LOS DIOSES MAYAS
K’awiil. Deidad de los linajes divinos (dios K; dios GII)
Cetros, bastones, barras bicéfalas, tocados y otros accesorios utilizados por los gobernantes del Clásico muestran reiteradamente imágenes de K’awiil (Abundante Cosecha), como insignias del poder divino a ellos conferido. Es posible que el llamado dios Bufón, personificación del poder, sea una de sus manifestaciones.
Esta deidad de cuerpo humano y una pierna en forma de serpiente, posee la cabeza de un ser sobrenatural con vírgula en el ojo, una larga trompa de reptil provista de molares y un largo colmillo. En la frente porta un espejo (en ocasiones éste puede sustituir todo el rostro), en el cual está inserto un elemento en forma de hacha, antorcha o cigarro del que brotan volutas que representan las hojas del maíz, fuego o humo. Asociado con la nobleza, el relámpago, las semillas, las ofrendas de sangre, la fertilidad y la germinación, era guardián de la vida y regente de los cuatro cuadrantes del cosmos.
De los tres dioses creados, según los textos del Templo de la Cruz Foliada de Palenque, K’awiil (GII) fue el último en nacer. En el Posclásico los yucatecos lo denominaban B’olon Tz’akab (Nueve Generaciones, Cosa Perpetua o Eterno) y quizá sea el Tohil (Tormenta) o Huracán (Rayo de una Pierna) de las tierras altas de Guatemala.
Igual que Itzamnaaj, del cual es una manifestación más, era una deidad que reunía atributos terrestres y celestiales. El glifo de K’awil fue utilizado en el nombre de varios gobernantes.
***
Texto tomado de: Morley, Sylvanus G. La Civilización Maya (Revisada por George W. Brainerd. Fondo de Cultura Económica,
© Universidad Autónoma de Yucatán
No hay comentarios:
Publicar un comentario