"No hay decisiones buenas y malas, solo hay decisiones y somos esclavos de ellas." (Ntros.Ant.)

sábado, 25 de abril de 2009

REGLA DE LA COMUNIDAD -1QS - (Qumrán)

REGLA DE LA CONGREGACIÓN DE LOS HABITANTES DEL DESIERTO DE JUDÁ
(Qumrán)
(Manual de Disciplina, 1QS)

por M. Jimenez F. Bonhomme

COL. I

1 He aquí lo que tienen que observar los que deseen vivir según la Regla de la Comunidad para buscar a 2 Dios, para practicar el bien delante de sus ojos. Siempre de acuerdo con 3 lo que él prescribió por boca de Moisés y de sus siervos los profetas. (Observará esto) 4 para amar todo lo que él escogió y odiar todo lo que él despreció, apartándose de todo mal 5 y siguiendo estrictamente toda obra buena. (Los que vivan según esta Regla lo harán) para practicar la verdad, la rectitud 6 sobre la tierra; para no caminar más en la obstinación de un corazón culpable; para no seguir los atractivos de miradas impuras 7 practicando toda clase de maldad. (También practicará esto) para llevar los voluntarios a cumplir los preceptos de Dios 8 en la alianza de gracia, conforme al plan de Dios.
Se portarán como hombres perfectos delante de él, de acuerdo con lo que 9 fue revelado a sus asambleas de testimonio.
Amarán a todos los hijos de la luz, a cada uno 10 según el destino que Dios estableció para él.
Detestarán a todos los hijos de las tinieblas, a cada uno según su culpabilidad, 11 de acuerdo con la venganza de Dios.
Todos los voluntarios de su verdad aportarán, además de su propio saber, todas sus posesiones y todos sus bienes 12 a la comunidad de Dios, para que purifiquen sus conocimientos por la verdad de los preceptos de Dios y para emplear sus bienes 13 según la perfección de sus caminos y para poder distribuir sus riquezas de acuerdo con el plan de su justicia.

PRESCRIPCIONES RESPECTO AL CALENDARIO

Que no violen ninguna 14 palabra de Dios referente a sus períodos; que no se adelanten a los tiempos ni retarden 15 sus fiestas; que no se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda de los preceptos de su verdad.

PRESENCIA DE DIOS

16 Que todos los que se someten a la Regla de la Comunidad se conserven en su Alianza en la presencia de Dios, para comportarse 17 en todas las cosas conforme a sus prescripciones y para que no abandonen la Alianza a causa de ningún terror, miedo o prueba 18 tentadora suscitada por la potencia de Belial.

RITO DE ADMISIÓN EN LA ALIANZA

Al ingresar nuevos miembros en la Alianza, los sacerdotes 19 y los levitas alabarán a su Dios y Salvador y todas las obras de su verdad. Los que están 20 para ingresar en la Alianza repetirán con ellos: Amén, amén.
21 Los sacerdotes contarán las grandes misericordias de Dios realizadas con sus obras poderosas, y 22 recordarán las gracias que benévolamente ha prodigado en favor de Israel.
Los levitas enumerarán 23 las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeldías culpables y todos sus pecados, suscitados por la 24 potencia de Belial.
Todos los que entren en la Alianza se prosternarán delante de ellos, confesando en alta voz: «Hasta ahora fuimos perversos, 25 rebeldes, pecamos; fuimos impíos, nosotros y nuestros padres antes que nosotros, 26 marchando contra los preceptos de la verdad.
Dios es justo. Él cumplió su juicio contra nosotros y contra nuestros padres. Sin embargo, nos visitó movido por su misericordia.

COL. II

1 «Desde este mundo hasta el otro mundo».

BENDICIÓN A LOS POSTULANTES

Los sacerdotes bendicen 2 a todos los hombres que vienen a formar parte del partido de Dios y a aquellos que siguen todos sus caminos, diciendo: «Que Dios te bendiga con todos 3 los bienes, te preserve de todo mal, ilumine tu corazón con la sabiduría de la vida, se digne concederte el conocimiento de la eternidad 4 y te muestre su rostro misericordioso para la felicidad eterna».

MALDICIÓN PARA LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS

Los levitas maldecirán a todos los hombres 5 del partido de Belial. Tomando la palabra dirán: «¡Maldito seas en todas tus obras culpables e impías!
Que Dios haga de ti 6 un objeto de horror por intermedio de los vengadores de venganza.
Que él haga que seas visitado, para tu perdición, por aquellos 7 que dan a cada uno su merecido.
Maldito seas irremediablemente.
Tus obras son como tinieblas; seas, pues, castigado 8 en la oscuridad del fuego eterno.
Que Dios no se digne prestar atención a tus súplicas ni te consuele perdonando tus iniquidades.
9 Que muestre su semblante airado para vengarse de ti.
Que ninguno de los fieles a nuestros Padres te desee la paz».
10 Todos los que entran en la Alianza dirán, después de las maldiciones, al igual que después de las bendiciones: «Amén, amén».

MALDICIÓN CONTRA LOS MALOS MIEMBROS DE LA ALIANZA

11 Los sacerdotes y los levitas continuarán diciendo: «¡Maldito sea aquel que guardando los ídolos de su corazón entra en esta 12 Alianza, poniendo así delante de él lo que lo precipita en la iniquidad, lo lleva a transgredir y lo aleja de la Alianza!
«Sucederá que 13 oyendo las palabras de esta Alianza se felicitará a sí mismo diciendo: Poseeré yo también 14 la paz, aun cuando mi espíritu se obstine en el antiguo camino. Pues bien, que su espíritu sea al mismo tiempo como un hombre sediento y ahogado. 15 Que perezca irremediablemente. Que la cólera de Dios y su celo se enciendan contra él para su perdición eterna.
«Que recaigan sobre su cabeza 16 las maldiciones de esta Alianza. Que Dios Lo separe para la infelicidad. Que sea arrancado de en medio de los hijos de la luz 17 por haberse separado de Dios a causa de sus ídolos que lo arrastran a la iniquidad. ¡Dios le dé un lugar con los eternamente malditos!»
18 Todos aquellos que están para entrar en la Alianza dirán: «Amén, amén».

ORDEN DE PRECEDENCIA

19 He aquí cómo se distribuirán cada año mientras subsista el poder de Belial:
Los sacerdotes marcharán 20 los primeros conforme al orden de su llamada. Después de ellos seguirán los levitas 21 y el pueblo entero marchará en tercer lugar. Con mucho orden, uno después de otro, desfilando los millares, 22 las centenas y las decenas.
Que todo israelita conozca su puesto de servicio en la comunidad de Dios, 23 conforme al plan eterno. Que nadie baje del lugar que ocupa, ni tampoco se eleve sobre el puesto que le corresponde.
24 Ya que todo lo tendrán en común: la verdad, la bondad humilde, la caridad benevolente, la intención justa 25 de uno con otro, conforme al plan santo que corresponde a un hijo de la asamblea eterna.

MALDICIONES PARA LOS QUE SIENDO LLAMADOS SE NIEGUEN A ENTRAR

A todo aquel que por desprecio dejase de entrar 26 en la comunidad de la Alianza de Dios, para marchar en la obstinación de su corazón, que se le cierren las puertas de la verdad,

COL. III

1 visto que su alma rehúsa las sabias instrucciones de los decretos justos.
No se adhirió al único capaz de convertir su vida. Pues, entonces, que no sea contado en el número de los justos. 2 Que no traiga sus facultades, su saber, sus bienes, al consejo de la comunidad, porque su actividad es una lucha impía y su 3 tranquilidad una profanación.
Que no basten las intenciones de su corazón obstinado para hacerle aceptable, pues él considera sus tinieblas como los caminos de la luz.

PRIMERA MENCIÓN DE LA PISCINA PURIFICADORA

4 Que no tenga acceso a la fuente de los perfectos; que no sea purificado por las expiaciones ni lavado por las aguas lustrales; que no sea santificado en las piscinas 5 ni en las riberas. ¡No!, que ninguna agua lo pueda lavar, que permanezca impuro todo el tiempo, que continúe despreciando los decretos 6 de Dios y que no se corrija poniéndose de acuerdo con el consejo de la comunidad.

MEDIO DE PURIFICACIÓN

Porque todas sus iniquidades serán expiadas 7 por el verdadero espíritu de consejo, según el cual Dios gobierna los caminos del hombre. Sólo así contemplara la luz que da la vida. Unido por el espíritu santo a su verdad, el hombre será purificado de 8 todas sus iniquidades. Su pecado se verá expiado por el espíritu de rectitud y de humildad; por la sumisión de su alma a todos los preceptos de Dios, la carne será purificada 9 al ser aspergida por el agua lustral y santificada por las aguas de purificación.
10 El verdadero miembro de la Alianza dirigirá sus pasos para caminar con perfección por todos los caminos de Dios, conforme él ha prescrito a sus asambleas de testimonio.
Que no se aparte ni a la derecha, ni a la izquierda, ni viole ninguna 11 palabra de Dios. Así será admitido entre las ofrendas de agradable olor y esto le valdrá ser parte de la 12 Alianza en la asamblea eterna.

RECOMENDACIONES AL INSTRUCTOR

13 Al instructor: que enseñe e instruya a todos los hijos de la luz sobre las diversas categorías de personas, 14 según la diferencia de sus espíritus y las obras de su vida, así como sobre su castigo 15 o su recompensa futura.
Del Dios de los conocimientos viene todo lo que es y todo lo que será, e incluso antes de que nada existiese él les había fijado un destino 16 para que viviesen de acuerdo con su plan glorioso sin cambiar nada, realizando todos sus proyectos.
17 En sus manos se encuentran todos los seres, todas las disposiciones. Él se ocupa de todas las cosas. Él fue quien creó al hombre para dominar 18 el mundo y puso a su lado los dos espíritus para que lo conduzcan hasta el momento de la visita: son los espíritus de 19 verdad e iniquidad.

ORIGEN DUALISTA DE LA MORAL

De la fuente de la certidumbre proceden las generaciones de la verdad y de la fuente de las tinieblas las generaciones de la iniquidad.
20 En las manos del Príncipe de las luces se encuentra el gobierno de los hijos de la justicia. Ellos caminarán por los caminos de la luz.
En las manos del ángel 21 de las tinieblas se encuentra todo el gobierno de los hijos de la iniquidad. Ellos caminarán por los caminos de las tinieblas.
Al ángel de las tinieblas son debidos todos los extravíos 22 de los hijos de la justicia; todos sus pecados, todas sus obras culpables, se deben a su poder.
23 Está en los misterios de Dios cuándo esto llegará a su término, pero entre tanto todas las pruebas y todas las opresiones son efecto de la persecución del ángel de las tinieblas. 24 Listos están los espíritus de su partido para hacer caer a los hijos de la luz.
Pero el Dios de Israel, con su ángel de verdad, viene en auxilio 25 de todos los hijos de la luz. Él creó los espíritus de la luz y los espíritus de las tinieblas; con esto se propone toda 26 obra y toda acción. A uno solo de éstos Dios ama por todos

COL. IV

1 los siglos y todas sus acciones le agradarán para siempre. Los consejos de los espíritus los detesta y abomina sus caminos para siempre.

