio que conoce y entiende la interpretación de sueños, y no venga este día delante del rey, morirá. 14 Y el hombre que declare al rey la correcta interpretación de sus sueños, le será dado a él todo lo que él requiera del rey, y todos los hombres sabios de la tierra de Mitzrayim vinieron delante del rey, junto con los magos y los hechiceros que estaban en la tierra de Mitzrayim, en Goshen, en Raameses, en Tajpanjes, en Tzoar, y en todos los lugares de las fronteras de Mitzrayim, y todos ellos se pararon delante del rey. 15 Y todos los nobles y príncipes, y los sirvientes que pertenecían al rey, vinieron juntos de todas las ciudades de Mitzrayim, y todos ellos se sentaron delante del rey, y el rey relató sus sueños delante de los hombres sabios, príncipes, y todos los que se sentaron delante del rey estaban sorprendidos de la visión. 16 Y todos los hombres sabios que estaban delante del rey, estaban grandemente divididos en su interpretación de sus sueños; y algunos de ellos los interpretaron al rey diciendo: Las siete buenas vacas son siete reyes, quienes por la orden del rey serán levantados sobre Mitzrayim. 17 Y las siete malas vacas son siete príncipes, que se levantarán contra ellos en días postreros y los destruirán; y las siete espigas de grano son siete grandes príncipes pertenecientes a Mitzrayim, quienes caerán en la manos de sietes príncipes menos poderosos de sus enemigos en las guerras de nuestro señor el rey. 18 Y algunos de ellos interpretaron para el rey en esta forma, diciendo: Las siete buenas vacas son siete ciudades en Mitzrayim y las siete vacas malas son ciudades en Kenaan, que vendrán contra las siete ciudades de Mitzrayim en los días postreros para destruirlas. 19 Y eso que viste en el segundo sueño de las siete buenas y malas espigas, es una señal de que el gobierno de Mitzrayim regresará de nuevo a su zera como al principio. 20 Y en su reino las siete ciudades de Mitzrayim se volverán contra las siete ciudades de Kenaan que son más fuertes de lo que son ellas, y las destruirán, y el gobierno de Mitzrayim regresará a su zera. 21 Y algunos de ellos dijeron al rey: Esta es la interpretación de tus sueños, las siete buenas vacas son siete reinas, a quienes tú tomarás por esposas en los días postreros, y las siete malas vacas significan que todas estas mujeres morirán durante la vida del rey. 22 Y las siete buenas y malas espigas que viste en el segundo sueño, son 14 niños, y será en los postreros días que ellos se levantarán y pelearán entre ellos, y siete de ellos golpearán a los siete más poderosos. 23 Y algunos de ellos dijeron estas palabras al rey: Las siete buenas vacas son siete hijos que te nacerán y ellos matarán a siete de los hijos de tus hijos en los días postreros; y las siete buenas espigas que viste en el segundo sueño, son esos príncipes contra los cuales otros prí ncipes menos poderosos pelearán en los días postreros, y vengarán la causa de tus hijos, y el gobierno entonces regresará a tu zera. 24 Y el rey oyó todas las palabras de los hombres sabios de Mitzrayim y su interpretación de sus sueños, y ninguno de ellos complació al rey. 25 Y el rey sabía en su sabiduría que ellos del todo no habían hablado correctamente en todas esas palabras, porque esto fue de YAHWEH para frustrar las palabras de los sabios de Mitzrayim, para que Yosef pudiera salir de la casa de reclusión, y para que él pudiera ser grande en Mitzrayim. 26 Y el rey vio que ninguno entre los sabios y magos de Mitzrayim le hablaron correctamente a él, y la ira del rey fue rebullida, y su furia quemó dentro de él. 27 Y el rey ordenó que todos los sabios y magos se fueran de su presencia, y ellos se fueron de la presencia del rey con vergüenza y deshonra. 28 Y el rey ordenó que una proclamación fuera hecha en todo Mitzrayim para matar a todos los magos que había en Mitzrayim, y que ni uno de ellos se dejara vivir. 