LEYENDA DE ADAPA
La Leyenda de Adapa comparte con el Poema de Gilgamesh el tema del hombre que desperdicia la ocasión de obtener la inmortalidad. Se conserva en cuatro recensiones fragmentarias. La más antigua y extensa de ellas (B) procede de los archivos de el‑Amarnah (siglo XIV A. C.), al paso que las otras tres (A, C y D) derivan de la biblioteca de Asurbanipal. Seguimos un orden de presentación contextual, excepto que C es, en términos amplios, paralela en algunos pasajes con B.
A
[Sabi]duría... [...].
Su orden fue en verdad... [...] como la orden de [Ea].
La amplia comprensión le había perfeccionado para descubrir los designios de la tierra. Le había dado sabiduría; vida eterna no le había dado. En aquellos días, en aquellos años, el sabio de Eridu, Ea, le creó por modelo de hombres. El sabio - su orden nadie puede corromper -, El capaz, el más sabio de los Anunnaki es él; El intachable, el de manos limpias, el sacerdote de la unción, el observador de ritos. (Sal 24:4)
(10) Con los panaderos hace el pan, Con los panaderos de Eridu hace el pan; Pan y agua para Eridu a diario proporciona, Con sus mano(s) limpias arregla la mesa de la (ofrenda), Sin él la mesa no puede ser levantada. Pilota el barco, prescribe la pesca para Eridu. En aquellos días Adapa, el de Eridu, Mientras [...] Ea ... en el lecho, Diariamente atiende al santuario de Eridu. En el muelle santo, el Muelle de la Luna Nueva, subió al velero;
(20) Entonces sopló un viento y su embarcación navegó;
[Con el re]mo gobierna su barco
[...] en el vasto mar.
(El resto destruido.)
B
...[...]
El viento del sur s[opló] y [le] sumergió,
[Haciendo que se hundiera] hasta el hogar [del pez]:
"Viento sur, [..]. me todo tu veneno... [...].
¡Romperé tu a[la]!" Cuando hubo dicho esto con su boca, El ala del viento del s[ur] se quebró. Durante siete días El [viento del sur] no sopló sobre la tierra. Anu Llama [a] Ilabrat, su visir:
"Por qué el viento del sur no ha soplado sobre la tierra estos siete días?"
(10) Su visir, Ilabrat, le respondió: "Señor mío, Adapa, el hijo de Ea, el ala del viento del sur Rompió". Cuando Anu oyó este discurso, Gritó: "¡Piedad!". Levantándose de su trono: "¡Que le traigan aquí!"
A eso, Ea, que conoce lo que corresponde al cielo, se apoderó de él,
[Adapa], hizo que llevara (su) [cab]ello revuelto, un traje de luto
[Hizo que se pusiera] y le dio (este) [con]sejo:
"[Adapa], vas a ir [ante Anu], el rey;
[El camino del cielo emprenderás. Cuando al] cielo
[Hayas] su[bido y] te hayas [aproximado a la puerta de Anu],
(20) [Tammuz y Gizzida] en la puerta de Anu Estarán. Al verte, te [pre]guntarán: "Hombre,
¿Por quién tienes ese aspecto? Adapa, ¿por quién Vistes prendas de luto?" "De nuestra tierra dos dioses han desaparecido; Por ello estoy así". "¿Cuáles son los dos dioses que de la tierra Han desaparecido?" "Tammuz y Gizzida". Se mirarán Y sonreirán. Una palabra buena
Dirán a Anu (y) la benigna faz de Anu Harán que se te muestre. Cuando estés ante Anu, Cuando te ofrezcan el pan de la muerte, No (lo) comerás. Cuando te ofrezcan agua de la muerte, No (la) beberás. Cuando te ofrezcan un vestido, Pónte(lo). Cuando te ofrezcan aceite, úngete (con él).
(Este) consejo que te he dado, no descuides; las palabras Que te hablé, retén". El mensajero
De Anu llegó (diciendo lo siguiente): "Adapa el ala del viento del sur Quebró: ¡traédmelo!"
