"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

domingo, 31 de julio de 2011

ASCENSION DE ISAIAS


Ascensión de Isaías
(fragmento) (1)

Por Antonio Piñero


Martirio de Isaías.
Testamento del rey Ezequías.
Visión y ascensión de Isaías.

Los tres títulos corresponden a partes de una obra heterogénea que se conoce de forma global como Ascensión de Isaías. El producto literario que ha llegado hasta nosotros no es una obra judía, sino cristiana. Sin embargo, al analizar el escrito en su conjunto, la investigación moderna ha llegado a descubrir que dentro de él se han amalgamado tres obras distintas:
1 – El llamado Martirio de Isaías, de origen judío, que anuncia la perversidad de Manasés y la muerte del profeta Isaías. Se ha conservado en una traducción etíope clásico. El autor del Martirio de Isaías era un judío palestinense. Es posible que el original, redactado en hebreo o arameo, se compusiera entre el siglo I a. de C. y el siglo I d. de C.
2 – Un Testamento de Ezequías, que es una visión o apocalipsis de origen cristiano, que anuncia a Cristo y previene contra los efectos de la llegada del Anticristo, encarnado en el emperador Nerón vuelto a la vida. Pero este apocalipsis se basa en una obra anterior, probablemente judía, este Testamento/visión se ha conservado dentro, y mezclado, con la obra anterior. El ultimo autor, cristiano, es desconocido. Es probable que su escrito proceda del siglo II d. de C.
3 – La titulada Visión y ascensión de Isaías, es de origen cristiano. En ella se relata una segunda visión del profeta en la que este cuenta su visita a los siete cielos, guiado por un ángel, y su visión de la vida de Jesús. Su autor o redactor final es quizá el mismo que el de la obra anterior.
Además del etíope clásico, fragmentos de estas tres obras se han transmitido en un papiro de lengua griega (denominado Papiro Amherst).

(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así.
Espero que el lector sepa comprender y valorizar el texto ofrecido, comprometiéndome, en un futuro, publicarlo en forma completa. – Sergio (Nuestros Antepasados)


I
MARTIRIO DE ISAIAS
(Ascensión de Isaías)

Instrucciones de Ezequías a Manasés. Profecía de Isaías.

En el año vigésimo sexto del reinado de Ezequías, rey de Judá, llamó este a su hijo Manasés (era el único que tenía) en presencia del profeta Isaías, hijo de Amós, y de Jasub, hijo de Isaías, para transmitirle el mensaje justo que el propio rey había tenido en visión. Quería entregarle las sentencias eternas, los castigos del infierno y del príncipe de este mundo y sus ángeles –dominaciones y potestades- y el mensaje de fe del Amado, que él mismo había recibido también en visión en el año decimoquinto de su reinado, durante su enfermedad […]. Dijo entonces Isaías al rey Ezequías, pues no habló solo ante Manasés:
-Vive Dios, cuyo nombre no ha sido revelado a este mundo, vive el Amado, mi Señor, y vive el Espíritu que por mí habla, que todos estos preceptos y mensajes serán vanos para Manasés, tu hijo, por obra de sus manos, en medio de suplicios, habré de perecer. Semayel Melkira (jefe de los demonios) servirá a Manasés y ejecutará todos sus deseos; este se hará seguidor de Beliar (otro nombre del jefe de los demonios) en lugar de serlo mío, apartará de la fe recta a muchos de Jerusalén y Judea, y Beliar morará en Manasés, por cuyas manos seré aserrado.
Al oír Ezequías estas palabras prorrumpió en grandísimo llanto, se rasgó las vestiduras, se echó ceniza en la cabeza y cayó de bruces. Le dijo Isaías:
-Firmes son los designios de Samayel contra Manasés; nada te aprovechará.
En aquel día pensó Ezequías en su fuero interno matar a su hijo Manasés, mas le dijo Isaías:
-El Amado ha hecho vano tu designio; no ha de ser lo que tu mente piensa, pues a esta vocación he sido llamado y he de recibir la herencia del Amado.

Impiedad de Manasés. Huida de Isaías al desierto

Tras la muerte de Ezequías reinó Manasés, quien no recordó los mandamientos de su padre echándolos al olvido […]. Manasés inclinó su corazón a servir a Beliar […].
Cuando vio Isaías, hijo de Amós. La iniquidad que se perpetraba en Jerusalén y el culto de Satanás y sus vanidades, se retiró de la ciudad y moró en Belén de Judea. Mas también allí había gran iniquidad; alejándose, pues, de Belén, moró en el monte, en despoblado. El profeta Miqueas, el anciano Ananías, Joel, Habacuc, su propio hijo Jasub y muchos fieles, creyentes en la ascensión celestial, se retiraron (asimismo) y moraron en el monte. Todos ellos vestían saco, todos eran profetas; nada tenían consigo, sino que estaban desnudos, mientras hacían gran duelo por el extravío de Israel. Dos años permanecieron en los montes y collados.

El falso profeta Belkira denuncia y acusa a Isaías

Luego, mientras estaban en el desierto, apareció un hombre de Samaria llamado Belkira, del linaje de Sedecias, hijo de Canaán, falso profeta que moraba en Belén […].
Belkira se había enterado del lugar donde estaban Isaías y los profetas, sus compañeros, pues moraba en la tierra de Belén y era adicto a Manasés. Profetizaba falsamente en Jerusalén y muchos de allí se le habían unido, aunque era de Samaria […].
Belkira acusó a Isaías y a sus compañeros de este modo:
-Isaías y los suyos profetizan contra Jerusalén y las ciudades de Judá, que serán destruidas (contra los hijos de Judá); y Benjamín, que partirán a la cautividad; incluso contra ti, señor rey Manasés, que habrás de marchar en grillos y cadenas […]. Y acusó con insistencia a Isaías y a los profetas ante Manasés.

Martirio de Isaías

A causa, pues, de estas visiones se irritó Beliar contra Isaías, moró en el corazón de Manasés y lo aserró con una sierra de madera. Mientras Isaías era aserrado, Belkira estaba acusándolo y todos los falsos profetas estaban riéndose y regocijándose a causa de Isaías, pues Belkira y el demonio Metembuco se burlaban de él […].
E Isaías no lloró ni gritó mientras lo aserraban, sino que hablaba por su boca el Espíritu Santo, hasta que fue partido en dos. Esto hizo Beliar a Isaías por mano de Belkira y Manasés, pues estaba Semeyel sobremanera enojado con aquel desde los días de Ezequías, rey de Judá, a causa de las visiones que había tenido acerca del Amado, y también de la ruina de Semeyel que había visto por mediación del Señor cuando aún reinaba Ezequías, su padre. Así obró (Manasés) según la voluntad de Satanás.

II
TESTAMENTO DE EZEQUIAS
(Ascensión de Isaías)

Profecías sobre los últimos tiempos

Dijo Isaías:
-En esos días serán muchos los que deseen cargos, aunque estén desprovistos de sabiduría; habrá muchos superiores inicuos y pastores opresores de sus ovejas, al no parecerse a los santos pastores. Muchos cambiarán el honor de sus vestiduras de santos por la indumentaria de los codiciosos; habrá mucha acepción de personas en esos días y amantes de la gloria de este mundo. Abundarán los calumniadores y la vanagloria al acercarse el Señor, y se retirará el Espíritu Santo de muchos.
“En esos días no habrá muchos profetas ni quienes digan cosa fidedigna, sino uno aquí y otro allá en diversos lugares. A causa del espíritu de error, fornicación, vanagloria y codicia, que existirá en los que se llaman siervos de aquel y los que escuchen a ese, habrá gran odio mutuo entre ellos, los pastores y superiores. Habrá gran envidia en los últimos días y dirá cada cual lo que bien le parezca; declararán vanas las profecías de los profetas anteriores a mí, e incluso rechazarán estas visiones mías, para dar expresión al impulso de sus corazones.

Dominio del anticristo Beliar

“Así pues, Ezequías y Jasub, hijo mío, tales serán los días del fin del mundo. Tras su consumación descenderá el gran príncipe Beliar, rey de este mundo, que lo ha poseído desde que existió. Bajará de su firmamento en forma humana el rey inicuo y matricida (Nerón) que es ese (mismo) rey, perseguirá la planta que los doce apóstoles del Amado habrán plantado, uno de los cuales será entregado en su mano. Este príncipe vendrá bajo la forma de ese rey, y con él llegarán todos los poderes de este mundo y le obedecerán en todo lo que desee. Por su palabra saldrá el sol de noche y hará aparecer la luna a la hora sexta. Hará todo lo que quiera en el mundo; obrará y hablará como el Amado. Afirmará: “Yo soy Dios; antes de mi nadie existió”, y toda la gente en el mundo creerá en él, le sacrificarán y servirán mientras dicen: “Este es Dios, no hay otro como él”, y tornará tras sí a la mayoría de los que se unieron para recibir al Amado. El poder de sus prodigios estará en cada ciudad y país, y erigirá sus imágenes ante sí en todas las ciudades, dominando por tres años, siete meses y veintisiete días. De entre los muchos creyentes y santos, y de entre los que creen en él, pocos en esos días seguirán siendo sus siervos, errantes de desierto en desierto, esperando su venida.

Derrota del Anticristo por parte del Amado

“Mas, tras mil trescientos treinta y dos días, vendrá el Señor con sus ángeles y ejércitos de santos desde el séptimo cielo con la gloria de este lugar y arrastrará al infierno a Beliar y a sus fuerzas. Concederá entonces descanso a los piadosos que encuentre en vida en este mundo, y a todos los que a causa de su fe maldijeron a Beliar y a sus reyes. Los santos vendrán con el Señor, con sus vestiduras, de arriba, del séptimo cielo. Con El vendrán aquellos cuyos espíritus están ya vestidos, descenderán y estarán en el mundo, y El fortalecerá a los que se encuentren en vida justamente con los santos, en vestidura de tales. El Señor servirá a los que fueron vigilantes en este mundo, y luego volverán a lo alto con sus vestiduras, y serán dejados sus cuerpos en el mundo.
“Entonces la voz del Amado increpará encolerizada a los seres del cielo y la tierra, montes, collados, ciudades, desiertos y selvas, al ángel del sol y la luna, y a todas las cosas en las que se manifestó y declaró Beliar en este mundo, y ocurrirá la resurrección y el juicio en esos días. El Amado exhalará de si fuego que consumirá a todos los impíos, y será como si no hubieran sido creados.

