"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 24 de diciembre de 2011

MITOS Y LEYENDAS AZTECAS -LA RUINA DE TULA-


MITOS Y LEYENDAS
AZTECAS

LA RUINA DE TULA


ADAPTACIÓN MARKO CASTILLO



Tezcatlipoca, Ihuimécatl y Tlitacauan decidieron acabar con Quetzalcóatl cuando estaba enfermo de vejez. El problema entre ellos era la renuencia de Quetzalcóatl a hacer sacrificios humanos.
Tlitacauan convertido en anciano fue al palacio y pidió hablar con Quetzalcóatl. Los que cuidan la entrada no lo permitieron. Insistió hasta lograr que los guardias avisaran a Ce-Acatl de su presencia. Quetzalcóatl pidió que lo dejaran entrar. El anciano le dio una jarra llena de una bebida blanca y dijo: “Es buena y saludable, emborracha, pero es sana porque ablanda el corazón y prepara para el viaje.
Quetzalcóatl tienes que ir a Tlillan Tlapallan a hablar con otro sabio que te dará la salud. Regresarás sano, fuerte como un muchacho. Claro, primero hay que beber”. Quetzalcóatl probó el liquido, el sabor era dulce y fresco le gustó y siguió bebiendo, al hacerlo se convencía de que ya no estaba enfermo. La bebida era pulque hecho de los magueyes. Quetzalcóatl bebió tanto que se le ablandó el corazón y lloró de pesar por tener que abandonar Tula.
Al verlo borracho Tezcatlipoca con risa contenida le llevó un espejo para que conociera su cuerpo. Ante el reflejo de su propia imagen, descubrió un ser lleno de verrugas en los párpados, ojos hundidos, cara deforme y abultada. Quetzalcóatl se aterró al verse. Declaró mientras se escondía: “Nunca permitiré que mis vasallos me vean la cara”. Al salir se encontró con Ihuimécatl, oficial de las plumas. Prometió maquillarlo para que sus súbditos pudieran verlo.
Ihuimécatl realizó una insignia de plumas y careta verde jade, pintó los labios de rojo, la cara de amarillo, hizo una barba con plumas y agregó colmillos. Quetzalcóatl se puso la máscara. Al mirarse en el espejo se sintió dispuesto para mostrarse en público.
Se volvió a sentir sano y fuerte, volvió a ayunar y a hacer sacrificios. Ihuimécatl y Tlitacahuan regresaron a Tula a visitar a Quetzalcóatl con pulque, mazorcas tiernas, frijoles verdes, tomates, chiles y quelites. Su propósito era emborracharlo. Ante la resistencia de Quetzalcóatl, insistieron, dieron bebida a él, a sus pajes, y ya embriagado lo hicieron cantar.
Ihuimécatl puso ebria a Quetzaltepétl, hermana de Quetzalcóatl a quien mandó traer y se acostó con ella. Al amanecer cuando recobró la cordura, triste y derrotado se lamentó: Desdichado de mí. Lloró víctima del engaño, con la burla a cuestas salió de Tula. Quemó sus casas, enterró sus tesoros y convirtió las plantas de cacao en mezquites. En su huída fue seguido por sus pajes y sus pájaros de plumas preciosas. En Cuauhtitlán pidió el espejo. Al verse lo invadió el dolor y la furia al mirarse nuevamente viejo. Sentado en una piedra vio a Tula por última vez y se marchó rumbo a Tlapallan.
En su camino dejó huellas de su paso. Puso nombre a los lugares. En la orilla del mar ordenó hacer una balsa de serpientes. Se embarcó en ella y se perdió en el horizonte hasta llegar al crepúsculo. Encendió una hoguera en la que se arrojó como lo hicieron los antiguos dioses de Teotihuacan. No pereció en la hoguera. Subió al cielo convertido en la Estrella de la Mañana. Por ello se le llama: El Señor de la Aurora.

viernes, 23 de diciembre de 2011

APOCALIPSIS DE EZEQUIEL O APOCRIFO DE EZEQUIEL


Apocalipsis de Ezequiel
O Apócrifo de Ezequiel
(fragmento)(1)

