LOS EVANGELIOS
SINOPTICOS
COMENTARIO SOBRE SAN
LUCAS
Extracto del
libro de Horacio E. Lona: “Evangelios Sinópticos, Introducción. Exégesis.
Práctica”
Realizado por
Sergio Omar Marco
INTRODUCCION
EVANGELIO
La palabra “evangelio” deriva de un término griego compuesto:
“eu” y “angélion”, de la raíz “angelia”, que significa “buena noticia”
El Antiguo Testamento fue escrito en su mayor parte en lengua
hebrea. La palabra griega “euangélion” corresponde al término hebreo “b´sorah”.
Es curioso que los que vertieron el texto hebreo al griego en la traducción de
la así llamada “Setenta” nunca usen “euangélion” en los pocos pasajes donde
aparece “b´sorah”, aunque utilicen con frecuencia el verbo correspondiente:
“euangelizo”, evangelizar, anunciar una buena noticia.
Esto significa que el uso de “euangélion” en el Nuevo
Testamento no puede ser derivado del vocabulario de la LXX, parece también
improbable que el Antiguo Testamento, que la utiliza en tan pocas ocasiones,
haya influenciado el vocabulario cristiano.
SINOPTICO
“Sinopsis” es un término de origen griego que significa
literalmente “visión de conjunto”, “mirada en común”. Los evangelios
“sinópticos” han sido llamados así porque se pueden leer en una lectura
“paralela”.
Un exégeta alemán, Johann Jacob Griesbach, fue el primero que
utilizó el término “synopsis” en un libro con los textos paralelos de los tres
primeros evangelios; desde entonces la palabra se ha convertido en un término
técnico del lenguaje exegético.
COMENTARIO SOBRE SAN
LUCAS
LAS FUENTES
*La escritura
Con un numero de 37 citas explicitas e implícitas, el
evangelio contiene una cantidad apreciablemente menor que las 66 citas de Mateo
con un volumen de texto mucho más reducido. La cantidad de citas “alusivas”
duplica a la de Marcos.
Examinando los textos se advierte una gran diferencia con
Mateo, que no se refleja solo en el aspecto cuantitativo, sino también en la relación
con sus fuentes. El evangelista asume 17 citas de Marcos y 9 de “Q”.
El autor se sirve de los LXX y revela conocimiento directo
del texto.
*El evangelio de Marcos
Como en el caso del evangelio de Mateo, tampoco aquí conocemos
las circunstancias en la que el evangelista y su comunidad llegaron al
conocimiento del texto de Marcos.
Marcos brinda el esquema histórico fundamental que sirve de
soporte ala la composición de Lucas con la inclusión de otras fuentes.
*La colección de dichos de Jesús (“Q”)
El evangelista mantiene en general el orden de los dichos y
transmite los 232 vv de “Q” como bloques en tres contextos narrativos: 1) en
los comienzos, desde la aparición del Bautista hasta las tentaciones de Jesús.
2) en la secuencia del discurso del llano, la curación del ciervo del centurión
y de la pregunta del Bautista y la respuesta de Jesús. 3) en gran parte del itinerario
hacia Jerusalén, en temas comunitarios y en el discurso sobre el fin de los
tiempos.
La primera mención del Espíritu Santo es propia de Lucas por
la importancia del tema del Espíritu en toda su obra. El don del Espíritu Santo
es propio de Lucas, como así también el singular “Padre del Cielo”.
*Las fuentes particulares
La cantidad y la
riqueza del contenido de las fuentes particulares de Lucas son de una enorme
importancia para la comprensión del evangelio. No se puede reconstruir el camino
de las fuentes particulares consideradas individualmente, desde sus orígenes hasta
llegar ser asumidas por el evangelista. Las fuentes particulares se encuentran a lo largo de todo el evangelio.
Miradas en su conjunto las fuentes particulares podrían, por su contenido, conformar
un evangelio. En su volumen literario contienen unos 100 vv menos que Marcos.
