Cartas de el-Amarna
Carta de Biridiya de Megiddo al faraón
(Tablilla 244)
Prof. Dr. Julio López Saco
Departamento de Formación Histórica Especial
Escuela de Historia, UCV, Caracas
Las cartas de el-Amarna (antigua ciudad-capital Ajetatón, en el Alto Egipto, fundada por el faraón Amenhotep IV o Ajenatón), se encontraron en tablillas cuneiformes, escritas principalmente en acadio, la lengua franca y diplomática internacional en este periodo histórico. Descubiertas por campesinos egipcios de la zona a fines del siglo XIX, durante excavaciones clandestinas realizadas en la ciudad en ruinas, fueron inicialmente depositadas en una antigua edificación que los arqueólogos han bautizado como la Oficina de Correspondencia del faraón y posteriormente vendidas en los mercados de antigüedades. Estamos entonces, en consecuencia, ante un archivo de correspondencia, en su mayor parte diplomática, llevada a cabo entre la administración egipcia y sus representantes en regiones como el corredor levantino. El archivo completo incluye correspondencia del reinado precedente, es decir, de Amenhotep III, con más de trescientas cartas de tenor diplomático, aunque existen algunas que son de carácter literario y didáctico. Desde un punto de vista histórico y cronológico, las tablillas arrojaron luz sobre las relaciones de Egipto con Mitanni, Asiria, los Hititas de Anatolia, Siria, el Levante y hasta la isla de Chipre (Alashiya). En términos generales, el periodo que abarca la correspondencia comprende los reinados de los citados Amenhotep III, Ajenatón (Amenofis IV), Semenejkara y Tutankamón. Aunque las misivas no contienen fechas ni referencia cronológica alguna, quizás porque en el sistema diplomático vigente en ese época no había un único calendario genérico para todos y no era necesario fecharlas, existen, sin embargo, muy contados casos donde los trabajadores de la cancillería egipcia anotaban en escritura hierática las indicaciones del tiempo conforme a la costumbre de los escribas egipcios. En cualquier caso, es muy complicado establecer algún tipo de línea cronológica, con el agravante de que muchas de ellas están fragmentadas. En otras ocasiones, no figura ni el emisor ni el destinatario en el texto y, por lo tanto, tampoco una fecha.
No debemos olvidar que el archivo de Amarna está incompleto. Las cartas allí halladas son únicamente las que dejaron porque ya no eran útiles, necesarias para la administración. Es significativo, en este sentido, que no se encuentran referencias al mundo de los hititas, a los reinos y poblaciones del Egeo o que las menciones al imperio Asirio, que renace en esta época para conformar el reino medio, sean notablemente escasas. La correspondencia sería trasladada nuevamente a Menfis una vez abandonada la capital de Ajenatón.
Las cartas que aquí vamos a trabajar corresponden a una pequeña selección caracterizada por la presencia en ellas de personalidades, particularmente gobernantes, de ciudades de la región levantina del Mediterráneo oriental, así como de localidades mayormente ubicadas en la región sirio-palestina y en islas del Egeo, como Chipre. El contexto cananeo-fenicio y, especialmente, el bíblico, con referencias habituales en algunas notas, en relación al mundo egipcio del siglo XIV a.n.e., incluyendo el período “herético” amarniense, es el ámbito que vincula la correspondencia escogida.
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Carta de Biridiya de Megiddo al faraón
(Tablilla 244)
Descripción técnica
Carta con cuarenta y tres líneas de texto, escrita en acadio sobre tablilla de arcilla. Se data en el siglo XIV a.n.e. La misiva es enviada por el alcalde o comisionado administrativo, de la ciudad palestina de Megiddo al faraón egipcio, probablemente, Amenofis III. Procedente, como las demás, de el-Amarna (Ajetatón), y descubierta por campesinos a fines del siglo XIX, se encuentra reguardada en el Museo de El Cairo, con el número de inventario C 4768 (12200) y la nomenclatura de tablilla EA 244.
Texto
Al rey, mi señor y mi sol, digo esto: así habla Biridiya,1 el fiel sirviente del rey. A los pies del rey, de mi señor y de mi sol siete veces y otras siete me postro. Sea el soberano, mi señor, puesto sobre aviso que debido a que los arqueros 2 han regresado a Egipto, Labaya ha emprendido una guerra en mí contra. En consecuencia, no podemos sacar adelante la cosecha, y no podemos salir por la puerta de la ciudad debido a Labaya.3
Cuando él supo que los arqueros no llegarían, decidió inmediatamente capturar Megiddo. Pero pueda el Rey rescatar su ciudad de modo que Labaya no la capture.
Mire, la ciudad esta consumida por la muerte, las plagas, el polvo. Entonces, provea el rey una tropa de guarnición de cien hombres para proteger su ciudad a fin que Labaya no la conquiste. Mire, Labaya no tiene ningún otro propósito. Busca simplemente la captura de Megiddo.
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1- Bidiriya es el nombre del gobernante de la ciudad de Megiddo. En la serie de cartas de Amarna aparece en otras siete más: EA 242, EA 243, EA, 245, EA 246, EA, 247, EA 248 y EA 365.
Megiddo es una de las antiguas ciudades de la región de Palestina, hoy en territorio de Israel, que menciona la Biblia, en particular el Apocalipsis. Se encuentra ubicada en una zona estratégica de la antigua vía Maris, gran ruta comercial de la antigüedad. La ocupación humana del yacimiento se constata desde el VI Milenio a.n.e., aunque existen ocupaciones superpuestas hasta su definitivo abandono en el siglo V a.n.e. Los descubrimientos arqueológicos señalan la importancia de Megiddo como ciudad cananea, después como centro administrativo egipcio, posteriormente bajo el control de los reyes israelitas y, finalmente, como ciudad asiria y persa. El primer asentamiento urbano fortificado data del III milenio a.n.e. (J.L.)
Para las referencias bíblicas de la ciudad: Josué 12, 21; 17, 11; Jueces 1, 27; 5, 19; 1 Reyes, 9, 15; 2 Reyes, 9, 27.
2- Los arqueros jugaron un papel destacado en las guerras y conflictos del Cercano Oriente. Muchos ejemplos bíblicos así lo denotan: Génesis 49, 23; 1 Samuel 31, 3; 2 Samuel 11, 24; 2 Crónicas 35, 23; Jeremías 50, 29; 1 Macabeos, 9, 11.
3- Labaya aparece mencionado en trece cartas de la correspondencia de Amarna. Es en EA 289 donde se indica que fue un gobernante de Sakmu (la bíblica Shechem), localizada al sur de la referida Megiddo.
Labaya fue un gobernante y militar cananeo cuya influencia se extendió por la región de Samaria, amenazando y apoderándose de varias ciudades cananeas, algunas bajo poder egipcio, hecho que motivó que el faraón, a la sazón quizá Amenhotep III, ordenase su captura. Sakmu, por su parte, es la moderna Tell Balatah, Salim, también vinculada con Nablus, y denominada así mismo, Neapolis, Sychar y Shakim.
Fue una ciudad cananea que se convirtió en un núcleo israelita en el territorio de la tribu de Manases.
Ciudad fortificada desde la Edad del Bronce, en ella se excavó un importante templo de Baal y otro de Zeus de época del emperador Adriano. Su declinar histórico se produce hacia comienzos del siglo III. (J.L.)
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