Por Antonio Piñero



Este apocalipsis solo ha llegado hasta nosotros a través de citas hechas por antiguos escritores cristianos y por algunas alusiones en la literatura de los rabinos, en concreto del Talmud de Babilonia. De entre los testimonios cristianos el más importante es el del Padre de la Iglesia Epifanio de Salamina (siglo IV d. de C.) en su obra el Panarion.
Respecto a la fecha de composición, lengua original y procedencia de este apocalipsis, hay que atender a una indicación del historiador judío Flavio Josefo (finales del siglo I d. de C.) acerca de que el profeta Ezequiel había dejado dos libros, y a una cita de este apócrifo en una epístola del cristianismo primitivo que se conoce como Primera Carta de Clemente, escrita hacia el año 96 d. de C. Si los dos escritores se refieren a sus alusiones al mismo texto que el recogido por Epifanio, hay que pensar que el Apocalipsis de Ezequiel procede del siglo I d. de C., o probablemente antes.
Por otro lado, al estar citada esta obra de algún modo en el Talmud, hay que pensar que su autor –desconocido, desde luego- fue un judío. A pesar de ello, la lengua original del texto pudo ser tanto el griego como el hebreo y el arameo.

(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así.
Espero que el lector sepa comprender y valorizar el texto ofrecido. – Sergio (Nuestros Antepasados)

Introducción de Epifanio de Salamina a la cita de Ezequiel
Pues los muertos resucitarán, y los que están en los sepulcros se levantarán, dice el profeta. Y para no pasar en silencio lo dicho por el profeta Ezequiel en su propio apócrifo acerca de la resurrección, también lo consignaré aquí. Pues expresándose de manera enigmática habla acerca del justo juicio del que participarán juntos alma y cuerpo.

El ciego y el cojo, excluidos del banquete de bodas
Cierto rey tenía a todos en su reino alistado en el ejército. No tenía civiles, excepto dos solamente, un cojo y un ciego; y cada uno de ellos se sentaba por sí mismo y vivía por sí mismo. Cuando el rey dio un banquete a causa de las bodas de su hijo, invitó a todos los que había en su reino, pero desdeñó a los dos civiles, al cojo y al ciego. Estos se indignaron en su interior y decidieron realizar una conspiración contra el rey.
El monarca tenía un jardín. Entonces el ciego llamó desde lejos al cojo diciéndole:
-¿Cómo sería lo que comeríamos entre la multitud que ha sido invitada a la fiesta? Ven ahora aquí, y tal como nos ha tratado nos vengaremos de él.
El otro contestó:
-¿De qué forma?
El primero dijo:
-Vayamos a su jardín y destrocemos allí las cosas que hay en él.
El otro le contestó:
-¿Cómo voy a poder siendo cojo y no siendo capaz de arrastrarme?
El ciego le dijo:
-¿Qué puedo hacer yo mismo sin ver adónde voy? Pero actuemos con astucia.
Arrancó hierba que había junto a él y trenzó una cuerda. Luego se la arrojo al ciego y le dijo:
-Agarra y ven a lo largo de la cuerda hasta mí.
Aquel hizo lo que le mandó; cuando se aproximó, este le dijo:
-Acércate a mí, vas a ser mis pies; transpórtame y yo seré tus ojos guiándote desde encima a derecha e izquierda.
Haciendo esto llegaron al jardín. Después, ya fueran que hicieran o no algunos destrozos, lo cierto es que quedaron sus huellas allí.
Cuando los invitados a la fiesta dejaron el banquete y llegaron al jardín quedaron estupefactos al encontrar huellas allí. Y se lo contaron al rey diciendo:
-En tu reino todos son soldados y nadie es civil, ¿cómo, pues, ahora hay huellas de civiles en el jardín?
El monarca quedó admirado […]. Entonces convocó al cojo y al ciego, y preguntó al ciego:
-¿Acaso has entrado en el jardín?
El contestó:
-¿Yo señor? Estás viendo mi impotencia; sabes que no veo adónde ando.
Después, acercándose al cojo, le preguntó también:
-¿Has entrado tú a mi jardín?
El respondió y le dijo:
-Señor, ¿quieres amargar mi alma en lo que se refiere a mi impotencia?
Y el juicio quedó finalmente aplazado […].
¿Qué hará entonces el juez justo? Al conocer de qué forma ambos se unieron, pondrá al cojo sobre el ciego y se dirigirá a ambos con el látigo. No podrán negar y cada uno acusará al otro. El cojo dirá al ciego: “¿No me llevaste tú y me sacaste?”. Y el ciego al cojo: “¿No te hiciste tú mismo mis ojos?”. Así está unido el cuerpo al alma y el alma al cuerpo para acusarse de las obras comunes. Y el juicio final recaerá sobre ambos, cuerpo y alma, por las obras que hicieron, buenas o malas.