Hizo que emprendiera el camino del cielo, y al cielo subió. Cuando hubo ascendido al cielo y se aproximó a la puerta de Anu, Tammuz y Gizzida estaban en la puerta de Anu.
(40) Cuando vieron a Adapa, exclamaron: "¡Piedad!
Hombre, ¿por quién tienes ese aspecto? Adapa,
¿Por quién vistes prendas de luto ?"
"Dos dioses han desaparecido de la tierra; por consiguiente, con prendas de luto Estoy vestido". "¿Cuáles son los dos dioses que de la tierra han desaparecido?"
"Tammuz y Gizzida". Se miraron Y sonrieron. Cuando Adapa ante Anu, el rey, Avanzó y Anu le vio, gritó:
"Ven, Adapa, ¿por qué el ala del viento del sur Quebraste ?" Adapa repuso a Anu: "Mi señor,
(50) Para la casa de mi dueño, en medio del mar, Estaba pescando. El mar era como un espejo. Pero al viento del sur llegó soplando y me sumergió, Haciendo que (yo) me hundiera a la casa del pez. En la cólera de mi corazón Maldije al [viento del sur]". Hablando a [su] lado, Tammuz
[Y] Gizzida a Anu [una bue]na palabra Dirigieron. Su corazón se calmó porque estaba...
"¿Por qué Ea a un indigno humano del cielo Y de la tierra el proyecto reveló, Dándole distinción y fama?
(60) En cuanto a nosotros, ¿qué haremos con él? Pan de vida Traed para él y (lo) comerá". Cuando el pan de vida Le trajeron, no comió; cuando el agua de vida Le trajeron, no bebió. Cuando un vestido Le trajeron, se (lo) puso; cuando aceite Le trajeron, se ungió (con él).
Al mirarle, Anu se rio de él: "¿Vamos, Adapa! )Por qué no comiste ni bebiste?
¡No gozarás de vida (eterna)! ¡Ah, humanidad per[ver]sa!" "Ea, mi señor, Me ordenó: "No comerás, no beberás"". "Lleváoslo y devolvedlo a su tierra".
(El resto destruido.)
C
Cuando [Anu] oyó aque[llo],
[... en la i]ra de su corazón
[...] despacha un mensajero,
[..., que] conoce el corazón de los grandes dioses, Para que él [...]...
Para alcanzar [... de Ea], el rey.
[...] discutió el asunto.
[...] a Ea, el rey.
(10) [...]...
[...], el sabio, que conoce el corazón de los grandes dioses
[...] cielo ...
[...] pelo desgreñado que le hizo usar,
[...]... y vistiólo con ropa de duelo,
[Le dio un consejo], diciéndole (estas) [pala]bras:.
["Adapa], irás [ante Anu], el rey;
[¡No descuides mi consejo], mis palabras retén!
[Cuando hayas subido al cielo y] te acerques a la puerta de Anu,
[Tammuz y Gizzida] estarán [en la puerta de Anu]".
(Falta el resto.)
D
[...] él [...]
[Aceite] ordenó para él y se [ungió a sí mismo],
[Un ves]tido ordenó para él y fue vestido.
Anu se rió con fuerza de la obra de Ea [diciendo]: "De los dioses del cielo y de la tierra, cuantos son, ¿Quién [jamás] dio esa orden, Para lograr que su orden excediera la de Anu?"
Cuando Adapa desde el horizonte del cielo al cenit del cielo Echó una mirada, vio su aspecto pavoroso.
[En]tonces Anu impuso a Adapa [...];
(10) Para [la ciudad] de Ea decretó exoneración, A su [sa]cerdocio glorificar en lo futuro [decretó] por destino.
[...]... en cuanto a Adapa, el retoño humano,
[Que...], como señor, quebró el ala del viento del sur, Subió al cielo - y así sucesivamente -
[...] qué mál acarreó a la humanidad,
[Y] la enfermedad que atrajo sobre los cuerpos de los hombres, Ésos Ninkarrak aliviará. Levántese la dolencia, apártese la enfermedad. [Sobre] éste [...] caiga el horror,
[En] dulce sueño no descanse,
[... ]... alegría del corazón humano.
(El resto aparece roto.)
***
Sal.24:4 -El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
buen documento
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