"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

domingo, 30 de enero de 2011

MITOLOGIA SUMERIA -EL NOVIAZGO DE INANNA Y DUMUZI-


MITOLOGIA SUMERIA
El noviazgo de Inanna y Dumuzi



Por Samuel Noah Kramer y Diane Wolkstein

El hermano habló a su hermana menor.
El Dios del Sol, Utu, habló a Inanna, y dijo:
“Joven dama, el lino en su plenitud es bello.
Inanna, el grano brilla en el surco.
Yo lo cavaré por ti. Yo te lo traeré.
Una pieza de lino, grande o pequeña, siempre es necesaria.
Inanna, Yo te la traeré.”
“Hermano, cuando me traigas el lino, ¿quién me lo rastrillará?”
“Hermana, te lo traeré rastrillado.”
“Utu, cuando me lo traigas rastrillado, ¿quién me lo hilará?”
“Hermana, te lo traeré hilado.”
“Hermano, cuando me traigas el lino hilado, ¿quién me lo trenzará?
“Hermana, te lo traeré trenzado.”
“Utu, cuando me lo traigas trenzado,
¿Quién me lo urdirá?”
“Inanna, te lo traeré urdido.”
“Utu, cuando me lo traigas urdido,
¿Quién me lo tejerá?”
“Hermana, te lo traeré tejido.”
“Utu, Cuando me lo traigas tejido,
¿Quién me lo blanqueará?”
“Inanna, te lo traeré blanqueado.”
“Hermano, cuando me traigas mi sábana nupcial,
¿Quién yacerá conmigo?
Utu, ¿quién yacerá conmigo?”
“Hermana, tu novio yacerá contigo.
El que ha nacido de un útero fértil,
Y fue concebido sobre el trono sagrado,
¡Dumuzi, el pastor! Él yacerá contigo.”

Inanna habló:
“¡No, hermano!
El hombre de mi corazón trabaja con el azadón.
¡El labrador! ¡Él es el hombre de mi corazón!
Recolecta el grano en grandes montones.
Siempre trae el grano a mis almacenes.

Utu habló:
“Hermana, desposa al pastor.
¿Por qué no quieres?
Su crema es buena; su leche es buena.
Todo lo que toca brilla con resplandor.
Inanna, desposa a Dumuzi.
Tú que te adornas con el collar de ágatas de la fertilidad,
¿Por qué no quieres?
Dumuzi compartirá su rica crema contigo.
Tú que pretendes ser protectora del rey,
¿Por qué no quieres?”

Inanna habló:
“¡El pastor! ¡No me casaré con el pastor!
Sus ropas son burdas; su lana es áspera,
Desposaré al labrador.
El labrador cultiva el lino para mis vestidos.
El labrador cultiva cebada para mi mesa.”

Dumuzi habló:
“¿Por qué hablas del labrador?
¿Por qué lo mencionas?
Si te da harina negra,
Yo te daré lana negra.
Si te da harina blanca,
Yo te daré lana blanca.
Si él te da cerveza,
Yo te daré dulce leche.
Si él te da pan,
Yo te daré queso de miel.
Le puedo dar al labrador la crema,
La leche que me sobre.
¿Por qué mencionas al labrador?
¿Qué tiene él más que yo?

Inanna habló:
“Pastor, si no fuera por mi madre, Ningal, hubieras sido desterrado,
Si no fuera por mi abuela, Ningikuga, hubieras sido desterrado a las llanuras,
Si no fuera por mi padre, Nanna, no tendrías techo,
Si no fuera por mi hermano, Utu---“

Dumuzi habló:
“Inanna, no comiences un pleito.
Mi padre, Enki, es tan bueno como tu padre, Nanna.
Mi madre, Sirtur, es tan buena como tu madre, Ningal.
Mi hermana, Geshtinanna, es tan buena como la tuya.
Reina del palacio, hablemos de nuevo
Inanna, sentémonos a hablar juntos.
Yo soy tan bueno como Utu.
Enki es tan bueno como Nanna.
Sirtur es tan buena como Ningal.
Reina del palacio, hablemos nuevamente.
La palabra que hablaron
Era palabra de deseo.
Desde el inicio del pleito
Llegó el deseo a los amantes.
El pastor fue a la casa real con crema.
Dumuzi fue a la casa real con leche.
Ante la puerta, llamó:
“¡Abre la casa, mi dama, abre la casa!”
Inanna corrió hacia Ningal, la madre que la parió.
Ningal aconsejó a su hija, y dijo:
“Mi niña, el joven será tu padre.
Mi hija, el joven será tu madre.
Te tratará como a un padre.
Te cuidará como a una madre.
¡Abre la casa, mi dama, abre la casa!”
Inanna, a la orden de su madre,
Se bañó y se untó con aceite perfumado.
Cubrió su cuerpo con la blanca túnica real.
Preparó su dote.
Arregló sus preciosas cuentas de lapizlázuli alrededor de su cuello.
Tomó su sello en la mano.
Dumuzi aguardaba con esperanza.
Inanna le abrió la puerta.
Dentro de la casa ella brillaba ante él
Como la luz de la luna.
Dumuzi la miró con gozo.
Oprimió su cuello al de ella.
La besó.

Inanna habló:
“Lo que yo te diga,
deja que el cantor lo teja en un canto.
Lo que yo te diga,
Deja que fluya de oído a boca,
Deja que pase de viejo a joven:
Mi vulva, el cuerno,
La Barca Celestial,
Está plena de anhelo como la joven luna.
Mi tierra baldía yace estéril.
Y a mí, Inanna,
¿Quién arará mi vulva?
¿Quién labrará mi altiplano?
¿Quién surcará mi tierra húmeda?
Y a mí, la mujer joven,
¿Quién arará mi vulva?
¿Quién apostará los bueyes ahí?
¿Quién arará mi vulva?

Dumuzi respondió:
“Gran dama, el rey arará tu vulva.
Yo, Dumuzi el rey, araré tu vulva.”
Inanna:
“Entonces ara mi vulva, ¡hombre de mi corazón!
¡Ara mi vulva!”
En el regazo del rey se erguía el cedro ascendente.
Las plantas crecían altas a su lado.
Los granos crecían altos a su lado.
Exuberantes los jardines florecían.

Inanna cantó:
“ El ha retoñado; ha brotado;
Es lechuga plantada cerca del agua.
Él es a quien mi útero ama más.
Mi jardín bien aprovisionado de las llanuras,
Mi cebada que crece alta en su surco,
Mi manzano que carga frutos hasta su corona,
El es lechuga plantada cerca del agua.
Mi hombre de miel, mi hombre de miel que me endulza siempre.
Mi señor, el hombre de miel de los dioses,
El es a quien mi útero ama más
Su mano es miel, su pie es miel,
El me endulza siempre.
Mi ansioso e impetuoso acariciador del ombligo,
Mi acariciador de los suaves muslos,
El es a quien mi útero ama más.
El es lechuga plantada cerca del agua.

Dumuzi cantó:
“O dama, tu pecho es tu campo.
Inanna, tu pecho es tu campo.
Tu amplio pecho derrama plantas.
Tu amplio pecho derrama grano.
Las aguas fluyen de lo alto para tu sirviente.
El pan fluye de lo alto para tu sirviente.
Viértelo para mí, Inanna.
Beberé todo lo que me ofrezcas.”

Inanna cantó:
“Haz tu leche dulce y espesa, mi desposado.
Mi pastor, beberé tu leche fresca.
Toro salvaje, Dumuzi, haz tu leche dulce y espesa.
Beberé tu leche fresca.
Haz que la leche de cabra fluya en mi corral.
Llena mi mantequera sagrada con queso de miel.
Señor Dumuzi, beberé tu leche fresca.
Esposo mío, cuidaré mi corral para ti.
Cuidaré tu casa de la vida, tu almacén,
El paraje brillante y palpitante que deleita a Sumeria---
La morada que decide los destinos de la tierra,
La morada que da el aliento de vida al pueblo.
Vigilaré tu casa yo, la reina del palacio.”

Dumuzi dijo:
Hermana mía, iré contigo a mi jardín.
Inanna, iré contigo a mi jardín
Iré contigo a mi huerto.
Iré contigo a mi manzano.
Allí plantaré la dulce semilla, cubierta de miel.”