29 Y los capitanes de la guardia que pertenecían al rey se levantaron, cada hombre desenfundó su espada, y ellos comenzaron a golpear a los magos de Mitzrayim, y a los sabios. 30 Y después de esto Merod el jefe de los coperos del rey, vino y se inclinó delante del rey y se sentó delante de él. 31 Y el copero dijo al rey, viva el rey para siempre, y su gobierno sea exaltado en la tierra. 32 Tú estabas enojado con tu sirviente en aquellos días, ahora dos años han pasado, y me pusiste en la guardia, y yo estuve en la guardia por algún tiempo, yo y el jefe de los panaderos. 33 Y había con nosotros un Hebreo sirviente perteneciente al capitán de la guardia, su nombre era Yosef, y su amo había estado furioso con él y lo puso en la casa de reclusión, y él nos atendió allí. 34 Y un tiempo después que estábamos en la guardia, nosotros soñamos sueños en una noche, yo y el jefe de los panaderos. 35 Y nosotros vinimos en la mañana y se lo dijimos a ese sirviente, y él interpretó nuestros sueños, a cada hombre de acuerdo a su sueño, y él correctamente los interpretó. 36 Y sucedió que como lo interpretó a nosotros, así fue el evento, no cayó a tierra ninguna de sus palabras. 37 Y ahora mi señor y mi rey no mates a la gente de Mitzrayim por nada; he aquí ese esclavo aún está recluido en la casa por el capitán de la guardia su amo, en la casa de reclusión. 38 Si complace al rey que él envíe por él y vendrá delante de ti y te hará conocida la interpretación correcta del sueño que tú soñaste. 39 Y el rey oyó las palabras del jefe de los coperos, y el rey ordenó que los sabios de Mitzrayim no fueran matados. 40 Y el rey ordenó a sus sirvientes que trajeran a Yosef delante de él, y el rey dijo a ellos: Vayan a él y no lo aterroricen no sea que se confunda y no sepa como hablar correctamente. 41 Y los sirvientes del rey fueron a Yosef, y ellos lo sacaron rápidamente de la mazmorra, los sirvientes del rey lo afeitaron y cambiaron sus vestiduras de prisión, y él cambió sus vestiduras de prisión y vino delante del rey. 42 Y el rey estaba sentado en su trono real en un atuendo principesco ceñido con un efod dorado, y el oro fino que había sobre él brillaba, y el carbunclo y el rubí y la esmeralda, y junto con todas las piedras preciosas sobre la cabeza del rey, deslumbraban al ojo, y Yosef estuvo grandemente pensativo acerca del rey. 43 Y el trono sobre el cual el rey se sentaba estaba cubierto con oro y plata, y con piedras de ónice, y tenía setenta peldaños. 44 Y era su costumbre por toda la tierra de Mitzrayim, que todo hombre que viniera a hablar con el rey, si era un príncipe o uno que tuviera estima a la vista del rey, él ascendía hacia el trono del rey hasta el peldaño 31, y el rey descendía hasta el peldaño 36, y hablaba con él. 45 Si él era uno entre la gente común, él ascendía hasta el tercer peldaño, y el rey descendía hasta el cuarto, y hablaba con él, y su costumbre era, además, que cualquier hombre que entendía para hablar en todos los 70 lenguajes, él ascendía los 70 peldaños, y subía hasta que llegaba al rey. 46 Y cualquier hombre que no podía completar los 70, él ascendía tantos peldaños como los lenguajes que podía hablar. 47 Y era de costumbre en esos días en Mitzrayim que nadie reinara sobre ellos, sino el que entendía para hablar en los 70 lenguajes. 48 Y Yosef vino delante del rey y él se inclinó a tierra delante del rey, y él ascendió hasta el tercer peldaño, y el rey se sentó sobre el cuarto peldaño y habló a Yosef. 49 Y el rey dijo a Yosef: Yo soñé un sueño, y no hay intérprete que lo interprete correctamente, y yo ordené este día, por lo tanto, que todos los magos de Mitzrayim y los sabios aquí, tenían que venir delante de mí, y yo relaté mi sueño a ellos, y ni uno me interpretó el sueño correctamente. 50 Y después de esto, este día oí de ti, que tú eres un hombre sabio, y que correctamente puedes interpretar todos los sueños que oigas. 