No faltan autores que presentaron la hipótesis de un “Proto-Lucas” como el
escrito base al que el evangelista incorporó pasajes del evangelio de Marcos y
de fragmentos de “Q”. El resultado de esta fusión
el texto actual de Lucas.
Los contenidos
transmitidos en las fuentes particulares pueden considerarse en varios casos
como rasgos distintivos de todo el evangelio.
LA FIGURA DE MARIA
Uno de los aspectos distintivos del
evangelio de Lucas es la importancia de la figura de María y la cantidad de
mujeres mencionadas en diversos contextos y cumpliendo distintas funciones. Es
muy poco lo que el evangelista encuentra en sus fuentes sobre María.
El nombre de María se menciona solo en
los dos primeros capítulos del evangelio, que narran en forma paralela la
historia del nacimiento de Jesús y de Juan el Bautista.
Las fuentes particulares ponen en
labios de María y de Zacarías himnos de alabanza que confirman la estructura de
los primeros capítulos. Los rasgos de María recibido de las fuentes
particulares han sido asumidos por el evangelista e incorporados a su visión teológica.
FECHA Y LUGAR DE ORIGEN
Los puntos de referencia para determinar la fecha de origen
del evangelio son los mismos que se han
tenido en cuenta al tratar el evangelio de Mateo, la fecha de origen del
evangelio de Marcos y de “Q”, y el tiempo presumiblemente necesario para la recepción
de estas dos fuentes y su combinación literaria en el evangelio. A esto hay que
agregar la recepción de las fuentes particulares.
Si el evangelio de Marcos nace poco tiempo después del año
70, el tiempo de origen del evangelio de Lucas puede ubicarse entre los años 80
y 90.
La disparidad de las opiniones sobre el lugar de origen del
evangelio, es lo que pone más en evidencia las dificultades para ofrecer una
respuesta convincente. Jerónimo proponía a Acaya basándose en antiguas tradiciones
sobre el evangelista, autores modernos varían entre Cesárea, la Decápolis, Asia
Menor, Antioquia, Filipos, Éfeso o Roma.
AUTOR Y DESTINATARIOS
*El autor
En el prólogo del libro de los Hechos de los Apóstoles el
autor se presenta como el mismo que escribió el evangelio. El destinatario es Teófilo.
Si se quiere caracterizar al autor es poco lo que se puede
recabar, a diferencia de los datos sobre Marcos y Mateo, los fragmentos de
Papías no dicen nada sobre el evangelista. Recién en las últimas décadas del
siglo II encontramos los primeros testimonios sobre el autor. El más antiguo
probablemente sea el del Canon Muratori:”el tercer libro del evangelio es según
Lucas. Este Lucas, medico, después de la ascensión de Cristo, dado que Pablo lo
había tomado consigo como conocedor de las Escrituras, escribió bajo su nombre
la opción (de Pablo). Pero él no había visto al Señor en la carne, por eso, de
acuerdo a lo que podía alcanzar, comienza a narrar desde el nacimiento de Juan”.
Las tradiciones que transmite Irineo, el obispo de Lión, algo
después del 180, son más detalladas. Lucas era un colaborador inseparable de
Pablo y agrega pasajes de las cartas en las que se nombra a Lucas. Cita
asimismo muchos textos de las fuentes particulares que demuestran que Lucas, el
compañero de Pablo, fue el autor del evangelio.
En los prólogos a los Evangelios escritos en contra de
Marción (alrededor del 300), también se caracteriza a la persona del autor: “Lucas
proviene de Antioquía, en Siria, médico de profesión, discípulo de los Apóstoles
y seguidor de Pablo hasta su muerte, servidor intachable del Señor, soltero,
sin hijos, murió a los 88 años en Beocia, lleno del Espíritu Santo”.
Todas estas explicaciones es la convicción de que los cuatro
evangelios, que originalmente no poseían ninguna información sobre el autor,
era de origen apostólico, aunque no fuera en forma directa.