Inanna habló:
“Me trajo a su jardín.
Mi hermano, Dumuzi, me trajo a su jardín.
Paseé con él entre los árboles erguidos,
Me paré con él entre los árboles caídos,
Junto a un manzano me arrodillé como se debe.
Ante mi hermano que venía con cantos,
Que ascendió hacia mi desde las hojas del álamo,
Que vino a mí en el calor del mediodía.
Ante mi señor Dumuzi,
Vertí las plantas de mi vientre,
Puse las plantas
Vertí las plantas
Puse el grano
Vertí grano ante él.
Vertí grano de mi vientre.”

Inanna cantó:
“Anoche mientras yo, la reina, brillaba resplandeciente,
Anoche mientras yo, la Reina del Cielo, brillaba resplandeciente,
Mientras brillaba resplandeciente y danzaba,
Entonando alabanzas a la llegada de la noche---
Me conoció --- ¡él me conoció!
Mi señor Dumuzi me conoció.
Puso su mano en mi mano.
Oprimió su cuello contra el mío.
Mi alto sacerdote está pronto para la cintura sagrada.
Mi señor Dumuzi está pronto para la cintura sagrada.
Las plantas y las hierbas en su campo están maduras.
¡O Dumuzi! ¡Tu plenitud es mi deleite!”
¡Ella lo pedía, lo pedía, ella pedía el lecho!
Ella pedía el lecho que regocija el corazón.
Que endulza la cintura.
Ella pedía el lecho de la majestad,
De la realeza.

Inanna pidió el lecho:
“¡Que se prepare el lecho que regocija el corazón!
¡Que se prepare el lecho que endulza la cintura!
¡Que se prepare el lecho de los reyes!
¡Que se prepare el lecho de las reinas!
¡Que se prepare el lecho real!”
Inanna extendió la sábana nupcial a través de la cama.
Llamó al rey:
“¡El lecho está listo!”
Llamó a su desposado:
“¡El lecho espera!”
Él puso su Mano en la suya.
Él puso su mano en su corazón.
Dulce es el sueño de la mano con la mano.
Más dulce aún es el sueño de corazón a corazón.

Inanna habló:
“Me bañé para el toro salvaje,
Para el pastor Dumuzi,
Perfumé mis costados con ungüento,
Cubrí mi boca con ámbar de dulce olor,
Pinté mis ojos con kohl.
Él formó mi cintura con sus bellas manos,
El pastor Dumuzi llenó mi regazo con crema y leche,
Acarició mi vello púbico,
Regó mi matriz.
Puso sus manos sobre mi vulva sagrada,
Avivó mi estrecha barca con leche,
Me acarició sobre el lecho.
Ahora yo acariciaré a mi alto sacerdote sobre el lecho,
Acariciaré al fiel pastor Dumuzi,
Acariciaré su cintura, la pastoría de la tierra,
Le decretaré un dulce destino.”
La Reina del Cielo,
La heroína, más grande que su madre,
A quien Enki obsequió los me,
Inanna, la Primera Hija de la Luna,
Decretó el destino de Dumuzi:
“En batalla soy tu caudillo,
En combate soy el portador de tu armadura,
En la asamblea soy tu abogado,
En campaña soy tu inspiración.
Tu, el pastor elegido del recinto sagrado,
Tu, el rey, el fiel proveedor de Uruk
Tu, la luz del gran santuario de An,
De todas las maneras eres apto:
Para sostener tu cabeza alta bajo el encumbrado dosel,
Para sentarte en el trono de lapizlázuli,
Para cubrir tu cabeza con la corona sagrada,
Para vestir túnicas largas sobre tu cuerpo,
Para ceñirte con las vestiduras de la realeza,
Para portar el mazo y la espada,
Para guiar con puntería el arco largo y la flecha,
Para abrochar la vara y la honda a tu costado,
Para correr por las calles con el cetro sagrado en la mano,
Y las sandalias sagradas en tus pies,
Para cabriolar sobre el pecho sagrado como un becerro de lapizlázuli.
Tu, el corredor veloz, el pastor elegido,
De todas las maneras eres apto.
Que tu corazón goce largos días.
Aquéllo que An ha determinado para tí --- que no sea alterado.
Aquéllo que Enlil ha concedido --- que no sea alterado.
Eres el favorito de Ningal.
Eres preciado por Inanna.”
Ninshubur, la fiel sirviente del recinto sagrado de Uruk,

Condujo a Dumuzi hacia los dulces muslos de Inanna y habló:
“Mi reina, he aquí la elección de tu corazón,
El rey, tu amado desposado.
Que pase largos días en la dulzura de tus sagrados muslos.
Otórgale un reinado favorable y glorioso.
Concédele el trono real, firme en sus cimientos.
Concédele el cayado de los juicios de los pastores.
Concédele la corona permanente con la noble y radiante diadema.
Desde donde el sol asciende hasta donde el sol se oculta,
Del sur al norte,
Desde el mar superior hasta el mar inferior,
Desde la tierra del árbol huluppu hasta la tierra del cedro,
Que su cayado de pastor proteja toda Sumeria y Acadia.
Como labrador, que sus campos sean fértiles,
Como pastor, que sus rebaños se multipliquen,
Que bajo su reinado haya vegetación,
Que bajo su reinado haya riqueza de grano.
En las tierras pantanosas que haya peces y parloteo de aves,
En el cañaveral que los juncos jóvenes y los viejos crezcan altos,
En las llanuras que los árboles mashgur crezcan altos,
En los bosques que los venados y las cabras salvajes se multipliquen,
En los huertos que haya miel y vino,
En los jardines que la lechuga y el berro crezcan altos,
En el palacio que haya larga vida.
Que haya crecida en el Tigris y el Eufrates,
Que las plantas crezcan altas en sus riberas y llenen las vegas,
Que la Señora de la vegetación apile el grano en montones y cúmulos.
O mi Reina del Cielo y de la Tierra,
Reina de todo el universo,
Que él disfrute de largos días en la dulzura de tu cintura sagrada.”
El rey fue con la cabeza en alto hacia la cintura sagrada.
Fue con la cabeza en alto hacia la cintura de Inanna.
Fue hacia la reina con la cabeza en alto.
Abrió con amplitud sus brazos a la sacerdotisa sagrada del cielo.

Inanna dijo:
“Mi amado, deleite de mis ojos, ven a mí.
Nos regocijamos juntos.
Tomó su placer de mí.
Me trajo a su morada.
Me tendió en el lecho fragante de miel.
Mi dulce amor, que yace junto a mi corazón,
Con juegos de lengua, una por una,
Mi hermoso Dumuzi lo hizo cincuenta veces.
Ahora, mi dulce amor está saciado.
Ahora dice:
‘Libérame, mi hermana, libérame.
Serás la hija pequeña de mi padre.
Ven, mi amada hermana, debo ir al palacio.
Libérame.....’”

Inanna dijo:
“Mi portador de capullos, tu seducción fue dulce.
Mi portador de capullos en el manzanal,
Mi portador de fruta en el manzanal,
Dumuzi-abzu tu seducción fue dulce.
Mi intrépido,
Mi estatua sagrada,
Mi estatua ataviada con espada y diadema de lapizlázuli,
Qué dulce fue tu seducción...”