51 Y Yosef respondió a Faraón diciendo: Que Faraón relate el sueño que soñó; ciertamente la interpretación pertenece al Elohim; y Faraón relató los sueños a Yosef, el sueño de las vacas y el sueño de las espigas, y el rey cesó de hablar. 52 Y Yosef estaba entonces ceñido con el Ruaj del Elohim delante del rey, y él supo todas las cosas que caerían sobre el rey desde ese día en adelante, y él sabía la interpretación correcta del sueño del rey, y él habló delante del rey. 53 Y Yosef encontró favor a la vista del rey, y el rey inclinó sus oídos y su corazón, y él escuchó todas las palabras de Yosef. Y Yosef dijo al rey: No te imagines que son dos sueños, porque es sólo un sueño, para lo que el Elohim ha escogido hacer por toda la tierra El ha mostrado al rey este sueño, y esta es la correcta interpretación del sueño: 54 Las siete buenas vacas y espigas son siete años, y las malas siete vacas y espigas son también siete años; es un solo sueño. 55 He aquí que los siete años que están viniendo, habrá abundancia por toda la tierra, y después siete años de hambruna le seguirán, una gravosa hambruna, y toda la abundancia será olvidada de la tierra, y la hambruna consumirá a los habitantes de la tierra. 56 El rey soñó un sueño y el sueño fue repetido a Faraón porque la cuestión está establecida por el Elohim, y el Elohim en corto tiempo la traerá a suceder. 57 Ahora, por lo tanto, yo te daré consejo para librar tu alma y las almas de los habitantes de la tierra del mal de la hambruna, que busques por todo tu reino por un hombre muy discreto y sabio, que conozca los asuntos de gobierno, y lo nombres para supervisar sobre la tierra de Mitzrayim. 58 Y que el hombre a quien tu nombres sobre la tierra de Mitzrayim que nombre oficiales bajo él, que ellos recojan la comida de los buenos años que están viniendo, y que ellos traigan el grano y lo depositen en tus almacenes designados. 59 Y que guarden esa comida para los siete años de hambruna, y que sea sostén para ti y para tu pueblo y toda tu tierra, y que tú y tu tierra no sean cortados por causa de la hambruna. 60 Y que todos los habitantes de la tierra sean ordenados a reunir, todo hombre el producto de su campo, con todo tipo de comida, en los siete buenos años , y que lo pongan en sus almacenes, para que sea sostén para ellos en los días de la hambruna y que ellos puedan vivir de ello. 61 Esta es la correcta interpretación de tu sueño, y este es el consejo dado para poder salvar tu alma y las almas de tus súbditos. 62 Y el rey respondió y dijo a Yosef: ¿Quién dice y quién sabe que tus palabras sean correctas? Y él dijo al rey: Esta será una señal para ti con respecto a mis palabras, que ellas son verdaderas y mi consejo a ti es bueno: 63 He aquí que tu esposa se sienta este día sobre el banco para dar a luz, y ella tendrá un hijo y tú te regocijarás con él; cuando el niño salga del vientre de su madre, tu primogénito que ha nacido hace dos años, morirá y tú serás confortado por el hijo que te nacerá este día. 64 Y Yosef terminó de hablar esas palabras al rey, y él se inclinó hacia el rey y él salió, y cuando Yosef había salido de la presencia del rey, aquellas señales cuales Yosef había hablado al rey vinieron a suceder. 65 Y la reina dio a luz un hijo ese día y el rey oyó las buenas noticias acerca de su hijo, y él se regocijó, y cuando los reporteros habían salido de la presencia del rey, los sirvientes del rey encontraron al primogénito del rey caído muerto en la tierra. 66 Y hubo gran lamentación y ruido en la casa del rey, y el rey la oyó, y él dijo: ¿Qué es el ruido y la lamentación que he oído en la casa? Y ellos dijeron al rey que su hijo primogénito estaba muerto; entonces el rey supo que todas las palabras que Yosef había hablado eran correctas, y el rey fue consolado por su hijo por el hijo que fue nacido a él ese día como Yosef había hablado.