CAMINOS DE LOS HIJOS DE LA LUZ

2 He aquí sus pasos en el mundo: la iluminación del corazón; la apertura a todos los caminos de verdadera justicia; el llevar en el corazón de temor de los decretos 3 de Dios, el espíritu sumiso, la longanimidad, la gran misericordia, bondad eterna, ciencia, inteligencia, sabiduría penetrante, 4 que pone su confianza en las obras de Dios y que se apoya sobre la multitud de sus gracias; un espíritu previsor en todo 5 proyecto de acción, celo por los decretos de la justicia, los proyectos santos, la resistencia inquebrantable, la misericordia con todos los hijos de la luz, pureza resplandeciente que abomina todos los ídolos impuros; 6 la modestia del conocimiento, la discreción experimental en todos los misterios de la ciencia.
Hasta aquí, los consejos dados por el Espíritu a los hijos de la verdad.
El resultado de los que oigan su visita será: curación, 7 felicidad inmensa, fecundidad con bendiciones perpetuas, gozo sin fin en la vida eterna, corona de gloria 8 y vestido de majestad en la claridad eternal.

CAMINO DE LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS

9 Los caminos del espíritu de iniquidad son: codicia, relajamiento en el servicio de la justicia, impiedad y mentira, orgullo y pretensión, astucia y engaño, crueldad 10 y gran perversidad, cólera y gran ceguera, ímpetu arrogante, obras abominables de la lujuria, negociaciones impuras al servicio de la deshonra, 11 una lengua mordaz, tinieblas en los ojos, insensibilidad de los oídos, dureza de cerviz y endurecimiento del corazón, para no caminar sino por los caminos de las tinieblas y de la prudencia malvada.
12 La visita para los que se conducen por este espíritu será: abundancia de castigos por intermedio de los ángeles de destrucción, condenación eterna por la cólera ardiente del Dios de las venganzas. Tormento perfecto y vergüenza 13 sin fin con la ignominia de la destrucción en el fuego de las tinieblas.
Todo el tiempo de su vida consistirá en tristes lloros y males amargos, en una prolongada existencia de tinieblas 14 hasta su destrucción sin que haya para ellos resto o escape.

INFLUENCIA DE ESTE DUALISMO EN EL MUNDO

15 Estos dos espíritus presiden la historia de todos los hombres, que se repartirán entre las huestes de uno o de otro durante todas sus generaciones y necesariamente caminarán por los caminos de uno de ellos.
16 Todo el mérito de sus obras dependerá del grupo a que pertenezcan según la herencia, buena a mala, que cada uno posee en la eternidad.
Porque Dios los colocó en igual proporción hasta el fin de 17 los tiempos y puso enemistad eterna entre los dos partidos.
Abominación de la iniquidad: he aquí los caminos de la verdad. Abominación de la verdad: he aquí los caminos de la iniquidad. Disputa eterna 18 los opone en sus leyes. James podrán caminar juntos.
Entre tanto, en los misterios de su inteligencia y de su radiante sabiduría, Dios marcó el término de la existencia de la iniquidad, y en el momento 19 de la visita la aniquilará para siempre.
Entonces la verdad conquistará triunfalmente el mundo, porque hasta entonces el mundo estaba en poder de la impiedad. La iniquidad durará hasta el 20 momento del juicio.
Entonces Dios purificará por medio de su verdad todas las obras del hombre. Arrancará todo espíritu de iniquidad de sus 21 vestidos de carne, purificándolo, por el espíritu santo, de toda actividad impía.
Derramará sobre él un espíritu de verdad mediante las aguas lustrales, purificándolo de todas las abominaciones falsas. Se hará presente, 22 por el espíritu purificador, para enseñar a los justos el conocimiento del Altísimo y a los perfectos la sabiduría de los hijos del cielo.
Porque Dios los escogió para una alianza eterna. 23 Toda la gloria de Adán volverá a ellos. No habrá más iniquidad y todas las obras de engaño se convertirán en vergüenza.
Hasta ese día, los espíritus de iniquidad y de verdad se disputarán el corazón de los hombres. 24 Estos caminarán en la sabiduría o en la estulticia. Si le correspondiera a uno su parte en la herencia de la verdad y de la justicia, odiará la iniquidad; pero si su herencia le tocase en el partido de iniquidad, será impío 25 y abominará la verdad.
Porque Dios colocó en igual proporción a los dos espíritus hasta el término marcado para la renovación.
Dios conoce desde la eternidad 26 el mérito de sus obras y dio estos espíritus a los hijos de los hombres para el conocimiento del bien y del mal, a fin de determinar el destino de todos los vivientes conforme al espíritu que esté con ellos en el momento de la visita.

PROGRAMA DE VIDA DE LA COMUNIDAD

COL. V

1 He aquí la regla para todos los hombres de la comunidad, que se comprometen voluntariamente a alejarse de todo mal y a perseverar en todo lo que él ha prescrito según su santa voluntad.
Que se separen de la asamblea 2 de los hombres de iniquidad y se unan entre sí en la doctrina y en los bienes.
Que tomen sus decisiones de acuerdo con los hijos de Sadoc, sacerdotes guardianes de la Alianza, y con los jefes de la asamblea 3 de la comunidad, fieles a la Alianza.
Conforme al consejo de ésta se establecerán todas las cosas: la doctrina, el uso de los bienes, las determinaciones comunes.
Que practiquen la verdad sincera, la humildad, 4 la justicia, el derecho, la caridad benévola y la modestia en toda su conducta.
Que nadie siga la obstinación de su voluntad, no sea que se extravíen, 5 siguiendo el deseo de sus ojos o las insinuaciones de su inclinación.
Todo lo contrario: que se circunciden el prepucio de la mala inclinación, de la cerviz obstinada, poniendo así los fundamentos de la verdad para Israel, de una comunidad 6 de la Alianza eterna.
Practicarán esto a fin de obtener perdón para todos los voluntarios del santuario de Aarón y de la casa de la verdad en Israel, así como para los que se unen a ellos en la vida común, en la observancia y para 7 el juicio de condenación contra todos los transgresores de la ley.

JURAMENTO DE INCORPORACIÓN

Normas para observar los preceptos establecidos:
Para abrazar estas prescripciones, en el momento de su agregación a la comunidad, 8 todo el que desee entrar en la Alianza, que se presente en la asamblea de todos los voluntarios y se obligue en juramento a convertirse a la ley de Moisés, 9 a seguir de todo corazón y con sinceridad de alma las prescripciones, según fueron perfectamente reveladas a los sacerdotes hijos de Sadoc, guardianes de la Alianza, fieles en su agrado, y 10 a los voluntarios de su verdad, de grado ordinario; que se obligue a conducirse de manera agradable a Dios; que se comprometa, por la Alianza, a separarse de todos los hombres de la iniquidad, 11 que caminan por vías impías y no son contados en la Alianza, pues ellos nunca observarán los preceptos para llegar a conocer los motivos por los cuales erraron 12 culpablemente.
Lo que fue revelado ellos lo trataron con insolencia. Excitaron la cólera para el día del juicio, mereciendo la venganza que aplican las maldiciones de la asamblea. Reciben castigos 13 inmensos ordenados para la destrucción eterna, a la cual nada resiste.

EXCLUSIÓN DE LOS IMPÍOS DEL BAÑO RITUAL

Que el impío no venga a las aguas a participar de la purificación de los hombres santos, pues solamente serán purificados 14 los que se conviertan de su maldad.
El impío está contaminado. Será contado entre los transgresores de la Palabra. Por eso, que tampoco en el trabajo nadie se le asocie, ni en el uso de los bienes, no sea que 15 se haga cómplice de su culpa.
Es necesario separarse de él en todo, pues está escrito: «Apártate de toda mentira» (Éxodo 23, 7).
De la misma manera, que ninguno de los hombres de la comunidad tome alguna decisión 16 de acuerdo con él en lo que se refiere a la doctrina o la conducta.
Que nadie coma ni beba algo do lo que pertenece 17 a los impíos ni acepte nada de sus manos, pues está escrito: «Dejad de apoyaros en el hombre, cuya vida es un soplo. ¿Qué estima podéis hacer de él?» (Isaías 2, 22).
18 Por consiguiente, todos los que no se cuentan en la Alianza, que sean mantenidos lejos con todo lo que les pertenece. Que el hombre justo no se apoye en 19 obra vana.
Vanos son todos los que no reconocen su Alianza.
Dios cercenará del mundo a todos los que desprecian su palabra.
Todas sus obras son a los ojos de Dios 20 contaminación; todos sus bienes, impureza.

REGLAS PARA LOS ASPIRANTES

Pero si alguien entra en la Alianza para poner en práctica todos sus preceptos, con verdad, para unirse a la asamblea santa, que examinen su espíritu durante 21 una reunión de la comunidad: que vean su instrucción y su manera de obrar en la ley; que se pongan de acuerdo con los hijos de Sadoc que están comprometidos voluntariamente en restablecer su 22 Alianza y hacer practicar las cosas prescritas, de acuerdo con la gran asamblea de Israel.
Esto valdrá para todos los que quieran comprometerse voluntariamente a servir en su Alianza.
Que se les inscriba por orden, uno después de otro, según su instrucción y las obras de cada uno. Que los nuevos obedezcan a los antiguos, el inferior al superior. 23 Que se examine cada año el espíritu y las obras de ellos para hacer avanzar a cada uno según su instrucción y la perfección de su conducta o para hacerlo retroceder según sus desviaciones.
Que se corrijan 24 uno a otro, con verdad, con tranquilidad y con amor lleno de buena voluntad y benevolencia para cada uno.
Que nadie hable con mal humor, o con irritación, o con dureza 25 de espíritu y mal corazón. Que no reprenda con odio; el día que lo haya hecho de esta manera, el amonestado no será más responsable si falta.

COL. VI

1 Igualmente, que nadie acuse a otro en presencia de los «grandes» sin haberle avisado antes delante de dos testigos.

LA VIDA EN COMÚN

De esta manera se portarán en todas 2 las casas de preparación cuantos viven en ellas.
Que el inferior obedezca al superior en asuntos de trabajo y de dinero. 3 Que tomen sus alimentos en común y también así reciten las bendiciones, y que se consulten mutuamente.
En todo lugar donde haya hombres de la Alianza, que no falte un sacerdote. 4 A continuación de él tomarán los demás sus lugares, y por ese orden se consultarán en todas las cosas.