***

(Para que algunos de mis amigos lectores no se quejen.
Fuente: http://inanna.iszaevich.net)

sábado, 29 de enero de 2011

MITOLOGIA -LA CREACION DE TODAS LAS AGUAS-


MITOLOGIA
La creación de todas las aguas


Un gran rio rodeaba toda la Tierra como un poderoso abrazo, y humedecía toda la naturaleza, dándole vida y energía.
Era tan fecundo que las jóvenes de aquella remota edad del mundo bañábanse en sus aguas, antes de casarse, para poder engendrar muchos y muchos hijos.
No era un rio propiamente dicho, sino un principio de unidad. Era circular. Infinito. Fluía sobre sí mismo. Y todos los otros ríos, las fuentes –y hasta el mar-, nacían de su fuerte corriente.
El mismo había nacido de la amorosa unión entre Gaia (Tellus), la Tierra, y Urano (Caelus), el Cielo. Era uno de los Titanes: su nombre era Océano (en griego: Okeanós, palabra emparentada con oka: rápido).
Casose con la hermosa Tetis, su hermana, titania joven, sabia y muy alegre, que gustaba pasearse en un carro de marfil sobre las aguas, imperio de su marido.
Cuando Tetis recorría las áreas húmedas del planeta, los peces estaban de fiesta; nadaban alrededor de su carro, saltando fuera del agua para ver a la bella criatura.
Océano y su mujer tuvieron millares de hijos: tres mil ríos y tres mil Oceánidas, ninfas del mar, que se deslizan sobre las aguas con sus largas cabelleras coronadas de flores.
Un día, los Olímpicos, comandados por Zeus (Júpiter), se dividieron entre ellos el mundo luego de una sangrienta guerra que duró diez años, y a su término destronaron a los Titanes.
Océano perdió el imperio de las aguas, que paso a poseer a Poseidón (Neptuno), quien se convirtió en dios de los mares.
Pero los hombres, durante siglos, continuaron respetándolo y rindiéndole homenaje.

viernes, 21 de enero de 2011

MITOLOGIA SUMERIA -INANNA Y EL DIOS DE LA SABIDURIA-


MITOLOGIA SUMERIA
Inanna y el dios de la sabiduría


Por Samuel Noah Kramer y Diane Wolkstein

Inanna colocó la shugurra, la corona de la llanura, sobre su cabeza.
Fue al corral, con el pastor de ovejas.
Se recargó contra un manzano.
Al recargarse contra el manzano, su vulva era maravillosa de contemplar.
Regocijándose, la joven mujer Inanna aplaudió.
Se dijo:
“Yo, la Reina del Cielo, he de visitar al Dios de la Sabiduría.
He de ir al Abzu, al lugar sagrado en Eridu.
He de honrar a Enki, el Dios de la Sabiduría, en Eridu.
He de pronunciar una plegaria en las profundas aguas dulces.”
Inanna partió sola.
Cuando llegó cerca del Abzu (lo profundo, altar sagrado)
Él, cuyos oídos están ampliamente abiertos,
Él, que conoce los me (los atributos de la civilización), las leyes sagradas del cielo y de la tierra,
Enki, el Dios de la Sabiduría, el que sabe todas las cosas,
Llamó a su sirviente, Isimud:
“Ven, mi sukkal (sirviente),
La joven está por entrar al Abzu.
Cuando Inanna entre al recinto sagrado
Dale pastel de mantequilla para que coma
Vierte agua fría para refrescar su corazón.
Ofrécele cerveza ante la estatua del león.
Trátala como a un igual.
Saluda a Inanna en la mesa sagrada, en la mesa celestial.”
Isimud obedeció las palabras de Enki.
Cuando Inanna entró en el Abzu,
Le dio pastel de mantequilla para comer.
Vertió agua fría para que bebiera.
Le ofreció cerveza ante la estatua del león.
La trató con respeto.
Saludó a Inanna en la mesa sagrada, en la mesa celestial.
Enki e Inanna bebieron cerveza juntos.
Juntos bebieron más cerveza.
Juntos bebieron más y más cerveza.
Con sus vasos de bronce llenos hasta desbordarse,
Con los vasos de Urash, Madre de la Tierra,
Brindaron uno por la otra, se desafiaron uno a la otra.
Enki, intoxicado por la bebida, brindó por Inanna:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi altar sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡El alto sacerdocio! ¡La Divinidad!
¡La corona noble y permanente! ¡El trono de la realeza!
Inanna respondió:
“¡Los acepto!”
Enki levantó su copa y brindó por Inanna una segunda vez:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡La Verdad!
¡El descenso al inframundo! ¡El ascenso del inframundo!
¡El arte de hacer el amor! ¡El beso del falo!
Inanna respondió:
“¡Los acepto!”
Enki levantó su copa y brindó por Inanna una tercera vez:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Daré a mi hija Inanna
¡El sacerdocio sagrado del cielo!
¡La exaltación de las lamentaciones! ¡El regocijo del corazón!
¡La capacidad de juzgar! ¡La toma de decisiones!”
Inanna respondió:
“Los acepto”
(Catorce veces Enki levantó su copa por Inanna.
Catorce veces le ofreció a su hija cinco me, seis me, siete me.
Catorce veces Inanna aceptó los me sagrados.)
Entonces Inanna, de acuerdo con su padre,
Confirmó los me que Enki le había dado:
“Mi padre me ha dado los me:
Me ha dado el alto sacerdocio
la divinidad.
la corona noble y permanente.
el trono de la realeza.
Me ha dado el noble cetro.
el bastón de mando.
el patrón sagrado para medir y la línea.
el alto trono.
el pastoreo.
la majestad.
Me ha dado la princesa sacerdotisa.
la divina reina sacerdotisa.
el sacerdote de los encantamientos.
al sacerdote noble.
al sacerdote de las libaciones.
Me ha dado la verdad.
el descenso al inframundo.
el ascenso del inframundo
la Kurgarra (plañidera profesional).
Me ha dado la daga y la espada.
la vestimenta negra.
la vestimenta colorida.
la desatadura del cabello.
la atadura del cabello.
Me ha dado la norma.
el carcaj.
el arte de hacer el amor.
el beso del falo.
el arte de la prostitución.
el arte de favorecer.
Me ha dado el arte de la lengua honesta.
el arte de la lengua calumniante.
el arte de adornar el lenguaje.
a la prostituta de culto.
la taberna sagrada.
Me ha dado el altar sagrado.
la sagrada sacerdotisa celestial.
el resonante instrumento musical.
el arte del canto.
el arte del dignatario.
Me ha dado el arte del héroe.
el arte del poder.
el arte de la traición.
el arte de la integridad.
el saquear ciudades.
la exaltación de las lamentaciones.
el regocijo del corazón.
Me ha dado el engaño.
la tierra rebelde.
el arte de la benevolencia.
el viaje.
la morada segura.
Me ha dado el oficio del carpintero.
el oficio del calderero de cobre.
el oficio del escriba.
el oficio del herrero.
el oficio del talabartero.
el oficio del batanero.
el oficio del constructor.
el oficio del tejedor de juncos.
Me ha dado el oído perceptivo.
el poder de la atención.
los ritos sagrados de purificación.
el corral de forraje.
el apilar de los carbones calientes.
el redil.
el miedo.
la consternación.
la congoja.
Me ha dado al león, de amarga dentadura.
el encendido del fuego.
el apagar el fuego.
el brazo fatigado.
la familia allegada.
la procreación.
Me ha dado el enardecer la contienda.
la prudencia.
el consuelo del corazón.
la capacidad de juzgar.
la toma de decisiones.”
(Aun tambaleándose por la bebida) Enki habló a su sirviente Isimud:
