"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 5 de diciembre de 2009

MITOLOGIA CANANEA -BAAL Y YAM-

MITOLOGIA CANANEA
E
l mito de la lucha entre Baal y Yam


Queja divina

Alto gritaron a los distantes dioses, fuerte clamaron a los lejanos a la asamblea de los dioses gritaron:
- ¡Él se ha sentado en su sala de fiestas, está El bebiendo vino hasta la saciedad! mientras ignominia del Eternal es su morada, vergüenza de los dioses la casa de vuestro `señor', ignominia la mansión de vuestro `dueño'; que no puede andar ligero por la tierra, ni marchar con presteza por el polvo
De barro asqueroso se alimenta en abundancia, le dan a beber suciedad a raudales. Le ponen una copa en la mano, un cáliz entre las dos; lo que contiene es una suerte de desperdicios, como grava lo que en él se reúne.
¡Se ha declarado El enemigo de su hijo, el Toro, su padre, del nombre de Yam!

Proclamación de Yam

Y respondió el Benigno, El, el Entrañable: - ¡Vaya que si proclamaré el nombre de mi hijo Yam!; ¡de cierto, diosa!, su nombre es: `Amado de El'
Y proclamó el nombre de Yam, el nombre del Amado de El.
Entonces la diosa respondió: - Para nuestro sustento se ha proclamado tu nombre, has sido tú proclamado `señor'.
Y respondió el Toro El, su padre: - Yo, el Benigno, El, el Entrañable, el cetro te he puesto en las manos,
he proclamado tu nombre, Yam, tu nombre es: `Amado de El'. Se te adjudicará el palacio hecho con mi oro, se te dará la casa hecha con mi plata, que habrás de conquistar y arrebatar, de manos de Baal, el Todopoderoso, de manos del Auriga de las nubes.
Pues nos despreció en su orgullo, nos molestó en su altivez.
¡Arrójale de su trono regio, del diván, del solio de su poder, espantándole como un pájaro de sus dominios!
Pues si no le arrojas de su trono, te aplastará como un cordero en tierra, como un lechón contra el suelo.

Banquete

Ofreció El un festín en su casa, un banquete en su palacio. Proclamó en la sala de fiestas el nombre de Yam, su nombre es `Amado de El' Degolló bueyes y también ovejas, abatió toros y carneros cebones novillos de un año, corderos, lechales a montones [Laguna]

Mensaje de El a Kothar

-Así, pues, poned cara hacia Menfis, que de dios es todo él: Creta es la sede de su trono, Menfis, la tierra de su propiedad. A través de mil acres, diez mil fanegas a los pies de Kothar inclinaos y caed, postraos y rendidle honores;
y decid a Kothar-Hasis, repetid a Hayán, el artesano ambidiestro:
- Mensaje del Toro, El, tu padre, palabra del Benigno tu progenitor:
- Oh Kothar..., prepara... dispón en la roca... - Empuña tu asta y tu maza, hacia mí tus pies se den prisa,
hacia mí se apresuren tus pasos, hacia la montaña, el monte Kas. Pues tengo un dicho que voy a comunicarte, una palabra que quiero repetirte.
Es el dicho del árbol y la charla de la piedra: el cuchicheo de los cielos con la tierra, de los abismos con las estrellas:
La piedra del rayo que no comprenden los cielos, la `voz' que no comprenden los hombres, ni entienden las multitudes de la tierra. Ven y yo te lo revelaré en mi montaña, el monte Kas.

Respuesta y marcha de Kothar

Respondió Kothar-Hasis: - Idos, idos, heraldos divinos; vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar
Creta por el dios más lejano, Menfis por la divinidad más distante, a dos capas debajo de las fuentes de la tierra, tres medidas de las profundidades. Así, puso entonces cara hacia el benigno, El, el Entrañable,
hacia la montaña, el monte Kas.
Se presentó en la gruta de El y entró en la residencia del Rey, Padre de años. A los pies de El se inclinó y cayó, se postró y le rindió honores. Y replicó el Toro El, su padre: - Escucha, ¡oh Kothar-Hasis; de prisa construye... en medio... (Laguna)

Mensaje de El a Anat

Así, pues, poned cara hacia Inbub. A través de mil barrios, diez mil manzanas; a los pies de Anat inclinaos y caed, postraos y rendidle honores;
y decid a la Virgen Anat, repetid a la `Pretendida de los pueblos': - Mensaje del Toro El, tu padre, palabra del Benigno, tu progenitor: Sal al paso de la guerra en la tierra, pon en la estepa concordia,
derrama paz en el seno de la tierra, reposo en las entrañas del campo. Empuña tu asta y tu maza, hacia mí tus pies se den prisa, hacia mí se apresuren tus pasos. hacia la montaña, el monte Kas.

(Diez líneas de texto fragmentario y no reconstruible)

Así, pusieron entonces cara hacia Inbub. A través de mil barrios, diez mil manzanas; a los pies de Anat inclinaos y caed, se postraron y le rindieron honores.
Alzaron su voz y exclamaron: - Mensaje del Toro El, tu padre, palabra del Benigno, tu progenitor:
Sal al paso de la guerra en la tierra, pon en la estepa concordia, derrama paz en el seno de la tierra, reposo en las entrañas del campo. Empuña tu asta y tu maza, hacia mí tus pies se den prisa,
hacia mí se apresuren tus pasos. hacia la montaña, el monte Kas.