III
VISION Y ASCENCION DE ISAIAS
(Ascensión de Isaías)

Visión que tuvo Isaías, hijo de Amós

En el año vigésimo del reinado de Ezequías, rey de Judá, vinieron desde Gálgala Isaías, hijo de Amós, y Jasub, hijo de Isaías, a Ezequías, a Jerusalén. Entró Isaías y se sentó en el estrado del rey; aunque le habían traído un asiento, no quiso sentarse en el. Comenzó Isaías a hablar con el rey Ezequías sobre fe y justicia […].
Mientras este pronunciaba palabras verdaderas, le sobrevino el Espíritu Santo, y todos veían y oían las palabras de este Espíritu. El rey había llamado a todos los profetas y a todo el pueblo que se encontraba allí, y vinieron; Miqueas, el anciano Ananías, Joel y Jasub estaban sentados a su derecha. Y ocurrió que cuando oyeron todos la voz del Espíritu Santo, se pusieron de rodillas y alabaron al Dios justo, al Altísimo que está en el excelso mundo. Al Santo que mora en lo alto, al que descansa en los santos. Y dieron gloria al que ha concedido al hombre en el mundo tamaña excelencia de palabra.
Mientras hablaba por el Espíritu Santo, y todos lo escuchaban, enmudeció, cayó en éxtasis y no veía ni siquiera a los que estaban ante él. Aunque sus ojos estaban abiertos, su boca callaba y su pensamiento corporal había sido arrebatado a lo alto. Pero su respiración seguía en él, pues [solo] estaba teniendo una visión. El ángel enviado a mostrársela no era de este firmamento, ni uno de los ángeles gloriosos de los (seis cielos que hay sobre) este mundo, sino que había venido del séptimo cielo. No imaginaba el pueblo que el santo Isaías estaba en éxtasis; solo lo sabía el círculo de los profetas. Mas la visión que tuvo el santo Isaías no era de este mundo, sino de lo oculto a la carne […].

Ascenso al firmamento

Dijo Isaías:
-Tomándome el ángel de la mano, me hizo ascender. Le dije: “¿Quién eres, cuál es tu nombre, y a donde me haces subir?”, pues me fue dada fuerza para hablarle. Me respondió: “Cuando te haya hecho ascender los diversos niveles y mostrado la visión para la cual he sido enviado, entonces comprenderás quien soy […]”.
“Y subimos al firmamento él y yo. Allí vi a Semeyel y sus fuerzas; gran guerra había allí por la envidia que mutuamente se tenían los ángeles de Satanás, igual en las alturas que en la tierra, pues semejante a lo del firmamento es lo que hay aquí en la tierra. Dijo el ángel: “¿Qué es esta guerra y esta envidia?”. Me respondió: “Así ha sido desde que el mundo existió hasta ahora, y esta guerra (seguirá) hasta venga el que has de ver y lo destruya”.

Ascenso a los cinco primeros cielos

“Luego me subió por encima del firmamento, que es el primer cielo. Allí vi un trono en medio, a cuya derecha e izquierda había ángeles. (Los ángeles que estaban a la izquierda) no eran como los de la derecha, ya que estos tenían mayor gloria, pero todos alababan a una voz. El trono estaba en medio, y lo alababan también los de la izquierda tras los de la derecha, pero su voz no era como la de estos, ni tampoco sus alabanzas. Pregunté al ángel que me guiaba: “¿A quién se dirigen estas alabanzas?”. Respondió: “A la gloria del séptimo cielo, al Santo que eternamente descansa, y a su Amado, desde donde he sido enviado a ti, allá se dirigen”.
“Y nuevamente me hizo subir, al segundo cielo; la altura de este es como la que hay del cielo a la tierra. (Allí vi como) en el primer cielo, ángeles a la derecha e izquierda, un trono en medio, y las alabanzas de estos ángeles del segundo cielo. Y el que se sentaba en el trono de este era mucho más glorioso que el resto. Había gran gloria en el segundo cielo, y la alabanza no era como la de aquellos que estaban en el primer cielo. Caí de bruces para adorarle, pero no me dejó el ángel que me guiaba. Me dijo: “Por esto he sido enviado, para instruirte; no adores a ningún trono ni ángel de los seis cielos hasta que yo de lo diga en el séptimo cielo. Pues encima de todos los cielos y sus ángeles está dispuesto tu trono, tus vestiduras y tu corona, que has de ver”. Me regocijé sobremanera, pues los que aman al Altísimo y a su amado ascenderán allí en sus postrimerías por obra del ángel del Espíritu Santo.
“Me subió al tercer cielo, e igualmente vi a los (ángeles) de la derecha e izquierda, y también había un trono en medio, solo que allí no se hace mención a este mundo. Se transfiguraba mi rostro gloriosamente según iba ascendiendo a cada cielo. Pregunté entonces al ángel que estaba conmigo: “¿Nada de aquel mundo vano se menciona aquí?”. Me respondió así: “Nada se menciona a causa de su insignificancia, pero nada queda oculto de lo que allí se hace”. Quise averiguar cómo se sabe, mas me respondió así: “Cuando te suba al séptimo cielo –de donde he sido enviado-, que está por encima de estos, conocerás que nada se oculta a los tronos, a los que moran en los cielos, ni a los ángeles”. La alabanza que cantaban y la gloria del que se sentaba en el trono eran superiores, y los ángeles de la izquierda y la derecha tenían más gloria que los del cielo inferior.
“Y me hizo ascender de nuevo, al cuarto cielo, cuya altura sobre el tercero es más que de la tierra al firmamento. Allí también vi a los ángeles de la derecha e izquierda, y el que se sentaba en el trono estaba en medio. También allí recitaban alabanzas, y la gloria y el honor de los ángeles de la derecha eran mayores que los de la izquierda. También la gloria del que se sentaba en el trono era mayor que la de los ángeles de la derecha, cuya gloria, empero, superaba a los de abajo.
“Me subió al quinto cielo, y de nuevo vi a los ángeles a derecha e izquierda. El que se sentaba en el trono tenía mas gloria que el del cuarto cielo, y la gloria de los de la derecha era mayor que la de los de la izquierda. La gloria del que se sentaba en el trono era mayor que la de los ángeles de la derecha, y su alabanza más gloriosa que la del cuarto cielo. Alabé entonces al Inefable, al Único, que habita en los cielos, cuyo nombre no es conocido a ningún mortal, al que ha dado tal gloria a los (ángeles de) los distintos cielos, el que magnifica la gloria de los ángeles y multiplica la del que se sienta en el trono.

Isaías en el sexto cielo

“Todavía me hizo subir a la atmosfera del sexto cielo, y vi una gloria que no había visto en el quinto. Vi ángeles que eran de gran gloria, y la alabanza allí era santa y admirable. Dije al ángel que me guiaba: “¿Qué es lo que veo, mi Señor?”. Me respondió: “No soy tu señor, sino tu compañero”. Nuevamente le pregunte: “¿Cómo es que no hay ángeles compañeros (a la izquierda)?”. Volvió a responder: “A partir del sexto cielo ya no hay ángeles de izquierda ni trono en medio. (Las ordenes las reciben) del poder del séptimo cielo, donde mora el Inefable y su Elegido, cuyo nombre no es conocido ni puede saberlo ninguno de los cielos, pues solo El es Aquel a cuya voz todos los cielos y tronos responderán. He recibido poder y he sido enviado para hacerte ascender aquí, para que veas esta gloria” […].
“Me hizo subir al sexto cielo […]. Allí todos nombraban al Padre primero, a su Amado (Cristo), y al Espíritu Santo, todos al unísono. Su voz no era como la de los ángeles de los cinco cielos, ni como sus palabras, sino que era allí otra. Había mucha luz. Cuando estaba en el sexto cielo se antojaron tinieblas las luces que había visto en los otros cinco.
“Me regocijé y alabé al que ha concedido semejantes luces a los que esperan su promesa, e imploré al ángel que me guiaba no volver más al mundo carnal. Pues he de deciros, Ezequías, Jasub, hijo mío, y Miqueas, que es mucha aquí la tiniebla. Mas el ángel que me guiaba supo lo que yo había pensado y dijo: “Si te has regocijado con estas luces, cuánto más gozarás en el séptimo cielo cuando veas […] las vestiduras, tronos y coronas dispuestas para los justos (que creen en ese Señor que bajará en vuestra forma, pues la luz de allí es grande y maravillosa). Y en cuanto a lo de no volver tú a la carne, aún no se han cumplido tus días para venir aquí”. Oyendo esto, me entristecí, mas él me dijo: “No te entristezcas”.

Isaías en el séptimo cielo

“Y me condujo a la atmosfera del séptimo cielo, donde, además, oí una voz que decía: “¿Hasta dónde va a ascender el que mora en la carne?”. Me asusté y me eché a temblar. Mas cuando ya me encontraba en este estado, oí otra voz que partía de allí y me decía: “Permitido está subir al santo Isaías, pues aquí está su vestidura” […].
“Me subió al séptimo cielo, y allí vi una luz maravillosa, así como innumerables ángeles. Vi en aquel lugar a todos los justos (desde Adán; allí vi al santo Abel y a todos los justos; a Henoc y a todos los que estaban con él), despojados del ropaje carnal. Los vi en sus excelsas vestiduras (y eran como los ángeles que allí) tenían gran gloria, pero no estaban sentados en sus tronos, ni llevaban sus coronas gloriosas. Pregunté al ángel que estaba conmigo cómo habían recibido las vestiduras, pero por qué no estaban en los tronos con las coronas. Me dijo: “No recibirán las coronas y tronos gloriosos hasta que descienda el Amado en la forma en la que lo verás (pues descenderá al mundo en los días postreros el Señor que ha de llamarse el Cristo). Sin embargo, verán y sabrán de quiénes serán los tronos y coronas, luego que El haya descendido, haciéndose cono de vuestra forma, (y siendo tenido por carne mortal). El príncipe de este mundo extenderá su mano contra el Hijo; lo inmolarán, crucificándolo en un madero, sin saber quién es. Así será su descenso como tú lo verás; a los mismos cielos quedará oculto para que no se sepa quién es. Y cuando se haya apoderado del ángel de la muerte, ascenderá al tercer día (y permanecerá en ese mundo quinientos cuarenta y cinco días). Entonces subirán con él muchos de los justos, cuyos espíritus no recibirán vestiduras hasta el día en que ascienda el Señor Cristo, y ellos con él. Entonces, pues, recibirán sus vestiduras, tronos y coronas, cuando El haya subido al séptimo cielo”.
“Insistí acerca de lo que le había preguntado en el tercer cielo: “Muéstrame cómo se sabe aquí todo lo que se hace en aquel mundo”. Estaba todavía hablándole cuándo he aquí que uno de los ángeles que allí había, más glorioso que aquel que me había subido desde el mundo, me mostró un libro y lo abrió. Estaba escrito, mas no como los libros de este mundo. Me lo dio, lo leí y resultó que allí estaban escritas las acciones de los hijos de Israel, y las de otros que yo no conozco, Jasub, hijo mío. Dije: “Verdaderamente nada hay que quede oculto al séptimo cielo de cuanto se hace en este mundo”.