“Mi sukkal, Isimud-------
La joven --- está por partir--- hacia Uruk.
Es mi deseo que llegue a su ciudad --- sin peligro.”
Inanna reunió todos los me.
Los me fueron colocados en la Barca Celestial.
El Barco Celestial, con los me sagrados, se alejó del muelle.
Cuando la cerveza salió de quien la bebió,
Cuando la cerveza salió del Padre Enki,
Cuando la cerveza salió del gran Dios de la Sabiduría,
Enki observó el Abzu.
Los ojos del Rey del Abzu examinaron a Eridu.
El Rey Enki observó a Eridu y llamó a su sirviente Isimud, diciendo:
“Mi sukkal, Isimud----“
“Mi rey, Enki, Estoy a tu servicio”
“¿El alto sacerdocio? ¿La Divinidad?
¿La corona noble y permanente?
¿Dónde están?”
“Mi rey las ha cedido a su hija.”
“¿El arte del héroe? ¿El arte del poder?
¿La traición? ¿El engaño?
¿Dónde están?”
“Mi rey los ha cedido a su hija”.
“¿El oído perceptivo? ¿El poder de la atención?
¿La toma de decisiones?
¿Dónde están?”
“Mi rey los ha cedido a su hija”.
(Catorce veces preguntó Enki a su sirviente Isimud;
Catorce veces Isimud respondió, diciendo:
“Mi rey los ha dado a su hija.
Mi rey ha dado todos los me a su hija Inanna.”)
Entonces Enki habló, y dijo:
“Isimud, ¿Dónde está ahora la Barca Celestial con los me sagrados?”
“La barca celestial está (a un embarcadero de distancia de Eridu).”
“¡Ve! Llévate a las criaturas enkum (espíritus protectores creados por Enki y colocados bajo los cimientos de Eridu).
Haz que devuelvan la Barca Celestial a Eridu!”
Isimud le dijo a Inanna:
“Mi reina, tu padre me ha enviado a ti.
La palabras de tu padre son palabras de majestad.
No deben ser desobedecidas.”
Inanna respondió:
“¿Qué ha dicho mi padre?
¿Qué ha agregado Enki?
¿Cuáles son sus palabras de majestad que no deben ser desobedecidas?”
Isimud dijo:
“Mi rey ha dicho:
‘Deja que Inanna avance hacia Uruk;
Tráeme la Barca Celestial con los me sagrados de vuelta a Eridu.’ ”
Inanna lloró:
“¡Mi padre ha cambiado su palabra!
¡Ha violado su voto – ha roto su promesa!
¡Me habló mi padre con engaños!
Con dolo declaró:
‘¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!’
¡Te ha enviado a mi con engaños!”
Apenas había dicho Inanna estas palabras, cuando las criaturas enkum se apoderaron de la Barca Celestial.
Inanna llamó a su sirvienta Ninshubur, diciendo:
“¡Ven, Ninshubur, tu fuiste una vez Reina del Oriente;
Ahora eres la fiel sirvienta del recinto sagrado de Uruk.
El agua no ha tocado tu mano,
El agua no ha tocado tu pie.
Sukkal mía que me aconseja sabiamente,
Guerrera que lucha a mi lado,
Salva la Barca Celestial con los me sagrados!”
(Ninshubur tajó el aire con su mano.
Profirió un grito que destrozó la tierra.)
Las criaturas enkum fueron expulsadas de vuelta a Eridu.
Entonces Enki llama a su sirviente Isimud por segunda vez, diciendo:
“ Mi sukkal, Isimud----“
“Mi rey, Enki, estoy para servirte”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Está (a dos embarcaderos de Eridu).”
“¡Ve! Lleva cincuenta gigantes uru,
Que ellos se lleven la Barca Celestial”.
Los cincuenta gigantes voladores uru se apropiaron de la Barca Celestial.
Pero Ninshubur la rescató para Inanna.
Enki llama a su sirviente Isimud por tercera vez, y dice:
“Mi sukkal, Isimud--- “
“Mi rey, Enki, estoy para servirte”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Acaba de llegar a Dulma”.
“¡Rápido! Toma los cincuenta monstruos lahama (dragones)
Haz que traigan la Barca Celestial.”
Los cincuenta monstruos lahama se apoderaron de la Barca Celestial.
Pero Ninshubur rescató la Barca para Inanna.
La cuarta vez Enki envió a los kugalgal, los del sonido penetrante.
La quinta Enki mandó a los enunun
Pero siempre Ninshubur rescataba la barca para Inanna.
Enki llamó a su sirviente Isimud por sexta vez, y dijo:
“ Mi sukkal, Isimud—“.
“Mi rey Enki, estoy a tu servicio.”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“Está por entrar a Uruk.”
“¡Rápido! Toma a los guardianes del canal Iturungal,
Haz que traigan la Barca Celestial.”
Isimud y los guardianes del canal Iturungal se apropiaron de la Barca Celestial,
Pero Ninshubur rescató la Barca para Inanna.
Entonces Ninshubur dijo a Inanna:
“Mi reina, cuando la Barca Celestial
Entre por el portal Nigulla a Uruk,
Haz que el agua fluya sobre nuestra ciudad;
Haz que los barcos de aguas profundas surquen con velocidad nuestros
canales.”
Inanna respondió a Ninshubur:
“El día que la Barca Celestial
Entre por el portal Nigulla a Uruk,
Haz que el agua profunda anegue las calles;
Y fluya sobre las veredas.
Haz que los ancianos den su consejo,
Las ancianas ofrezcan su consuelo del corazón.
Los jóvenes muestren el poder de sus armas;
Y que los niños pequeños rían y canten.
¡Haz que todo Uruk esté de fiesta!
Que con cánticos el alto sacerdote salude a la Barca Celestial.
Y profiera plegarias grandiosas.
Haz que el rey mate bueyes y borregos.
Que escancie cerveza en la copa.
Que resuenen el tambor y el pandero.
Que se toque la dulce música del tigi.
Que todos los confines proclamen mi noble nombre.
Y que mi gente cante mis alabanzas.
Y así fue,
El día que la Barca Celestial entró por el portal Nigulla a Uruk;
Las aguas profundas anegaron las calles;
Las aguas profundas fluyeron sobre las veredas.
La Barca Celestial llegó a puerto en el altar sagrado de Uruk;
La Barca Celestial llegó a puerto en la morada sagrada de Inanna.
Entonces Enki llamó a su sirviente Isimud por séptima vez, y dijo:
“Mi sukkal, Isimud---“
“Mi rey, Enki, estoy a tu servicio”
“¿Dónde está la Barca Celestial ahora?”
“La Barca Celestial está en el Muelle Blanco”
“¡Ve! Se maravillan de ella en el Muelle Blanco.
La reina ha despertado admiración en el Muelle Blanco.
Inanna maravilla con sus portentos en el Muelle Blanco por la Barca Celestial.”
Los me sagrados fueron descargados.
Mientras los me que Inanna recibió de Enki eran descargados,
Eran anunciados y presentados al pueblo de Sumeria.
Entonces más me aparecieron, más me de los que Enki había dado a Inanna.
Y estos, eran anunciados también,
Y estos, eran presentados también a la gente de Uruk:
“Inanna trajo los me:
El colocar la vestidura sobre el piso.
El halago.
El arte de las mujeres.
La ejecución perfecta de los me.
Los tambores tigi y lilis.
Los panderos ub-, meze-, y ala-....”
Inanna habló y dijo:
“Donde la Barca Celestial llegó a puerto,
Ese lugar será llamado el Muelle Blanco.
Donde los me sagrados fueron presentados,
Lo nombro el Muelle Lapislázuli”.
Entonces Enki habló a Inanna, y dijo:
“¡En nombre de mi poder! ¡En nombre de mi recinto sagrado!
Que los me que llevaste contigo permanezcan en el recinto sagrado de tu ciudad.
Que el alto sacerdote pase en cánticos sus días.
Que los ciudadanos de tu ciudad prosperen,
Que los niños de Uruk se regocijen.
El pueblo de Uruk es aliado del pueblo de Eridu.
Que la ciudad de Uruk sea restaurada a su gran posición.

