"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

domingo, 15 de abril de 2012

MITOLOGIA BABILONIA -HIMNO A SHAMASH (I)-


MITOLOGIA BABILONIA
HIMNO A SHAMASH (I)

Por Federico Lara Peinado


¡Oh iluminador [de la tierra, oh juez] de los cielos,
Que iluminas las ti[nieblas, pastor de] arriba y de abajo,
Shamash, iluminador [de la tierra, juez] de los cielos,
Que iluminas las ti[nieblas, pastor de] arriba y de abajo!
5 – Tu resplandor, como una red, está [extendido sobre el mundo],
Haces brillar la oscuridad de las montañas lejanas.
A tu aparición se alegran dioses y príncipes,
(y) todos los Igigu son dichosos por poder verte.
Tus rayos, sin cesar, dan a conocer lo que está secreto:
10 – A la claridad de tu luz su traza se vuelve invisible.
Tu esplendor, por todos lados, busca [disipar las sombras],
Como Girra [flameas sobre] las cuatro regiones.
Abres generosamente las puertas de todos los [santuarios],
[ves] las ofrendas (que se han hecho) a todos los Igigu.
15 - ¡Oh Shamash, a tu salida los pueblos se arrodillan
(y) los países, en su totalidad, [a tu vista se arrodillan]!
¡Oh iluminador de la oscuridad, que abres la tira de los cielos,
Que recalientas la brisa del amanecer, el campo de grano, vida del país!
Tu gloria recubre las más lejanas montañas,
20 – Tu resplandor ha llenado toda la extensión del mundo.
Tú te recuestas sobre las montañas, observas la tierra,
Tienes en equilibrio el orbe del mundo en mitad de los cielos,
Tú te preocupas de las gentes de todos los países,
Se te ha confiado enteramente lo que creó Easharru, el príncipe.
25 – Tú haces apacentar, todos juntos, a los seres (dotados) de aliento,
Eres tu quien es su pastor, allá arriba y aquí abajo.
Tú, puntualmente, no cesas de atravesar los cielos,
Recorres, cada día, la tierra en su inmensidad.
La alta mar, las montañas, la tierra, los cielos
30 – Los recorres puntualmente, cada día, como un […].
En el mundo de abajo te ocupas de los mal-ku (príncipes infernales), del kubu (feto/persona muerta convertida en espíritu maligno/ser infernal de nefasta influencia), de los Anunnaku;
En el mundo de arriba, tienes en orden todos los lugares habitados.
¡El pastor del mundo de abajo, el pastor del mundo de arriba,
Regulador de la luz del universo, eres tú, Shamash!
35 – Tú no cesas de atravesar el ancho y vasto mar,
Del cual (incluso) los Igigu ignoran su profundidad.
[Oh Shama]sh, tus rayos descienden hasta el Apsu,
(y) [los mons]truos marinos (por ello) contemplan tu luz.
Oh Shamash, tu atas como una cuerda, cubres como una niebla,
40 – Tu palio protector se extiende generosamente sobre todos los países.
Tú estás, cada día, sin inquietud, tú cara no se ensombrece,
Continuas, incluso de noche, en iluminar [la luz].
Hacia remotas regiones desconocidas, a numerosos lugares,
Si dormir, oh Shamash, vas de día y regresas de noche.
45 – No hay nadie de los Igigu que se esfuerce si no eres tú,
Ni de los dioses del universo (hay ninguno) tan eminente como tú.
A tu orto los dioses del país se han reunido
Y tu terrible resplandor se extiende sobre el país.
De las gentes de todos los países, cuya lengua es diferente,
50 – Conoces los pensamientos, escrutas su conducta.
Ante ti la humanidad entera [está arrodilla]da, [oh Sha]mash, el orden universal aspira a tu luz.
[En] el plato de adivinación, gracias al aderezo del cedro,
[Tu informas] a los interrogadores, interpretes de los sueños.
55 – [Los que lanzan las suertes] ante ti se prosternan,
Ante ti se prosternan malvados y justos.
[No hay nadie que] descienda al Apsu, si no eres tú,
Proclamas la sentencia de los malvados y de los malhechores.

Siguen dos versos rotos en gran parte, por lo que se hace difícil su traducción.