Capítulo 49. Yosef se convierte en el segundo al mando
1 Después de esas cosas el rey envió y reunió a todos sus oficiales y sirvientes, y a todos los príncipes y nobles pertenecientes al rey, y todos ellos vinieron delante del rey. 2 Y el rey dijo a ellos: He aquí que ustedes han visto y oído todas las palabras de este hombre Hebreo, y todas las señales que él declaró que habrían de suceder, y ni una de sus palabras ha caído a tierra. 3 Y ustedes saben que él ha dado una correcta interpretación al sueño, y de cierto vendrá a suceder, ahora, por lo tanto, tomen consejo, y sepan lo que van a hacer y cómo la tierra será liberada de la hambruna. 4 Busquen ahora y si algo similar puede ser encontrado, en cuyo corazón haya entendimiento y sabiduría, y yo lo nombraré sobre la tierra. 5 Porque ustedes han oído lo que el hombre Hebreo ha aconsejado referente a esto para salvar a la tierra y todo en ella de la hambruna, y yo sé que la tierra no será liberada de la hambruna sino por el consejo del hombre Hebreo, aquél que me aconsejó. 6 Y ellos todos respondieron al rey y dijeron: El consejo que el Hebreo ha dado referente a esto es bueno; ahora por lo tanto, nuestro señor y rey, he aquí que toda la tierra está en tus manos, haz eso que parezca bueno a tu vista. 7 A aquel que tú escojas, y quien tú y tu sabiduría conozcan que es sabio y capaz de liberar a la tierra con su sabiduría, a él el rey nombrará bajó él sobre la tierra. 8 Y el rey dijo a todos los oficiales: Yo he pensado que puesto que el Elohim ha hecho conoc ido al hombre Hebreo todo lo que él ha hablado, no hay nadie tan discreto y sabio en toda la tierra como él es; si es bueno a la vista de ustedes yo lo pondré sobre la tierra, porque él salvará a la tierra con su sabiduría. 9 Y todos los oficiales respondieron al rey y dijeron: Pero ciertamente está escrito en las leyes de Mitzrayim, y no deben ser violadas, que ningún hombre reinará en Mitzrayim, ni será segundo al rey, sino uno que tenga conocimiento en todos los lenguajes de los hijos de los hombres. 10 Ahora, por lo tanto, nuestro señor y rey, he aquí que este hombre Hebreo sólo puede hablar la lengua Hebrea, y ¿cómo puede ser él nuestro segundo en gobierno , un hombre que ni siquiera conoce nuestro lenguaje ? 11 Ahora por favor envía por él, y que él venga delante de ti, y pruébalo en todas las cosas y haz como veas adecuado. 12 Y el rey dijo: Será hecho mañana, y la cosa que ustedes han hablado es buena, y todos los oficiales vinieron ese día delante del rey. 13 Y en esa noche YAHWEH envió a uno de sus malajim ministradores, y él vino a la tierra de Mitzrayim a Yosef, y el malaj de YAHWEH se paró sobre Yosef, y he aquí que Yosef estaba tendido en su cama en la casa del amo en la mazmorra, porque su amo lo había puesto de nuevo en la mazmorra a causa de su esposa. 14 Y el malaj lo despertó de su sueño, y Yosef se levantó y se paró sobre sus piernas, y he aquí que el malaj de YAHWEH estaba parado opuesto a Yosef; y el malaj de YAHWEH habló a Yosef, y El le enseñó todos los lenguajes del hombre en esa noche, y El llamó su nombre Yehosef. 15 Y el malaj de YAHWEH se fue de él, y Yosef regresó y se acostó en su cama, y Yosef estaba estupefacto a la visión que él vio. 16 Y vino a suceder que en la mañana el rey envió por todos sus oficiales y sirvientes, y todos ellos vinieron y se sentaron delante del rey, y el rey ordenó que Yosef fuera traído, y los sirvientes del rey fueron y trajeron a Yosef delante de Faraón. 