domingo, 16 de enero de 2011

MITOLOGIA SUMERIA -EL ARBOL HULUPPU-


MITOLOGIA SUMERIA
El árbol Huluppu (tal vez sauce)


Por Samuel Noah Kramer y Diane Wolkstein

En los primeros días, en los muy primeros días,
En las primeras noches, en las muy primeras noches,
En los primeros años, en los muy primeros años,
En los primeros días cuando todo lo necesario fue creado
En los primeros días cuando todo lo necesario fue bien nutrido
Cuando el pan se horneaba en los santuarios de la tierra,
Y era saboreado en los hogares de la tierra,
Cuando el cielo se alejó de la tierra,
Y la tierra se hubo separado del cielo,
Y el nombre del hombre fue elegido;
Cuando el Dios del Firmamento, An, retiró los cielos,
Y el Dios del Aire, Enlil, retiró la tierra,
Cuando la Reina del Gran Abajo, Ereshkigal, recibió por heredad el inframundo,
Él zarpó; el Padre zarpó,
Enki, el Dios de la Sabiduría, zarpó hacia el inframundo.
Pequeños guijarros de viento fueron lanzados contra él;
Granizos enormes
Como embestida de tortugas,
Atacaron la quilla del barco de Enki.
Las aguas del mar devoraron la proa de su barco como lobos;
Las aguas del mar golpearon la popa de su barco como leones.
En ese momento, un árbol, un árbol único, un árbol huluppu (tal vez sauce)
Fue plantado en las riberas del Eufrates.
Un árbol nutrido por las aguas del Eufrates.
Se elevó un remolino del viento sur y lo arrancó de sus raíces
Y desgarró sus ramas
Hasta que se lo llevaron las aguas del Eufrates.
Una mujer que obraba con reverencia a la palabra de An, el Dios del Firmamento,
Que reverenciaba la palabra de Enlil, el Dios del Aire,
Recogió el árbol del río y dijo:
“Yo llevaré este árbol a Uruk.
Yo plantaré este árbol en mi jardín sagrado.”
Inanna cuidó del árbol con su mano.
Asentó con su pie la tierra alrededor del árbol.
Se preguntaba:
“¿Cuánto tiempo pasará hasta que tenga un trono brillante donde sentarme?
¿Cuánto tiempo pasará hasta que tenga un lecho brillante donde acostarme?”
Los años pasaron; cinco, luego diez.
El árbol engrosó,
Pero su corteza no se hendió.
Entonces una serpiente que no podía ser hechizada
Hizo su nido en las raíces del árbol huluppu.
El ave Anzu puso a sus pequeños en las ramas del árbol.
Y la obscura doncella Lilith hizo su hogar en el tronco.
Lloró la joven mujer a quien le gustaba reír.
¡Cómo lloró Inanna!
(Sin embargo, ellos no abandonaban su árbol).
Cuando los pájaros comenzaron a cantar a la llegada de la aurora,
El Dios del Sol, Utu, dejó su cámara real.
Inanna llamó a su hermano Utu, diciendo:
“O Utu, en los días en que los destinos fueron decretados,
Cuando la abundancia se desbordaba sobre la tierra,
Cuando el Dios del Firmamento tomó los cielos y el Dios del Aire la tierra,
Cuando el Gran Abajo fue dado a Ereshkigal por heredad,
El padre Enki, el Dios de la Sabiduría, zarpó hacia el inframundo,
Y el inframundo se levantó y lo atacó...
En ese tiempo, un árbol, un único árbol, un árbol huluppu
Fue plantado en las riberas del Eufrates.
El Viento del Sur arrancó sus raíces y desgarró sus ramas
Hasta que se lo llevaron las aguas del Eufrates.
Recogí el árbol del río;
Lo traje a mi jardín sagrado.
Cuidé del árbol, en espera de mi trono y de mi lecho brillantes.
Entonces hizo su nido en las raíces del árbol
Una serpiente que no puede ser hechizada
El ave Anzu puso a sus pequeños en las ramas del árbol,
Y la obscura doncella Lilith hizo su casa en el tronco.
Lloré.
¡Cómo lloré!
(Pero ellos no abandonaban mi árbol)”.
Utu, el valiente guerrero, Utu,
No quiere ayudar a su hermana, Inanna.
Cuando los pájaros comenzaron a cantar a la llegada de la segunda aurora,
Inanna llamó a su hermano Gilgamesh, diciendo:
“O Gilgamesh, en los días cuando los destinos fueron decretados,
Cuando la abundancia se derramaba en Sumeria,
Cuando el Dios del Firmamento tomó los cielos y el Dios del Aire tomó la tierra,
Cuando Ereshkigal recibió el Gran Abajo como su heredad,
El padre Enki, Dios de la Sabiduría, zarpó hacia el inframundo,
Y el inframundo se levantó y lo atacó.
En ese tiempo, un árbol, un árbol único, un árbol huluppu
Fue plantado en las riberas del Eufrates.
El Viento del Sur arrancó sus raíces y desgarró sus ramas
Hasta que las aguas del Eufrates se lo llevaron.
Yo recogí el árbol del río;
Yo lo traje a mi jardín sagrado.
Yo cuidé del árbol, en espera de mi trono y mi lecho brillantes.
Entonces hizo su nido en las raíces del árbol,
Una serpiente que no puede ser hechizada
El ave Anzu puso a sus pequeños en las ramas del árbol,
Y la obscura doncella Lilith construyó su casa en el tronco.
Lloré.
¡Cómo lloré!
(Pero ellos no abandonaban mi árbol.)”
Gilgamesh el guerrero valiente, Gilgamesh,
El héroe de Uruk, ayudó a Inanna.
Gilgamesh abrochó su armadura de cincuenta minas alrededor de su pecho.
Las cincuenta minas le pesaban tan poco como cincuenta plumas.
Levantó su hacha de bronce, su hacha del camino,
Que pesa siete talentos y siete minas, sobre su hombro.
Entró al sagrado jardín de Inanna.
Gilgamesh golpeó a la serpiente que no podía ser hechizada.
El ave Anzu voló con sus pequeños a las montañas;
Y Lilith destruyó su casa y huyó a los lugares inhabitables y salvajes.
Entonces Gilgamesh aflojó las raíces del árbol huluppu;
Y le cortaron las ramas los hijos de la ciudad, que lo acompañaban.
Del tronco del árbol talló un trono para su hermana sagrada.
Del tronco del árbol Gilgamesh talló un lecho para Inanna.
De las raíces del árbol ella formó un pukku para su hermano.
De la corona del árbol formó un mikku para Gilgamesh,
El héroe de Uruk. (emblemas de realeza)

viernes, 14 de enero de 2011

MITOLOGIA -HERCULES MATA AL AGUILA Y LIBERA AL GRAN CREADOR-



MITOLOGIA
Hércules mata al águila y libera al gran creador

Durante treinta largos años la boca del hijo de Japeto profirió, continuamente, palabras de desafío a Júpiter. Mientras el águila enorme le torturaba el hígado, Prometeo, con su sarcasmo y su orgullo, atormentaba a Júpiter. Afirmaba conocer u secreto a su respecto que solamente contaría cuando fuese liberado.
Júpiter se encolerizaba, pero no cedía.
Pasados treinta años, no soportando más la curiosidad que lo corroía, el rey del Olimpo ordena a Hércules que libere a Prometeo, para que este le cuente el esperado secreto.
El héroe se dirige hacia el monte Cáucaso, feliz con el encargo. El protector de los hombres será salvado por el más fuerte de los hombres.
Hércules flecha al águila y suelta los grillos de Prometeo. Entonces el titán revela a Júpiter el misterio: el dios estaba enamorado de Tetis, una nereida. Ella estaba prometida a Peleo, pero Júpiter, celoso y violento, no quería permitir el casamiento de la amada con un hombre. Prometeo revela al insatisfecho olímpico que, si desposara a Tetis, tendría de ella un hijo que más tarde lo destronaría.
Recordando a su padre, Saturno (Cronos), y a su abuelo, el Cielo (Caelus, Urano), Júpiter amedrentase ante el trágico destino que lo espera. Para salvar su poder, entrega a bella nereida a Peleo.
Prometeo quiere volver al Olimpo, pero, después de todo lo que hiciera, se ha vuelto mortal. Solo tenía un medio para conseguir penetrar en el reino divino: encontrar un inmortal que quisiese cambiar su destino con él.
El centauro Quirón acepta. Herido por una flecha de Hércules, pide a Plutón (Dis o Distis, Hades), el dios de los muertos, que lo deje entrar en el mundo de las sombras a fin de terminar allí su sufrimiento. Plutón satisface su deseo.
Prometeo vuelve a ser inmortal y Quirón parte para las tinieblas del Erebo.
Readmitido en el Olimpo, de donde saliera para azuzar a la humanidad contra el dominio de los dioses, el titán creador participa otra vez de los banquetes y de las asambleas olímpicas.