Adoración de la Trinidad

“Allí vi muchas vestiduras dispuestas, muchos tronos y muchas coronas. Dije entonces al ángel: “¿De quién son esta vestiduras, tronos y coronas?”. Me respondió: “Muchos de ese mundo serán los que reciban estas vestiduras, al creer en la palabra de Aquel que se llamará como te dije (guardándola, creyendo en ella y en su cruz; para ellos están preparadas)”. Y vi a Uno que estaba allí, cuya gloria excedía a todos, grande y maravillosa era su gloria. Después, todos los justos que había visto así como los ángeles se llegaron a El (Adán, Abel, Set y todos los justos se acercaron hacia adelante), lo adoraron y alabaron todos al unísono. Yo también me uní a ellos, y mi alabanza era como la suya. Entonces se acercaron todos los ángeles, lo adoraron y alabaron.
“Yo me transfiguré, haciéndome como un ángel […]. Vi que estaban allí el Señor y el segundo ángel, pero este situado a la izquierda de mi Señor. Pregunté: “Quien es este?”. Me respondió: “Adóralo, pues este es el ángel del Espíritu Santo, que habla por ti y los otros justos”. Vi entonces la gran gloria al abrirse los ojos de mi espíritu, pero no pude continuar contemplándola, ni tampoco el ángel que iba conmigo, ni ninguno de sus semejantes a los que había visto adorar a mi Señor, mas vi a los justos que con gran poder contemplaban la gloria de Aquel.
“Se acercaron a mí mi Señor y el ángel del Espíritu, y dijo El: “Mira como te ha sido dado ver a Dios, y por tu causa ha recibido poder el ángel que está contigo”. Y vi como mi Señor y el ángel del Espíritu adoraban y alababan juntos a Dios. Entonces todos los justos se acercaron y lo adoraron, y los ángeles hicieron lo mismo. Y todos los ángeles lo alabaron.
“Entonces oí voces de alabanza que había escuchado en los seis cielos, que subían y se oían allí; todas eran enviadas a aquel Ser glorioso, cuya gloria no pude contemplar. Yo mismo oía y veía sus alabanzas, y el Señor y el ángel del Espíritu oían y veían todo. Todas las alabanzas que se enviaban de los seis cielos no solo se oían, sino que se veían. Oí decir al ángel que me guiaba: “Este es más excelso que los excelsos, el que mora en el mundo sagrado y descansa en los santos, el que ha de ser llamado por el Espíritu Santo, en boca de los justos, Padre del Señor” […].
Estas cosas vio Isaías y las contó a los que estaban ante él, quienes prorrumpieron en alabanzas. Dirigiéndose al rey Ezequías, dijo Isaías:
-Estas cosas he dicho: el fin de este mundo y toda esta visión se cumplirán en la última generación.
E Isaías le hizo jurar que no lo diría al pueblo de Israel, ni daría estas palabras a copiar a nadie. Vosotros, por vuestra parte, manteneos vigilantes en el Espíritu Santo para que recibáis vuestras vestiduras, tronos y coronas de gloria que están ya dispuestos en el séptimo cielo […].
Termina la visión del profeta Isaías con su ascensión.

Traducción del etíope de Federico Corriente

jueves, 21 de julio de 2011

MITOLOGIA MAYA -LA SEÑORA QUE SE CONVERTIA EN COYOTE-


MITOLOGIA MAYA
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS

La señora que se convertía en coyote


Es necesario un esfuerzo grande y serio para conocer y entender lo maravilloso de la Cultura Maya.
La recopilación, traducción y escritura de mitos, cuentos y leyendas aquí presentada, fue realizada por jóvenes maestros bilingües, Napoleón Tarax Herrera, Eulalio Argueta Calel; y por el coordinador del Consejo de Pueblos Mayas Chinab’jul, Víctor Manuel Larios Velásquez.

Introducción
Esta obra es una recopilación de mitos, cuentos y leyendas que nos introducen a la cultura ancestral de los pueblos mayas. Es esta una forma de abrir puertas a un mundo dominado por relatos míticos. Los mitos por definición, involucran aspectos sagrados o sobrenaturales y generalmente tienen un carácter explicativo. En cierta forma la cosmovisión y los antiguos dioses de la cultura maya, aunque solapados por el cristianismo y trasformados con el paso del tiempo, aún persisten y se manifiestan en esta tradición.
Los mitos, cuentos y leyendas aquí contenidos presentan similitudes con los relatos del Popol Wuj.
En la cosmovisión tradicional de los pueblos de origen maya, la religión está estrechamente ligada con la naturaleza y uno de sus principios es el respeto.
Al perderse este respeto, se rompe el equilibrio y esto trae como consecuencia un castigo, que se debe expiar y ofrecer algo a cambio


La señora que se convertía en coyote
Era esposa de un comerciante, el comerciante viajaba para Chiquimula; cada vez que regresaba a su casa encontraba carne para comer.
Él le preguntaba a su mujer que de dónde traía la carne, ella siempre le decía que sus familiares se la regalaban.
Pero en una oportunidad, el hombre optó por velar a su esposa, para ver a que se dedicaba, mientras ella estaba confiada de que su esposo andaba lejos.
Entonces, se oyeron los aullidos de unos coyotes; y resultó que eran los hermanos de la esposa del comerciante.
Al oir los aullidos, la señora se quitó la ropa y se amarró la faja en la cintura, dejando una punta para formar la cola, dio tres vueltas en el llano y se convirtió en coyota.
Salieron en busca de comida, fueron a sacar ovejas de los corrales para comérselas.
Se dice que cuando regresó la señora a la casa, fue a traer un sartén y vomitó la carne en éste, luego se vistió, pero antes de vestirse, dio otras tres vueltas en el llano y se convirtió en persona; luego, lavó la carne, le hechó sal y la asó en el fuego, mientras que el marido la estaba viendo desde el tapanco, éste bajó y le dio una buena golpiza.

miércoles, 20 de julio de 2011

MITOS HEBREOS -REBELION DE SAMAEL-


MITOS HEBREOS

REBELIÓN DE SAMAEL

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI

Algunos dicen que la serpiente de Edén era Satán disfrazado; o sea el arcángel Samael. Se rebeló en el Sexto Día, impulsado por unos celos abrumadores de Adán, a quien Dios había ordenado que adorasen todos los habitantes del Cielo.
El arcángel Miguel obedeció sin demora, pero Samael dijo: "¡Yo- no adoraré a ningún ser inferior! Cuando Adán fue hecho, yo estaba ya perfeccionado. ¡Que él me adore a mí más bien!" Los ángeles de Samael accedieron y Miguel les advirtió:
"¡Cuidado con la ira de Dios!. Samael replicó: "Si Él se muestra irritado, yo pondré un trono sobre las estrellas y me proclamaré el Supremo." Entonces Miguel arrojó a Samael del Cielo a la tierra, donde, sin embargo, continuó tramando contra la voluntad de Dios
Otros dicen que cuando todos los ángeles se habían puesto obedientemente a los pies de Adán, Samael le dijo a Dios: "Señor del Universo, Tú nos creaste con el esplendor de Tu gloria, ¿Debemos adorar, por consiguiente, a un ser formado con polvo?"' Dios replicó: "Sin embargo, esta criatura, aunque fue formada con polvo, te supera en sabiduría e inteligencia ' Samael le desafió:
"¡Ponnos a prueba!" Dios dijo: "He creado los animales, las aves y los reptiles.
Desciende y ponlos en fila, y si puedes darles los nombres que yo les habría dado,
Adán rendirá homenaje a tu sabiduría. Pero si no puedes hacerlo y él lo hace,
tendrás que rendir homenaje a la de é l . " En Edén, Adán rindió homenaje a Samael,
a quien tomó equivocadamente por Dios. Pero Dios le hizo levantarse y preguntó a Samael: "¿Serás tú el primero que dé nombres a esos animales o será Adán?"
Samael contestó: "Seré yo, pues soy el mayor y el más sabio." Inmediatamente Dios puso bueyes delante de él y le preguntó: "¿Cómo se llaman?" Cuando Samael guardó silencio Dios alejó a los bueyes. Luego le presentó un camello y después un asno, pero Samael no pudo dar nombre a ninguno de ellos, Luego Dios puso comprensión en el corazón de Adán y le habló de manera que la primera letra de cada pregunta indicaba el nombre del animal. Así tomó unos bueyes y d i j o : "Bueno, abre tus labios, Adán, y dime su nombre." Adán contestó: "Bueyes." A continuación
le mostró un venado y le d i j o : "Ven, dime el nombre de éste." Adán contestó:
"Venado," Por f in Dios le mostró un asno: "¿Aspiras a nombrar a éste?" Adán contestó: "Es un asno." Cuando Samael vio que Dios había instruido a Adán gritó indignado. "¿Gritas?", le preguntó Dios. "¿Cómo no he de gritar —replicó Samael— si Tú me creaste con Tu Gloria y luego has dado inteligencia a una criatura hecha con polvo?" Dios d i j o : "¡Oh, malvado Samael! ¿Te asombra la sabiduría de Adán? ¡Sin embargo, él ahora preverá el nacimiento de sus descendientes y dará a cada uno su nombre hasta el Día del Juicio!" Dicho eso, arrojó del Cielo a Samael y a sus ángeles ayudantes- Samael se asió a las alas de Miguel y lo habría arrastrado a
él también hacia abajo si Dios no hubiera intervenido.
Algunos dicen que Satán no era Samael, sino el Príncipe de las Tinieblas parecido a un buey que se había opuesto a la voluntad creadora de Dios inclusive antes que Él ordenara "¡Haya luz!" Cuando Dios d i j o : "¡Fuera de aquí! ¡Crearé Mi mundo con la luz!", el Príncipe preguntó: "¿Por qué no con la oscuridad?" Dios replicó: "¡Cuidado, no sea que te domine con un grito!" El Príncipe, poco dispuesto a reconocerse inferior a Dios, fingió estar sordo. Entonces el grito de Dios lo dominó, como Él había amenazado Samael y sus ángeles fueron confinados en un
calabozo oscuro, donde todavía languidecen con los rostros macilentos y los labios sellados; y ahora se los llama los Veladores. El Día del Juicio Final el Príncipe de las Tinieblas se declarará igual a Dios y pretenderá haber tomado parte en la Creación, jactándose: "¡Aunque Dios hizo el Cielo y la Luz, yo hice las Tinieblas y el Abismo!" Sus ángeles lo apoyarán, pero los fuegos del Infierno ahogarán su arrogancia.