BENDICIONES DE LA MESA

Cuando esté preparada la mesa para comer o 5 la bebida para beber, que sea el sacerdote el primero en extender la mano para bendecir las primicias del pan y del vino.

LECTOR DE LA COMUNIDAD

6 Que no falte tampoco, en el lugar donde haya por lo menos diez miembros de la comunidad, el hombre que escrute la ley continuamente, 7 de noche y de día, con miras a la común perfección.

LECTURA ESPIRITUAL

Que los «grandes» velen juntos un tercio de la noche durante todo el año. En ese tiempo leerán el libro, estudiarán las prescripciones 8 y recitarán las bendiciones en común.

LAS REUNIONES

Esta es la disposición para cuando se reúnan los «grandes»:
Estando ya cada uno en su sitio, que se sienten primero los sacerdotes, en segundo lugar los ancianos, en tercer lugar el resto 9 pueblo. Cada uno en su sitio. Distribuidos de esta manera, deliberarán todo lo que sea necesario en materia de juicio, de consejo o de cualquier otro negocio presentado por los «grandes». Que cada uno exprese su parecer 10 delante del consejo de la comunidad. Que nadie interrumpa el discurso de otro ni tome la palabra antes 11 del que está inscrito para hablar con anterioridad a él. Que el que sea interrogado hable una sola vez. Que nadie hable delante de los «grandes» sin el consentimiento de ellos, 12 excepto el inspector.

MANERA DE PEDIR LA PALABRA

Cualquiera que tenga alguna cosa que proponer a los «grandes», si no se trata de uno de los que ocupan un lugar entre los que siempre pueden hablar en el consejo 13 de la comunidad, que se levante y diga: «Tengo alguna cosa que decir». Si le es concedida la palabra, que hable.

GRADOS DE AGREGACIÓN A LA COMUNIDAD

Que el jefe, esto es, el primero de los «grandes», examine a todo 14 voluntario de Israel que desee ser agregado a la comunidad. Que el examen verse sobre la instrucción, el comportamiento, sobre si está a la altura de la disciplina que es necesario observar.
Si lo encuentra apto, que lo haga 15 entrar en la Alianza para que se convierta a la verdad y se aparte de toda iniquidad. Sea él mismo quien le dé acceso a las leyes de la comunidad.

SEGUNDO GRADO

Una vez admitido, que se presente delante del consejo de los «grandes» para que ellos 16 sean informados de su caso. Según la decisión que sea tomada por el consejo de la comunidad, él será definitivamente admitido o rehusado. Si fuere admitido, que no participe 17 de la purificación de los «grandes» antes que ellos lo hayan examinado suficientemente, en cuanto a su espíritu y a su conducta, durante el año completo. Tampoco debe participar de los bienes de los «grandes».

TERCER GRADO

18 Después de haber cumplido un año en la comunidad, los «grandes» serán informados de su caso, de su instrucción, de su comportamiento, de su amor a la ley. Entonces, si por votación se establece 19 que sea admitido en la reunión de la comunidad, y si a esto se suma el consenso de los sacerdotes que estén en la asamblea y de todos los hombres de la comunidad, que entre. Sus bienes y sus salarios serán entregados 20 al tesorero. Éste los anotará en el registro, a nombre del ingresado. Ese dinero no se gastará en beneficio de los «grandes».

EXCLUSIÓN DEL BANQUETE RITUAL

Aun después de haber sido admitido, que no participe del banquete de los «grandes» 21 hasta no haber cumplido un segundo año en la comunidad.
Al completar este segundo año, que sea nuevamente examinado según el parecer de los «grandes». Si la votación establece 22 su capacidad para permanecer en la comunidad, será inscrito entre los hermanos, en el orden determinado por la doctrina, el derecho y la conducta. Sus bienes serán llevados definitivamente al acervo común y 23 su parecer tomará valor en todos los juicios de la comunidad.

SANCIONES

24 Estas son las leyes por las cuales deberán ser juzgados los miembros de la comunidad en los casos previstos:
Si entre ellos se encuentra que alguno conscientemente ha defraudado 25 los bienes, este tal será separado del baño de purificación durante un año, y durante el mismo tiempo será privado de un cuarto de su alimentación.
Si alguien habla a su 26 prójimo con arrogancia o se dirige a él groseramente, hiriendo la dignidad del hermano, o se opone a las órdenes dadas por un colega 27 superior a él, será castigado durante un año con . . . (aquí el texto está incompleto).
El que jure por el nombre santo por encima de todo lo santo;

COL. VII

1 el que maldiga, sea por estar indignado, sea por ser perseguido (atribulado) o por cualquier otra razón, 2 que sea alejado, que no pueda recitar las bendiciones ni leer el libro y, en grados más graves, que no pueda volver al consejo de la comunidad.
Si alguien habló con cólera a uno de los sacerdotes inscritos en el libro, que sea castigado durante 3 un año. Durante ese tiempo no participará del baño de purificación con el resto de los «grandes».
Si alguien habló mal por inadvertencia, su castigo será igual, pero sólo por seis meses.
El que miente a sabiendas, 4 que sea castigado más de seis meses.
El que calumnia injustamente a su prójimo, que sea castigado durante un año y 5 apartado de la comunidad.
Si únicamente habló de su prójimo con amargura o lo engañó conscientemente, su castigo durará seis meses.
6 Si comete una negligencia que perjudica a su prójimo, será castigado tres meses.
Si comete negligencia contra los bienes de la comunidad, dejándolos perder, 7 los restituirá por entero, y si no los puede restituir será castigado sesenta días.
8 Si manifiesta guardar rencor injustamente a su hermano, se le aplicará la pena de seis meses a un año.
9 Al que se venga o que dice tonterías, tres meses; al que interrumpe al prójimo cuando está hablando, 10 diez días.
El que se despereza, cabecea o duerme en la reunión de los «grandes» será castigado treinta días.
El que se ausenta sin permiso durante la reunión de los «grandes», 11 hasta tres veces durante la misma reunión, será castigado con diez días.
Si se hace necesario levantar a alguno 12 y sacarlo de la asamblea, su castigo será de treinta días.
Si alguno camina desnudo delante de su hermano, aun cuando no lo haga por motivo de incontinencia, su castigo será de seis meses.
13 Si alguno escupe delante de la reunión, su castigo será de treinta días.
Si alguno saca la «mano» por debajo de su manto o 14 en sus movimientos descuida sus vestidos, de modo que aparezca su desnudez, será castigado con treinta días.
El que se ríe de una manera estulta, haciendo oír su voz, 15 será castigado treinta días.
El que saca su mano izquierda para gesticular con ella, diez días de castigo.
El que calumnia a su prójimo en la discusión, 16 que sea castigado con un año de abstención del baño de los «grandes».
El que calumnia a los «grandes», que sea despedido 17 y no vuelva más.
Igualmente, que sea despedido y no vuelva nunca el que murmura contra la autoridad de la asamblea.
Si murmura injustamente 18 contra su prójimo, su castigo será de seis meses.

CASTIGO PARA LOS DESERTORES

Aquel cuyo espíritu llegase a estar hasta tal punto atemorizado por el peso de la asamblea que se atreva a desertar del camino de la verdad 19 para marchar en la obstinación de su corazón, si acaso vuelve será castigado por espacio de dos años. En el primer año no participará de la purificación, 20 en el segundo año no participará del banquete de los «grandes». En el consejo de la comunidad tomará asiento después de todos los otros miembros. Al cumplirse los dos años 21 los «grandes» serán informados de su caso. Si de nuevo fuese admitido, será reinscrito en su antiguo lugar y en el futuro volverá a tener derecho a intervenir en lo que concierne a preguntas sobre la ley.
22 Todo el que después de haber permanecido diez años en el consejo de la comunidad 23 se vuelva atrás, traicionando a la comunidad, será traído a presencia 24 de los «grandes» para recibir el decreto y para que marche, como quiere en la obstinación de su corazón. Que no vuelva al consejo de la comunidad.
Los miembros de la comunidad que estén en contacto con él 25 en materia de purificación y de bienes sin haber informado de esto a la comunidad serán tratados de igual manera. No se deje de expulsarlos.

GOBIERNO SUPREMO

COL. VIII

1 Que haya en el consejo de la comunidad doce hombres y tres sacerdotes perfectamente instruidos en todo lo que fue revelado 2 en la ley, practicantes de la justicia, la verdad, el derecho, el amor afable, 3 la modestia entre sus colegas; de perfecta fidelidad sobre la tierra; constantes; con espíritu contrito; inclinados a expiar sus propias faltas, seguros en la práctica de la justicia; 4 por la incertidumbre angustiosa de la prueba... (texto incompleto). Estos los conducirán conforme a la medida de la verdad y a la regla de los tiempos.

REGLAS PARA LOS MESIÁNICOS

Cuando estas cosas sucedan en Israel, 5 el Consejo de la comunidad será establecido como una planta eterna, como un santuario para Israel y como el santo de los 6 santos para Aarón.
Serán establecidos como testigos de la verdad para el juicio, como elegidos de la gracia para expiar en favor de la tierra y para 7 dar a los impíos su merecido.
Este es el muro probado, la piedra angular preciosa. 8 Sus cimientos jamás serán sacudidos, ni se moverán de su lugar.
Este es el lugar santo de los santos 9 para Aarón. La asamblea toda conoce la justicia, la ofrenda de agradable olor. Esta es la casa de perfección en Israel. En ella se realiza 10 la Alianza conforme los preceptos eternos.
Será agradable para expiar en favor de la tierra y para pronunciar un juicio sobre la impiedad, para que no exista más lo inicuo.
Cuando [Yahvé] os haya consolidado sobre el establecimiento en la asamblea durante dos años, por una conducta perfecta 11 quedarán separados como santos los hombres de la comunidad.
Todas las cosas escondidas de Israel le serán descubiertas al hombre 12 que busca y les serán ocultadas a los demás por miedo a la depresión.