Tú rechazas al improbo que se rodea [de astucias],
Haces salir del Khubur (rio del infierno) a aquel (a quien) retenía una (injusta) sentencia,
Lo que tú declaras en un justo juicio, oh Shamash, [no tiene apelación],
Tus órdenes son notorias, son inmutables [y no cambian de aspecto].
65 – Tu asistes al viajero, cuya ru[ta] es peligrosa,
Tu le das [ayuda] a quien atraviesa el mar y teme mucho a las olas.
Tú guías al que anda errante por caminos jamás vistos,
Acompañas [en los cami]nos al que se presenta a Shamash.
Tú salvas de la alta ola al mercader que lleva el capital,
70 – Dotas de alas al que está descendiendo a las aguas profundas.
A los fugitivos y a los errantes tú les indicas lugares de refugio,
(y) tú revelas al cautivo las rutas que solo Shamash conoce.
Al que en […]
(y) preservas al deportado que [ha sido] apresado.
75 – Tu reconcilias rápidamente al dios [que estaba irritado] contra alguien
[…] al mirar.
Tú te mantienes cerca del en[fermo (…)],
Tú examinas el caso […].
Tú traes […],
80 – Tu […] al país sin retorno.
A las diosas irri[tadas (…)],
Tú eres eminente […],
¡Oh Shamash, en [tu] red […],
En tu lazo […].
85 – El que en un juramento […]
Al que no teme […]
Se hallan tendidas tus redes, tu […] es am[plio].
El que ha levantado [los ojos] sobre la mujer de su amigo
Está abocado prematuramente [por ti a la muerte].
90 – A él se le prepara un lazo peligroso […],
Tu arma va derecha contra él [sin que tenga] salvador;
En su proceso su padre no estará presente.
A la llamada del juez sus propios hermanos no responderán.
¡El está preso en una trampa de bronce sin saberlo!
95 – Al que trama una fechoría tú le despuntas sus astas,
Al negociante que intriga se le cambian los bienes raíces.
Tú haces ver la prisión al juez ímprobo;
Al que acepta un regalo, si juzga injustamente, tú le castigas.
El que no acepta un regalo defiende la causa del débil,
100 – (esa persona) es agradable a Shamash (y) el prolongará su vida.
El juez prudente que pronuncia una justa sentencia
Controla el palacio; su casa es la casa de los príncipes.
El que invierte en negocios y presuras, ¿qué ganará?;
Disminuirá en ganancias y arruinará el capital.
105 – El que invierte en negocios lejanos, el que cambia un siclo por dos,
(Ése) es agradable a Shamash (y) él le prolongará su vida.
El que teniendo la balan[za] comete un fraude,
Cambia las pesas y [la] hace [bajar de este modo],
Disminuirá en ganancias y arruinará [el capital].
110 – El que teniendo la balanza es honesto [y da] mucho [mas que el peso],
Todo le será abundante, [mucho mas será] lo que se le dará.
El que pone la mano en la medida comete un fraude,
El que presta con la (medida) media (pero) se hace restituir según la grande,
Antes de su tiempo (antes de la muerte) la maldición pública le alcanzará,
115 – Antes del vencimiento se le reclamará y será gravado.
Su hijo heredero no dispondrá de su bien;
En posesión de herencia no entraran ni siquiera sus hermanos.
El negociante honesto que, entregando el grano con la medida grande hace crecer el bienestar,
(ése) es agradable a Shamash (y) el prolongará su vida;
120 – Agrandará su familia, adquirirá riqueza,
(y), como el agua de una fuente perenne, su descendencia será perpetua.
El que obra bien, el que ignora el fraude,
El que procede siempre con sinceridad, está [allí, ante ti].
Los que han causado el mal, (para ellos) su descendencia no será [perpetua],
125 – Los que niegan, (muy a su pesar), su boca está presente ante ti.
Tu aclaras bien pronto lo que sale de su boca,
Tú escuchas, tú lo examinas, identificas el caso del malo.
Todos, quienesquieran que sean, están confiados a tu mano,
Tú regulas los presagios para ellos, resuelves lo que está confuso,
130 – Tú atiendes, oh Shamash, la petición, la súplica, la plegaria,
La sumisión, la prosternación, el rezo murmurado y la adoración.