Traducción del griego de Gonzalo Aranda Pérez

Visión del Talmud de Babilonia
Antonino (el emperador Marco Aurelio) dijo al Rabino (Jehudá, el Príncipe):
-El cuerpo y el espíritu (alma) son capaces de escapar al castigo (del juicio final). ¿Cómo? El cuerpo dice: “El alma/espíritu pecó, porque desde el día en el que se separó de mi, he aquí que estoy yaciendo en la tumba como una piedra muda” Y por su parte, el alma/espíritu puede decir: “El cuerpo pecó, porque desde el día en el que me separé de él, he aquí que he estado andando por los aires como un pájaro”.
Y el Rabino le dijo:
-Te contaré una parábola (a modo de ilustración). ¿A qué pueden compararse? A un rey de carne y hueso que poseía un hermoso huerto que daba excelente fruta temprana (otra posible versión: higos), y puso en el dos guardianes: un cojo y un ciego. El cojo dijo al ciego: “Ven y llévame sobre tu espalda y tomaré la fruta para comerla”. Y el cojo cabalgó sobre el ciego, juntaron la fruta (higos) y se las comieron.
“Pocos días después vino el dueño del huerto. Y le dijo: “¿Dónde está esa excelente fruta temprana (higos) que aquí había?. El cojo le respondió: “¿Acaso tengo piernas como para caminar?”. Y el ciego le dijo: “¿Acaso tengo ojos para ver?”.
“¿Qué hizo entonces el dueño (rey)? Hizo que el cojo cabalgara sobre el ciego y los juzgó (castigó) como si fueran una sola persona. Del mismo modo, el Santísimo, bendito sea, toma el espíritu/alma, lo coloca en el cuerpo y los juzga como si fueran uno. Porque dice: “Convoca a los cielos de arriba, y a la tierra para juzgar a su pueblo”. La frase “Convoca desde arriba a los cielos” significa el espíritu/alma. “Y a la tierra para juzgar a su pueblo” significa el cuerpo.

Traducción del arameo de Abraham J. Weiss

domingo, 11 de diciembre de 2011

MITOS Y LEYENDAS AZTECAS -NACIMIENTO DE LOS MACEHUALES-


MITOS Y LEYENDAS
AZTECAS

NACIMIENTO DE LOS MACEHUALES

ADAPTACIÓN MARKO CASTILLO



Después de que los dioses crearon el quinto sol. Falta en la tierra la invención de las criaturas que los adorarán por siempre. ¿De qué van a estar hechos los hombres? Necesitan los huesos de las generaciones pasadas, que al ser destruidas o transformadas, fueron a dar al Mictlán en donde reinan de manera absoluta, Mictlantecuhtli y Mictlantecíhuatl el señor y la señora de la muerte.
Citlalinicue, Citlaltónac, Apantecuhtli, Tepanquizqui y Tezcatlipoca designan a Quetzalcóatl como el encargado de rescatar los despojos del reino de la muerte. Para que lo ayude echa mano de su gemelo precioso, su nahual, se interna en el oscuro y frío averno de donde no se vuelve. Frente al señor oscuro Quetzalcóatl pide los huesos. Mictlantecuhtli le pone una condición. Podrá sacar los huesos del Mictlán si es capaz de tocar su caracol y dar cuatro vueltas a su círculo precioso.
La dificultad con el caracol que le dieron, es que no tenía agujero, llama a los gusanos que barrenan el caracol y a las abejas silvestres y abejorros para que lo hagan sonar.
Mictlantecuhtli al oir el nítido sonido de la caracola acepta que se lleve los huesos. Pero a sus espaldas dice a sus servidores que le digan que no puede salir con ellos. Cuando el emperador de la muerte se retira a descansar. Quetzalcóatl aprovecha el momento para apoderarse de su tesoro. Los huesos de hombres estaban en un montón, los de mujeres en otro, los toma y en silencio trata de salir. Es descubierto debido a los graznidos de las codornices y perseguido por el señor de los muertos que hace un pozo donde cae Quetzalcóatl y muere. Cuando su nahual o su gemelos precioso lo despierta del sueño eterno le dice: hay que recoger los huesos que se han revuelto y hecho polvo.
Llega con su carga a Tamoanchán, en donde moran los dioses. Quilaztli o Cihuacóatl recibe los despojos, los muele y deposita en un barreño precioso. Quetzalcóatl sangra su miembro viril para hacer la pasta de donde brota el hombre gracias a su penitencia.
La raza resultante recibe el nombre de “macehuales” que quiere decir “los merecidos por la penitencia”.