MITOS HEBREOS -LA CAIDA DE LUCIFER-


MITOS HEBREOS

LA CAÍDA DE LUCIFER

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI


En el tercer día de la Creación el principal arcángel de Dios, un querubín llamado Lucifer, hijo de la Aurora ("Helel ben Shahar") se paseaba por Edén entre joyas centelleantes, su cuerpo resplandeciente con cornalinas,, esmeraldas, diamantes, berilos, ónice, jaspe, zafiro y carbunclo, todo engarzado en el oro más puro. Pues durante un tiempo Lucifer, a quien Dios había designado Guardián de todas las Naciones, se comportó discretamente, pero pronto el orgullo le hizo perder la cabeza. "Subiré a los cielos —dijo—, en lo alto, sobre las estrellas de Dios, elevaré mi trono, me instalaré en el monte santo, en las profundidades del aquilón.
Subiré sobre la cumbre de las nubes y seré igual al Altísimo." Dios, observando las ambiciones de Lucifer, lo arrojó de Edén a la Tierra, y de la Tierra al Seol. Lucifer brilló como el relámpago al caer, pero quedó reducido a cenizas; y ahora su espíritu revolotea a ciegas sin cesar por la oscuridad profunda del Abismo sin Fondo

MITOS HEBREOS -EL ZIZ-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

EL ZIZ

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI

El Ziz se llama así porque su carne tiene muchos sabores diferentes: tiene sabor a esto (zeh) y a esto (zeh). Es un ave pura, se la puede comer y es capaz de enseñar a la humanidad la grandeza de Dios.
Todas las aves, incluyendo al Ziz, su Rey, fueron creadas al quinto día de un pantano y en consecuencia figuran entre los animales terrestres y los marinos.
Pero si Dios no hubiera dado a las aves más débiles una exención misericordiosa no habrían podido defenderse contra el águila, el gavilán y otras aves de presa; pues en el mes de Tisrí ordena al Ziz que levante la cabeza, sacuda las alas, cante fuertemente e infunda a las aves de presa tal terror que se abstienen de hacer daño a las aves menores.
Dios puso una de las patas del Ziz recién creado sobre una aleta de Leviatán y vio que su cabeza llegaba al Trono Divino. Sus alas extendidas pueden oscurecer el sol e impiden que el ígneo Viento Sur abrase toda la Tierra.
El mismo Bar-Hana informa que, en un viaje por mar, él y sus compañeros vieron al Ziz posado en medio del océano, pero las olas sólo le mojaban los tobillos, "Juzgamos que el mar tenía que ser poco profundo —dice Bar- Hana— y nos proponíamos desembarcar y tranquilizarnos, Pero una voz celestial nos advirtió: 'Hace siete años el carpintero de un barco dejó caer su hacha en este lugar y todavía no ha tocado fondo'".
Hay también una Ziz hembra. Aunque cuida mucho de su único huevo gigantesco y lo empolla en alguna montaña lejana, en una ocasión lo dejó caer accidentalmente y se vació. Su contenido hediondo anegó a sesenta ciudades y arrastró a trescientos cedros.
Con el tiempo el Ziz compartirá el destino de Leviatán y Behemoth. Lo matarán y servirá de alimento a los justos

MITOS HEBREOS -EL BUFALO-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

EL BÚFALO

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI



Tan fuerte y feroz es el enorme buey salvaje llamado búfalo que cualquier intento de enseñarle a tirar del arado o el rastrillo sería una locura. Sólo Dios puede salvar a la humanidad de sus terribles cuernos.
Solamente un par de esos animales han existido al mismo tiempo. El toro vive en un extremo de la Tierra y la vaca en el otro. Cada setenta años se unen para copular e inmediatamente la vaca mata al toro a mordiscos. Concibe dos terneros mellizos, un macho y una hembra, pero en el undécimo y último año de su preñez se pone demasiado grávida para moverse, por lo que se acuesta y se balancea de un lado a otro. Así moriría de hambre si no fuera por su copiosa saliva,
que riega los campos a su alrededor y hace que brote pasto suficiente para mantenerle la vida. Por fin su vientre se abre, los mellizos saltan de él y la vaca muere. Inmediatamente los terneros recién nacidos se separan y el macho va al este y la hembra al oeste, para volver a unirse al cabo de setenta años.
Cuando el rey David era niño llevó las ovejas de su padre a lo que tomó equivocadamente por una montaña, pero era en realidad un búfalo dormido. El animal se despertó de pronto y se levantó. David le asió el cuerno derecho, que llegaba al Cielo, mientras rogaba: "Señor del Universo, sálvame y Te construiré un templo de cien codos de extensión, como los cuernos de este búfalo". Dios envió misericordiosamente un león, el rey de los animales, ante el cual el búfalo se agazapó obediente, Pero como David temía también al león, Dios envió un ciervo para que lo persiguiera. Entonces David se deslizó del lomo del búfalo y escapó.
Muchas generaciones después Rabba bar Bar-Hana, el famoso viajero, vio un ternero de un día mayor que el monte Tabor, con un cuello que medía alrededor de tres leguas. El estiércol que arrojó en el lecho del río Jordán hizo que el río se desbordara.
Pero el búfalo habría perecido en el Diluvio si Noé no hubiera salvado a sus crías. No encontró lugar para ellas en el Arca, pero ató sus cuernos a la popa y dejó que las puntas de sus hocicos se apoyasen en la cubierta. Así nadaron detrás del arca, dejando una estela como un surco que se extendía tanto como la distancia que hay entre Tiberíades y Susita en la costa opuesta del lago de Genesaret.
En la época de Rabbi Hiyya bar Rabha un ternero recién nacido fue a Israel y desarraigó todos los árboles de la región.
Se proclamó una abstinencia y Rabbi Hiyya rogó a Dios que los librase del animal; inmediatamente su madre moribunda bajó del desierto y el animal volvió con ella.

martes, 19 de julio de 2011

MITOS HEBREOS -BEHEMOTH-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

BEHEMOTH

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI



Behemoth, el primer animal terrestre creado, parece un hipopótamo prodigioso, con una cola mayor que el tronco de un cedro y huesos como tubos de bronce. Gobierna a las criaturas terrestres, como Leviatán a las del mar. Juguetean a su alrededor mientras descansa entre lotos, cañas, helechos y sauces, o pasta en las Mil Montañas. Se discute si Behemoth fue hecho con agua, polvo y luz, o simplemente se le ordenó que surgiese de la Tierra; y también si nació solitario o tuvo en un tiempo una pareja como todas las criaturas vivientes.
Algunos dicen que si Behemoth poseyó una compañera no pudo haberse acoplado con ella, pues su prole seguramente habría hundido al mundo. Otros dicen que Dios, prudentemente, castró al macho y enfrió el ardor de la hembra, pero le perdonó la vida hasta el Día del Juicio, cuando su carne deleitará a los justos.
Dios deja que Behemoth paste en las Mil Montañas, y aunque las deja peladas en un solo día, cada noche la hierba vuelve a brotar y por la mañana está tan alta y lozana como anteriormente Se dice que Behemoth come también carne: las Mil Montañas alimentan con su pasto a muchos animales que le sirven de alimento. El calor del verano le causa tanta sed que todas las aguas que fluyen al Jordán en seis meses, y hasta en un año, apenas le bastan para un solo trago. En consecuencia bebe el agua de un gran río que sale de Edén y que se llama Jubali.
A Behemoth se lo llama "el Buey del Hoyo". Todos los años, en el solsticio de verano, se alza sobre sus patas traseras, como le ha enseñado Dios, y lanza un terrible rugido resonante que impide a todas las fieras devorar los rebaños y vacadas del hombre durante los doce meses siguientes. Con frecuencia levanta su gran cola peluda y deja que las aves del aire se posen en ella; luego la baja suavemente y deja que los animales del campo hagan lo mismo. Behemoth, a
pesar de su enorme fuerza, es tan misericordioso como puede ser un buen rey: cuida de que ninguna de las aves sufra daño por parte de sus otros súbditos, los animales.
Aunque algunos creen que Leviatán y Behemoth se matarán mutuamente, otros predicen que Dios enviará a Miguel y Gabriel contra los dos, y cuando éstos tampoco consigan matarlos, se encargará Él mismo de la tarea