EL NIVEL DE LA COMUNIDAD

Cuando sucedan estas cosas en Israel, 13 se apartarán de la convivencia de los hombres de iniquidad para ir al desierto, a fin de, observando las decisiones, abrir (preparar) allí los caminos de él (Yahvé) 14 como está escrito: «En el desierto abrid su camino, aplanad en el yermo la verdad de nuestro Dios». 15 Para esto él prescribió por medio de Moisés que se viva en cada tiempo conforme a lo revelado, 16 de acuerdo con lo que los profetas dijeron movidos por su santo espíritu.
Cualquiera de los hombres de la reunión que, permaneciendo 17 en la Alianza, se aparte con desprecio de algún mandamiento no participará de la purificación de los «grandes» 18 ni tomará parte en las deliberaciones del Consejo hasta que sus obras sean purificadas de toda iniquidad y haya vuelto a caminar por la vía perfecta.
Entonces se le podrá introducir nuevamente en el Consejo 19 siguiendo el parecer de los «grandes». Será nuevamente inscrito, con el lugar que tenía antes.
Esta misma regla valdrá para todos los que se unen por primera vez a la comunidad.

PENAS POR FALTAS INADVERTIDAS

20 Estas son las disposiciones por las cuales se conducirán los hombres eternamente rectos en sus relaciones mutuas.
21 Todos los que entran en el Consejo santo, los que caminan por la vía perfecta, según las órdenes de Dios, el que de entre ellos infrinja 22 cualquier ley de Moisés por maldad o por mal hábito, que sea despedido del Consejo de la comunidad 23 y que no vuelva más. Que ninguno de los hombres purificados se relacione con él en asuntos de bienes ni tome consejo de él 24 en cosa alguna.
Pero si obró por la inadvertencia, que sea alejado del Consejo y de la purificación hasta que ellos examinen su caso. 25 De todas maneras, que durante dos años no juzgue ni tome parte activa en el Consejo.
Si al retornar al Consejo su conducta vuelve a ser aceptable, 26 que participe en el estudio y en el Consejo, con la condición de que no haya vuelto a faltar por inadvertencia durante esos 27 dos años,

COL. IX

1 puesto que toda falta cometida por inadvertencia ha de ser castigada con otros dos años; y si insistiere con insolencia, no habrá de volver nunca más.
Por el contrario, quien pecando por inadvertencia y, pasados 2 los dos años, vuelva a ser aprobado por el parecer de los «grandes», ocupará tranquilo su puesto y se le inscribirá en la asamblea santa.

EXPIACIÓN ESPIRITUAL
EN LUGAR DE SACRIFICIOS

3 Cuando sucedan estas cosas en Israel por sus determinaciones (de Dios), el Espíritu Santo será fundamento para la verdad 4 eterna, a fin de expiar la revuelta culpable y la infidelidad criminal y para obtener la gracia a la tierra sin la carne de los holocaustos y sin la grasa de los sacrificios.
La ofrenda de los labios 5 rectos será como el olor de la justicia, y la conducta perfecta como el don de la ofrenda agradable.

VIDA EN LA SOLEDAD

En ese tiempo los hombres 6 de la comunidad construirán por separado un santuario para Aarón, unido al santo de los santos, y una casa de comunidad para Israel, para los que se conduzcan como hombres perfectos.
7 Solamente los hijos de Aarón tendrán autoridad para promulgar leyes y administrar los bienes. Según su disposición, se dará trabajo a cada uno de los grupos de la comunidad, 8 ocupación de los bienes de los hombres santos, de los que se portan rectamente.
Que estos bienes no sean puestos en común con los bienes de los hombres falsos; 9 de aquellos que no purifican su camino, no se separan de la iniquidad, no caminan por la vía perfecta.

CONDENACIÓN DE TODA MUDANZA EN EL CALENDARIO

Que no abandonen jamás ningún precepto de la ley para marchar 10 en la obstinación de su propio corazón. Que se acomoden sus actos a los decretos antiguos, según los cuales los hombres de la comunidad dieron comienzo a su conversión. Por ellos se regirán 11 hasta la llegada del Profeta y de los mesías de Aarón e Israel.

REGLAS PARA EL INSTRUCTOR

12 He aquí los preceptos por los cuales se debe conducir en el trato con los nuevos, según la distribución de cada tiempo y la aptitud de cada persona.
13 Que cumpla con todo tiempo la voluntad y con orden las cosas necesarias 14 para cada ocasión y momento.
Que distinga y pese a los hijos de Sadoc según el espíritu de cada uno para que ellos perseveren entre los elegidos hasta el tiempo de salvación, 15 conforme a su voluntad, según está prescrito.
Que juzgue por el espíritu de cada uno, introduciendo a todos según la pureza de sus manos tratando a cada uno conforme la instrucción, 16 regulando así su amor y su odio.
Que no reprenda a los hombres de perdición ni discuta con ellos. 17 Que oculte los consejos de la ley a los hombres de la iniquidad.
Que reserve el conocimiento verdadero y la justicia auténtica a los que 18 escogen el camino recto, dando a cada uno según su capacidad, siguiendo la norma del tiempo de la salvación para introducirlos en el conocimiento.
Que los instruya también en los misterios maravillosos que se realizan 19 en medio de los hombres de la comunidad, para que se comporten como hombres perfectos, uno con otro, en todo lo que fue revelado.

EXPECTACIÓN POR EL MESÍAS

Es en el tiempo oportuno para preparar 20 el camino en el desierto. Que los instruya, pues, para que hagan todo lo necesario. Para que se mantengan separados 21 de toda iniquidad. El instructor insista en estas normas. Para que llegado el momento sepa administrar amor u odio.
Que tenga odio eterno 22 a los hombres de perdición y, guardando el secreto, deje que ellos se queden con sus bienes, sus lucros, como un siervo a su amo y 23 el oprimido a quien lo domina.
Que todos estén llenos de celo del precepto y preparados para el tiempo y el día del juicio.
Que cumplan la voluntad de Yahvé en todas sus obras, 24 en toda su actividad, según él lo prescribió.
Que se regocije con todo lo que suceda, como si fuera un don, y nada haga sin consultar la voluntad de Yahvé. 25 Que se alegre con toda palabra que venga de boca de Yahvé y que no desee nada fuera de lo que ha sido prescrito. Que esté siempre atento al decreto del Altísimo. 26 Que bendiga a su Dios como creador, y dondequiera que se venga a encontrar,

COL. X

1 que lo bendiga con la alabanza de los labios, en los momentos prescritos.

LAS ORACIONES DE LA COMUNIDAD

La oración de los labios, que se diga cuando la luz comienza a dominar y cuando su período llega al lugar que le está destinado.
2 Al comienzo de la vigilia de las tinieblas, porque Dios abre el lugar donde las guarda, y las derrama.
Cuando ellas desaparecen delante de la claridad.
3 Cuando aparecen las estrellas saliendo de su habitación santa y ganando el lugar, cada día, que ocupa en la gloria.
Al comienzo de las estaciones, en el curso de los días del mes. 4 Se agregará el pasaje de una luna nueva para otra.
Ese es un día grande, santo entre todos, señal de comienzo de sus gracias eternas, 5 al dar comienzo las estaciones del tiempo futuro.
El día primero del mes, en los días sagrados determinados, en los días sagrados dentro de los meses, en relación con las estaciones.
6 Yo lo alabaré con la oblación de los labios, cumpliendo el precepto eterno como está escrito.
Observaré cuidadosamente el comienzo de los años y cumpliré la ley 7 determinada para las estaciones, manteniendo fielmente su ordenación, de un día respecto al otro, la estación con la hierba nueva. Según la estación del año, conforme la semana, 8 [guardaré cuidadosamente] el comienzo de la semana y del momento de la liberación.
Durante toda mi existencia esta observancia estará grabada en mi lengua, a fin de traer siempre para ella frutos de alabanza en mi lengua y ofrecer el don de mis labios.

HIMNO FINAL

9 Yo canto con arte. La música toda de mi arpa glorifica a Dios, mi cítara alaba su santa decisión.
Yo exalto con la flauta de mis labios la regla de la justicia.
10 Con la llegada del día y de la noche entro en la alianza de Dios; cuando acaban la tarde y la mañana repito sus preceptos.
En cuanto ellos existan guardaré dentro de ellos 11 mis fronteras, jamás saldré de ahí.
Yo confieso 12 justo su juicio concerniente a mi desvío; mis faltas están delante de mí indicadas por su precepto escrito.
13 Yo digo a Dios: ¡Tú eres mi justicia! Al Altísimo: ¡Autor de mi bien!, manantial de ciencia, fuente de santidad, altura de gloria, omnipotencia de eterno esplendor.
Aceptaré sus enseñanzas, 14 me alegraré de lo que sobre mí decida. Sea que avancen mis manos o mis pies, bendeciré su nombre. Que yo salga o entre, me siente o me pare, o bien reposando en mi lecho, cantaré para él.
Yo lo alabaré con la ofrenda que mis labios exhalen por todo lo que él ha providenciado para los hombres. 15 Lo alabaré antes de extender mi mano para tomar los frutos delicados de la tierra.
Cuando me invada el temor o el tedio, 16 la angustia o la desolación, no importa, yo lo continuaré alabando. Le daré gracias por sus maravillas, enalteceré su poder, todos los días me apoyaré en sus favores, reconoceré que en sus manos se encuentra la justificación 17 de todos los vivientes; sus obras proceden de la verdad.
Cuando llegue la tribulación lo alabaré; cantaré para él por la liberación, que de él sólo nos viene; a nadie pagaré con retribución 18 perversa; perseguiré al hombre con el bien porque sólo a Dios toca juzgar a los vivos, él dará a cada uno su recompensa.
Nada codiciaré movido 19 por impiedad, mi alma no desea los bienes de la violencia, no deseo sobrepujar en la disputa a los hombres de perdición antes del día de la venganza.
20 Me apartaré de los hombres de la iniquidad y no será completa mi alegría hasta que el juicio venga sobre ellos.
No conservaré rencor contra los que se arrepintieron del pecado, pero no tendré compasión 21 para los que abandonan el camino.
No consolaré a los que fueron castigados por su conducta hasta que ella sea de nuevo perfecta.
No daré lugar a Belial en mi corazón, no se escuchará salir de mi boca 22 vanidades, falsedades, astucias inicuas; en mis labios no se escuchará la mentira, en mi lengua estará el fruto de santidad, jamás se posarán sobre ella las abominaciones.
23 Mi boca sólo se abrirá para bendecirlo, mi lengua narrará los beneficios de Dios, [y] la infidelidad de los hombres hasta que se enmienden 24 de sus faltas.
Excluiré de mis labios las vanidades, las inmundicias, las insidias, los vanos pensamientos de mi corazón.
Ocultaré la ciencia según el consejo de la prudencia. Protegeré el conocimiento 25 con muro sólido para conservar su fidelidad íntegra.
Según la justicia de Yahvé distribuiré el precepto 26 con ayuda de la distribución de los tiempos.
Practicaré el juicio justo, la caridad benevolente para con los débiles, animaré a los pusilánimes.