17 Y el rey vino y ascendió los peldaños al trono, y Yosef habló al rey en todos los lenguajes, y Yosef subió al rey y habló al rey hasta que llegó delante del rey en el peldaño 70, y él se sentó delante del rey. 18 y el rey se regocijó grandemente por causa de Yosef, y los oficiales del rey se regocijaron grandemente con el rey cuando ellos oyeron las palabras de Yosef. 19 Y la cosa pereció buena a la vista del rey y los oficiales, de nombrar a Yosef para ser segundo al rey sobre toda la tierra de Mitzrayim, y el rey habló a Yosef diciendo: 20 Ahora tú me diste consejo de nombrar un hombre sabio sobre la tierra de Mitzrayim, para que con su sabiduría salvara a la tierra de Mitzrayim de la hambruna; ahora por lo tanto, puesto que el Elohim ha hecho todo esto conocido a ti, y todas las palabras que tú has hablado, no hay por toda la tierra un hombre discreto y sabio como tú. 21 Y tu nombre ya no será llamado Yosef, sino Zafnat Paaneaj será tu nombre ; y tú serás segundo, y de acuerdo a tu palabra serán todos los asuntos de mi gobierno, y a tu palabra mi pueblo saldrá y entrará. 22 También bajo de tu mano mis sirvientes y oficiales recibirán su salario cual es dado a ellos mensualmente, y a ti toda la gente de la tierra se inclinará, solamente en mi trono yo seré mayor que tú. 23 Y el rey se quitó su anillo de su mano y lo puso en la mano de Yosef, y el rey vistió a Yosef en un atuendo principesco, y puso una corona de oro sobre su cabeza, y él puso una cadena de oro en su cuello. 24 Y el rey ordenó a sus siervos, y lo hicieron montar en el segundo carruaje perteneciente al rey, que iba opuesto al carruaje del rey, y lo montó en un grande y fuerte caballo de los caballos del rey, y a ser conducido por las calles de la tierra de Mitzrayim. 25 Y el rey ordenó que todos aquellos que tocaban liras y arpas y otros instrumentos musicales fueran con Yosef; 1,000 timbre lim, 1.000 mejolot, y 1,000 nebalim fueron tras él. 26 Y 5,000 hombres con espadas desenfundadas relumbrantes en sus manos, y ellos fueron marchando y tocando delante de Yosef, y 20,000 de los grandes hombres del rey ceñidos con cinturones cubiertos de oro, marcharon a la mano derecha de Yosef, y 20,000 a su izquierda, y todas las mujeres y doncellas fueron a las azoteas o se pararon en las calles tocando y regocijándose con Yosef, y contemplaban la apariencia de Yosef y su belleza. 27 Y la gente del rey fue delante de él y detrás de él, perfumando el camino con incienso y con canela, y con todo tipo de perfumes finos, y regaron mirra y áloes en el camino, y 20 hombres proclamaban estas palabras delante de él por toda la tierra con alta voz: 28 ¿Ven a este hombre a quien el rey ha escogido para ser su segundo? Todos los asuntos de gobierno serán regulados por él, y aquel que transgreda sus órdenes, o que no se incline a él a tierra, morirá, porque él se rebela contra el rey y su segundo. 29 Y cuando los heraldos cesaron de proclamar, toda la gente de Mitzrayim se inclinó a tierra delante de Yosef y dijeron: Viva el rey, también que viva su segundo; y todos los habitantes de Mitzrayim se inclinaron en el camino , y ellos se regocijaron con toda clase de tibrel, mejol y nebal delante de Yosef. 