Los muchos pasajes que están presentes solo en el evangelio –las
fuentes particulares- no lo hacen más próximo a los acontecimientos narrados,
sino que lo acreditan como un tenaz coleccionista de antiguas tradiciones.
De un colaborador de Pablo habría que esperar más afinidades –de
contenido y de expresión literaria- con la teología de las cartas del Apóstol.
La ausencia de semitismos y latinismos, favorece la hipótesis
de que el autor no era un judeo-cristiano, sino un pagano convertido. Era un
hombre con buena formación literaria recibida en marco de la cultura griega.
*Destinatarios
El evangelio señala a un tal Teófilo como el primer
destinatario del evangelio. No se puede decir con seguridad si es que Teófilo
designa a una persona individual, o si es que se trata de un nombre colectivo
que abarca a los creyentes de la comunidad, aunque la segunda es la más
probable.
Los destinatarios del evangelio son creyentes que pueden alimentar
su fe solo por medio de la tradición que reciben. La aceptación del mensaje
supone que los que reciben están convencidos de la verdad. El autor asegura la
autoridad de los primeros testimonios al señalar que fueron “testigos oculares”
de los acontecimientos. Estos “testigos oculares” garantizan la verdad de la tradición.
APENDICE
LA CRITICA TEXTUAL
Para practicar la crítica textual es necesario tomar como
base al texto griego. Se ha impuesto el uso de la edición de Nestle-Aland, esta
obra ofrece el resultado de la consideración y valoración crítica de miles de
manuscritos griegos y latinos, antiguas traducciones, testimonio de la
literatura cristiana de los primeros siglos y leccionarios, que contienen un
sinnúmero de variantes en la expresión textual. Ningún investigador podría
alcanzar una base de manuscritos tan amplia.
*Principios orientadores en el ejercicio de la crítica
textual:
*Antigüedad de los
manuscritos: Es comprensible que los manuscritos más antiguos, los fragmentos
del siglo II y III y los códices del siglo IV, posean gran autoridad en la
determinación del texto original, pero esa autoridad no es inapelable, porque
también ellos dependen de otras versiones anteriores cuya confiabilidad no es
segura. Por eso, a pesar de su autoridad, no son un criterio seguro.
*El testimonio de un
gran número de manuscritos: Se basa en un principio cuantitativo que debe tenerse
en cuenta. Una forma de lectura aislada es menos probable que una que se apoya
en muchos manuscritos de diversos tipos.
*La determinación de
la versión “más difícil”: Comparando dos lecturas de un texto, puede asumirse
que la de comprensión más difícil es la original, porque se entiende mejor que
alguien haya querido eliminar un pasaje oscuro, a que alguien exprese en forma
complicada lo que se entendía sin dificultades.
*La versión más breve:
Un texto breve puede llevar a un copista a intentar complicarlo para volverlo más
claro.
*La versión menos
semejante con sus paralelos: En el caso de los evangelios sinópticos hay que
preferir las versiones que se apartan de los pasajes paralelos, a aquellos que
armonizan con ellos.
*La versión más
extraña al contexto: Una versión que es extraña en el contexto en el que se
encuentra, puede estar más cerca del original que aquella que concuerda con él.
*La versión de
expresión deficiente: En este caso es fácil de explicar que un copista haya
corregido la deficiencia contenida en el texto original.
A continuación dos ejemplos en los que la aplicación de los
principios de crítica textual es relativamente fácil, sin tener que entrar
detalles de la tradición manuscrita:
*El comienzo del
Padrenuestro en la versión de Lucas 11,2, según algunos manuscritos es:
“Padre”, mientras que según otros es: “Padrenuestro que estas en los cielos”.
El texto más breve es el original, porque el otro es un intento de armonizar
con Mateo 6,9.
*En la versión de la
Bienaventuranza a los hambrientos en Lucas 6,21, de acuerdo a muchos
manuscritos se lee: “Bienaventurados los que tiene hambre ahora”, mientras que
unos pocos leen: “Bienaventurados los que tienen hambre”. Se elimina el “ahora”
para quitar al texto algo de su tono desafiante y paradójico.