MITOS HEBREOS -LEVIATAN-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

LEVIATÁN

POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI



Los colmillos del monstruo Leviatán difundían el terror, de su boca salían fuego y llamas, de las ventanas de su nariz.O humo, de sus ojos un feroz rayo de luz; su corazón carecía de compasión. Vagaba a voluntad por la superficie del mar, dejando una estela resplandeciente; o por su abismo inferior, haciendo que hirviese como una olla.
Ningún arma del arsenal de la humanidad podía abollar sus escamas. Los habitantes del Cielo mismo lo temían. Pero Dios pescó a Leviatán con un anzuelo, lo sacó del mar, le ató la lengua con una cuerda, le atravesó las ventanas de la nariz con una caña y le taladró las mandíbulas con una espina, como si hubiese sido un pez de río. Arrojó el cadáver al fondo de una embarcación y se lo llevó como si fuera al mercado.
Cuando Dios creó los peces y los animales marinos con luz y agua, permitió que Leviatán, que era mayor que todos sus compañeros juntos, los gobernara desde un trono erigido sobre una inmensa roca bajo el agua. Algunos dicen que tenía muchas cabezas, o que habrá dos Leviatanes —la Serpiente Huidiza y la Serpiente Encorvada— y que Dios destruyó a las dos. Otros dicen que perdonó a Leviatán por ser una de Sus criaturas, pero lo domesticó por completo (ordenó al arcángel Jahoel que lo hiciera), y todavía se digna jugar con él en el ancho mar durante tres horas al día. Los grandes dragones marinos sirven de alimento a Leviatán.
Bebe el agua de un tributario del Jordán mientras corre hacia el océano por un canal secreto. Cuando tiene hambre lanza un vapor humoso que agita a una inmensa extensión de agua; cuando tiene sed produce un cataclismo tal que deben transcurrir setenta años para que se restablezca la calma en el mar, e inclusive Behemoth en las Mil Montañas muestra señales de terror. Pero Leviatán sólo teme a una criatura: un pececito llamado Chalkis, creado por Dios con el único propósito de refrenarlo.
Otros sostienen que Leviatán fue confinado por Dios en una caverna del océano, donde recae sobre él todo el peso del mundo. Su gigantesco cuerpo recostado presiona sobre Tehom, lo que impide que inunde la tierra. Pero como el agua es demasiado salada para el gusto de Leviatán, la sed lo obliga con frecuencia a levantar una aleta; las aguas dulces de Tehom surgen y él bebe un rato y luego vuelve a bajar la aleta.
Algunos dicen que Leviatán tiene tantos ojos como días el año, y escamas radiantes que oscurecen al sol mismo; que se muerde la cola con los dientes y forma un anillo alrededor del océano. A la banda inferior del firmamento, que lleva los signos del Zodíaco, se la llama por eso "Leviatán".
A pocos hombres se les ha concedido ni siquiera una vislumbre del cuerpo de Leviatán; pero en una ocasión Rabh Saphra, mientras navegaba en un barco, vio un animal con dos cuernos que sacaba la cabeza del agua. Grabadas en los cuernos leyó estas palabras: "Esta minúscula criatura marina, que mide apenas trescientas leguas, está en camino para servir de alimento a Leviatán".
Algunos sabios concilian las tradiciones rivales de que Dios mató y no mató a Leviatán con la creencia de que creó un macho y una hembra. Según ellos, Dios mató a la hembra y castró al macho, para impedir que se apareasen y destruyeran al mundo; dicen que habría sido indigno de Él matar al macho y jugar con la hembra... Cuando este sobreviviente solitario ve que se acerca Dios abandona su aflicción; y los justos, observando el juego, se alegran también previendo lo que los espera, pues saben que el Día del Juicio se darán un banquete
con su carne. Con la piel de la hembra hizo Dios brillantes vestidos para Adán y Eva y conservó su carne en salmuera para el mismo banquete.
Leviatán, como Ráhab, exhala un hedor terrible. Si no fuera porque de vez en cuando el monstruo se purifica olfateando las fragantes flores de Edén todas las criaturas de Dios se asfixiarían seguramente.
Los que sostienen que Dios perdonó la vida a Leviatán preven una gran cacería angélica en la que él es la presa- Pero hasta los ángeles más temerarios tienen que huir de él cuando lo acorralan, y si se animan a atacarlo sólo pueden embotar sus armas en las escamas. Cuando por fin Gabriel trata de sacarlo del mar al que ha vuelto, Leviatán traga el anzuelo, la línea y el pescador. Luego Dios en persona tiene que cogerlo en la red y matarlo.
Dios no sólo preparará un banquete magnífico con la carne de Leviatán, distribuyendo para la venta en las calles de Jerusalén lo que los justos no puedan comer, sino que además hará carpas con su piel y adornará las paredes de la ciudad con lo que quede, para que brillen hasta el final del mundo.
Otros predicen un duelo entre Leviatán y Behemoth. Tras una lucha en la costa del mar que estremecerá a la tierra, los cuernos curvos de Behemoth destriparán a Leviatán, en tanto que las afiladas aletas de Leviatán herirán mortalmente a Behemoth.
Otras más sostienen que Leviatán iba a ser el compañero de Behemoth, pero Dios los separó, reteniendo a Behemoth en la tierra seca y enviando a Leviatán al mar, para evitar que el peso combinado de ambos rajara la bóveda de la Tierra.

MITOS HEBREOS -RAHAB, PRINCIPE DEL MAR-


MITOS HEBREOS
DESCRIPCIÓN DE LOS MONSTRUOS PRIMITIVOS

RÁHAB, PRINCIPE DEL MAR



POR ROBERT GRAVES y RAPHAEL PATAI


En la época anterior a la Creación, Ráhab, Príncipe del Mar, se rebeló contra Dios. Cuando ordenó: "Abre tu boca, Príncipe del Mar, y traga todas las aguas del mundo", él exclamó: "¡Señor del Universo, déjame en paz!".
Inmediatamente Dios lo mató a patadas y hundió su cadáver bajo las aguas, pues ningún animal terrestre podía soportar su hedor.
Otros sostienen que Dios perdonó la vida a Ráhab y que luego, cuando unos ángeles envidiosos robaron y arrojaron al mar "El Libro de Raziel' un compendio de la sabiduría divina que Dios había dado a Adán, ordenó a Ráhab que se sumergiera y lo recuperara. El príncipe del Mar obedeció sin vacilar, pero más tarde alentó a los enemigos de Dios apoyando a los egipcios en su disputa con los Hijos de Israel y suplicó en favor del ejército del Faraón cuando Dios estaba a punto de ahogarlo en el Mar Rojo.
"¡Perdona a los egipcios —gritó— y conténtate con salvar a Israel!" Pero Dios, levantando Su mano, destruyó a Ráhab y todos sus ayudantes. Algunos llaman a Ráhab "el Príncipe Celestial de Egipto". Otros no lo distinguen de Leviatán o de Océano, o del jactancioso Gran Dragón que pretendía haber creado todos los mares y ríos, pero al que Dios sacó a tierra con una red, juntamente con su progenie, y luego les rompió los cráneos y atravesó los costados. Como todavía no morían, puso guardianes para que vigilasen al Gran Dragón, el que será muerto
finalmente el Día del Juicio Final.

lunes, 18 de julio de 2011

MITOLOGIA BABILONIA - HIMNO A ENLIL-


MITOLOGIA BABILONIA
HIMNO A ENLIL
Por Federíco Lara Peinado



Esta composición de aspecto hímnico es en realidad una plegaria recitada durante los rituales de purificación por el agua, relacionados con el rey (bit rimki) o con la estatua de la divinidad (mis pi).

¡Muy grande Señor, montaña de los I[gigu], príncipe de los Anunnaku, gran (dios) reflexivo,
[En]lil, Señor muy grande, montaña de los Igigu, príncipe de los Anunnaku, gran (dios) reflexivo,
5 – que te renuevas sin cesar, que lo que dice tu boca es invariable,
de quien ningún dios revoca lo que dicen tus labios!
Señor de los señores, rey de reyes, padre que has engendrado a los grandes dioses,
Señor de los destinos y de las normas, que gobiernan los cielos y la tierra,
Señor de todos los países,
10 – que juzgas sin llamada, cuya orden es inmutable,
que fijas los destinos de todos los dioses,
que, a tu orden, son engendrado los pueblos,
tú nombras rey y gobernador.
Puesto que está en tu poder crear dios y rey,
15 – y porque tú conviertes al débil en fuerte,
entre los numerosos astros de los cielos,
yo, Señor mío, me he confiado en ti, te he celebrado,
te he sido atento.
Fíjame un destino de vida,
20 – ordena que mi nombre tenga prestigio,
deroga el mal, procúrame la justicia,
llévate […] y hazme don de abundancia,
pon sobre mí tu gran dignidad.
Que dios y rey me aprecien,
25 – que notable y príncipe hagan lo que yo digo,
que quien me vea tenga vergüenza ante mí,
que mi palabra sea escuchada en la asamblea,
que la Lamassu de ser escuchado y aceptado cuando yo hable este sin cesar cada día conmigo.
30 - ¡Dios, yo te he celebrado, te he buscado,
y yo, tu servidor, que viva, que esté salvo,
que proclame tus altos hechos, que cante tus alabanzas!

***

Lamassu: “que tenga buena fortuna”

viernes, 15 de julio de 2011

APOCALIPSIS DE ABRAHAM


Apocalipsis de Abraham
(fragmento)(1)
Por Antonio Piñero


La figura del patriarca Abraham, recogida en el libro del Génesis como primer creyente y padre espiritual del pueblo judío generó entre los judíos numerosas leyendas. El Apocalipsis de Abraham es una de ellas y se inspira tanto en el primer libro de la Biblia como en las visiones del profeta Ezequiel. La versión que se ofrece aquí se ha conservado solamente en eslavo eclesiástico, o antiguo búlgaro, aunque este texto es una traducción de un escrito griego perdido, el cual, a su vez, era muy probablemente una traducción y reelaboración de un original semítico también perdido. Como suele ocurrir, su autor es desconocido.
La obra se originó en Israel/Palestina en un medio judío hacia el final del siglo I o principios del II. Todo el escrito fue posteriormente reelaborado por manos cristianas.