viernes, 9 de diciembre de 2011

MITOS HEBREOS -LOS HIJOS DE DIOS Y LAS HIJAS DE LOS HOMBRES-


MITOS HEBREOS
LOS HIJOS DE DIOS Y LAS HIJAS DE LOS HOMBRES


POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI


En la décima generación la raza de Adán había aumentado mucho. Como faltaba la compañía femenina, los ángeles llamados "Hijos de Dios" encontraron esposas entre las bellas Hijas de los Hombres. Los hijos de estas uniones habrían heredado la vida eterna de sus padres, pero Dios decretó: "No permanecerá por siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne. Ciento veinte años serán sus días".
Estas nuevas criaturas eran gigantes, llamados "los caídos", y sus maldades decidieron a Dios a exterminar de sobre la haz de la tierra a todos los hombres y mujeres, con sus corruptores gigantescos.
Los hijos de Dios fueron enviados para que enseñasen a la humanidad la verdad y la justicia; y durante trescientos años enseñaron ciertamente al hijo de Caín, Enoc, todos los secretos del cielo y de la tierra. Más tarde, sin embargo, codiciaron a las mujeres mortales y se corrompieron mediante el trato sexual. Enoc registró no sólo sus instrucciones divinas, sino también su subsiguiente pérdida de la gracia; antes del final gozaban ya indistintamente con vírgenes, matronas, hombres y animales.
Algunos dicen que Shemhazai y Azael, dos ángeles que gozaban de la confianza de Dios, preguntaron: "Señor del Universo, ¿no te advertimos el Día de la Creación que el hombre demostraría que es indigno de Tu mundo?" Dios replicó:
"Pero si destruyo al hombre, ¿qué será de Mi mundo?" Ellos respondieron:
"Nosotros habitaremos en é l " . Dios preguntó: "¿Pero si descendéis a la tierra, no pecaréis más que el hombre?" Ellos suplicaron: "Permítenos vivir allí durante un tiempo y santificaremos Tu nombre".
Dios permitió que descendieran, pero inmediatamente los subyugó la belleza de las hijas de Eva, y Shemhazai engendró con ellas dos hijos monstruosos llamados Hiwa e Hiya, cada uno de los cuales comía diariamente mil camellos, mil caballos y mil bueyes. Azael inventó además los adornos y cosméticos que se ponen las mujeres para descarriar a los hombres. Dios les advirtió, en consecuencia, que dejaría en libertad las Aguas de Arriba y así destruiría a todos los hombres y animales. Shemhazai lloró amargamente, temiendo por sus hijos, los que, aunque eran bastante altos para no ahogarse, morirían de hambre.
Esa noche Hiwa soñó con una gran roca sobre la tierra parecida a una tabla de mesa y en la que había inscrita una leyenda que un ángel raspaba con un cuchillo, dejando solamente cuatro letras. Hiya soñó también con un huerto de árboles frutales y con otros ángeles que lo talaban hasta que sólo quedaba un árbol de tres ramas. Relataron sus sueños a Shemhazai, quien les explicó: "Tu sueño, Hiya, significa que el Diluvio de Dios destruirá a toda la humanidad menos a Noé y sus tres hijos. Sin embargo, consolaos, pues el sueño de Hiwa significa que vuestra
fama, por lo menos, nunca puede morir, pues siempre que los descendientes de Noé labren piedras, saquen rocas de las canteras o halen embarcaciones gritarán:
'¡Hiwa, Hiya!' en vuestro honor" .
Posteriormente Shemhazai se arrepintió y se colocó en el firmamento meridional, entre el Cielo y la Tierra, cabeza abajo y los pies arriba y allí cuelga hasta el presente; es la constelación llamada Orion por los griegos.