COL. XI

1 Enseñaré la sabiduría a los espíritus extraviados, haré comprender lo recto a los que murmuran, daré respuesta mansa a los espíritus orgullosos, hablaré con respeto a los que tienen 2 vara de mando, no me alteraré con los que amenazan, los que dicen injurias, los que sustraen los bienes,
porque para mí digo:
Mi justificación compete a Dios; la perfección de mi conducta y la rectitud do mi corazón están en su mano; 3 únicamente su misericordia hace desaparecer mis faltas.
Porque de la fuente de la ciencia brotó mi luz, mis ojos contemplaron sus maravillas, mi corazón fue iluminado por el misterio 4 de lo pasado.
El que eternamente existe es bastón para mi derecha. Sobre roca sólida pasa el camino que pisan mis pies: no serán perturbados por cosa alguna.
Porque la verdad de Dios es la roca de 5 mis pasos; su poder, el bastón de mi derecha.
Del manantial de su justicia nacen juicios luminosos en mi corazón sobre sus misterios maravillosos. Se levantan mis ojos a contemplar al que eternamente existe: 6 sabiduría oculta a los hombres, ciencia y pensamiento revelados a los hijos de los hombres fuera de la justicia, receptáculo 7 de potencia, habitación de la gloria oculta a la asamblea carnal.
A los elegidos Dios los estableció en la herencia eterna, los hizo participar del destino 8 de los santos, les dio por compañeros los hijos de los cielos; constituyó el Consejo de la Comunidad, el fundamento del santuario, como una planta eternal 9 para todos los tiempos que vendrán.
Yo dije: Pertenezco a la asamblea carnal, a la reunión de la iniquidad; mis faltas, mis rebeldías, mis pecados, mi corazón perverso me asocian a la asamblea 10 destinada a la corrupción, al camino de los que van por las tinieblas; porque el hombre recibe su camino y no es él quien establece por ahí sus pasos, pues la justicia pertenece a Dios, y de su mano 11 viene la perfección de la conducta.
Por la ciencia de Yahvé existen todas las cosas, por su plan se ordena toda existencia, sin él nada se hará jamás.

CONFIANZA EN EL AUXILIO DIVINO

En cuanto a mí, si 12 yo vacilo, sus gracias vienen en mi socorro; si tropiezo a causa de mi carne de pecado, mi juicio será establecido según la justicia de Dios: él triunfará.
13 Si la angustia invade mi alma, él la librará del pozo y conducirá mis pasos por el camino recto. Me hará prisionero con sus misericordias, conducirá mi 14 juicio con benevolencia.
Según la verdad de mi justicia, según la extensión de su bondad, perdona todas mis faltas. En su justicia purificará de toda mancha 15 al hombre, a fin de que alabe a Yahvé y al Altísimo por su majestad.

DOXOLOGÍA FINAL

Bendito seas, Señor mío, que abres el 16 corazón de tu siervo para el conocimiento.
Consolida todas sus obras en la justicia, concede al hijo de tu sierva, como te es grato conceder a tus elegidos 17 el conservarse siempre en tu presencia, porque lejos de ti no hay camino perfecto, sin tu beneplácito nada es posible hacer.
Tú enseñaste 18 toda la ciencia, todo lo que existe viene a la vida únicamente por tu voluntad, fuera de ti nadie puede tomar decisión contraria a tus pensamientos.
Nadie puede percibir 19 todos tus santos designios, contemplar tus misterios profundos, comprender tus maravillas y la fuerza 20 de tu poder.
¿Quién podría soportar tu gloria? ¿Qué viene a ser, pues, este hijo del hombre entre tus obras maravillosas?
21 El nacido de mujer, ¿cómo osará mantenerse en pie en tu presencia, si fue amasado con arcilla, y su cuerpo será pasto de gusanos? No está hecho de roca, es un puñado 22 de polvo. ¿Qué preguntará la arcilla a quien la modela? ¿Qué podría ella comprender?

viernes, 24 de abril de 2009

LA HIJA DE PEDRO (Hecho de Pedro) (Nag Hammadi)

LA HIJA DE PEDRO (Hecho de Pedro)
(Fragmento copto berolinense)

por Antonio Piñero

128 El primer día de la semana, el domingo se reunió mucha gente y llevaron a Pedro una gran multitud de enfermos para que los curara. Pero uno de entre los presentes tuvo el valor de decirle: —Pedro: ante nuestros ojos has hecho que muchos ciegos vean, muchos sordos oigan, que los lisiados anden, y has ayudado a los débiles otorgándoles fuerza. ¿Por qué motivo no has socorrido a tu hija, doncella, que se ha hecho una bella mujer y que ha creído en el nombre del Señor? 129 Uno de sus costados se halla totalmente paralizado y yace tendida en un rincón, impedida. Podemos ver a los que has curado, pero no te has cuidado de tu propia hija.
Mas Pedro sonrió y le dijo: —Hijo mío: Dios solamente sabe por qué razón su cuerpo está enfermo. Sábete, pues, que Él no es débil o impotente para otorgar este don a mi hija.
Mas para persuadirlo en su ánimo y para que los presentes se robustecieran en la fe, 130 miró a su hija y le dijo: —Levántate de ese lugar sin que nadie te ayude salvo Jesús sólo; camina ya sana, delante de todos éstos y ven hacia mí.
Ella se levantó y fue hacia él. La muchedumbre se alegró por lo que había ocurrido. Pedro les dijo: —Ahora vuestro corazón está convencido de que Dios no es impotente respecto a cualquier cosa que le pidamos.
Entonces se alegraron aun más y alabaron a Dios. Pedro dijo así a su hija: —131 Vuelve a tu sitio, siéntate y quede de nuevo contigo tu enfermedad, pues esto es útil para ti y para mí.
La joven se volvió, se sentó en su lugar y quedó como antes. Toda la muchedumbre se puso a llorar y suplicó a Pedro que la (volviera) a curar. Les dijo Pedro: —¡Por la vida del Señor, que esto es útil para ella y para mí! Pues en el día en el que nació tuve una visión en la que Él me decía: «Pedro, hoy ha nacido para ti una gran 132 tentación. Tu hija causará daño a muchas almas si su cuerpo permanece sano». Mas yo pensaba que la visión se mofaba de mí. Cuando la muchacha tuvo diez años, muchos sufrieron escándalo por su causa. Un gran hacendado, Ptolomeo de nombre, que la había visto bañarse a la muchacha y a su madre, envió por ella con la intención de hacerla su esposa. Pero su madre no quiso. Ptolomeo insistió y no pudo esperar [...]
(Laguna de un folio; pp. 133-134)
135 [...] (los siervos) de Ptolomeo trajeron a la muchacha, la dejaron delante de la puerta de la casa y se fueron. Cuando caímos en cuenta, su madre y yo bajamos, descubrimos a la muchacha y que todo un costado de su cuerpo, desde los pies a la cabeza, se había quedado paralizado y enjuto. La recogimos y alabamos al Señor que había librado a su sierva de esa mancha, de la vergüenza y de [...]. Éste es el motivo por el que la muchacha (ha quedado) así hasta el día de hoy.
Ahora es conveniente para vosotros que conozcáis el final de Ptolomeo. 136 Se encerró en sí mismo y se lamentaba día y noche por lo que había ocurrido, y a causa de las muchas lágrimas que derramó quedó ciego. Tomó la decisión de levantarse y ahorcarse, mas he aquí que a la hora nona de aquel día, cuando se encontraba solo en su dormitorio, vio una gran luz que iluminaba toda la casa y oyó una voz que le decía: 137 «Ptolomeo: los vasos de Dios no han sido dados para la ruina y la corrupción. Era necesario que tú, que has creído en mí, no profanaras a mi doncella, en la que deberías ver una hermana, pues yo soy para vosotros dos un solo Espíritu. Levántate, sin embargo, y vete deprisa a casa de Pedro, el apóstol. Allí verás mi gloria, y él te aclarará este asunto».
Ptolomeo no se descuidó un momento, y ordenó a sus hombres que le 138 mostraran el camino y que lo llevaran hasta mí. Cuando estuvo en mi presencia contó lo que le había ocurrido por el poder de Jesucristo, nuestro Señor. Entonces comenzó a ver con los ojos de su cuerpo y de su alma, y muchos pusieron su esperanza en Cristo. Él les causó un bien procurándoles graciosamente el don de Dios.
Luego murió Ptolomeo; abandonó la vida y se fue hacia su Señor. 139 Y cuando dispuso su testamento, inscribió en él un lote de tierra a nombre de mi hija, ya que por su medio había creído en Dios y obtenido la curación. Yo, a quien había confiado la administración, ejecuté todo diligentemente. Vendí el campo [...] y Dios sólo sabe que yo ni mi hija [...]. Vendí el campo, y del producto no me he quedado con nada, sino que todo lo he repartido entre los pobres.
Sábete, pues, ¡oh servidor de Jesucristo!, que Dios 140 gobierna a los suyos y prepara a cada uno lo que le es bueno, aunque pensemos que se ha olvidado de nosotros. Ahora, pues, hermanos, hagamos penitencia, vigilemos y oremos, y la bondad de Dios dirigirá sus ojos sobre nosotros, mientras por nuestra parte ponemos en ella nuestra esperanza.
Pedro pronunció estas palabras, y alabando el nombre 141 del Señor Cristo, distribuyó a todos el pan. Cuando lo hubo repartido, se levantó y entró en su casa.

Nota: la numeración corresponde a las páginas del manuscrito.

EL EVANGELIO DE MARIA MAGDALENA (Nag Hammadi)

EVANGELIO DE MARÍA MAGDALENA
(Fragmento griego)

por A. de Santos Otero

«... lo restante del camino, de la medida justa, del tiempo, del siglo, descanso en silencio». Dicho que hubo esto, María calló, como si el Salvador le hubiera hablado (solamente) hasta aquí. Entonces dice Andrés: «Hermanos, qué os parece de lo dicho? Porque yo, de mi parte, no creo que haya hablado esto el Salvador, pues parecía no estar de acuerdo con su pensamiento». Pedro dice: «¿Pero es que, preguntado el Señor por estas cuestiones, iba a hablar a una mujer ocultamente y en secreto para que todos (la) escucháramos? ¿Acaso iba a querer presentarla como más digna que nosotros?»
[Laguna]
...del Salvador?». Leví dice a Pedro: «Siempre tienes la cólera a tu lado, y ahora mismo discutes con la mujer enfrentándote con ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla? De todas maneras, Él, al verla, la ha amado sin duda. Avergoncémonos más bien, y, revestidos del hombre perfecto, cumplamos aquello que nos fue mandado. Prediquemos el evangelio sin restringir ni legislar, (sino) como dijo el Salvador». Terminado que hubo Leví estas palabras, se marchó y se puso a predicar el evangelio según María.