(1) Lamentablemente por el momento me es imposible publicar el texto completo como siempre fue mi proceder, pero dado la importancia de esta obra, juzgue conveniente hacerlo así.
Espero que el lector sepa comprender y valorizar el texto ofrecido, comprometiéndome, en un futuro, publicarlo en forma completa. – Sergio (Nuestros Antepasados)

Apocalipsis de Abraham

La conversión de Abraham

Cierto día, puliendo yo los ídolos de mi padre Taré y los de mi hermano Najor, me pregunte cuál de ellos era en verdad un dios poderoso. Yo, Abraham, en el momento de ejercer mi oficio, cuando terminé los servicios de culto de mi padre Téraj a sus dioses de madera y piedra, de oro y de plata, de bronce y de hierro, habiendo entrado en su templo para el servicio, encontré que el ídolo de piedra llamado Marumar había caído bocabajo a los pies del ídolo de hierro Nacón. Y sucedió que, cuando lo vi, se turbó mi corazón. Meditaba en mi espíritu lugar, dado que era una gran mole de piedra. Fui a avisar a mi padre, entró conmigo y a duras penas lo levantamos para restituirlo a su lugar. Y a pesar de que lo sujetaba por la cabeza, esta se le cayó […]

La manifestación divina

Y ocurrió que mientras yo hablaba así a Téraj, mi padre, en el patio de su casa, la voz del Todopoderoso cayó del cielo en un torrente de fuego diciendo y llamando:
-¡Abraham, Abraham!
Dije:
-Heme aquí.
Dijo:
-Al Dios de dioses y al Creador tú buscas en el fondo de tu corazón. Yo soy. Apártate de tu padre Téraj y sal de su casa
Para que no seas muerto por los pecados de la casa de tu padre.

Primeras revelaciones

Y ocurrió que cuando oí la voz que clamaba tales palabras hacia mí, yo miraba a un lado y a otro y he aquí que no había hálito humano y mi espíritu se espantó. Mi alma se escapó de mí, me quedé de piedra y caí a tierra, pues en mi no había ya fuerzas para tenerme en pie. Estando todavía bocabajo, oí la voz del Santo que decía:
-Ve, Jaoel, y por medio de mi nombre inefable santifícame a este hombre y dale fuerzas contra su terror.
Y el ángel, enviado por Dios, vino a mí bajo aspecto humano, me tomó por la mano derecha y me puso sobre mis pies. Me dijo:
-¡Álzate, Abraham, amigo de Dios, que te ama! Que no te domine el temor humano, pues he sido enviado a ti para fortalecerte y bendecirte en nombre del Dios que te ama, el creador de los cielos y la tierra. Mantente firme y apresúrate hacia El. Yo soy Jaoel, así llamado por Aquel que agita lo que está conmigo en el séptimo espacio sobre el firmamento, una potestad por mediación del nombre inefable que está en mí […]. Yo he sido encargado de destruir el infierno y reducir a polvo a los que adoran a los ídolos. He sido encargado de quemar la casa de tu padre junto con él, pues rendía culto a los ídolos. He sido enviado ahora para bendecirte a ti y a la tierra que ha sido preparada para ti por el Eterno […]. ¡Álzate, Abraham, ve con firmeza! ¡Alégrate mucho y regocíjate! Yo estoy contigo, pues una herencia perdurable ha sido preparada por el Eterno para ti. Ve y cumple el sacrificio prescrito. Pues he sido designado para estar contigo y con la estirpe destinada a nacer de ti […]. ¡Mantente firme y ve!.
Una vez que me hube levantado, vi a quien había tomado mi diestra y me había puesto en pie. El aspecto de su cuerpo era como el zafiro y la apariencia de su rostro como crisolita; los cabellos de su cabeza como la visión del arcoíris. Sus vestiduras eran de púrpura y en su diestra había un caduceo de oro. Me dijo:
-Ven conmigo e iré contigo en forma visible hasta el sacrificio y de forma invisible hasta la consumación de los siglos. ¡Mantente firme y ve!
Y marchamos los dos solos durante cuarenta días y noches. No comí pan ni bebí agua, pues mi alimento era visión del ángel que estaba conmigo y la conversación que mantenía conmigo era mi bebida […].

Oración de Abraham y visión de los animales y del firmamento

Estaba aún hablando el ángel, cuando he aquí un fuego que avanzaba hacia nosotros en derredor. Había una voz en el fuego como voz de muchas aguas, como la voz del mar en su agitación. El ángel se inclinó conmigo y la adoró. Quise postrarme en tierra, pero el lugar de la altura en el que los dos estábamos tan pronto se elevaba hacia lo alto como caía hacia abajo. Dijo el ángel:
-¡Inclínate, Abraham, y entona el cántico que te he enseñado!
Pero no había tierra en la que postrarse. Solo me incliné y entoné el cántico que me había enseñado. Dijo el ángel:
-¡Recita sin parar!
Recité, y él recitaba también el cántico:
-¡Eterno, Fuerte, Santo, El, Dios […]. Incorruptible, Intachable, Ingénito, Inmaculado, Inmortal […]. Tú eres aquel al que ama mi alma […], que recibes las oraciones de los que te honran y te desentiendes de las plegarias de los que te importunan con la impertinencia de sus recriminaciones. Oh libertador de los que están mezclados entre los impíos e injustos en el tiempo corrupto del universo, que renuevas el tiempo de los justos […]. Recíbeme favorablemente, muéstrame e instrúyeme y anuncia a tu servidor lo que me prometiste.
Mientras estaba entonando el cántico, la boca del fuego que estaba en la extensión se eleva cada vez más alto y oí una voz como una tempestad marina y no cesaba por la plétora de fuego. En tanto que el fuego se elevó, borboritando en lo más alto, vi debajo de las llamas un trono de fuego y a seres de muchos ojos a su alrededor que entonaban un cántico. Bajo el trono vi cuatro criaturas ígneas que cantaban. Su aspecto era el mismo; cada una de ellas tenía cuatro rostros. Tal era el aspecto de sus rostros: de león, de hombre, de toro y de águila. Cuatro cabezas y cada criatura con seis alas, un par le salía de sus hombros, un par de sus costados y un par de su cintura, cubriendo sus rostros con las alas que salían de sus hombros, en tanto que con las alas de su cintura revestían sus piernas, y extendían sus alas centrales, volando libremente. Cuando concluían el cántico, se miraban los unos a los otros, y unos a otros se lanzaban miradas desafiantes. Y ocurrió que cuando el ángel que estaba conmigo vio como se desafiaban, me dejó, fue corriendo hacia ellos y a cada una de las criaturas desvió el rostro de la faz que tenía en frente, para que no vieran delante de si los rostros desafiantes, y les enseñó el cántico de paz que tenía en sí. Estando yo solo, miré y vi detrás de las criaturas un carro de ruedas de fuego. Cada rueda estaba llena de ojos por doquier y en lo alto de las ruedas estaba el trono que yo ya había visto. Este estaba cubierto de fuego, y el fuego lo rodeaba por doquier. Y he aquí una luz inefable envolvía a una multitud de fuego y oí sus santas voces como la voz de un solo hombre.
Me llegó la voz desde el medio de las llamas diciendo: ¡Abraham, Abraham! Dije:
-Heme aquí.
Dijo:
Contempla las extensiones que están bajo el espacio sobre el que estás situado, y mira cómo no hay sobre ellas ningún otro excepto Aquel al que buscaste o Aquel que te ama. Mientras la voz estaba hablando, he aquí que se abrieron las extensiones del cielo que estaba debajo de mí. Vi en el séptimo firmamento, sobre el que me encontraba, un fuego propagado, una luz y un rocío, una multitud de ángeles y la virtud de gloria invisible de las criaturas que había visto en lo alto. Aquí no vi a nadie más. Miré al sexto espacio desde la altura en la que me encontraba y vi aquí una multitud incorpórea de ángeles espirituales que cumplían las órdenes de los ángeles ígneos situados en el octavo firmamento, en cuyas alturas estaba yo de pie. He aquí que no había en aquel espacio otras virtudes con otras formas excepto los ángeles espirituales. La virtud que había visto en el séptimo firmamento ordenó al sexto firmamento que se quitara y vi aquí, en el quinto firmamento, las virtudes estelares, los mandamientos que les era ordenado cumplir y los elemento terrenales que los obedecían.
Me dijo el Fuerte anterior a los siglos:
-¡Contempla desde arriba las estrellas que están debajo de ti, cuéntalas y di su número!
Dije:
-¿Cuándo podría? Pues yo solo soy un hombre.
Me dijo:
-Haré de tu descendencia una nación de pueblos como el número de las estrellas y su potencia, un pueblo apartado para mí […]

La creación. Castigo de los malvados. El juicio.