sábado, 8 de enero de 2011

MITOLOGIA -EL AGUILA DEVORA EL HIGADO DE PROMETEO-


MITOLOGIA
El águila devora el hígado de Prometeo


Las plagas de la caja de Pandora esparcen la miseria. La tierra se puebla de hombres frágiles, cansados, medrosos, enfermos. Hay guerras interminables. Hambre y peste se abaten sobre el mundo.
Los astros brillan sin alegría sobre la humanidad inmersa en la perdición.
Ya no hay más inocencia. El amor es corrupción, agonía, brutalidad.
No obstante, los hombres festejan. Con banquetes interminables, conmemoran la gran derrota de su espíritu.
La especie que Prometeo creara con lágrimas de emoción y agua viva brotada del seno de la tierra no tiene más rostro erguido en actitud de orgullo. Lo único que le queda es un festín inútil.
Pandora se convierte en la esposa de Epimeteo. Otras mujeres pueblan el mundo, con su gracia y desgracia.
Los dioses están contentos. Los hombres no trataran más de sobrepujarlos: están débiles y aceptan la esclavitud.
Pero falta castigar a Prometeo, que un día osara crear la humanidad para sublevarla contra los olímpicos. Y que hiciera sufrir a Júpiter pública humillación en aquel desdichado banquete, en Sicione.
Dioses y mortales participaban de la abundante mesa. Un animal estaba por ser repartido ente los comensales, y Prometeo fue escogido para trincharlo. Siempre dispuesto a ridiculizar a los dioses ante los hombres, el hijo de Japeto cortó el animal en dos partes: la primera contenía la piel, los intestinos y la carne; la otra solo huesos y grasa.
Después el titán sirvió el animal a Júpiter, que, por el hambre y el orgullo, tomó la parte mayor. Prometeo se estremeció de júbilo: el rey del Olimpo había elegido justamente la porción de huesos blancos y grasa, sin carne alguna.
Los mortales rieron. Los dioses se encolerizaron y fue entonces cuando decidieron castigar a los hombres enviándoles a Pandora. Pero para Prometeo el castigo exacto todavía no había sido determinado.
Júpiter llama a Vulcano, el divino obrero, y le ordena que encadene a Prometeo en la cima del monte Cáucaso. Después envía un águila hambrienta a devorarle el hígado, que se reconstituye siempre.
Durante el día, el águila le arrancaba el hígado, haciendo que el creador de los hombres se retorciera entre terribles dolores. Y por la noche el órgano se regeneraba para que la agonía continuase la mañana siguiente.
Fueron treinta años de dolor. Pero Prometeo no pidió perdón ni renegó de sus actos.

domingo, 2 de enero de 2011

REFLEXIONES SOBRE JESUS: PARTE IV -EL QUINTO EVANGELIO, LA SABANA SANTA-



REFLEXIONES SOBRE JESUS:
PARTE IV

El quinto Evangelio
La Sabana Santa










Por Sergio Omar Marco

Todavía seguimos con la polémica de que si existió, o si fue solo un hombre, o si fue el hijo de Dios.
Cuatro Evangelios oficiales hablan sobre El. Un gran número de escritos “Apócrifos” narran sus supuestos hechos y palabras.
Si, el apóstol Juan tenía razón cuando dijo : “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir”.
Sin duda podríamos llenar bibliotecas enteras con todo lo que se escribió sobre El. No creo que se hayan utilizado tantas páginas sobre otra persona que las que se escribieron de Él. Y hasta yo m
e encuentro escribiendo, una vez más, sobre El.
Toda la literatura existente puede dividirse en dos grandes grupos: los que están a favor de su divinidad, o en contra.
Pero, hay algo, un objeto, que no es un libro y que considero, como muchos otros, el quinto
Evangelio.
Es tan fuerte la evidencia, que, desde un primer momento cuando tuve conocimiento de este impresionante objeto, no pude más que rendirme.
Es tan fuerte y avasallante, que el impacto que produce en las personas, que se han detenido, aunque sea por un instante a observarlo con detenimiento, deja una huella profunda que nos obliga a tomar partido.
Es por ello y por muchas otras razones que cree necesario publicar, con este tema tan controvertido, un nuevo artículo de las “Reflexiones sobre Jesús”.
La Sabana Santa
Es necesario aclarar que la Sabana Santa no es un artículo de Fe. La Sabana Santa al ser
un documento histórico, es algo que apoya nuestra Fe. El Papa Juan Pablo II dijo en 1980: “La Sabana Santa es la reliquia mas espléndida de la Pasión y la Resurrección de Jesucristo”.
La Sabana Santa es una pieza rectangular de lino, color marfil, tejida en forma de espina de pez.
Es un paño fino, de gran calidad.
Sus medidas actuales son 437 cm de largo por 111 cm de ancho. Se cree que media varios centímetros más de largo que probablemente fueron cortados para obtener reliquias.
En la parte central de la tela se observa la imagen anterior y posterior del cadáver rígido de un
hombre alto, de complexión atlética y de aspecto majestuoso, con pelo largo y barba.
El cadáver cuya imagen aparece en el lienzo tiene una estatura aproximada de 180 cm. En la
imagen de este cuerpo se puede identificar gran número de lesiones traumáticas, golpes, laceraciones y perforaciones que corresponden a la narración de la Pasión y crucifixión de Jesús según nos cuentan los Evangelios.
La postura del hombre envuelto en la Sabana demuestra que se trata de un cadáver. Esto se d educe de la forzada postura de la cabeza,doblada sobre su pecho; la postura no natural de sus brazos y de la mayor flexión de la rodilla derecha respecto de la izquierda. Estos son signos del rigor mortis, la rigidez muscular que tiene lugar después de la muerte.
A esta altura debemos aclarar que la pobre imagen difícil de discernir a simple vista, que si bien es claro que se trata de la imagen de una persona, iba a dar un vuelco sorprendente cuando fue fotografiada por primera vez. Fue tal la sorpresa, que desató una avalancha de estudios científicos, cuyas conclusiones iremos viendo enseguida.

***


El 28 de mayo de 1898 fue la fecha que marca un antes y después en la historia de la Sabana Santa. Ese día el abogado Secondo Pia, también fotógrafo, logra el permiso del rey Humberto para fotografiar la Sabana que se expondría con motivo del casamiento del futuro rey Víctor Manuel II con Elena de Montenegro.
Pronto, Secondo Pia, se daría cuenta de algo que, con el tiempo, sería el hecho más polémico y que asombraría (y asombrará) a todos aquellos que observen la fotografía y más que nada el negativo de la misma.
La fotografía revelaría el carácter de negativo de la imagen de la Sabana Santa. La imagen impresa en la Sabana Santa es un negativo fotográfico que al hacer una fotografía en el negativo verdadero pasa a ser positivo. Es la forma más clara de ver la imagen de la Sabana Santa.
Este hecho es una prueba fundamental que deja en evidencia las fechas obtenidas por el método del Carbono 14. El hombre medieval (ya que los resultados de la mencionada prueba arrojaron que la confección de la Sabana fue en aquella época de la historia) no conocía lo que es un negativo.
Por eso lo maravilloso de este hecho, que los que creemos en la autenticidad de la Sabana Santa, lo tomamos como prueba irrefutable, es que tal vez ha querido Jesús dejar como prueba de su existencia y divinidad, este lienzo, su mortaja, para las generaciones futuras, aquellas que solo pudieran comenzar a dominar las ciencias.

***


La muerte por crucifixión era una muerte lenta por asfixia. El crucificado queda colgado de los brazos, estos tiran del diafragma, que a su vez oprim en los pulmones. Esta opresión le impide respirar y le sobreviene la asfixia. Cuando todavía tiene fuerzas, se levanta sobre el clavo de los pies para tomar aire.
De ahí que, si se quería acelerar la muerte se les partían las piernas con mazas de madera (el crurifragiun). Al no poder incorporarse para respirar, por haber perdido el apoyo de los pies,
moría asfixiado.
La crueldad de la muerte en la cruz residía en el gran dolor que se producía.
La insuficiente oxigenación de los tejidos musculares es causa de calambres hasta que se tetanizan los músculos y sin poder respirar, el crucificado expira entre terribles espasmos, por los calambres tetánicos y la asfixia. Es una de las muertes más espantosas que cabe imaginar.
Estudios realizados en la Sabana revelan, que en la sangre estampada, se encontró hemoglobina ácida propia del estado de acidosis en la muerte por asfixia.
También se observó que la elevación de los brazos en la cruz determinaba el bloqueo del esternón y la consiguiente reducción del movimiento de las costillas, obligadas a estar en una postura de permanente inspiración; esto provoca la asfixia mecánica.
El sudor se volvía abundante, sobre todo, en los minutos precedentes a la muerte, de manera que el pelo de la cabeza o de la barba estaba totalmente empapado. Tras la muerte,el cuerpo mostraba una rigidez intensa.
Era costumbre, que para aliviarle los dolores al crucificado, se le ofrecía una bebida narcótica, compuesta por vino mezclado con mirra, o vinagre mezclado con hiel.