Pero Azael, lejos de arrepentirse, sigue ofreciendo a las mujeres adornos y ropas multicolores con los que descarrían a los hombres. Por esta razón, en el Día de la Expiación los pecados de Israel son amontonados en el chivo emisario anual, y luego lo arrojan por un risco a Azazel, como algunos llaman a Azael.
Otros dicen que ciertos ángeles pidieron a Dios permiso para recoger pruebas seguras de la iniquidad del hombre y asegurar así su castigo. Cuando Dios accedió, se transformaron en piedras preciosas, perlas, tinte purpúreo, oro y otros tesoros, que inmediatamente robaron hombres codiciosos. Entonces tomaron la forma humana, con la esperanza de enseñar la rectitud a la humanidad.
Pero esta asunción de la carne humana los sometió a la lujuria humana: al ser seducidos por las Hijas de los Hombres se encontraron encadenados a la Tierra e incapaces de reasumir sus formas espirituales.
Los Caídos tenían apetitos tan grandes que Dios hizo llover sobre ellos maná de muchos sabores diferentes, para que no sintieran la tentación de comer carne, la que les estaba prohibida, y excusaran su culpa alegando la escasez de cereal y hortalizas.
Pero los Caídos rechazaron el maná de Dios, mataron animales para comerlos y hasta probaron la carne humana, viciando así el aire con vapores nauseabundos. Fue entonces cuando Dios decidió purificar la Tierra.
Otros dicen que Shemhazai y Azael fueron seducidos por las mujeres diabólicas Naamá, Agrat hija de Mahlat, y Lilit, que había sido esposa de Adán.
En esa época sólo una virgen, llamada Istahar, permanecía casta. Cuando los Hijos de Dios le hicieron solicitaciones lascivas, ella exclamó: "¡Antes prestadme vuestras alas!" Ellos accedieron, y ella voló al Cielo y se acogió a sagrado en el Trono de Dios, quien la transformó en la constelación Virgo, o, según dicen algunos, en las Pléyades. Los ángeles caídos, habiendo perdido sus alas, quedaron varados en la tierra hasta que, muchas generaciones después, subieron por la escala de Jacob y así volvieron a su lugar de origenf.
El sabio y virtuoso Enoc subió también al Cielo, donde se convirtió en el principal consejero de Dios, y desde entonces se le llamó "Metatron". Dios puso Su corona en la cabeza de Enoc y le dio setenta y dos alas así como numerosos ojos.
Su carne se transformó en una llama, sus nervios en fuego, sus huesos en ascuas, sus ojos en antorchas y su cabello en rayos de luz, y lo rodearon la tormenta, el torbellino, el trueno y el rayo.
Algunos dicen que los Hijos de Dios se llamaban así porque la luz divina con la que Dios había creado a su antepasado Samael, el padre de Caín, brillaba en sus rostros. Dicen que las Hijas de los Hombres eran hijas de Set, cuyo padre era Adán y no un ángel, y que, por consiguiente, sus rostros se parecían a los nuestros.