Respuesta y marcha de Kothar

- Idos, idos, heraldos divinos; vosotros podéis ir despacio, pero yo he de dejar Creta por el dios más lejano, Menfis por la divinidad más distante, a dos capas debajo de las fuentes de la tierra, a tres medidas de las profundidades.
Así, puso entonces cara hacia El que mora en la fuente de los dos raudales, en el seno del venero de los dos océanos.
Se presentó en la gruta de El y entró en la morada del Rey, Padre de años. A pies de El se inclinó y cayó, se postró y le rindió honores.

Nuevo encargo del dios El

Y respondió el Toro El, su padre: - Escucha, ¡oh Kothar-Hasis!: ¡venga!,
construye la casa del Príncipe Yam, alza el palacio del Juez Nahar, la casa de Nahar en medio del mar.
¡Venga, Kothar-Hasis!, a construir la casa del Príncipe Yam,
a levantar el palacio del Juez Nahar, en medio del venero de los dos océanos. Date prisa en construir su casa, date prisa en alzar su palacio. Mil acres abarcará la casa, diez mil fanegas el palacio.
Intromisión de Athtar

Se apresuró a encender el fuego, el Doncel en los campos de Yam en la morada de Yam, día tras día lo encendió.
Entonces Athtar, el pretendiente, exclamó: - Llamaradas y conflagación, sí, el fuego se encendió para mi palacio,
el fuego para mi casa trajeron, y así no me contaré como quien desciende al infierno sin casa y sin hijo.

Intervención disuasoria de Shapash

Entonces Shapash, la Lámpara de los dioses, alzó su voz y exclamó: - Escucha, por favor, Athtar:
salió fiador el Toro El, su padre, ante el Príncipe Yam, ante el Juez Nahar. ¿Cómo quieres que te escuche, el Toro El, tu padre?
De seguro arrancará el soporte de tu asiento, volcará, sí, tu trono regio, sin duda romperá tu cetro de mando.
Y respondió Athtar, el pretendiente: - ¡Tómame de la mano, Toro El, mi padre!
Yo no tengo casa como los dioses, ni mansión como los santos. En solitario descenderé a mi `almario', me lavarán hábiles criados. en la casa del Príncipe Yam, en el palacio del Juez Nahar.
Respondió Shapash: - Salió fiador el Toro, El, su padre, ante el Príncipe Yam, ante el Juez Nahar.
¿Podrás tú entonces ser rey, sí o no? Pues además no tienes mujer como los dioses ni esposa como los santos.
En su casa el Príncipe Yam morará, en su palacio el Juez Nahar, a anunciarlo El me envió.

Y respondió Athtar el pretendiente... (Laguna)

Imprecación de Baal

... Tú te has levantado contra mí? Y respondió Baal, el Todopoderoso: - ¡De tu trono seas arrojado, del trono de tu poder expulsado!
En tu mollera Yagrush golpee, en tu cabeza Ayyamur, Principe Tam, en tu mollera, Juez Nahar.
Rompa Horón, ¡oh Yam!, rompa Horón tu cabeza,
Ashtarte, Nombre de Baal, tu mollera. ¡Ojalá... tambaleándote caigas en el límite... y como al Padre de años dos mujeres te tomen...

Mensaje de Yam

Mensajeros envió Yam, una embajada el Juez Nahar; que con gran regocijo partieron, con alegría en el rostro, respirando satisfacción.
- Marchad mancebos sin deteneros; así, pues, poned cara hacia la Asamblea plenaria, hacia la montaña Lalu.
A los pies de El no caigáis, no os postréis ante la Asamblea plenaria. Puestos en pie transmitid vuestro encargo, repetid vuestro comunicado y decid al Toro El, mi padre, repetid a la Asamblea plenaria:
- Mensaje de Yam, vuestro Señor, de vuestro dueño, el Juez Nahar: - Entregad, dioses, a quien resdís pleitesía, a quien rendís pleitesía, multitudes. Entregad a Baal y a sus servidores, al hijo de Dagón, de cuyo oro pueda apoderarme.

Reacción de los dioses y reproche de Baal

Marcharon los mancebos sin detenerse; así, pusieron entonces cara hacia la montaña Lalu, hacia la Asamblea plenaria.
A su vez los dioses a comer se habían sentado, los santos a nutrirse, estando Baal en pie junto a El.
Apenas los dioses les vieron, vieron a los mensajeros de Yam, a la embajada del Juez Nahar.
bajaron los dioses sus cabezas sobre sus rodillas y asientos principescos. Les reprochó Baal: - ¿Por qué habéis bajado, dioses, vuestras cabezas, sobre vuestras rodillas y asientos principescos?
Alguno de los dioses habría de responder a los dictados de los mensajeros de Yam de la embajada del Juez Nahar.
Alzad, dioses, vuestras cabezas, de sobre vuestras rodillas, de sobre vuestros asientos principescos,
que yo mismo voy a responder a los mensajeros de Yam, a la embajada del Juez Nahar. Alzaron los dioses sus cabezas de sobre sus rodillas, de sobre sus asientos principescos.
Transmisión del mensaje