EVANGELIO DE MARÍA
(Fragmento copto berolinense)
por Antonio Piñero

[Faltan las páginas 1-6.]
PALABRAS DE JESÚS
La materia y el mundo
7 [...] entonces, ¿será destruida o no la materia? El Salvador dijo: «Todas las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan implicadas entre sí, y se disolverán otra vez en su propia raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece únicamente a su naturaleza. Quién tenga oídos para escuchar, que escuche.

La materia y el pecado
Pedro le dijo: «Puesto que nos lo has explicado todo, explícanos también esto: ¿cuál es el pecado del mundo?». El Salvador dijo: «No hay pecado, sin embargo vosotros cometéis pecado cuando practicáis las obras de la naturaleza del adulterio denominada «pecado». Por esto el bien vino entre vosotros, hacia lo que es propio de toda naturaleza, para restaurarla en su raíz».
Prosiguió todavía y dijo: «Por esto enfermáis y morís, puesto que 8 [practicáis lo que os extravía. Que quien pueda comprender] comprenda. [La materia engendró] una pasión carente de la semejanza, puesto que procedió de un acto contra natura. Entonces se produce un trastorno en todo el cuerpo. Por esto os dije: Estad en armonía (con la naturaleza), y si no estáis en armonía, sí que estáis en armonía ante las diversas semejanzas de la naturaleza. Quien tenga oídos para escuchar, que escuche».

Últimos preceptos
Después de decir todo esto, el Bienaventurado se despidió de todos ellos diciendo: «La paz sea con vosotros, que mi paz surja entre vosotros. Vigilad para que nadie os extravíe diciendo: «Helo aquí, helo aquí», pues el hijo del hombre está dentro de vosotros; seguidlo. Los que lo busquen lo hallarán. Id y proclamad el evangelio del reino. No 9 impongáis más preceptos que los que yo he establecido para vosotros, y no deis ninguna ley, como el legislador, para que no seáis atenazados por ella».
Dicho esto, partió.

INTERMEDIO
Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo: «¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre? Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?».
Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos: «No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá. Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres». Dicho esto, Mariam convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del [Salvador].
10 Pedro dijo: «Mariam, hermana, nosotros sabemos que el Salvador te apreciaba más que a las demás mujeres. Danos cuenta de las palabras del Salvador que recuerdes, que tú conoces y nosotros no, que nosotros no hemos escuchado». Mariam respondió diciendo: «Lo que está escondido para vosotros os lo anunciaré». Entonces comenzó el siguiente relato:

PALABRAS DE MARÍA MAGDALENA
Visión de María
«Yo —dijo— vi al Señor en una visión y le dije: «Señor, hoy te he visto en una visión». Él respondió y me dijo: «Bienaventurada eres, pues no te has turbado al verme, pues allí donde está el Intelecto, allí está el tesoro». Yo le dije: «Señor, ahora, el que ve la visión ¿la ve en alma o en espíritu?». El Salvador respondió y dijo: «No la ve ni en alma ni en espíritu, sino que es el Intelecto que se halla en medio de ellos el que ve la visión, y él es el que [...]».
[Laguna: faltan las páginas 11-14.]

La ascensión del alma
15 [...] a él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo: «¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero he sabido que el universo está siendo disuelto, tanto en las cosas terrenales 16 como en las cosas celestiales».
Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera, la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada 17 desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio».

EPÍLOGO
María Magdalena reveladora de Jesús
Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí. Entonces, Andrés habló y dijo a los hermanos: «Decid lo que os parece acerca de lo que ha dicho. Yo, por mi parte, no creo que el Salvador haya dicho estas cosas. Estas doctrinas son bien extrañas». Pedro respondió hablando de los mismos temas y les interrogó acerca del Salvador: «¿Ha hablado con una mujer sin que lo sepamos, y no manifiestamente, de modo que todos debamos volvernos y escucharla? ¿Es que la ha preferido a nosotros? 18 Entonces Mariam se echó a llorar y dijo a Pedro: «Pedro, hermano mío, ¿qué piensas? ¿Supones acaso que yo he reflexionado estas cosas por mí misma o que miento respecto al Salvador?
Entonces Leví habló y dijo a Pedro: «Pedro, siempre fuiste impulsivo. Ahora te veo ejercitándote contra una mujer como si fuera un adversario. Sin embargo, si el Salvador la hizo digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Bien cierto es que el Salvador la conoce perfectamente; por esto la amó más que a nosotros. Más bien, pues, avergoncémonos y revistámonos del hombre perfecto, partamos tal como nos lo ordenó y prediquemos el evangelio, sin establecer otro precepto ni otra ley fuera de lo que dijo el Salvador».
Luego que 19 [Leví hubo dicho estas palabras], se pusieron en camino para anunciar y predicar.

Nota: la numeración del fragmento copto corresponde a las páginas del manuscrito.

EL APOCALIPSIS DE PEDRO (Nag Hammadi)

APOCALIPSIS DE PEDRO
(Texto copto de Nag Hammadi)

por Antonio Piñero

Introducción
70 Cuando el Salvador estaba sentado en el Templo, en el (año) trescientos de la edificación y (en el mes) de la consecución de la décima columna, y satisfecho con el número de la Majestad viviente e incorruptible, me dijo:

Primera visión
—Pedro, bienaventurado aquellos de arriba que pertenecen al Padre, que a través de mí ha revelado la vida a aquellos que son de la vida, pues yo les he recordado, a ellos que están edificados sobre sólida (base), que oigan mis palabras y que distingan las palabras de la injusticia y el incumplimiento de la ley y las de la justicia, (pues) 71 ellos proceden de arriba, de cada palabra del Pleroma verdadero. (Pues) han sido iluminados con benevolencia por Aquel a quien las potestades buscaron, pero no encontraron, ni fue mencionado en generación ninguna de los profetas.
»Éste ha aparecido ahora entre aquellos, en aquel en quien se ha aparecido, en el Hijo del hombre, exaltado en los cielos arriba, (revelado) con temor de los hombres de esencia semejante. Pero tú mismo, Pedro, sé perfecto de acuerdo con tu nombre para conmigo, el que yo te he escogido, porque de ti he hecho un principio para el resto, a quienes he llamado al conocimiento. Sé fuerte hasta (que venga) el imitador de la justicia, (el imitador) de aquel que ha sido el primero en llamarte. (Pues) te ha llamado para que lo conozcas de un modo bueno en su realización, a causa de la distancia que acontece (haber entre uno y otro)... . (Puedes reconocerlo) en los tendones de sus manos y sus pies, y en la coronación (realizada) por parte de aquellos (que son) de la mediedad [región media], y su cuerpo luminoso que ellos presentan en la esperanza del 72 ministerio a causa de un premio honroso, cuando iba a recriminarte tres veces en aquella noche».

Caracterización de los no gnósticos
Estas cosas dijo (el Salvador) mientras yo veía a unos sacerdotes y al pueblo que corrían hacia nosotros con piedras como para matarnos. Y me aterroricé (pensando) que íbamos a morir. Y me dijo: —Pedro, te he dicho muchas veces que son ciegos que no tienen guía. Si quieres conocer su ceguera, pon tus manos sobre tus ojos de tu vestido, y di lo que ves.
Y cuando lo hice, no vi nada. Dije: —No es posible ver (nada).
Me dijo de nuevo: —Hazlo otra vez.
Y se produjo en mí un gran temor y alegría (a la vez), pues vi una nueva luz más grande que la luz del día. Luego descendió (esta luz) sobre el Salvador, y le conté las cosas que había visto. Y me dijo de nuevo: —Levanta tus manos y escucha lo que dicen 73 los sacerdotes y el pueblo.
Y oí a los sacerdotes mientras estaban sentados con los escribas. Las multitudes gritaban a voces. Cuando escuchó (el Salvador) de mí estas cosas, me dijo: —Agudiza tus oídos y oye lo que están diciendo.
Y escuché de nuevo. Mientras estabas sentado te alababan.
Y cuando le dije estas cosas, el Salvador dijo: —Te he dicho que éstos son ciegos y sordos. Escucha, pues, ahora las cosas que se te está diciendo misteriosamente y consérvalas. No se las digas a los hijos de este mundo, pues blasfemarán contra ti en este mundo, ya que te desconocen, pero te alabarán (cuando tengan) el conocimiento.

Herejías en torno al grupo.
Primer conjunto de adversarios gnósticos desviados de la verdad originaria
»Pues muchos aceptarán al principio nuestras palabras y se apartarán de ellas luego por el deseo del padre de su error, porque han hecho lo que él ha querido. Pero él (Dios) los revelará en su juicio, es decir, a los servidores de la Palabra. Pero aquellos que resulten 74 mezclados con ellos serán sus prisioneros, pues no tienen percepción. Al no mezclado, al puro y al bueno lo empujan hacia el verdugo, y hacia reino de aquellos que alaban al Cristo en la (pretendida) restauración. Y alaban a los hombres que propagan la mentira, aquellos que vendrán después de ti. Y se unirán al nombre de un muerto, pensando que serán puros (por ese nombre). Pero quedarán muy impurificados y caerán en el nombre del error y en manos de un hombre malvado y astuto, y en dogmas de múltiples formas y serán gobernados en la herejía.

Otro grupo gnóstico
»Ocurrirá, pues, que algunos de ellos blasfemarán de la verdad y proclamarán una doctrina falsa. Y dirán cosas malas unos contra otros. A algunos de ellos se les llamará "aquellos que están en el poder de los arcontes", los (¿que proceden?) de un hombre y una mujer desnuda de formas y (expuesta a) gran variedad de sufrimiento.
»Y 75 ocurrirá que los que dicen estas cosas preguntarán por sueños. Y si afirman que un sueño ha procedido de un demonio, digno de su error, entonces recibirán perdición en vez de incorrupción.
»Pues el mal no puede producir fruto bueno. Pues el lugar del que procede cada uno produce lo que es semejante a sí mismo, pues toda alma no es de la verdad o de la inmortalidad. Cada alma de este eón tiene como destino la muerte, según nuestra opinión, porque es siempre una esclava, pues ha sido creada para (servir a) sus deseos y la destrucción eterna en la que está y de la que procede. Las almas aman alas criaturas de la materia que ha venido con ellas.
»Pero las almas inmortales no se asemejan a éstas, oh Pedro. Y en tanto en cuanto no ha llegado la hora (de la muerte), ocurrirá que (el alma inmortal) se parecerá a una mortal. Pero no revelará su naturaleza, que es sólo 76 inmortal, y piensa en la inmortalidad. Tiene fe y anhela abandonar estas cosas.
»Pues la gente no recolecta higos de los espinos o de los abrojos, si son inteligentes, ni uvas de los cardos. Ciertamente, lo que se produce siempre está dentro de aquello de donde procede. Y lo que viene de lo que no es bueno, resulta ser para el alma destrucción y muerte. Pero ésta (el alma inmortal), que llega a ser en el Eterno, se halla en la Vida, y en la Inmortalidad de la vida, a la que se asemeja. Así, pues, todo lo que existe no se disolverá en lo que no existe. Pues la sordera y la ceguera se unirán sólo con sus semejantes.