Me dijo:
-Mira ahora a la extensión que hay debajo de tus pies y sé consciente de la creación prefigurada desde lo más antiguo […].
Dije:
-Señor fuerte y eterno, ¿Quién es la multitud en esta imagen, a su lado y a otro?
Me dijo:
-Estos que están en el lado izquierdo son la multitud de pueblos que existían previamente y que después de ti estarán destinados los unos al juicio y a la restauración, los otros a la venganza y a la condenación en el fin de los siglos. Pero los que están en el lado derecho de la imagen son las gentes apartadas para mí de las gentes que están con Azazel. Estos son los que destiné a nacer de ti y a llamarse mi pueblo […].
Vi allí la imagen del ídolo celoso semejante a la imagen tallada en madera que hacía mi padre, y su cuerpo era de cobre brillante. Ante él había un hombre que lo adoraba. Y enfrente de él un altar, y sobre él infantes degollados de cara al ídolo. Le dije:
-¿Qué es este ídolo? ¿Qué es este altar? ¿Quiénes son las victimas? ¿Quién es el sacrificador? ¿Qué es el templo tan hermoso que veo, el arte y la belleza de tu Gloria, que está bajo tu trono?
Dijo:
-Oye, Abraham, este templo, altar y belleza que has visto, es mi concepto del sacerdocio de mi nombre glorioso. En este templo se ubicará toda oración humana… y cualquier sacrificio que ordenare ofrecerme a mi pueblo que surgirá de tu raza. Pero el ídolo que has visto es mi ira contra aquellos que me encolerizarán y que proceden del pueblo que surgirá de ti. El hombre que viste sacrificando es el que me encoleriza […].
Miré y vi: he aquí que la imagen se agitaba y desde la parte izquierda irrumpió una turba de paganos, lanzándose al pillaje de los que estaban en la parte derecha de la imagen, hombres, mujeres y niños. A unos los mataron y a otros los retuvieron junto a sí. He aquí que vi corriendo hacia ellos cuatro generaciones; prendieron fuego al templo y saquearon las cosas santas que había en él. Dije:
-¡Oh Eterno fuerte!, he aquí que las multitudes de paganos se lanzan al pillaje de la gente que aceptaste que nacieran de mí: a unos los matan y a otros los fuerzan al exilio. Prendieron fuego al templo, saquean y destruyen las obras de arte que hay en él. ¡Oh Eterno fuerte!, si esto es así, ¿Por qué ahora afligiste mi corazón y por que será así?
Me dijo:
-Escucha, Abraham, todo lo que viste ocurrirá porque tus descendientes me irritarán a causa del ídolo que viste y del asesinato cometido en el templo. Todo lo que viste será así.
Dije:
-¡Oh Eterno fuerte!, que pasen ahora las malas acciones cometidas en la impiedad, pero haz permanecer con más razón a los justos que han cumplido los mandamientos. Pues tú pues hacerlo.
Me dijo:
-El tiempo de justicia es el se les aparecerá primero, bajo el aspecto de sus reyes, que juzgarán con justicia a los que antes creé para gobernar sobre ellos. De estos surgirán hombres que se ocuparán de ellos, como te he anunciado y como viste.
Respondí y dije:
-¡Oh Poderoso, santificado por tu poder, sé misericordioso ante mi ruego! Por esto hazme saber y muéstrame, pues para eso me elevaste a tu altura. Por esto hazme saber a mí, tu favorito, lo que pregunto ¿todo lo que vi les ocurrirá durante largo tiempo?
Me mostró la multitud de sus gentes y me dijo:
-A causa de esto, por las cuatro generaciones que has visto, se suscitará mi cólera y habrá retribución de sus obras por mi parte […].
Miré y vi a un hombre saliendo de la parte izquierda, la de los paganos. Salieron hombres, mujeres y niños desde la parte de los paganos en turbas numerosas y lo adoraron. Seguí mirando y salieron los que estaban en la parte derecha: unos afrentaban a ese hombre, otros lo golpeaban y otros los adoraban. Vi que estos los adoraban, y acudió Azazel y lo adoró; y tras besar su rostro se volvió y permaneció detrás de él.
Dije:
-¡Oh Eterno fuerte! ¿Quién es el hombre afrentado, golpeado pero también adorado por los paganos junto con Azazel?
Respondió y dijo:
-Oye, Abraham, el hombre al que has visto afrentado y golpeado, pero también adorado, es el alivio ante los paganos, durante los últimos días, en la hora duodécima de este siglo impío, para la gente que procederá de ti. En el año duodécimo de mi siglo final estableceré a este hombre que procede de tú descendencia y al que has visto salir de entre mi gente.
Antes incluso de que empiece a crecer el siglo justo, vendrá mi juicio sobre los paganos inicuos por parte del pueblo de tu descendencia escogido por mí. En esos días haré venir sobre toda criatura terrestre diez plagas, por medio de la desgracia, la enfermedad y el gemido de dolor de sus almas. Todo esto haré venir sobre las generaciones de hombres que están en la imagen a causa de la cólera y de la corrupción de su naturaleza con las que me irritan. Entonces serán restablecidos los hombres justos de tu descendencia, en número dispuesto por mí, encaminándose a la gloria de mi nombre, hacia el lugar previstamente preparado para ellos, el cual viste vacío en la imagen. Los que vivan serán fortificados con los sacrificios y los dones de la justicia y la verdad en el siglo justo. En mi se regocijarán siempre, destruirán a los que los destruyeron y ultrajarán a los que los ultrajaron con la calumnia […].

Vuelta a la tierra tras la visión.

Y mientras El estaba aún hablando me encontré de nuevo sobre la tierra y dije:
-¡Oh Eterno fuerte!, ya no estoy en la gloria en la que estaba en lo alto, y todo lo que mi alma deseaba comprender en mi corazón yo todavía no lo he comprendido.
Me dijo:
-Te revelaré lo que desea tu corazón, pues has querido ver las diez plagas que he preparado y dispuesto contra los paganos para después del vencimiento de la duodécima hora sobre la tierra. Escucha todo lo que te manifestaré, será así: la primera plaga será la aflicción por la mucha miseria. La segunda, el incendio de las ciudades. La tercera, la muerte del ganado por la peste. La cuarta, la hambruna de la población. La quinta, el extermino de sus soberanos por la destrucción del terremoto y la espada. La sexta, la sobreabundancia de granizo y la nieve. La séptima, el que las fieras salvajes sean su tumba. La octava, que el hambre y la peste se alterne en su destrucción. La novena plaga será el castigo de la espada y la huida en la angustia. La decima, el trueno, los lamentos y los terremotos para la destrucción.
Entonces haré sonar la trompeta desde los cielos y enviaré a mi Elegido que tiene en sí una medida de toda mi potencia. El convocará a mi gente afrentada por los paganos. Yo quemaré con fuego a los que los han injuriado y han dominado sobre ellos en el siglo y daré a los me han cubierto de insultos al castigo del siglo futuro. Pues a esos los destiné a ser pasto del fuego del infierno y al planeo ininterrumpido por el aire de los abismos subterráneos.
Por esto. Abraham, oye y ve: este séptimo linaje tuyo irá contigo y partirán hacia una tierra extranjera. Los esclavizarán y los maltratarán, como en una hora del siglo impío. Yo seré juez del pueblo para el que serán esclavos.
Añadió el Señor:
-¿Has oído, Abraham, lo que te he anunciado, lo que sucederá a tu tribu en los últimos días?
Habiendo oído Abraham las palabras de Dios, las recibió en su corazón.

Traducción del eslavo eclesiástico de Salustio Alvarado.

jueves, 14 de julio de 2011

MITOLOGIA MAYA -LA SIEMBRA DEL MAIZ-


MITOLOGIA MAYA
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS

La siembra del maíz

Es necesario un esfuerzo grande y serio para conocer y entender lo maravilloso de la Cultura Maya.
La recopilación, traducción y escritura de mitos, cuentos y leyendas aquí presentada, fue realizada por jóvenes maestros bilingües, Napoleón Tarax Herrera, Eulalio Argueta Calel; y por el coordinador del Consejo de Pueblos Mayas Chinab’jul, Víctor Manuel Larios Velásquez.

Introducción
Esta obra es una recopilación de mitos, cuentos y leyendas que nos introducen a la cultura ancestral de los pueblos mayas. Es esta una forma de abrir puertas a un mundo dominado por relatos míticos. Los mitos por definición, involucran aspectos sagrados o sobrenaturales y generalmente tienen un carácter explicativo. En cierta forma la cosmovisión y los antiguos dioses de la cultura maya, aunque solapados por el cristianismo y trasformados con el paso del tiempo, aún persisten y se manifiestan en esta tradición.
Los mitos, cuentos y leyendas aquí contenidos presentan similitudes con los relatos del Popol Wuj.
En la cosmovisión tradicional de los pueblos de origen maya, la religión está estrechamente ligada con la naturaleza y uno de sus principios es el respeto.
Al perderse este respeto, se rompe el equilibrio y esto trae como consecuencia un castigo, que se debe expiar y ofrecer algo a cambio


La siembra del maíz
Para la siembra del maíz, lo primero que se hace es la oración. Desde muy temprano se encienden candelas entre la semilla; pero cuando comienza la siembra, las candelas encendidas se pasan al altar y permanecen encendidas durante todo el día, mientras se está sembrando.
Para la siembra del maíz, se invita a los vecinos y familiares, así como a las mujeres para preparar la comida.
Hay diferentes costumbres entre los k’iche’s, y una de ellas es hacer suficiente comida para todos los trabajadores y repartir guaro a los familiares y vecinos después del trabajo. En fin, la siembra de maíz es una verdadera fiesta, porque así como se da, así se recibe.
En tiempos antiguos, nuestros antepasados ponían marimba.
Hay algunas recomendaciones para que la siembra del maíz produzca bastante: el día de la siembra del maíz, se considera un día sagrado, por lo que no debe haber enojos o regaños durante ese día; la semilla debe cuidarse, no debe dejarse que los animales tengan contacto con ella, ni que se la coman; no se les debe dar a tomar café a los trabajadores, porque en el proceso de formación, en la mayoría de los casos, la mazorca puede sufrir deformaciones.
Si no se respetan estas recomendaciones, el maíz ya no se da y la tierra ya no produce.

MITOLOGIA -HIMNO AL DIOS INNOMBRABLE-


MITOLOGIA

Himno a[l] Dios [Innombrable]
(Proclo)


Oh Tú, que todo lo trasciendes, que estás más allá de todo,
¿Acaso me es permitido cantarte llamándote de otra manera?
¿Cómo celebrarte, oh Tú, que eres trascendente a todo?
¿Con qué palabras dirigirte alabanzas?
Con ninguna palabra, en efecto, puedes ser nombrado,
Siendo el único sin nombre, engendras, sin embargo,
Todo lo que puede enunciar el verbo.
¿Cómo puede contemplarte la inteligencia?
Pues Tú no puedes ser abarcado por ninguna inteligencia.
Siendo el único Desconocido,
Engendras, sin embargo, todo lo que el espíritu puede conocer.
Todo lo que puede decir la palabra y todo lo que no puede decir la palabra
Te proclama.
Todo lo que puede concebir el espíritu y todo lo que no puede concebir,
Te glorifica.
Los deseos de todos y las dolorosas aspiraciones de todos
Giran alrededor de Ti.
Delante de Ti todo está en adoración
Y todo el que posee el conocimiento del signo
Mediante el cual se Te puede reconocer
Te canta un himno silencioso.
Todo procede de Ti mas Tú no procedes de nada
Y por ello eres solo.
En Ti todo es inmóvil pero todas las cosas
Se unen para precipitarse hacia Ti.
Eres el fin de todo; único y total,
Lo abrazas todo no siendo ni Uno ni Todo.
¡Oh Tú, a quien se invoca bajo nombres tan diversos,
¿Cómo podré llamarte?
¡Oh Tú, que eres el único a quien no puede llamarse!
¿Qué celeste inteligencia podrá deslizarse bajo los velos
Que Te recubren con deslumbrante luz?
Ten piedad de mí, oh Tú, que estás más allá de todo;
¿Acaso me es permitido cantarte llamándote de otra manera?