Pero otros dicen que los Hijos de Dios eran piadosos descendientes de Set, y las Hijas de los Hombres pecadoras descendientes de Caín, y explican que cuando Abel murió sin hijos, la humanidad no tardó en dividirse en dos tribus: los cainitas, quienes, aparte de Enoc, eran completamente malos, y los setitas, que eran completamente justos. Estos setitas vivían en una montaña sagrada en el lejano norte, cerca de la Cueva del Tesoro, a la que algunos toman por el monte Hermón. Los cainitas vivían aparte en un valle situado al oeste. Adán, en su lecho de muerte, ordenó a Set que separara su tribu de la de los cainitas; y cada patriarca setita repetía públicamente esa orden de generación en generación. Los setitas eran extraordinariamente altos, como su antepasado, y como vivían tan cerca de la Puerta del Paraíso, recibieron el nombre de "Hijos de Dios".
Muchos setitas hacían voto de celibato, siguiendo el ejemplo de Enoc, y vivían como anacoretas. En contraste, los cainitas practicaban un libertinaje desenfrenado y cada uno tenía por lo menos dos esposas: la primera para que le diera hijos y la segunda para satisfacer su lujuria. La que paría hijos vivía en la pobreza y el abandono, como una viuda; a la otra se le obligaba a beber una pócima que la hacía estéril, después de lo cual, ataviada como una ramera, entretenía a su marido lujuriosamente.
El castigo de los cainitas consistía en que les nacían cien hijas por cada hijo, lo que tenía como consecuencia tal deseo de marido que las mujeres comenzaron a irrumpir en las casas y llevarse a los hombres. Un día se decidieron a seducir a los setitas, para lo cual se embadurnaron los rostros con colorete y polvo, los ojos con antimonio y las plantas de los pies con escarlata; se tiñeron el cabello y se pusieron pendientes y ajorcas de oro, collares de joyas, brazaletes y vestidos multicolores. Mientras ascendían a la montaña sagrada punteaban arpas, tocaban
trompetas, redoblaban tambores, cantaban, bailaban y aplaudían. Luego llamaron a los quinientos veinte anacoretas con voces alegres y cada una se apoderó de su víctima y la sedujo. Esos setitas, después de ceder a los requiebros de las mujeres cainitas, se hicieron más obscenos que los perros y olvidaron por completo las leyes divinas.
En adelante hasta los "Hijos de Jueces" corrompían a las hijas de los pobres. Siempre que una novia se embellecía para el novio, uno de ellos entraba en la cámara nupcial y la gozaba el primero.
El cananeo Genun, hijo del ciego Lamec, vivía en la región de los Pozos de Limo, gobernada por Azael desde su más tierna infancia, e inventó toda clase de instrumentos musicales.
Cuando los tocaba, Azael se introducía en ellos, haciendo que produjeran sonidos seductores que embelesaban los corazones de todos los oyentes. Genun solía reunir grupos de músicos que se inflamaban mutuamente con la música hasta que su lujuria ardía como el fuego y luego se acostaban promiscuamente. También elaboraba cerveza, reunía a mucha gente en las tabernas, les daba de beber y les enseñaba a forjar espadas de hierro y puntas de lanza, para que matasen al azar cuando estaban borrachos.
Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel le dijeron a Dios que una perversidad como aquella nunca se había dado en la tierra. En vista de ello, Dios envió a Rafael para que atase a Azael las manos y los pies y amontonase sobre él rocas melladas en la oscura Cueva de Dudael, donde se halla hasta el Día del Juicio.
Gabriel destruyó a los Caídos incitándolos a la guerra civil. Miguel encadenó a Shemhazai y sus compañeros en otras cuevas oscuras durante setenta generaciones, Uriel se convirtió en el mensajero de salvación que visitó a Noé.