Otro grupo también gnóstico
»Pero otros se cambiarán de las palabras malas y de los misterios que extravían.
»Algunos que no entienden los misterios, hablan de cosas que no entienden. Pero se jactarán que el misterio de la verdad es sólo de ellos, y con arrogancia 77 llegarán a tal orgullo como para envidiar al alma inmortal que ha resultado ser una prenda. Pues toda potestad, dominación y poder de los eones desea estar con éstos en la creación del mundo, de modo que aquellos (las potestades) que no son, olvidados por los que son, los alaben, aunque no han sido salvados (por las potestades), ni han sido llevados al camino, deseando siempre llegar a ser imperecederos. Pues cuando el alma inmortal se fortalece con el poder de un espíritu intelectual ... inmediatamente, empero, ellos (las potestades) la (al alma inmortal) hacen semejante a uno de aquellos que están extraviados.

Otro grupo no gnóstico
»Pero muchos otros, que se oponen a la verdad y son los mensajeros del error, conspirarán con su error y su ley contra estos pensamientos puros (que proceden de mí), como mirando desde (el siguiente punto de vista), a saber, pensando que el bien y el mal proceden de una (misma raíz). Ellos hacen negocio con 78 mi palabra, y establecen (la existencia de) un Hado severo, bajo el cual la raza de las almas inmortales estará en vano hasta mi parusía. Pues saldrán de ellos... . Y mi perdón de sus pecados en los que caen por culpa de sus adversarios, a los cuales yo rescaté de la esclavitud en la que se encontraban, para darles libertad. (Y obran) a fin de crear un resto de imitación (del verdadero perdón), en nombre de un difunto, que es Hermas, de los primogénitos de la injusticia, a fin de que la luz existente no sea creída por los pequeños. Pero los de esta clase son los operarios que serán arrojados a las tinieblas exteriores, lejos de los hijos de la luz. Pues ni ellos entrarán, ni tampoco lo permiten a aquellos que suben para recibir su liberación.

Otro grupo. También gnósticos, aunque errados
»Y además otros de ellos, que sufren, piensan que llevarán a su perfección 79 la sabiduría de la fraternidad que existe realmente, que es la camaradería espiritual con aquellos unidos en comunión, a través de la cual se revelará el matrimonio de la inmortalidad. Pero (en vez de eso) se manifestará la semejanza de la raza de la fraternidad femenina como una imitación. Éstos son los que oprimen a sus hermanos diciéndoles: "Por medio de esto tiene piedad nuestro Dios, puesto que la salvación nos llega a nosotros (sólo) por esto", y no conocen el castigo de aquellos que se alegran por aquellos que han hecho esto a los pequeños, a los que vieron e hicieron prisioneros.

Otro grupo de adversarios: eclesiásticos
»Y existen (también) otros, de aquellos que están fuera de vuestro número, que se llaman a sí mismos obispos, y también diáconos, como si hubieran recibido la autoridad de Dios. Caen bajo el juicio de los principales (puestos). Esta gente son canales vacíos».
Pero yo dije: —Tengo miedo a causa de lo que me has dicho, a saber que 80 los pequeños son, en nuestra opinión, los espurios; que hay multitudes, ciertamente, que harán errar a otras multitudes de vivientes y os destrozarán en medio de ellos, y cuando pronuncien tu nombre, les darán crédito.
El Salvador dijo: —Gobernarán sobre los pequeños por un tiempo para ellos determinado en proporción a su error. Y después que se complete el (tiempo de su) error, se renovará el (eón) que nunca envejece, el del pensamiento inmortal, y (los pequeños) gobernarán sobre los que los gobernaron a ellos. Y él (ese eón que no envejece) arrancará la raíz de su error y la expondrá a la vergüenza, y se revelará la desvergüenza que ella tuvo sobre sí, y resultará que éstos (los pequeños) serán inmutables, oh Pedro. ¡Ea, pues! Cumplamos la voluntad del Padre incorruptible. He aquí, pues, que vendrán los que traen el juicio sobre aquellos (los eclesiásticos), y quedarán expuestos a la vergüenza. Pero, en cuanto a mí, no podrán tocarme. Pero tú, oh Pedro, estarás en medio de ellos. No temáis a causa de tu 81 cobardía. Su mente se cerrará, pues el Invisible se les opondrá.

Segunda visión: la crucifixión
Cuando dijo estas cosas, vi cómo ellos lo agarraban de aquel modo. Y dije: —¿Qué veo, oh Señor? ¿Eres tú a quien agarran y eres tú el que te aferras a mí? O ¿quién es ese (que) sonríe alegre sobre el árbol? Y ¿hay otro a quien golpean en pies y manos?
El salvador me dijo: —Aquel al que viste sobre el árbol alegre y sonriente, éste es Jesús, el viviente. Pero este otro, en cuyas manos y pies introducen los clavos, es el carnal, el sustituto, expuesto a la vergüenza, el que existió según la semejanza, ¡míralo a él y a mí!
Pero yo, en cuanto vi, dije: —Señor, nadie te mira. Vayámonos de este lugar.
Pero él me dijo: —Te lo he dicho; deja a los ciegos solos. Y en cuanto a ti, mira cuán poco entienden de lo que dicen. 82 Pues han expuesto a vergüenza al hijo de su gloria en vez de a mi siervo.

Tercera visión: la resurrección
Y vi a uno que se acercaba a nosotros que se parecía a aquel que se reía sobre el árbol. Estaba (vestido) del Espíritu Santo y es el Salvador. Y hubo una gran luz, inefable, que los rodeó, y una multitud de ángeles inefables e invisible que lo alababa. Y yo soy el que lo ha visto cuando se manifestó el que da gloria. Y me dijo: —Sé fuerte, pues tú eres aquel a quien han sido dados estos misterios, para conocerlos por una revelación, (a saber) que aquel a quien crucificaron los demonios y el recipiente de piedra en el que habitan (los demonios), el (hombre) de Elohim, el de la cruz que está bajo la Ley. Pero aquel que está cerca de él es el Salvador viviente, el que primero estaba en él, al que apresaron y soltaron, que está de pie, alegre, mirando a aquellos que usaron con él violencia, mientras están divididos entre 83 ellos. Por este motivo, se ríe de su falta de visión, sabiendo que son ciegos de nacimiento. Existe, pues, ciertamente, el que toma sobre sí el sufrimiento, pues el cuerpo es el sustituto. Pero lo que liberaron fue mi cuerpo incorpóreo. Pero yo soy el Espíritu intelectual pleno de luz radiante. Al que visteis viniendo sobre mí es nuestro Pleroma intelectual, el que une la luz perfecta con mi Espíritu Santo.
»Éstas cosas, pues, que tú has visto se las presentarás a la otra raza que no es de este mundo. Pues no habrá honor en cualquier hombre que no sea inmortal, sino sólo en aquellos escogidos de una sustancia inmortal, que se ha manifestado capaz de contener a Aquel que da su abundancia. Por ello digo que "A todo aquel que tiene se le dará y tendrá en plenitud". Pero al que no tiene —que es el hombre de este lugar, que está completamente muerto cuando ha sido apartado de los seres de la creación, de lo que ha sido engendrado, 84 a ese que, si ocurre que se le revela una de las esencias inmortales, piensa que la posee—, le será arrebatado (lo que tiene) y le será añadido a aquel que es.
»Tú, pues, sé animoso y no temas en absoluto. Pues yo estaré contigo para que ninguno de tus enemigos tenga poder sobre ti. La paz sea contigo. ¡Sé fuerte!».
Cuando (Jesús) dijo estas cosas, (Pedro) volvió a sí mismo.

Nota: la numeración corresponde a las páginas del manuscrito.

LOS HECHOS DE PEDRO Y LOS DOCE APOSTOLES (Nag Hammadi)

HECHOS DE PEDRO Y LOS DOCE APÓSTOLES

por Antonio Piñero

Introducción
1 [...] nos hicimos a la mar. Nos sentíamos unidos en nuestros corazones. Estábamos todos dispuestos a ejecutar el ministerio que el Señor nos había encargado, y llegamos a un acuerdo entre nosotros. Bajamos al mar en un momento oportuno, dispuesto por el Señor. Encontramos un navío fondeado en la costa preparado para partir, y hablamos con los marineros si podríamos embarcarnos con ellos. Mostraron con nosotros una gran amabilidad, según lo dispuesto por el Señor. Y ocurrió que cuando partimos, navegamos un día y una noche. Luego sopló sobre la nave un viento contrario que nos arrastró hacia una pequeña ciudad (en una isla) situada en medio del mar. Yo, Pedro, pregunté el nombre de la ciudad a algunas personas del lugar que se hallaban en el muelle.
2 Nos respondió [un hombre] de aquellos [y nos dijo el nombre] de la ciudad que era [«Inhabitación»], es decir, «Fundamento» [...] paciencia. Su alcalde se hallaba [en el muelle, portando] una palma (en la mano). Y ocurrió que cuando desembarcamos en tierra [con] el equipaje, entré en la ciudad buscando [consejo?] sobre un alojamiento.