Luego llegaron los mensajeros de Yam, la embajada del Juez Nahar. A los pies de El no cayeron, no se postraron ante la Asamblea plenaria. Puestos en pie transmitieron su encargo, repitieron su comunicado; como una gran llamarada aparecieron, como una espada afilada su lengua. Dijeron al Toro El, su padre: - Mensaje de Yam, vuestro señor, de vuestro dueño, el Juez Nahar: - Entregad, dioses, a quien rendís pleitesía, a quien rendís pleitesía, multitudes. Entregad a Baal y a sus servidores, al hijo de Dagón, de cuyo oro pueda apoderarme.
Respuesta de El

Respondió el Toro El, su padre: - Siervo tuyo es Baal, ¡oh Yam!, siervo tuyo es Baal, ¡Nahar!, el hijo de Dagón tu prisionero. ÉL te aportará un tributo como los otros dioses, él te aportará como los santos una ofrenda.

Reacción de Baal

De ira se puso líbido el Príncipe Baal. Agarró en su mano un cuchillo, en su diestra un machete.
Golpeó a los mancebos de Yam. Su diestra Anat agarró, su izquierda asió Ashtarte:
- ¿Cómo puedes golpear a los mensajeros de Yam, a la embajada del Juez Nahar?
A un mensajero de llagas él había cubierto la cabeza, herido a otro mensajero en la espalda, que las palabras de su señor habían traído, el mensaje de su dueño...
De ira se puso líbido el Príncipe Baal. Las terrazas con los humores regó, los campos con la sangre de los mensajeros de Yam, de la embajada del Juez Nahar.
Y respondió el Príncipe Baal: - Yo mismo contesto a Yam, vuestro señor, a vuestro dueño, el Juez Nahar:
- Escucha la palabra del Campeón Hadad: ¿Comparsa de Yam, voy a ser yo... uno más de su séquito... de los que se prosternan...? (Laguna)

Escena de combate

- La fuerza de mi mano cede, fenece el vigor de mi espíritu. A mi enemigo no fui capaz de expulsar, aunque arrojé mis dardos. Pero en Yam la calma no sufrió mengua, a Yam el pecho le creció, al Juez Nahar el tórax.
Entonces a espada intenté arremeter, poner fuego a su casa. Pero a tierra cayó nuestra fuerza, al suelo nuestra potencia. Apenas de su boca la frase salió, de sus labios su palabra, cuando, dando un grito, se precipitó a los pies del trono del Príncipe Yam.

Intervención de Kothar.

Y replicó Kothat-Hasis: - ¿No te lo dije, ¡oh Príncipe Baal!, no te lo repetí,¡oh Auriga de las nubes!?
Ahora a tu enemigo, Baal, ahora a tu enemigo debes aplastar, ahora debes destruir a tu adversario. Posesiónate de tu reino eterno, de tu dominio por los siglos de los siglos.

Las armas mágicas decisivas

Kothar dos mazas hizo bajar y proclamó sus nombres: - Tú tienes por nombre Yagrush.
¡Yagrush, expulsa a Yam, expulsa a Yam de su trono, a Nahar del solio de su poder!
Salta de las manos de Baal, como un águila de sus dedos. Golpea en los hombros al Príncipe Yam, en el pecho al Juez Nahar. Saltó la maza de las manos de Baal, como un águila de sus dedos;
golpeó en los hombros al Príncipe Yam, en el pecho al Juez Nahar. Pero fuerte era Yam y no cayó, no se doblaron sus artejos, no se descompuso su figura.
Kothar otras dos mazas hizo bajar y proclamó sus nombres:
- Tú tienes por nombre Ayyumur. Ayyumur, echa a Yam, echa a Yam de su trono, a Nahar del solio de su poder!
Salta de las manos de Baal, como un águila de sus dedos, golpea en el cráneo al Príncipe Yam, en la frente al Juez Nahar. ¡Que se desplome Yam, y caiga a tierra!
Saltó la maza de las manos de Baal, como un águila de sus dedos; golpeó en el cráneo al Prìncipe Yam, en la frente al Juez Nahar. Se desplomó Yam, cayó a tierra.
Se doblaron sus artejos, y se descompuso su figura. Arrastró Baal y deshizo a Yam, acabó con el Juez Nahar.

Intervención de Ashtarte

Por el nombre le reprochó Ashtarte: - Avergüénzate, ¡oh Baal, el Victorioso!, avergüénzate, ¡oh Auriga de las nubes!,
pues cautivo nuestro era el Príncipe Yam, pues cautivo nuestro era el Juez Nahar. Apenas salió de su boca la frase, se avergonzó, sí, Baal, el Victorioso, pero repuso... - Yam está sin duda muerte, Baal reina...
...repuso: - Yam está sin duda muerto, Baal reina (texto irreconstruible, laguna).

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