MITOLOGIA CANANEA -LOS AMORES DE BAAL Y ANAT-


MITOLOGIA CANANEA
Los amores de Baal y Anat


Traducción de G. del Olmo Lete



KTU 1.10

La primera columna, muy fragmentada sólo permite una reconstrucción hipotética que deja entrever los preparativos de Anat antes de lanzarse en busca de su “hermano” Baal.

(Laguna de unas 20 líneas)

[Se lavó] la Virgen Anat,
[...se maqui]lló con polvos,
[con esen]cia que los dioses no conocen,
[que ignora] la asamblea de las estrellas,
[que no comprende] la familia de los cielos.
[Pretendió seducir a] Baal, el Todopoderoso,
[encandilar] al Auriga de las nubes,
[para que Baal no] acose a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a la tierra.
[¡Que su poder reviva] a los muertos,
[que haga florecer] la mano del Héroe el erial!
[Que Baal benevolen]cia muestre,
[que Hadad gracia] otorgue!
[Se lavó] la Virgen Anat,
[se maquilló la « Pretendida] de los pueblos »
[para que Baal no acose] a los pueblos,
[para que Hadad] vuelva a la tierra.
[De ese modo se regocijará to]da carne,
[se llenará de gozo toda alma (?)].

(Laguna de unas 13 líneas)

KTU 1.10 II

Una vez convenientemente adobada, Anat se dirige al encuentro de Baal, ocupado en sus propios ejercicios venatorios. La descripción del viaje se ha perdido; es probable que viniese dada según el consabido formulario de marcha de que el mito baálico nos ha ofrecido cumplidos ejemplos.

(Laguna de unas 20 líneas)

-[¿Está Baal en su casa],
[el dios Hadad] en su palacio?
Y respondieron los pajes de Baal:
-No está Baal en casa,
el dios Hadad en su palacio.
Su arco tomó en su mano,
Y sus flechas en su diestra.
Luego puso cara
Hacia las riberas de Shamak,
Llenas de toros salvajes.
Ahuecó el ala la Virgen Anat,
Ahuecó el ala y escapó volando
Hacia las riberas de Shamak,
llena de toros salvajes.
Entonces alzó sus ojos Baal, el Todopoderoso,
alzó, sí, sus ojos y vio;
vio, sí, a la Virgen Anat,
la más graciosa entre las hermanas de Baal.
Ante ella se apresuró a alzarse,
a sus pies se prosternó y cayó.
Alzó su voz y dijo:
- ¡Que vivas, hermana, largamente!
Tus vigorosos cuernos, Virgen Anat,
tus vigorosos cuernos Baal los ungirá,
Baal los ungirá con (poder de) vuelo.
Así atravesaremos en la “tierra” a mis enemigos,
y en el “polvo” a los adversarios de tu hermano.
Entonces alzó sus ojos la Virgen Anat,
alzó, sí, sus ojos y vio;
vio a una novilla y escapó corriendo,
escapó corriendo y (que) escapó chozpando
con la gracia, con el donaire de la bandada de los Kotharot.
[En voz alta] a Baal gritó Anat:
-[¡Mira], Baal, lo que he visto,
[dios] Hadad, lo que nuestros ojos [vieron]! (?).
[Miró] Baal, el victorioso, [a la Virgen] Anat contempló.

(Texto irreconstruible de 5 líneas)

KTU 1.11

Es posible que este pequeño fragmento forme parte del texto perdido entre la II y III columna. En el mismo se describiría la relación sexual entre Baal y Anat.
[Baal (?)] apretó y agarró su vulva,
[Anat (?)] apretó y agarró sus testículos.
[Y Ba]al desfalleció (?) por el becerro (?),
[por el morlaco de] la Virgen Anat.
[Al abrazarse/besarse (?) hubo] concepción y parto
[con la ayuda (?)] de la banda de las Kotharot:
[un hijo nació (?) a] la Virgen Anat,
[progenie a] Baal el Todopoderoso.

(Texto de 13 líneas irreconstruible)

KTU 1.10 III

Parece ser que la relación no ha dado el apetecido resultado y se ha de recurrir a un sistema sustitutorio, una especie de vientre de alquiler, ya que la Virgen Anat no responde a las expectativas. Recuérdese cómo ya en el mito (KTU 1.5 V 18 ss.), antes de ir al encuentro de Mot, Baal copula con una novilla que le pare su sustituto. De nuevo aquí será una vaca la encargada de engendrar para Baal. Pero una vaca de alguna manera elegida por Anat, que así se identifica con ella (cf. KTU 1.13: 29-30, donde Anat es denominada la “novilla de Baal”). La diosa del furor y la guerra, para funcionar como diosa de la vida y la procreación, tiene que metamorfosearse. Esta simbología teromórfica es propia de la religión cananea y resulta la formulación mítica del celebre becerro que la simboliza en el pensamiento bíblico.(Tanto Baal como El son denominados el “Toro” en el mito ugarítico).

