Cartas de el-Amarna
Carta de Rib-Hadda al rey de Egipto
(Tablilla 79)
Departamento de Formación Histórica Especial
Escuela de Historia, UCV, Caracas
Las cartas de el-Amarna (antigua ciudad-capital Ajetatón, en el Alto Egipto, fundada por el faraón Amenhotep IV o Ajenatón), se encontraron en tablillas cuneiformes, escritas principalmente en acadio, la lengua franca y diplomática internacional en este periodo histórico. Descubiertas por campesinos egipcios de la zona a fines del siglo XIX, durante excavaciones clandestinas realizadas en la ciudad en ruinas, fueron inicialmente depositadas en una antigua edificación que los arqueólogos han bautizado como la Oficina de Correspondencia del faraón y posteriormente vendidas en los mercados de antigüedades. Estamos entonces, en consecuencia, ante un archivo de correspondencia, en su mayor parte diplomática, llevada a cabo entre la administración egipcia y sus representantes en regiones como el corredor levantino. El archivo completo incluye correspondencia del reinado precedente, es decir, de Amenhotep III, con más de trescientas cartas de tenor diplomático, aunque existen algunas que son de carácter literario y didáctico. Desde un punto de vista histórico y cronológico, las tablillas arrojaron luz sobre las relaciones de Egipto con Mitanni, Asiria, los Hititas de Anatolia, Siria, el Levante y hasta la isla de Chipre (Alashiya). En términos generales, el periodo que abarca la correspondencia comprende los reinados de los citados Amenhotep III, Ajenatón (Amenofis IV), Semenejkara y Tutankamón. Aunque las misivas no contienen fechas ni referencia cronológica alguna, quizás porque en el sistema diplomático vigente en ese época no había un único calendario genérico para todos y no era necesario fecharlas, existen, sin embargo, muy contados casos donde los trabajadores de la cancillería egipcia anotaban en escritura hierática las indicaciones del tiempo conforme a la costumbre de los escribas egipcios. En cualquier caso, es muy complicado establecer algún tipo de línea cronológica, con el agravante de que muchas de ellas están fragmentadas. En otras ocasiones, no figura ni el emisor ni el destinatario en el texto y, por lo tanto, tampoco una fecha.
No debemos olvidar que el archivo de Amarna está incompleto. Las cartas allí halladas son únicamente las que dejaron porque ya no eran útiles, necesarias para la administración. Es significativo, en este sentido, que no se encuentran referencias al mundo de los hititas, a los reinos y poblaciones del Egeo o que las menciones al imperio Asirio, que renace en esta época para conformar el reino medio, sean notablemente escasas. La correspondencia sería trasladada nuevamente a Menfis una vez abandonada la capital de Ajenatón.
Las cartas que aquí vamos a trabajar corresponden a una pequeña selección caracterizada por la presencia en ellas de personalidades, particularmente gobernantes, de ciudades de la región levantina del Mediterráneo oriental, así como de localidades mayormente ubicadas en la región sirio-palestina y en islas del Egeo, como Chipre. El contexto cananeo-fenicio y, especialmente, el bíblico, con referencias habituales en algunas notas, en relación al mundo egipcio del siglo XIV a.n.e., incluyendo el período “herético” amarniense, es el ámbito que vincula la correspondencia escogida.
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Carta de Rib-Hadda al rey de Egipto
(Tablilla 79)
Descripción técnica
Carta en la que se solicita asistencia, escrita en acadio sobre una tablilla de arcilla, con cuarenta y siete líneas de texto. Hallada en Tell el-Amarna, en 1887 por campesinos, también se data en el siglo XIV a.n.e. En la actualidad se encuentra en el Vorderasiatisches Museum de Berlín, signada con el número de inventario VAT 1634 y con el número de tablilla EA 79.
Texto
Rib-Hadda dice a su señor, el Rey de Tierras, el Gran Rey, el Rey de la Batalla: pueda la Señora de Gubla conceder gran poder al soberano, mi señor. A los pies de mi señor, mi Sol, me postro siete veces y otras siete. Sea informado que desde la llegada de Amanappa,1 todo el Apiru se ha volteado en mi contra por instigación de Abdi-AŠirta.
Escuche mi señor las palabras de su sirviente, y envíeme una guarnición para defender la ciudad del rey, hasta que lleguen los arqueros. Si no hay arqueros, entonces todas las tierras se unirán con el Apiru. Escuche, desde la conquista de Bit-Arha,2 de acuerdo con las demandas de Abdi-AŠirta, ellos intentan, de la misma manera, unir Gubla y Batruna;3 y así todas las tierras estarían vinculadas con el Apiru. Dos ciudades permanecen conmigo, aunque ellos también están intentando tomarlas de la mano del Rey. Permita mi señor que se envíe una guarnición a sus dos ciudades hasta la llegada de los arqueros, y concédame algo para alimentarlas. No tengo nada. Como un pájaro quieto en una red, en un jaula / kilubi, así estoy en Gubla. Además, si el rey no puede rescatarme de la mano de su enemigo, entonces todas las tierras se unirán con Abdi-AŠirta. ¿Quién es ese, un perro, que se toma las tierras del Rey para sí mismo?.
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1- Amanappa es el nombre de un oficial egipcio, mencionado en diez ocasiones en las cartas de el- Amarna.
2- Ciudad cuya localización es desconocida.
Quizá se refiera a un santuario cananeo en el norte de Siria, pues el significado del término es Casa de la nueva luna. Véase Knudtzon, J. A., 1964: 29. (J.L.).
3- Batruna es el nombre dado a una ciudad fenicia costera localizada al norte de Beirut, en Líbano.
Actual Al-Batroun, fue conquistada por los Apiru (Habiru en textos sumerios, acadios, egipcios e hititas, considerados grupos nómadas que algunos, discutiblemente, han relacionado con los hebreos bíblicos), hacia 1340 a.n.e. e identificada, en época del clasicismo grecorromano, como la antigua Botrys. No obstante, según Menandro, citado por Flavio Josefo (Contra Apión 1,116; Antigüedades Judías VIII, 1), Ithobalos (Ethbaal), el rey de Tiro en el siglo IX, es considerado el fundador de la ciudad en Fenicia. (J.L.).
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