30 Y Yosef sobre su caballo alzó sus ojos al cielo, y clamó y dijo: El levanta al hombre pobre del polvo, El levanta al necesitado de la mazmorra, ¡O YAHWEH Tzevaot, feliz es el hombre que confía en Ti! 31 Y Yosef pasó por la tierra de Mitzrayimcon lo sirvientes y oficiales de Faraón, y ellos le mostraron toda la tierra de Mitzrayim y todos los tesoros del rey. 32 Y Yosef regresó y vino ese día delante de Faraón, y el rey dio a Yosef una posesión en la tierra de Mitzrayim, y posesión de campos y viñedos, y el rey dio a Yosef 3,000 talentos de plata y 1,000 talentos de oro, y piedra de ónice y piedras preciosas y muchos regalos. 33 Y al día siguiente el rey ordenó a toda la gente de Mitzrayim traer a Yosef ofrendas y regalos, y aquel que violara el mandamiento del rey debía morir; y ellos edificaron un lugar alto en las calles de la ciudad, y ellos extendieron atuendos allí, y cualquiera que trajera cualquier cosa a Yosef lo ponía en el lugar alto. 34 Y toda la gente de Mitzrayim echó algo en el lugar alto, un hombre un arete de oro, y el otro anillos y aretes, y diferentes vasijas de trabajo de oro y plata, y piedras de ónice y piedras preciosas echaban en el lugar alto; y todos dieron algo de lo que ellos poseían,35 y Yosef tomó todas esas cosas y las puso en sus tesoros, y todos los nobles y oficiales pertenecientes al rey exaltaron a Yosef, y ellos le dieron muchos regalos, viendo que el rey lo había escogido a él para ser su segundo . 36 Y el rey envió a Potifera el hijo de Ahiram, sacerdote de On, y él tomó a su hija doncella Osnat y la dio a Yosef por esposa. 37 Y la doncella era muy hermosa, una virgen, una a quien hombre no había conocido, y Yosef la tomó por esposa; y el rey dijo a Yosef: Yo soy Faraón y aparte de ti nadie se atreverá a alzar su mano o su pie para regular a mi pueblo por toda la tierra de Mitzrayim. 38 Y Yosef tenía 30 años de edad cuando él estuvo delante de Faraón, y Yosef salio de delante del rey, y él se convirtió en el segundo del rey en Mitzrayim. 39 Y el rey dio a Yosef 100 sirvientes para atenderlo en su casa, y Yosef también envió y compró muchos sirvientes y ellos permanecieron en la casa de Yosef. 40 Entonces Yosef se edificó para sí mismo una magnífica casa como las casas de los reyes, delante del patio del palacio del rey, y él hizo en la casa un templo grande, muy elegante en apariencia y conveniente para su residencia; tres años estuvo Yosef edificando su casa. 41 Y Yosef se hizo para si mismo un trono muy elegante con abundancia de oro y plata, y él lo cubrió con piedras de ónice y piedras preciosas, y él hizo sobre ello la semejanza de toda la tierra de Mitzrayim, y la semejanza del río de Mitzrayim que riega toda la tierra de Mitzrayim; y Yosef se sentó sobre su trono en su casa y YAHWEH aumentó la sabiduría de Yosef. 42 Y todos los habitantes de Mitzrayim y los sirvientes de Faraón, y sus príncipes amaban a Yosef en extremo, porque esta cosa era de YAHWEH a Yosef. 43 Yosef tenía un ejército que hacía la guerra saliendo en hordas y tropas al número de 40,600 hombres, capaces de portar armas para asistir al rey y a Yosef contra el enemigo, y aparte de los oficiales del rey y sus sirvientes y habitantes sin números. 44 Y Yosef dio a sus hombres poderosos, y a todo su ejército, escudos y jabalinas, y cascos y cotas de malla y piedras para la honda.

2 comentarios:

  1. Gracias por tan grande bendicion !!

    ResponderEliminar
  2. BENDITO ES YAHWEH, POR LA BENDICION QUE NOS DA DE AMPLIAR LA INFORMACIÓN, ACERCA DE NUESTROS PATRIARCAS, Y DE LA LIBERACIÓN DEL PUEBLO DE YISRAEL DE MANOS DEL FARAÓN, A TRAVÉS DE MOSHE, A TRAVÉS DE ESTE LIBRO DE YASHAR.

    ResponderEliminar