(Laguna de unas veinte líneas)

-[Un ternero] la novilla parirá:
un becerro a la Virgen Anat,
una becerra a la “Pretendida de los Pueblos”.
Y respondió Baal, el Todopoderoso:
-¿Para qué como nuestro Creador excelso [soy yo],
como la ancestral estirpe que nos constituyó?
Se abalanzó Baal, llena [su “mano” (?)],
el dios Hadad, llenó su [“dedo” (?)].
Desflorada fue la vulva de la Virgen Anat,
la vulva, sí, de la más graciosa de las hermanas de Baal.
Ascendió Baal a la montaña,
el hijo, sí, de Dagón al [terreno (de su posesión) (?)].
Se sentó Baal en su trono [regio],
el hijo de Dagón en el solio [de su poder].
Por el becerro el grito [alzó Baal],
por el becerro el grito lanzó [Hadad].
Marchó y escapó chozpando [Anat],
con gracia, con don[naire y exclamó]:
-La novilla, la novilla [que vi]
un morlaco parió [a Baal],
un toro salvaje, sí, al [Auriga de las nubes].
Abrazó la novilla [a su morlaco],
abrazó la novilla [a su toro salvaje],
y le cubrió con su ubre,
(mientras) él chupaba (?) sus pezones (?), sí, y su calostro,
el calostro de su infancia.
La ladera ascendió (Anat) por la montaña,
la cuesta por el monte del triunfo.
Ascendió así al (monte) Arat,
al Arar y al Safón,
a la delicia, al monte del triunfo.
En voz alta a Baal gritó:
-¡La buena nueva de El recibe, Baal,
recíbela, sí, progenie de Dagón!
Pues un morlaco a Baal ha nacido,
un toro salvaje, sí, al Auriga de las nubes.
Se alegró Baal el Victorioso.

viernes, 2 de diciembre de 2011

MITOS HEBREOS -EL NACIMIENTO DE SET-


MITOS HEBREOS
EL NACIMIENTO DE SET


POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI


Adán, temiendo que otro hijo de Eva y él pudiera compartir el destino de Abel, se abstuvo del trato sexual con ella durante no menos de ciento treinta años.
En todo ese tiempo los súcubos llevaban con frecuencia demonios a Adán mientras dormía, causándole sueños pecaminosos e involuntarias emisiones de semen.
Además, los íncubos violaban a Eva dormida y engendraban demonios con ella.
Como los súcubos, estos íncubos, o Meri'im, eran los espíritus.
tenebrosos creados por Dios en el Sexto Día al anochecer.
Antes que pudiera completar sus cuerpos el sol se puso, comenzó el primer Sabbat y se vio obligado a desistir.
Como Dios decidió poblar la Tierra con hombres y no con demonios, inculcó en el corazón de Adán un ardiente deseo por Eva. Hasta entonces Adán podía reprimir ese deseo sólo mediante la ausencia; pero ahora, inclusive a gran distancia de Eva, ese deseo se hizo en él tan fuerte que, recordando la orden de Dios "¡Creced y multiplicaos!", volvió a buscarla, se acostaron juntos y ella le dio a Set.
Algunos dicen que el ángel de Dios ordenó a Adán que se acostase con Eva, pero él se abstuvo hasta que se le prometió un hijo llamado Set —que significa "consuelo"—, el que aliviaría su aflicción por Abel. Según otros, Eva d i j o : "Dios me ha asignado (shath) otro hijo en lugar de Abel".
Cuando, después del nacimiento de Set, Adán volvió a la abstinencia, Samael, otra vez disfrazado de mujer hermosa, se presentó fingiendo que era hermana de Eva y exigió que se casase con ella- Adán rogó a Dios que lo guiase y Él inmediatamente puso de manifiesto la figura perversa de Samael. Siete años después Dios volvió a decirle a Adán que se acostase con Eva, prometiéndole que impediría que los tentase la lujuria desenfrenada e indecente. Y mantuvo su promesa.
Antes de morir Eva le dio a Adán treinta parejas de mellizos, un hijo y una hija cada vez, como resultado de ritos maritales realizados con la santidad y el decoro máximos. Adán vivió ochocientos años después del nacimiento de Set.