Primer encuentro con Litargoel
Salió un hombre que llevaba una vestidura ceñida sobre sus lomos y un cinturón dorado que la ajustaba. (Llevaba) un blanco sudario recogido alrededor del pecho, que le llegaba hasta los hombros y que cubría su cabeza y sus manos. Yo contemplaba a ese hombre porque era hermoso en su forma y figura. Cuatro zonas de su cuerpo miraba: las plantas de sus pies, una parte de su pecho, las palmas de sus manos y su rostro. Esto es lo que pude ver. Había en su mano izquierda una caja de las que suelen emplearse para libros y un bastón de estoraque [madera de cierto tipo de árbol] en su derecha. Su voz resonaba pausadamente mientras gritaba en la ciudad: «Perlas, perlas». Yo pensé que era un habitante de aquella villa. Le hablé así: —Hermano mío y compañero.
3 Me respondió: —[Bie]n has dicho «[hermano] mío [y c]ompañero». ¿Qué [deseas] de mí?
Le respondí: —[Busco] un alojamiento para mí [y] para mis hermanos, ya que somos forasteros.
Añadió: —Por eso también yo me he apresurado a decir «hermano mío y compañero», porque soy un extranjero como tú.
Cuando hubo dicho estas palabras, gritó: —Perlas, perlas.
Oyeron su voz los ricos de aquella ciudad. (Unos) salieron de sus habitaciones más ocultas; otros, por el contrario, lo contemplaron desde las habitaciones de sus casas; y otros miraban desde las ventanas superiores. Pero vieron que no (podían conseguir) nada de él, porque no llevaba alforja ninguna sobre sus espaldas, ni envoltorio ninguno entre su vestidura o sudario. A causa de su desprecio ni siquiera le preguntaron, y él, por su parte, no se reveló a ellos. Los ricos se volvieron a sus aposentos mientras decían: «Éste se burla de nosotros».
4 Los pobres [de la ciudad] escucharon [su voz, y salieron hacia] el hombre que [vendía las perlas. Le dijeron]: —Por favor, [muéstranos una] perla, para que al menos [podamos verla] con nuestros ojos, ya que somos [pobres], y no tenemos el dinero de su precio para entregártelo. [Enséñanosla], sin embargo, para que podamos decir a nuestros camaradas que [hemos visto] una perla con nuestros propios ojos.
Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo la mostraré ante vuestros ojos, sino que os la daré de balde.
Los pobres de aquella ciudad escucharon sus palabras y replicaron: —Puesto que somos mendigos, sabemos que nadie acostumbra a regalar una perla a los mendigos, quienes suelen recibir alimentos y calderilla. Ahora bien, lo que deseamos obtener de tu bondad es que nos muestres la perla ante nuestros ojos. Así podremos decir con orgullo a nuestros camaradas: «Hemos visto una perla con nuestros ojos», ya que (tal cosa) no sucede entre los pobres, especialmente mendigos (como nosotros).

Viaje de Pedro y sus compañeros a la ciudad de Litargoel
Les respondió así: —Si os es posible, venid a mi ciudad. No sólo os enseñaré la perla, sino que os la daré de balde.
Los pobres y los mendigos se alegraron a causa de 5 el [dadivoso] mercader. [Los hombres] (de la ciudad) [preguntaron a Pedro] sobre las penalidades [del camino]. Pe[dr]o respondió [contándoles] lo que habían oído de [las dificultades] del camino, puesto que [experimentarán?] (esas) penalidades en su ministerio. (Luego) dijo (Pedro) al hombre que vendía la perla: —Deseo conocer tu nombre y las penalidades del camino hasta tu ciudad, porque somos forasteros y siervos de Dios, y nos es necesario extender la palabra de Dios en toda ciudad pacíficamente.
Respondió así (el vendedor de perlas): —Si preguntas por mi nombre, es Litargoel, que significa «piedra liviana (que brilla como los ojos de) una gacela». Y la vía hacia la ciudad sobre la que me has preguntado, te la mostraré (también). Cualquier hombre no puede ir por ese camino, salvo el que haya renunciado a todo lo que posee, y ayune diariamente de estación en estación. Porque son numerosos los ladrones y las fieras salvajes en esa vía. Al que lleva pan consigo para el camino, perros negros lo devoran a causa de ese pan. El que lleva un vestido precioso de este mundo lo matan los ladrones 6 [a causa del] vestido. [Al que lleva] agua [lo destrozan] los lobos [por el agua], ya que tienen sed. [Al que] se preocupa de la [carne] y las verduras, lo desgarran los leo[nes] a causa de la carne. [Si] escapa de los leones, lo cornean los toros a causa de las verduras.
Cuando terminó de decirme [estas] cosas, suspiré en mi interior diciendo: «¡Qué grandes son las penalidades del camino! ¡Ojalá nos diera Jesús fuerza para caminar por él!»
Me miró mientras suspiraba y se entristecía mi rostro. Me dijo: —¿Por qué suspiras si conoces ese nombre, «Jesús», y crees en él? Él es el Gran Poder y lo concede. Porque yo también creo en el Padre que lo envió.
Volví a preguntarle: —¿Cuál es el nombre del lugar al que te vas, tu ciudad?
Me respondió: —El nombre de mi ciudad es «Nueve Puertas». Alabemos a Dios mientras nos ejercitamos pensando que la décima es la cabeza.
Después de esto me aparté de él en paz para llamar a mis compañeros. (Entonces) vi unas olas, y grandes y elevados muros que rodeaban los límites de la ciudad. Me admiré de las grandezas que vi. Y observé a un anciano que estaba sentado. Le pregunté el nombre de la ciudad, si en verdad (su nombre) era 7 «Inhabi[tación»] [...]. Me dijo: —[Has dicho] verdad, pues [habitamos] aquí, porque soportamos con paciencia.
[Respondí] así: —Justamente [...] los hombres la han llamado [...] porque las ciudades son habitadas por quienes soportan con paciencia sus tentaciones. Un reino noble saldrá de ellas, pues resisten en medio de las olas y de las angustias de las tormentas. De modo que la ciudad de aquellos que soportan el peso del yugo de la fe será habitada. Y él, (cada uno de sus habitantes,) será computado en el reino de los cielos.

Transición a la segunda narración
Me marché apresuradamente y llamé a mis compañeros para entrar en la ciudad de la que nos había hablado Litargoel. Ligados por la fe, abandonamos todas las cosas como él nos había dicho. Nos libramos de los ladrones, puesto que no encontraron sus vestiduras sobre nosotros. Nos escapamos de los lobos, porque no hallaron en nosotros el agua de la que estaban sedientos. Nos libramos de los leones, porque no encontraron en nosotros el deseo de carne. 8 [Nos escapamos de los perros] y de [los toros, porque no encontraron ni pan] ni verduras. [Sentimos una] gran alegría, [con] (ausencia) de preocupaciones en la paz de nuestro Señor. Tomamos un poco de descanso ante la puerta y comentamos entre nosotros cosas que no suponían distracción en este mundo, sino una práctica continuada de la fe.

Segundo encuentro con Litargoel
Mientras hablábamos de los ladrones del camino, de quienes habíamos escapado, he aquí que salió Litargoel. Se había transformado ante nosotros y había tomado la apariencia de un médico. Llevaba bajo su brazo un ungüento de nardo medicinal, y un discípulo le seguía portando una cajita llena de medicinas. Nosotros no lo reconocimos. Pedro respondió y le dijo: —Nos gustaría que nos hicieras un favor, ya que somos extranjeros. Condúcenos a la casa de Litargoel antes de que se haga tarde.
Nos respondió: —Os la mostraré con rectitud de corazón. Pero me admira que conozcáis a ese hombre bueno, pues no se revela a cualquiera, ya que es el hijo de un gran rey. Descansad un poco mientras voy, curo a ese hombre y vengo (de nuevo).
Se dio prisa y volvió 9 rápidamente. (El hombre) dijo a Pedro: —Pedro.
Éste se atemorizó (preguntándose) cómo había llegado a saber que su nombre era Pedro. Pedro respondió al Salvador: —¿De dónde me conoces, puesto que has pronunciado mi nombre?
Respondió Litargoel: —Deseo preguntarte quién te ha dado el nombre de Pedro.
Díjole él: —Jesús, el Cristo, el hijo del Dios viviente, Él me dio este nombre.
Respondió (Litargoel) con estas palabras: —Yo soy (ese). Reconóceme, Pedro.
Desanudó el vestido que le cubría, con el que se había disfrazado ante nosotros, y se nos reveló en verdad como era él. Nos postramos en tierra y lo adoramos nosotros, los once apóstoles. Extendió su mano, nos hizo levantar (y) hablamos con él humildemente. Mientras nuestras cabezas estaban inclinadas hacia el suelo con respeto, le dijimos: —¿Qué quieres que hagamos? Mas otórganos la fuerza para que cumplamos tu voluntad en todo momento.
Él (Jesús) les entregó el ungüento de nardo curativo y la cajita que estaba en las manos del discípulo, y les impartió la orden 10 siguiente: —Volved a la ciudad de la que habéis salido que es llamada «Inhabitación». Continuad enseñando pacientemente a los que han creído en mi nombre, puesto que yo he tenido paciencia en los sufrimientos de la fe. Yo os otorgaré vuestra recompensa. Dad a los pobres de la ciudad lo que necesiten para que vivan de ello, hasta que yo les dé lo que es superior, lo que os dije que os iba a dar de balde.
Pedro respondió con estas palabras: —Señor, Tú nos has enseñado a renunciar al mundo y a lo que en él hay. Hemos dejado todo por ti. Nos preocupamos (ahora solamente) del alimento de cada día. ¿Dónde podremos encontrar las cosas necesarias que nos pides entregar a los pobres?
El Señor respondió con estas palabras: —¡Oh Pedro!, era necesario que comprendieras la parábola que te he contado. ¿No sabes tú que mi nombre, que tú enseñas, es más valioso que cualquier riqueza y que la sabiduría de Dios es superior al oro, la plata y las piedras preciosas?

La misión universal
Les entregó (la cajita con) los remedios medicinales y les dijo (de nuevo): —Curad a todos los enfermos de la ciudad que han creído 11 [en] mi nombre.
Pedro tuvo miedo de responderle por segunda vez. Se dirigió al que estaba a su lado, que era Juan, (y le dijo): —Habla tú esta vez.
Juan respondió con estas palabras: —Señor: tenemos miedo de pronunciar ante ti multitud de palabras. Pero eres tú el que nos exige que practiquemos esta técnica, aunque nadie nos ha instruido para ser médicos. ¿Cómo, pues, sabremos curar los cuerpos, como tú nos has ordenado?
Le respondió (Jesús): —Has hablado bien, Juan, pues yo sé que los médicos de este mundo acostumbran a curar (las enfermedades) que pertenecen al mundo. (Pero) los médicos del alma sanan los corazones. Curad, pues, los cuerpos primero, de modo que gracias a la potencia curativa que hay en vosotros para curación de los cuerpos sin medicinas de este mundo puedan creer que os es posible también sanar las enfermedades del corazón. Con los ricos de la ciudad, (sin embargo,) esos que no consideran digno saber de mí, sino que se regocijan en su riqueza y en su orgullo, con ésos, pues, 12 no comáis en [sus] casas, ni os amiguéis con ellos, no sea que os hagan partícipes de su parcialidad. Pues muchos toman partido por los ricos en las iglesias, porque son pecadores (también) y proporcionan la ocasión a otros hombres de hacer (lo mismo). Mas vosotros juzgadlos con sabiduría, de modo que vuestro ministerio sea glorificado, y para que Yo y mi nombre sean glorificados también en las iglesias.
Los discípulos respondieron así: —Sí. En verdad esto es lo que conviene hacer.
Se postraron en tierra y lo adoraron. (Pero) él los hizo levantar y se apartó de ellos en paz. Amén.

Nota: la numeración corresponde a las páginas del manuscrito.