***

Por todo el cuerpo de Cristo, como lo revela la Sabana Santa, se observan las heridas de la flagelación. En opinión de los científicos el número de huellas de flagelación sería de ciento veinte.
Esto se puede explicar de la siguiente manera.
Bien porque fue azotado al modo romano, que no limitaba el número de golpes, o bien que lo fue al modo judío, que no permitía pasar de cuarenta golpes, pero que cada látigo tuviera tres correas.
Los látigos que se empleaban en la flagelación solían ser de cuero y tenía al final huesitos o bolitas de plomo unidas por una barrita de tres centímetros (el flagrum).
Al descargar sobre el cuerpo el latigazo, los huesitos o bolitas se hundían en la carne; por eso han quedado huellas de sangre por toda la Sabana Santa. Estas marcas salpican todo el cuerpo, excepto la cabeza, los pies y los antebrazos. Son numerosos y varían en intensidad, desde la ligera contusión hasta la honda punzada.
Los verdugos debieron de ser dos, uno a cada lado, pues la dirección oblicua de los golpes no es igual en los dos lados.
Se sabe que el condenado estaba desnudo puesto que no se salvaron de los golpes la piel del abdomen ni la región de los glúteos.

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La corona de espinas no fue en forma de anillo sino en forma de casquete, cubriendo toda la cabeza, como si fuera un sombrero.
Como se observa en la imagen de la Sabana la sangre que brotó de la corona de espinas empapó los cabellos y los apelmazó a los lados de la cara.
Los surcos de sangre de la frente coinciden con venas y arterias importantes. En la cabeza se han contado treinta y tres heridas de perforaciones de las espinas. Trece están sobre la frente y veinte sobre la región occipital. (Se cree que por los estudios realizados sobe el polen que la plata utilizada para fabricar la corona de espinas fue la Poeterium spinosum L).

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Las rodillas de Cristo, ya que a Él se le atribuye la imagen del hombre de la Sabana Santa, revelan cortes y magulladuras, especialmente una muy notable alrededor de la rotula izquierda, atribuible a las caídas. En algunas zonas de la Sabana Santa se ha podido identificar sedimentos minerales de organita, que coincide con la clase de terreno de las calles de Jerusalén.
En el rostro de la imagen se descubre una hinchazón que casi alcanza a cerrarle el ojo derecho, y una excoriación, al parecer relacionada con una posible separación del cartílago nasal. La hinchazón indica que le cruzaron el rostro con un golpe, mientras que la excoriación podría haber sido causada por una caída al suelo no amortiguada, gravitando sobre El el peso del patibulum, o palo transversal de la cruz.
También se puede especular que parte de la barba le fue arrancada, puesto que la imagen muestra algunos claros en ella.
La imagen nos muestra que el condenado ha llevado realmente su cruz. Se ve en las grandes
excoriaciones sufridas en la espalda. Debemos hacer notar, que a pesar de lo que popularmente se cree, Jesús no llevaba la cruz entera, que habría sido demasiado pesada, sino que cargaba el palo transversal o patibulum.
El stipes se encontraba ya plantado en la tierra, a este se le adhería el patibulum en el momento de la ejecución.
En el trayecto hacia la crucifixión el travesaño de madera era atado a una mano y a un pie. La oblicuidad de la disposición de las excoriaciones en la imagen en la zona de la espalda correspondería así al patibulum atado a la muñeca derecha y al tobillo izquierdo.



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La imagen del crucificado deja bien en claro que fue crucificado con tres clavos, esto lo demuestra el hecho de que tiene un pie encogido. La planta derecha deja perfectamente la huella en el lienzo, mientras que el pie izquierdo deja solamente la huella del talón.
Este pie estuvo sobre el otro en la cruz y, al poner las piernas paralelas en el sepulcro, con la rigidez cadavérica, el pie quedó encogido.
Los clavos de las manos no estaban en las palmas, como popularmente los crucifijos nos muestran. Los estudios médicos han demostrado que los clavos no podrían haber estado en las palmas, porque el peso del cuerpo las habría desgarrado.
Los estudios realizados nos dicen que el clavo tuvo que pasar por la muñeca, donde existe un hueco que se llama espacio de Destot. Este hueco permite introducir un grueso clavo con enorme dolor pero sin romper ninguno de ellos permitiendo soportar el peso del cuerpo.
La Sabana Santa pone las heridas de los clavos precisamente en este punto, en el carpo, y no en la palma.
Los surcos divergentes que la sangre ha hecho en las muñecas hablan de las dos posturas de la persona crucificada en la cruz, cuando se erguía para tomar aire y cuando se desplomaba por el intenso dolor que le causaba el descansar el cuerpo sobre el clavo de los pies y los clavos de las muñecas. Debemos tener en cuenta que para poder respirar, el condenado, solo podía hacerlo irguiendo su cuerpo en medio de intensos dolores.
El clavo de las muñecas lesionó el nervio medio, el hecho de que los pulgares se plieguen sobre la mano lo demuestra y la Sabana Santa no deja ver ninguno de los pulgares, ya que estos están hacia dentro de la palma de la mano.
Es difícil calcular el dolor que puede causar en un hombre vivo semejante herida. Estos nervios lacerados y estirados por los clavos han debido producir un dolor de paroxismo, los médicos saben muy bien la horrenda tortura que esta clase de lesiones ocasiona.

***



En la Sabana, a la derecha de la imagen del hombre, se encuentra una herida, esta tiene forma oval y mide 4,4 por 1,4 cm, y está situada entre las costillas quinta y sexta. Sus medidas corresponden exactamente a la forma del hierro de la lanza romana, llamada en latín lancia. El corazón se encuentra a ocho centímetros de la apertura de esa herida.
Los Evangelios dicen que de la herida de la lanza salió agua y sangre, esta mezcla es visible en la Sabana Santa. La teoría con más consenso es que la lanza atravesó tanto la cavidad pleural como la zona derecha del corazón, de donde habría brotado la sangre, mientras que el agua podría proceder tanto de la parte superior de la cavidad torácica como del pericardio.
Los estudios médicos han demostrado que todas las heridas reflejadas en el lienzo fueron producidas en vida del sujeto, excepto la del costado derecho, que fue producida después de la muerte. Esto se detecta por el modo de coagular la sangre. Hay que notar que, mientras la sangre de otras heridas es arterial, la sangre del costado es venosa, como corresponde a la que hay en la aurícula derecha del corazón, donde desemboca la vena cava superior.

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El polen se pega en el tejido y permanece hasta que el tejido se quema o se entierra. El polen pegado al tejido nos indica donde ha estado esa tela.
El polen de cada planta es distinto uno de otro. Posee diversas formas y tamaños y es fácilmente catalogable.
Lo normal es que el polen se extienda dentro de un área limitada: gran parte del polen de una planta se deposita en un espacio de trescientos o cuatrocientos metros.
Los granos de polen “perdidos” no germinan, llegan a permanecer intactos durante millares de años.
Los estudiosos han descubierto hasta cuarenta y nueve especies diferente de plantas. Se ha encontrado granos de polen de zonas exclusivas de Italia, Francia, Constantinopla, Edesa y de Palestina, todo esto confirma el recorrido del lienzo a través del tiempo.
Los hallazgos más llamativos son los granos de polen de plantas extintas, pero que se encuentran en los estratos sedimentarios de Palestina de hace dos mil años.

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La presencia de monedas romanas sobre los parpados del rostro del Hombre de la Sabana Santa es de gran importancia a la hora de fecharla. En la foto tridimensional, los ojos abultados sugirieron la existencia de monedas sobre los parpados. Su existencia sería una nueva prueba que confirmaría la autenticidad de la reliquia.
Esta parece ser una costumbre en los enterramientos judíos de la época de Cristo y, aunque no se han encontrado pruebas escritas de esta práctica, es la misma Sabana la que resuelve el enigma.
Se han descubierto pequeñas monedas en cráneos de algunas sepulturas judías, pero no se habían podido establecer si estas monedas habían sido puestas en los parpados o en la boca. Junto al Mar Muerto, en la fortaleza de En-Boqek, se han encontrado dos monedas romanas a la altura de las cavidades orbitales de un esqueleto. La Sabana resuelve este problema y queda claro que se ponían sobre los parpados, quizás para mantenerlos cerrado cuando llegara la rigidez cadavérica.
El numismático Mario Moroni, gracias a las foto tridimensionales, ha identificado la moneda, puesto que posee varios ejemplares de la misma. Se trata de un dilepton lituus. Mide escasos 17 milímetros, lo corresponde exactamente en dimensiones con la sombra sobre el párpado derecho. Sin lugar a dudas, es esa moneda. Además, es una moneda emitida por Poncio Pilatos en el decimosexto año del reinado de Tiberio Cesar, correspondiente al 29 d.C.

