"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 9 de enero de 2010

MITOLOGIA -MAYA DA A LUZ AL DIOS MERCURIO-

MITOLOGIA
Maya da a luz al dios Mercurio


La noche cae sin prisa y pone silencio en la Arcadia. Maya, la ninfa de hermosos cabellos, la mayor de las siete Pléyades, y cuyo nombre puede significar, en griego, tanto partera como parturienta, se extiende en lecho llena de amor y felicidad y, pacientemente, espera el feliz instante de estrechar entre sus brazos al hijo que esta por nacer.
Llegan los primeros dolores, con las primeras lágrimas y sensaciones extrañas. El sudor perfumado le recorre todo el cuerpo, contraído por el esfuerzo. Las manos delicadas se crispan sobre las blancas sábanas, sobre el vientre hinchado, sobre sí misma. Una y otra vez deja escapar su largo gemido. Y el pensamiento va y vuelve, perdido a lo lejos y al mismo tiempo muy cercano.
Pasan momentos que parecen eternidades. Y súbitamente, como si toda una vida se desarrollase en un instante, Maya da a luz el fruto de sus amores con Zeus.
Hermes nación en un momento de la noche en que encontró a los hombres y los dioses dormidos.
El rostro de Maya se suavizó en una sonrisa silenciosa y sabia. Sin hacer un solo ruido que pueda turbar la paz duramente conseguida, rodea con sus brazos al pequeño retoño y, los ojos todavía lejanos, da gracias a los dioses.
Hermes no llora. Lanza solamente algunos vagidos cuando la madre lo envuelve en tiras de tela. Enseguida lo deposita delicadamente en una cuna improvisada, y el pequeño se calla y duerme.
Por algunos momentos todavía, Maya contempla al hijo que totaliza su condición femenina. Después va hasta la puerta y asiste al inevitable trabajo de la noche.
Poco después, vuelve al interior de la casa como si hubiese cumplido la misión más importante de su vida. Exhausta, se deja caer en lecho y se adormece junto a la Arcadia.

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