Desde la abertura de su boca, el débil te llama,
El humilde, el indefenso, el afligido, el pobre hombre;
La madre del cautivo, sin descanso, constantemente, recurren a ti.
135 – Aquel, cuya familia está lejos y de quien la ciudad está distante,
[con] el producto de la estepa el pastor se presenta ante ti,
El pastorcillo en tiempos de peligro, el guardián en mitad de los enemigos.
Oh Shamash, bajo tus ojos está la caravana de los que pasan (llenos) de temor,
El mercader viajero, el viajante portador del capital.
140 – Oh Shamash, bajo tus ojos está el pecador (con su) nasa,
El cazador (que caza) con trampas, el arquero que da la batida al ganado
(y) el pajarero con su red están (también) bajo tus ojos,
El ladrón que se esconde, enemigo de Shamash,
El merodeador por el sendero de la estepa están bajo sus ojos.
145 – El muerto errante, el espectro fugitivo,
Oh Shamash, están bajo tus ojos, tu lo has oído todo.
No rechaces a los que se han presentado ante ti […]
Por causa mía, oh Shamash, no los aborrezcas.
Oh Shamash, tú abres el entendimiento de los humanos,
150 – Ellos te buscan a ti, que les das tu furiosa y violenta luz.
[Tú] les [regu]las los presagios, tú asistes a los sacrificios,
Examinas su caso a los cuatro vientos,
Les abres su entendimiento bajo toda la extensión de los lugares habitados.
Como copa donde miran tus ojos no bastan los cielos,
155 – Como plato de adivinación no son suficientes todos los países.
El vigésimo día (del mes) te alegras con alborozo y alegría,
Comes, bebes su puro kurunnu, la cerveza del tabernero del puerto;
Ellos te vierten la cerveza del tabernero y tú la aceptas.
Habiendo salvado a los que encerraban las olas potentes,
160 – Has recibido sin cesar, (a su vuelta), sus ofrendas puras inmaculadas.
Tú bebes su mizu y el kurunnu (que te ofrecen los hombres),
Tú, (que) les haces realizar los deseos que ellos han concebido.
Tú absuelves los pecados de los que se han arrodillado,
Tú has aceptado siempre las plegarias de los que siempre te han rezado.
165 – Ellos, los hombres, temiéndote, glorifican tu nombre
Y, para siempre jamás, alaban tu majestad.
Aquellos, cuya lengua es necia, que pronuncian men[tiras],
Que, como las nubes, no tienen ni rostro ni puerta,
Los que han recorrido la vasta tierra,
170 – Los que han hollado las altas montañas,
Los monstruos del océano, llenos de terrible aspecto,
La conexión del mar, que atraviesa el Apsu,
El producto del rio que discurre, oh Shamash, están ante ti.
¿Cuáles son las montañas que no están revestidas de tu resplandor?
175 - ¿Cuáles las regiones que no se calientan en tu brillante ascensión?
(Tú) que haces brillar la oscuridad, que iluminas las tinieblas, que disipas las sombras, que iluminas la vasta tierra,
Que hacer brillar el día, que haces descender, a mediodía, el ardiente calor,
Que, como una llama, inflamas la vasta tierra,
180 - Que acortas los días, que alargas las noches,
[que provocas] el frio, la helada, el hielo, la nieve,
[Portero de la gran puerta] del cerrojo de los cielos, que abres ampliamente los batientes de los lugares habitados,
[que regulas] el pestillo, el pasador, la llave, el cerrojo,
[que (…)] al cautivo en el torbellino de un combate a muerte.
[…] razón, consejo, deliberación, opinión,
[…] a la mu[chedumbre] de gentes.
[…] trono, reino […]
[…] fuerza […]

Siguen tres versos prácticamente intraducibles, dado su estado.

[…] brillante, tu mansión de magnificencia,
[…] el banquete para las regiones,
195 – [(…) gober]nador, pontífice y príncipe,
[…] que ellos te aporten su tributo,
[…] en la ofrenda de lo producido por todos los países.
[…] que tu capilla sea restaurada,
[…] cuya orden es inescrutable.
200 – [Que Aya, la espo]sa [que tú amas], te diga en
(vuestra) cámara: “¡Que estés en paz!”.

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