***

El estudio de las supuestas manchas de sangre con análisis espectrales ha confirmado los componentes de la sangre humana que hay en el lienzo: cristales de hemoglobina y proporción correcta de hierro, propia de la hematina contenida en la sangre, porfirina, proteínas, albuminas, etc.
Todas las pruebas forenses realizadas sobre las manchas rojizas de la Sabana demuestran que son de sangre.
La estructura de las heridas es de una autenticidad atroz. Se busco en las heridas de la Sabana Santa la seroalbúmina, que solo está presente en la parte serosa de la sangre. El resultado fue negativo: la sangre que manchó el lienzo manó directamente de las heridas de un cuerpo vivo, a excepción de la herida del costado.
El estudio sobre las fibras manchadas de sangre ha demostrado también definitivamente la existencia de glóbulos rojos humanos.
Se ha procedido a la determinación del grupo sanguíneo, que ha dado como resultado que pertenece al grupo AB. El grupo AB es poco frecuente en Europa y, sin embargo, es bastante frecuente en pueblos semitas, como ocurre en la Palestina actual.
Un dato interesante, y para tener en cuenta, es el hecho de que donde están presentes las manchas de sangre no existe huella de la imagen. De este dato se deriva que sobre la Sabana primero se ha depositado la sangre y en un segundo momento, se ha formado la imagen.
En las manchas de las heridas de la Sabana Santa se halló una cantidad altísima de bilirrubina, una cosa verdaderamente emocionante para un científico que sabe a qué constante y devastadores sufrimientos se debe el hecho de hallarla en esa cantidad.

***

Sin duda alguna, el misterio de los misterios de la Sabana Santa es por qué la figura humana quedó impresa de tal manera. No cabe duda de que se trata de un suceso sin precedentes, que no ha ocurrido en ningún otro caso y que, además, dos mil años después, no se ha podido aún repetir en los laboratorios.
La imagen del hombre de la Sabana presenta ciertas características que, todas juntas, la convierten en algo único y sin parangón con ninguna otra imagen. Estas características son principalmente las siguientes:
Superficialidad. La imagen está constituida por una decoloración de las fibras exteriores del lino del tejido. No ha pasado al reverso del sudario.
Pormenorización. La Sabana Santa se presenta extraordinariamente detallada, hasta el punto, por ejemplo, de poderse contar el número de latigazos, o hasta el más pequeño rasguño sufrido en el cadáver, o las huellas de unas pequeñas monedas.
Estabilidad térmica. La imagen no ha sido afectada por el calor, de manera que se derritiera o fundiera. La parte de ella que estuvo más cerca de las quemaduras sufridas en el incendio de 1532, en la capilla de Chambéry, presenta el mismo color que las partes más alejadas.
Ausencia de pigmentación. No existe traza alguna de pigmentación en la imagen, ni el más mínimo resto de alguna sustancia parecida entre los hilos que forman el tejido, es decir, no se trata de pintura ni de tinte.
Tridimensionalidad. Quizá sea ésta la característica más sorprendente de todas. La intensidad de la imagen varía en función de la distancia que hay entre el cuerpo y el lienzo en el momento de producirse. Su relación matemática es tan preciosa que a los científicos les resulta posible construir una réplica tridimensional de la figura de la Sabana Santa.
Negatividad. Fue la característica que descubrió Secondo Pia en las primeras fotografías. La imagen es un negativo y, por lo mismo, resulta más clara cuando se imprime como negativo fotográfico.
Ausencia de direccionalidad. Lo que formó la imagen no actuó de forma direccional.
Estabilidad química. El colorido pardusco amarillo que forma la imagen no parece disolverse, decolorarse ni alterarse mediante los reactivos químicos corrientes.
Estabilidad hidrológica. La abana Santa quedó empapada de agua durante la extinción del incendio de Chambéry en 1532 y, sin embargo, la imagen no parece haber sido afectada por ella.

Decíamos que la negatividad de la imagen y la tridimensionalidad eran las características más sobresalientes de la imagen del hombre de la Sabana. Con respecto a esta última los detalles que se desprenden de la imagen son asombrosos.

Regueros y grumos de sangre que fluyen hacia la parte delantera de la cabeza y del pelo, que se explican por la muerte en la cruz, que hizo que el condenado tuviera la cabeza inclinada hacia adelante.
Grumo de sangre sobre la mejilla izquierda de la imagen, muy cercano al orificio nasal izquierdo, incisión producida por un objeto puntiagudo. Existe además una huella que, partiendo del lado derecho de los cabellos, prosigue ligeramente sobre la mejilla derecha, sobre la nariz, y termina en este grumo de sangre. El objeto puntiagudo que produjo la herida se habría apoyado en el lado derecho del pelo hasta llegar y causar la herida.
Inflamación sobre el pómulo derecho, producida por golpes.
Incisiones en el pómulo izquierdo, producidas probablemente por piedritas.
Grumo de sangre sobre el parpado izquierdo, producido por el fluir de la sangre desde las heridas sufridas en la frente por la corona de espinas. También se puede apreciar los reguerillos de sangre de la corona de espinas, el más evidente, el que se puede ver con toda claridad incluso en la imagen bidimensional, en forma de tres.
Dos regueros de sangre que salen de la nariz.
Goterón de sangre sobre el labio superior.
Goterón de sangre que sobresale claramente en el lado derecho del labio superior, lo que indica que la cabeza se inclino hacia la derecha antes de la muerte.
Gota de sangre de forma puntiaguda sobre la fosa nasal derecha, que demuestra que estuvo sangrando con la cabeza inclinada hacia la derecha, una vez ocurrida la muerte.
Dos reguerillos de sangre sobre el lado izquierdo del labio inferior.
Dos agujeros dispuestos lateralmente con respecto al eje de la nariz, que corresponden a las terminaciones de un látigo romano.
Incisión sobre la nariz que corresponde probablemente a un golpe de bastón.
Ligera desviación de la punta de la nariz, debida a la rotura del tabique nasal causada por el golpe de bastón.
Gotas de sangre sobre el lado derecho de la barba.

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El resultado del Carbono 14, que data la Sabana Santa entre 1260 y 1390, despertó un gran interrogante por el valor que se le da a esta prueba, y ha sido algo inesperado para los que sostenemos la autenticidad de la Sabana Santa. Pero esta prueba no es algo definitivo ni indiscutible.
El análisis del Carbono 14 no puede invalidar todas las anteriores investigaciones realizadas en los diferentes campos de la ciencia. Si la prueba no concuerda con las anteriores investigaciones, hay que buscar el porqué.
Sabemos que todo ser (animal, o vegetal) mientras vive mantiene en forma constante el Carbono 14, lo absorbe del ambiente y lo utiliza para su propio metabolismo. Al morir el Carbono 14 ya no se repone y con el paso del tiempo va disminuyendo. De esta manera, por la cantidad de Carbono 14 que queda en la muestra analizada, se puede saber cuántos años hace que murió el ser vivo cuya muestra se analiza.
Esto es válido y se emplea continuamente en Arqueología. Pero el objeto a analizar debe cumplir con una condición: que la muestra haya estado bien guardada para que el Carbono 14 no esté alterado.
La Sabana Santa, a lo largo de su historia, ha sido maltratada y contaminada. Al haber estado expuesta al aire libre, sin cristal, durante siglos ha podido acumular gran cantidad de materia orgánica, polen, etc. Que ha alterado la proporción de Carbono 14. Además debemos tener en cuenta la carbonización de tejido durante el incendio de Chembéry de 1532.
La radiación detectada por los técnicos de la NASA podría, al decir de los sabios, haber rejuvenecido el tejido.
Por lo expuesto, el Congreso Científico Internacional sobre la Sabana Santa, que ha congregado a trescientos especialistas en el tema, y que tuvo lugar en Paris los días 7 y 8 de septiembre de 1989, ha rechazo la datación del Carbono 14 que afirmaba que la Sabana Santa era de la Edad. Media.}

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Bibliografía
La Sabana Santa, Dos mil años después (Jorge Loring, S.J.)