Traducción: Josep Soler

***

PROCLO de Bizancio
Proclo nació en Bizancio en el año 410. Luego de estudiar en Alejandría con el filósofo griego Olimpiodoro, se estableció en Atenas. Allí fue discípulo de Plutarco y Siriano, miembros de la Academia, escuela de la que él mismo sería luego director y que por entonces estaba muy influenciada por el paganismo y la magia. Murió en Atenas en el año 485.
Proclo enfrentó la pretensión del cristianismo —que se presentaba como única religión verdadera— conformando un sistema neoplatónico que integraba los aportes de las religiones antiguas y de la ciencia y la filosofía griegas. Su síntesis reservaba a Platón el lugar de mayor relevancia, pero no por eso dejaba de integrar elementos propios del aristotelismo y del estoicismo.

miércoles, 13 de julio de 2011

MITOLOGIA BABILONIA - HIMNO A ANU-


MITOLOGIA BABILONIA
HIMNO A ANU


Una tablilla procedente de Uruk nos ha conservado fragmentariamente un himno que se recitaba durante las fiestas Akitu, en honor de Anu, el padre de los dioses. El comienzo de su anverso está, lamentablemente, perdido.

Anverso
[…]
Tú que tienes el cetro, el círculo y el palu, que declaras a la realeza,
Príncipe de los dioses, cuya palabra es preponderante en la asamblea de los grandes dioses,
Señor de la tierra magnifica, maravillosamente lleno de esplendor,
que viajas sobre los grandes torbellinos, que, como príncipe,
5 – te hallas en el parakku real, suscitando la admiración;
las orejas de los Igigu están (tendidas) hacia la palabra salida de tu boca pura,
los Anunnaku, todos juntos, se abaten bajo el huracán como cañas;
tu palabra sopla como un viento; abona los pastos y (mantiene) los abrevaderos,
a tu voz, los dioses irritados vuelven a sus moradas,
10 - ¡que los dioses del cielo y de la Tierra, todos juntos, con ofrendas y presentes, busquen tu presencia!

Reverso
¡Que los reyes de las regiones te aporten sus pesados tributos;
que los hombres estén cada día ante ti (ocupados) en los sacrificios, oraciones y genuflexiones,
que los grandes dioses te supliquen para apaciguar tu corazón,
que los habitantes de (todos) los lugares te manifiesten sus invocaciones para calmar tu hígado,
5 – que los grandes dioses, mediante (palabras) de asentimiento e invocaciones apacigüen tu corazón,
que con súplicas y genuflexiones calmen tu hígado,
en Uruk, tu ciudad […]
oh Anu, el elevado, venga a tu villa contra el país enemigo!
“Elevación de la mano” a Anu, que en el mes de Nisan, en el decimo día [se elevará]

lunes, 11 de julio de 2011

MITOLOGIA MAYA -EL RESPETO A LOS SUPERIORES-


MITOLOGIA MAYA
LEYENDAS Y CUENTOS MAYAS

El respeto a los superiores

Es necesario un esfuerzo grande y serio para conocer y entender lo maravilloso de la Cultura Maya.
La recopilación, traducción y escritura de mitos, cuentos y leyendas aquí presentada, fue realizada por jóvenes maestros bilingües, Napoleón Tarax Herrera, Eulalio Argueta Calel; y por el coordinador del Consejo de Pueblos Mayas Chinab’jul, Víctor Manuel Larios Velásquez.

Introducción
Esta obra es una recopilación de mitos, cuentos y leyendas que nos introducen a la cultura ancestral de los pueblos mayas. Es esta una forma de abrir puertas a un mundo dominado por relatos míticos. Los mitos por definición, involucran aspectos sagrados o sobrenaturales y generalmente tienen un carácter explicativo. En cierta forma la cosmovisión y los antiguos dioses de la cultura maya, aunque solapados por el cristianismo y trasformados con el paso del tiempo, aún persisten y se manifiestan en esta tradición.
Los mitos, cuentos y leyendas aquí contenidos presentan similitudes con los relatos del Popol Wuj.
En la cosmovisión tradicional de los pueblos de origen maya, la religión está estrechamente ligada con la naturaleza y uno de sus principios es el respeto.
Al perderse este respeto, se rompe el equilibrio y esto trae como consecuencia un castigo, que se debe expiar y ofrecer algo a cambio

El respeto a los superiores
Entre los k’iche’s, se prioriza el respeto a los superiores, principalmente a los abuelos, papás, tíos y autoridades, así también el respeto a la Madre Tierra, al agua, a la luna, al sol, al aire, a los animales, a las plantas y sobre todo al Creador y Formador, quien es Dios. Este respeto se manifiesta cuando una persona de menor edad debe dejar libre el camino para que pueda pasar el anciano, se quita el sombrero, inclinándose ante el superior, para saludarlo con mucha reverencia.
No debe reír después del encuentro, porque puede pensar mal la persona mayor; hoy en día se están perdiendo estas costumbres, púes los jóvenes tienen otras ideas.
Al anciano ya no se le respeta, en vez de dejar libre el camino al superior, él es quien debe dejar libre el camino para el joven.
Ya no se recuerda a los ancestros, ya no se respetan los lugares sagrados, ya no se hacen las costumbres a la Madre Tierra y al Dios Creador y Formador.
Se cree que como producto de la pérdida de estos valores y la desobediencia, surge el desorden en los pueblos.
En nuestros pueblos, la Madre Tierra ya no protege a sus hijos, y ya no produce. Se cree que esto es por el mismo descuido hacia ella.

MITOLOGIA -HIMNO A HECATE Y A JANO-


MITOLOGIA

Himno [a la Madre de los Dioses,] a Hécate y a Jano
(Proclo)


Salud, madre de los Dioses, Diosa de nombres diversos,
De espléndida prole.
Salud, Hécate, que vigilas a las puertas,
¡Diosa de temible poder!
Salud también a ti, oh Jano,
Antepasado de los antepasados,
¡Zeus imperecedero; salud, oh soberano Zeus!
Abrid para mi vida, llenándola de bienes,
Una resplandeciente vía.
Preservad a mis miembros de funestas enfermedades.
Y, purificando mi alma
Por iniciaciones que despierten la inteligencia,
Arrancadla de la demencia en la que permanece
Desde que vino a la tierra.
Sí, os lo suplico, tendedme las manos
Y mostradme -pues tengo este deseo-,
Los caminos que los Dioses nos indican.
Así podré contemplar la luz santísima
Cuando por vosotros me será concedido
El poder salir del sombrío tiempo (devenir).
Sí, os lo suplico, tendedme las manos;
Y para poder abordar, después de tantas fatigas,
El puerto de la piedad,
Enviadme brisas favorables.
Salud, madre de los Dioses, Diosa de nombres diversos,
De espléndida prole.
Salud, Hécate, que vigilas a las puertas,
¡Diosa de temible poder!
Salud también a ti, oh Jano,
Antepasado de los antepasados,
Zeus imperecedero; salud, oh Zeus todopoderoso!


Traducción: Josep Soler

***
PROCLO de Bizancio
Proclo nació en Bizancio en el año 410. Luego de estudiar en Alejandría con el filósofo griego Olimpiodoro, se estableció en Atenas. Allí fue discípulo de Plutarco y Siriano, miembros de la Academia, escuela de la que él mismo sería luego director y que por entonces estaba muy influenciada por el paganismo y la magia. Murió en Atenas en el año 485.
Proclo enfrentó la pretensión del cristianismo —que se presentaba como única religión verdadera— conformando un sistema neoplatónico que integraba los aportes de las religiones antiguas y de la ciencia y la filosofía griegas. Su síntesis reservaba a Platón el lugar de mayor relevancia, pero no por eso dejaba de integrar elementos propios del aristotelismo y del estoicismo.

sábado, 2 de julio de 2011

MITOLOGIA - HIMNO COMUN A LOS DIOSES-


MITOLOGIA
Himno común a los Dioses
(Proclo)

Oídme, oh Dioses, vosotros que gobernáis el timón
De la sagrada sabiduría, y que, encendiendo en las
Ánimas de los hombres la llama del deseo del retorno,
Las atraéis hacia los Inmortales, dándoles,
Por las indecibles iniciaciones de los himnos,
El poder de evadirse de la oscura caverna
Y de purificarse. ¡Oídme, poderosos liberadores!
Concededme, por la comprensión de los libros divinos
Y disipando la tiniebla que me rodea, una luz
Pura y santa a fin de que pueda comprender con claridad
Al Dios incorruptible y también al hombre que yo soy.
Que un Daimon perverso jamás,
Asediándome de males, me retenga,
Eternamente cautivo en oleaje del olvido,
¡Alejándome de los Dioses!
Que jamás, una expiación aterradora,
Me encadene en la prisión de la vida (del cuerpo)
Cayendo mi alma en las heladas olas de la generación
Y en las que no quisiera errar demasiado tiempo!
Oídme, vosotros, oh Dioses, soberanos de deslumbrante sabiduría,
Revelad al que se apresura en el sendero ascendente
Del retorno, los santos éxtasis y las iniciaciones
¡Que residen en el corazón de las sagradas palabras!

Traducción: Josep Soler

***
PROCLO de Bizancio
Proclo nació en Bizancio en el año 410. Luego de estudiar en Alejandría con el filósofo griego Olimpiodoro, se estableció en Atenas. Allí fue discípulo de Plutarco y Siriano, miembros de la Academia, escuela de la que él mismo sería luego director y que por entonces estaba muy influenciada por el paganismo y la magia. Murió en Atenas en el año 485.
Proclo enfrentó la pretensión del cristianismo —que se presentaba como única religión verdadera— conformando un sistema neoplatónico que integraba los aportes de las religiones antiguas y de la ciencia y la filosofía griegas. Su síntesis reservaba a Platón el lugar de mayor relevancia, pero no por eso dejaba de integrar elementos propios del aristotelismo y del estoicismo.